Fotografía:
Nares Montero en la sala Galileo Galilei durante su lectura.(
J.Alvaro Gomez)
Nares Montero es una joven poeta que conocí en abril durante el
Festival Acróbatas realizado en Madrid en la sala
Galileo Galilei. Participamos el mismo día en este Festival de poesía y música o música y poesía y pude saber , aquella tarde, que había publicado su primer libro titulado
Te llamaré delirio a través de
BuboKNares Montero nació en Madrid en 1982. Dicen que
con raíces en los pies y alas en la cabeza Dicen también que
tuvo una infancia llena de ángeles que ella supo maquillar de cuento e igualmente que
nació en una ciudad cerrada por vacaciones en uno de los días más calurosos de aquel añoSegún su ficha en
Bubok Nares Montero es fotógrafa,actriz, animal lleno de melodías... Cuando hablas con esta joven tienes la sensación de estar junto a la calidez, la dulzura y el desvalimiento, junto a la resignación y la rebeldía, junto a la fragilidad y la fuerza. Su mirada es un mundo de sensaciones agridulces, de sueños cumplidos y por cumplir, de anhelos pergeñados en la mente con palabras sencillas, claras, cotidianas, como en algunos poemas de Benedetti, repletas de algo que no trasmite su mirada (tal vez porque, en el fondo, quiere dejarse para sí esa íntima parcela que es su yo más propio con sus dudas y sus certezas)y ese algo es una tremenda fuerza, como desafiando al mundo, que se nota en algunos de sus poemas.
En
Te llamaré delirio, su primer libro publicado que sólo se puede comprar a través de Bubok en internet(creo) nos dice
Pablo Llanos en el Prólogo:
de Nares Montero me llegó a los ojos , leyendo sus poemas,el sonido de su voz y con su voz, sus primeras dudas, dudas que ella llama certezas, y sonaron en los ojos de este prologuista
con claridad,con toda la rotundidad que puede sonar una duda.Nares Montero inicia este poemario con una certeza(relativa como todo)y nos aclara que desde sus orígenes eran dos y ella su destierro. Un destierro que ironiza con el tiempo de la contemplación mientras se define
de alma frágil,/ de mirada honda/ y de lágrima eterna; pero completamente decidida a no cambiar por ninguna limosna, a no venderse por dádiva alguna.
Nares Montero, que en el fondo no quiere dejar los dientes de leche, sueña con
un príncipe azul con alas en la espalda, quiere serle necesaria pero sabe y nos dice que
es tan imposible como agarrar/ el agua con las manos Soñar, vivir, tal vez dormir... Va y viene de la realidad al sueño par hacer huelga a la rutina, para llenarse de esperanza frente al desengaño, al auto-engaño, y, a manos llenas (o vacías) hace su huelga con furia, con rabia porque perder el epicentro de los sueños (el de las almas) es perder
el amor y el deseo.
La vida es así: pasan los días sin tregua, pasan"
No hay más tristeza en los fados (...)
y a nadie le importa excepto a mí. Sus lamentos, sus deseos, pintan cuerpos y pies, pájaros y barros... son sólo sueños que humedecen el tiempo del deseo y por ello le llega la crudeza de ser cruda, fuerte,temperamental para
Roer hasta los huesos como
Frescos manjares de palabras (Esta fuerza es la que no percibí en su mirada dulce, amable,como desamparada) Se siente
como La última hoja, como
llanto y escarcha , pero seca(Y no es hoja, es viento, brisa a veces, huracán otras, mariposa en aire del deseo, de los sueños) y declara:
Arroparé a los míos con cálidos suspiros.
Toda su calidez, su dulzura, su crudeza y su fuerza expresiva es, me parece a mi como una nebulosa, como un mar de duda, como una lluvia de salvación donde busca, desasistida, sola, desamparada entre
las delincuentes huellas que robaron
el sudor de tu piel frágil mientras se pregunta:
¿Qué será de mi vida? ¿Qué será? La duda nos acompaña siempre, ya lo dije en un poema
Desde la adolescencia hasta el olvido. Nares Montero nos dice que la duda es una epidemia
que conquista cada rincón del cuerpo y del alma
Nares; pero dudar, si no es enfermizo y tu duda es siempre razonable, nos permite madurar, crecer, afianzarnos paso a paso del tiempo y llega un día que ya no se siente tanto vértigo.
Te llamaré delirio Temes la locura y la zozobra/ porque en esta precaria embarcación/ no quedan ya opciones de maniobra./Dime quién, nave nodriza, te salva ahora El tiempo
Nares Montero, el tiempo salva y lleva, con el milagro de sus días, a que todo, la esperanza y el sueño, nos madure con el fruto del tiempo y lo hará contigo también, cuando el tiempo (Y la poesía y sus fuentes) lo quieran.(Es algo que nos sucede a todos,
Nares Montero) a todos. Sigue escribiendo y aprendiendo (siempre tenemos que aprender) de la vida y de las fuentes de la poesía. Con tu mirada dulce, frágil, con la fuerza de tu voz y de tus sentidos.
1 comentario:
Preciosa reseña. llena de dulzura.
Un saludo.
Pablo Llanos
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