jueves, 26 de noviembre de 2009

AMPARO GASTON :In memoriam


Cartel del Homenaje que en abril de 1995 Helicón ofreció al poeta Gabriel Celaya con la presencia de Amparo Gastón.


Amparo Gastón, Gloria Fuertes durante su intervención y Manuel López Azorín


Amparo Gastón y Manuel López Azorín en el TAM de Sanse durante el Homenaje a Gabriel Celaya.



Amparo Gastón, la que fuera compañera de Gabriel Celaya durante 45 años,ha muerto.
Estuvieron juntos desde 1946 hasta el fallecimiento de Celaya en 1991,primero en Donostia y luego, desde 1956, en Madrid, excepto los veranos que regresaban a San Sebastián donde, año tras año, se hacían una fotografía en la barandilla de la Concha.

La gran musa de su poesía, combativa y no, procedente de una familia de militancia comunista que había sufrido la represalia de la guerra civil,su esposa desde 1982, año en que se casaron finalmente,la mujer que le hizo renacer, sentir de nuevo ganas de vivir, desde el momento en que trabó conversación con ella a la puerta de una librería en San Sebastián, lugar de procedencia de ella, descansa ya, ceniza ya, junto a Gabriel Celaya en Donostia (no sé si también por Hernani)

Amparo Gastón, Amparitxu como la llamábamos, ha muerto en Madrid el 24 de noviembre y se ha ido con la sensación de que "El Celaya", como ella solía llamarle no estaba ni reconocido ni valorado, en los círculos literarios de los últimos años, como el poeta que fuera, de tantos y valiosos registros y no sólo como poeta "social".

Esa era su impresión y su queja constante cuando hablábamos de este poeta que fue etiquetado como poeta social (y lo fue) pero que escribió otro tipo de poesía y que casi nadie reconoce o recuerda.Libros como Los espejos transparentes, entre otros, merecen tener en cuenta y no en el olvido a un poeta como Gabriel Celaya que, además de poeta,, fue traductor de .M. Rilke, Rimbaud y W.Blake.

Amparo Gastón y Gabriel Celaya, escribieron y firmaron tres libros juntos: Ciento volando (1953) Coser y cantar (1955) y Musica celestial (1958)

La última vez que visité a Amparitxu en su casa del barrio de Prosperidad fue, creo recordar, en junio de este año. Pasé la tarde con ella y poco después de llegar yo apareció Belén Reyes, la poeta que solía visitarla con frecuencia, con una amiga, y los cuatro pasamos la tarde juntos.

Amparitxu tenia buen genio y buen humor y, a pesar de su larga enfermedad, la encontré bien y con ganas de seguir,(Belén se sorprendió al llegar pues Amparitxu se había acicalado para recibir mi visita, visita que cada vez que pensaba hacer, avisaba de ella, a Amparitxu, al menos uno o dos días antes)con ganas, decía, de seguir, de conversar, de tomarnos una copa juntos, de hablar de "El Celaya", de su olvido por parte de determinadas personas...

(Por cierto, tengo que pedirle a Belén la fotografía que nos hizo a Amparitxu y a mi aquella tarde; pero ahora no es momento. Ya hablaré con Belén Reyes más adelante)

Sin Amparo Gastón, el poeta Celaya, no habría sido el Gabriel Celaya que todos conocemos. Este ingeniero llamado Rafael Múgica, con sus dos libros primeros firmados como tal: Marea de silencio (1935) y La soledad cerrada (1936) con el que obtuvo el Premio del Centenario de Bécquer o como Juan de Leceta, con algún otro libro y finalmente, desde 1946, como Gabriel Celaya, con su Amparitxu, su editorial Norte,y su nueva manera de ver el mundo junto a ella,su nuevo modo de tomar conciencia, no habría sido el mismo sin Amparo Gastón.

Y no es una idea mía solamente (Creo que Felix Maraña también lo ha dicho y escrito)sino de algunos otros aunque yo lo haya comentado muchas veces con Amparitxu y algunos amigos y ella me haya dicho que sí, que estaba de acuerdo,porque: "El Celaya" hasta que nos conocimos era un burgués y luego tomó conciencia social -decía-. Pero "El Celaya" era lo mejor que le había pasado nunca y que sería, siempre, el hombre de su vida, el poeta de su vida,y lo decía como restándo importancia a la gran influencia que supuso tenerla a ella a su lado. Siempre iban juntos a todas partes, siempre, donde fuera, pero juntos, tan juntos que siempre me comentaba: desde que se fue "El Celaya" le consulto todo y hablo con él todos los días, a cualquiero hora y por las noches.

Recuerdo ahora aquel gran Homenaje que le rindió el Colectivo Helicón de Poesía y Relato en abril de 1995 en el Teatro Auditoria Adolfo Marsillach de San Sebastián de los Reyes, Madrid. Amparitxu, es curioso, estaba nerviosa porque yo pretendía que estuviera, desde principio a fin, conmigo en el escenario. Así fue y por aquel escenario, en vivo o filmados para la ocasión, estuvieron para homenajear a Celaya (y también a Amparitxu) poetas como Leopoldo de Luis, Gloria Fuertes, Antonio Gala, Claudio Rodríguez, Antonio Hernández, Carlos Álvarez, Caballero Bonald, Indio Juan, Enrique Gracia, Andrés García Madrid, Carmina Casala, José Hierro... (ahora mismo no recuerdo pero sé que fueron más) y cantautores como Pablo Guerrero, Quintín Cabrera, José Mª Alfaya, Victor Mariñas, Matías Ávalos, Andrés Molina, Pedro Guerra... (sé también que hubo más pero no recuerdo ahora)

Amparitxu estaba preocupada porque el Homenaje duraba mucho (casi 3 horas) y yo no hacía intervenir a José Hierro. Ella me decía: éste no aguanta, hazlo subir o se nos marcha. Pero no, yo conocía bien a Pepe Hierro y sabía que no lo haría. Y así fue, se quedó hasta el final, participó y siguó luego junto a nosotros mientras le recordaba Amparitxu que el día que murió Gabriel Celaya Pepe se presentó en el tanatorio con una botella de orujo diciendo: Que nadie esté triste, Celaya sigue con nosotros en su poesía, ¡vamos a brindar por Celaya! y brindamos.

Por eso estos 18 años de ausencia del poeta han supuesto mucho para Amparo Gastón, mucho recordar, mucho luchar sola por guardar su memoria,por su legado poético, mucho sentirse sola porque los amigos poco a poco se fueron distanciando tras la muerte del poeta... en fin mucha soledad para una mujer que nunca se amilanó ante nada, mucha soledad y pocas visitas, algunas pero pocas, además de el inevitable paso del tiempo, han hecho que Amparo Gastón, cansada ya de hablar de todo y a todas horas con "El Celaya", y sin verlo, sólo con el recuerdo de su imagen, de sus 45 años de vida vivida juntos,se marchara coon él para siempre este 24 de noviembre de 2009.
Yo seguiré "tocándote" Amparo Gastón Echevarría, querida Amparitxu, por si acaso quieres o puedes responderme, por ese teléfono, invisible ahora, que nos unió en tantas ocasiones, aunque ya no pueda visitarte ni nos bebamos juntos una copa mientras hablamos de "El Celaya"

Quiero acabar esta entrada con un poema del libro Los espejos transparentes, abre éste y esta dedicado a Amparitxu.

Así en la tierra como en la magia

Me dirán, ya lo sé, que soy un decadente
cuando lean los versos más de viejo que loco
que expongo en esta luz como en el fijo espanto
¡Mas tanto he caminado! Tengo derecho a un alto.

Yo tengo mis poemas, mi Amparo y mi misterio.
poco entiendo si trato de ver algo allí fuera;
pero todo lo entiendo, real en el secreto
y en el calor chiquito y en el dolor de un tiempo.

Amparo, desembocan los ríos de mis versos
en tus ojos parados, terriblemente abiertos,
y en el misterio cierto del amor y el suspenso.
¡Amor, tan sólo amor! ¿Qué importa ahora la rima?

Te quiero. Me recrezco. Tú enriqueces mi vida.
Amar es no soñar según lo que se espera
y ver cómo es milagro la luz de cada día;
Milagro y amenaza, descubrimiento loco.

Doblez que algo promete, terror que compromete,
lucha que desafía y apuesta con la muerte.
Donde menos se espera, surge y da, golpe, el alto
la sorpresa que deja mi corazón parado.

Gabriel Celaya

5 comentarios:

Jesus Dominguez dijo...

Mi más sincera admiración.

Un saludo

Jesús Domínguez

blog del poeta Manuel López Azorín dijo...

Para Jesús Dominguez: Gracias.
Desde este centronorte madrileño hasta tu sureste sevillano, vaya este saludo

chema barredo dijo...

amparo gaston y celaya, dos referentes que nos quedan

gracias por contarnos tus experiencias
un abrazo
chema

blog del poeta Manuel López Azorín dijo...

Para Chema Barredo:
gracias Chema. Sí,cierto, dos referentes más en nuestra historia poética.
Como ves, cuando miro, que no es siempre, si que respondo.
De nuevo gracias y un saludo

Álvaro Dorian Gray dijo...

Este sábado, Cayo Lara, la mencionó como "la compañera de Gabriel Celaya" y, eso me emocionó y me sorprendió, casi todos sabían su nombre y todos se entristecieron. Has realizado un precioso homenaje Manolo. Un abrazo