miércoles, 11 de febrero de 2009

ANTONIO HERNÁNDEZ: A PALO SECO



Fotografias:Junto a Rafael Montesinos, Antonio Hernández tras la presentación de "Libro del desconcierto"(2001)de
Manuel López Azorín en la Tertulia Hispanoamericana, entonces, en Reyes Catolicos, 4.
Antonio Hernández presentando el "Libro del desconcierto".

Ayer martes diez de febrero leyó Antonio Hernández, en la Tertulia Literaria Hispanoamericana Rafael Montesinos, poemas de su nuevo libro A palo seco (rd editores) y fue presentado por el joven poeta y entusiasta editor (ediciones Vitruvio) Pablo Méndez. Hasta aquí podría ser una más de las muchísimas lecturas que viene ofreciendo desde hace ya tantos años esta Tertulia Hispanoamericana que, desde su fallecimiento,lleva agregado el nombre con el que la conocíamos ya todos los poetas, el de quien fue su director durante más de 50 años: Rafael Montesinos. Pero estoy seguro de que esta lectura no fue una de tantas.

Yo debo confesar que no pude asistir. Un problema doméstico de última hora me impidió estar con Antonio Hernádez como tenía previsto; pero seguro que su voz casi quebrada, temblorosa, emocionada y emocionante, daría cuenta de algunos poemas de este nuevo libro suyo y, seguro estoy , dejaría entre el público asistente un clima de emoción contenida y asombrada frente a la dureza de unos poemas confesionales escritos durante su alejamiento de la poesía por culpa de una maldita depresión (En alguna ocasión, paseando por Recoletos o tomando un vino juntos por aquella zona cercana a su casa, nos hemos consolado ambos de nuestro "males") que durante unos años nos dejó a los que somos devotos de este poeta sin el pulso conmovedor, en muchas ocasiones, de sus versos.

Todos los que seguimos la poesía de Antonio Hernádez sabemos que sus fuentes, esas de las que ha bebido para saciar su sed de poeta, han sido juan Ramón Jiménez, Antonio Machado, Rubén Darío, Federico García Lorca,Vicente Aleixandre, fernando Pessoa (me dejaré a algunos) En este libro, por ejemplo,andan por sus poemas Bécquer o mejor Cernuda,Federico, Machado,y tambien Rimbaud, Baudelaire, Cesar Vallejo... ) y
Julio Mariscal.(El poeta de Arcos, como Antonio, que consagró su vida a la enseñanza, a la poesia y al flamenco. Un poeta, triste, meláncolico que le cantó al amor, a la tierra, al hombre y a la muerte y que no vio reconocidos sus méritos, ni humanos ni literarios, en vida - eso no le ha sucedido a Antonio - aun perteneciendo a los poetas de los años 50 como pertenecía) Lean el poema poeta en cruz. La voz de Antonio , en este poemario tan acertadamente titulado A palo seco, me parece a mí, la mejor herencia de su paisano Julio Mariscal y lo hace con la triste dureza de quien, durante un tiempo,ha sufrido y temido, ha hecho examen de conciencia como en un poema titualado así donde Antonio nos ofrece, creo yo, lo más confesional, lo más sincero de su sentir, lo más poético.
(Aunque tengo que decir que me han gustado muchos más y no sólo este poema titulado Examen de conciencia)

Decía antes que el público se habrá sentido sorprendido frente a este "cambio" (Que me parece a mí como una especie de ejercicio de locura creativa y salvadora) en la poesía de Antonio; pero este "cambio" creo que viene dado más por el tono, por el empleo de un nuevo campo semántico,y de un nuevo estado de ánimo, que diferencia su poesía anterior de ésta aunque no en el fondo ni en la forma, porque Antonio Hernández, un poeta con enorme fuerza lírica en su bagaje poético sigue siendo el gran poeta de siempre y para salir al aire no necesita convencer a nadie de lo que, por otra parte, ya nos tiene convencidos y conmovidos con toda su obra anterior (al igual que lo hace en este libro ahora aun con el "cambio") en la que siempre ha manejado el ritmo, la concisión, la hermosa riqueza del lenguaje, en fin, el hondo pulso, el latido poético que lleva dentro de sí Antonio, un pulso, un latido, con el que, ahora también, nos ha venido pintando versos con profundidad, con emoción y conmoviéndonos.

Si en este A palo seco comienza con pesimismo, tomando conciencia de sí mismo, haciendo balance, cuenta de resultados de la existencia, si repasa sentimientos como la soledad, el odio, la venganza,la amistad, el amor... si pasea por todos ellos como si fuera al tiempo paciente y psicoanalista de sí mismo tratando de vencer esa espiral de miedo que le alejó de la poesía y de más cosas y lo hace con claridad directa para hablar del dolor, del desengaño y con ironía, nos habla de los libros, de los amigos... Si da pasos hacia adelante a medida que transcurren las páginas del libro,de sus poemas, es para mostrarnos que A palo seco nos ofrece su yo más íntimo, un yo que sale de las tinieblas de un tiempo oscuro y doloroso para acercarse de nuevo al relámpago del amor,el de la luz que, ahora, parece que ilumina y que abraza. El amor, después de todo, como rueda que gira y mueve el mundo.

Ya hace tiempo Antonio nos dijo que escribir es amar, / sin amor que te bese y vivir, que viene a ser lo mismo porque si no se vive no se escribe, también.
Antonio y yo nos conocemos desde hace ya muchos años, nos conocemos nos apreciamos y yo, desde luego, soy un fiel devoto de su poesía. Hoy, a pesar de no haber podido asistir a su lectura, me alegro porque sé que ésta fue intensa, hermosa y que no dejó indiferente a nadie.

Quiero terminar "colgando" un poema que le escribí a Antonio Hernández hablando de su poesía, de su obra y por tanta de él. Creo que el poema lo escribí hace unos diez u once años y, luego, se publicó en la recopilación Azul de los afectos(2001) Aquí os lo dejo intentando que sea para todos, como siempre.

ESCRIBIR ES AMAR

Para Antonio Hernández y Mari Luz

Su voz es una tarde con campanas
de rebelde tañido en plena aurora
y badajos de amor en el aire del alma
donde fabrica versos para creer,
versos para crear...

Su voz es una oveja que regresa,
negra, como el misterio de la vida,
la magia y el clamor, hacia una historia
de montaña, y de llano, río, tierra...

Esta es su voz ahora: la de la libertad
Es...Donde da la luz su voz. Se alumbra
iluminando al hombre por el aire.

Paga su diezmo - el de Arcos -
junto al tiempo más frágil y más fuerte:
la niñez, la memoria. (Libertad
para no verse nunca sometido
más que a la esclavitud de sus palabras)

Su Indumentaria es toda poesía
-población del recuerdo -
que hace y viste en su canto lo que dice,
lo que piensa, todo aquello que siente.
(en su reino nocturno de calle sin aceras)
con la gloria del sueño y la prisión
enredada en las sílabas del verso.

Es un Compás errante, tierra y música,
raíz, y grito, y canto... por el aire del mundo.

Es un Campo lunario (este hombre
resucita cada vez que comprende)
y refleja la vida
como su propio yo sobre la forma,
la más Sagrada forma, la del barro
modelado en el tiempo y la memoria.

El poeta aceptó
(Propio sólo del hombre que se encuentra)
que no hay que buscar temas
para hablar
sino dejar que hablen
nuestras sombras.


Sus sombras tañen luz (con el sonido
de voz inconfundible
por la mañana-tarde de los versos)
repicando a la vida, regresando al origen
para creer de nuevo, para seguir creando.

Como es observador sabe que el hombre
siempre marcha hacia el punto de partida.
Su voz lo sabe bien que escribir es amar
sin amor que te bese,

viajar de noche en tren por la memoria,
tener habitación para el recuerdo,
no renegar jamás de la ternura.
(Nada de lo que muere deja olvido,
sino raíces
) Todo es semilla
y germina de nuevo repicando
con un firme sonido de campanas
en el papel, el alma, el corazón...
(Que todo es uno en él)

Él vive entre la página que escribe
y la que calla dentro, la que aguarda.

En su compás camina
con la presencia-ausencia del instante
que permanece vivo entre las páginas
de lo cierto y del sueño. Nunca nada mejor
que rescatar el tiempo ya sin tiempo
de la fotografía ya vivida,
de la página escrita,del amor y las horas,
de las luces y sombras intangibles,
del tiempo y su misterio.

Que escribir es amar...
y vivir es un verso escrito con latido.

Del libro: Azul de los afectos

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