martes, 15 de septiembre de 2009

JESÚS HILARIO TUNDIDOR: Fue y Nada sabe la noche



Por fin llegó a mis manos el libro de Jesús Hilario Tundidor titulado Fue (Ediciones Cálamo,2007) y llegó al mismo tiempo (un poco antes de irme de vacaciones) que otro libro suyo: Nada sabe la noche, una antología que el IES Universidad Laboral de Cáceres le ha publicado con motivo de la lectura que Tundidor dio el 27 de abril de 2009. Gracias querido "Tundi" por el envío.

Fue, en su génesis primera llevó el título de "Cátedra de San Jorge" (que es, ahora, la segunda parte del libro) y Tundidor, pensó estos poemas iniciales a raíz de un tiempo en el cual estuvo sometido a un tratamiento de radioterapia debido a un carcinoma detectado en su laringe.
Pero no comenzó a escribir estos poemas por "mirarse el ombligo" para lamentarse, no. Jesús Hilario Tundidor no busca dar lástima o que le compadezcan por sus preocupaciones, enfermedades, etc.

Él no es persona que pretenda semejante cosa. Por el contrario, Tundidor es hombre, poeta, que sólo se "mira el ombligo" para sobrevolar por encima de todo eso y, desde la altura, siempre desde la altura y la distancia, alejarse de temores o preocupaciones o miedos e imbuirse en lo que el llama su razón de escribir poesía: fundamentar la forma de vivir más intensa.

Esto sucedió (el inicio de Fue) en el año 2003 durante los meses de mayo y junio. Así fue surgiendo un poemario que era la representación intuitiva de todo lo que se acercaba a su consciencia por el recuerdo o la imaginación.
Un poemario que tras un tiempo y tras organizar y estructurar lo escrito, definitivamente, aquella "Cátedra de San Jorge" se convirtió en este libro: Fue.

Un libro en el que(lo diré con palabras del autor ya que hemos hablado en varias ocasiones de él) Vuelca el poeta toda su experiencia vital en un discurrir apasionado por la naturaleza, la historia y la cultura como un legado alucinado de su paso por el tiempo. Un lenguaje proteico, sincopado, delirante,transgresor y ubérrimo en el que las edades de la vida se hacen memoria de un sueño amargo, como una plegaria ante el vértigo de la sinrazón y el temor al vacío. (vamos, que mi amigo estaba en tanto que duró el proceso de creación, como el verso de aquel maravilloso fraile llamado Juan de Yepes y que decía: Vivo sin vivir en mi.

Pero no busquéis relación entre este libro y aquel proceso de radioterapia al que se sometió ´mi amigo Jesús Hilario Tundidor. El único nexo que podríais encontrar es el intento de alejarse de ese "Temor al vacío", de ese "Vértigo" que en ocasiones produce y nos trae , con su carga de "sinrazón aparente" la vida.
La vida es someterse a la rueda del tiempo mediante la memoria y lo imaginado y esto es lo que hace mi amigo Tundidor en Fue.

Os "cuelgo" el poema V de la primera parte de Fue titulada "El ojo de la lluvia", como muestra.

Estás muerto y has cruzado la nieve. tu corazón se
pudre en la humedad de la memoria que has perdido.
Insólitas también tus reflexiones que planean lo blanco. Si
no hay eternidad y nada dignifica a los hombres ¿Cómo
abarcar la obscena costura de la incertidumbre, el cerrojo
del descubrir? Adivinar. Estremecerse. Lo juro, no mere-
ció el dolor. Ni siquiera el país de la niebla que atraviesan
los muertos.¡Qué zaguán esperaba!



Con relación a Nada sabe la noche os diré que es una antología más, de las muchas que ya tiene publicadas, de este poeta que cambia y se transforma, que adopta modos y formas diferentes según vengan las cosas o las palabras, un ser proteico en fin que nos ofrece en esta selección: la pregunta existencial, el pálpito emocional, la cuestión metapoética, el paisaje castellano,la sombra alargada de la historia de España, la indagación intelectual y la ebriedad amorosa y todo, o casi todo, en un ramillete de poemas seleccionados y unidos por una estructura formal o clásica y algunos otros , variaciones para innovación o modernidad. Son poemas que Jesús Hilario Tundidor fue escribiendo a lo largo de su ya dilatada, conocida y reconocida, trayectoria poética.

Y de esta antología os "cuelgo", de su libro "Tejedora de azar"
el poema RAZÓN PARA AMAR LA VIDA

Por si viene la mar, por si tu vienes,
por si acaso y tal modo, por si baja
la nación o la patria o la navaja
de Dios y te secciona por las sienes.

Por si se fraguan todos los vaivenes
y caemos, sin más, en la tinaja...
Por si toca el pandero y la sonaja
del mundo, pueblo, cuando nos condenes.

Por tantas cosas misericordiosas
como nos acompañan cada día,
por el pronunciamiento de las rosas.

Por si no hubiese más alfarería
que vivir este instante, ritmo, prosas...
Pueblo callado, por tu compañía.

Jesús Hilario Tundidor

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