lunes, 8 de julio de 2013

Jesús Riosalido: El búfalo de agua






Jesús Riosalido: El búfalo de agua




El búfalo de agua (Fundación Al-Aissiya, 2012), es la nueva novela del poeta y narrador Jesús Ríosalido (Madrid, 1937), autor  que escribe también cuentos y  teatro. Jesús Ríosalido, embajador de España además de narrador, poeta y dramaturgo, ha escrito otras novelas como La dama de Oostende, El puerto de Beni Enzar y Los lobos de Manuel Lotario.


Como poeta ya he  escrito algunas entradas en este blog pero no como narrador. He leído esta novela que me envió el embajador, hace ya tiempo, y he querido reseñarla aquí porque El búfalo de agua es un homenaje  a su hermano Antonio (en la novela el personaje Antonio Matossi), muerto en 2010 gran amante de la caza y que falleció sin poder cumplir un sueño que ahora, su hermano, le ofrece de manera literaria: ir a la caza de este animal. Describe un supuesto viaje de varios cazadores, Antonio Matossi, Luis Cóncavo, Ángel Proyector y José Luis Lirondo, de Madrid al norte  de Australia para cazar a este búfalo de agua, animal de origen asiático y asilvestrado en ese continente. 

En la novela, como si de un elemento de realismo mágico se tratara, 

los cazadores hablan entre sí y la familia de búfalos, Wafat, Orach, 

Reivakh, y una posible Oterol, también. Les acompaña un cerdo 

salvaje, Rahil, que es como la voz de la conciencia de estos  

bóvidos .

Jesús Riosalido es, además , un gran arabista, experto en Derecho Islámico y un hombre  cosmopolita. 
Entre sus obras de poesía cabe destacar que es un gran conocedor de la poesía llamada formal tanto la poesía grecolatina  como de la de tradición española (Su primer libro, publicado por Ágora- Alfaguara en 1970, lo escribió sobre  zéjeles, su título: Zéjel del libro de amor y algunos más, tan hermoso que la compositora y cantante argentina de origen danés y afincada en Dinamarca, Estela Uriarte musicalizó y cantó algunos de ellos) Libro que se reedito no hace mucho junto a otro titulado  Libro de las Muwashajas , ambos unidos, con un CD con las canciones (zéjeles y Muwashjas) que Estela había grabado ya allá por los años 80.


Veinticuatro son los capítulos  de esta novela El búfalo de agua, que se leen, muchos de ellos, como cuentos independientes, (concretamente el capítulo titulado Pantocrator, tercero del libro fue galardonado con el premio Clarín de Cuentos por la Asociación de Escritores y Artistas Españoles, con un jurado formado por los directivos de la AEAE: José López Martínez, Juan Van Halen, Pilar Aroca, Angelina Lamelas, Manuel Carrión, Isabel Ibañez y Emilio Porta) Veinticuatro capítulos, repito, repletos de adjetivos , decía, que nos muestran una escritura siempre imaginativa, aventurera, insólita, los de esta fábula repleta de imaginación, onirismo y/o  aspectos surrealistas, dentro del dolor que esta novela lleva implícito, en esa especie de confusión onírica a veces con humor, a veces con ternura, a veces con dolor.

Jesús leyendo en árabe un poema de Manuel 

En cuanto a Jesús Riosalido como cuentista , citaré La casa del Ñandú y en especial  El ramo de ceniza  un libro de cuentos inspirado, según dice el embajador (Así es como suelo llamarle, el embajador, cuando pregunto por él o nos vemos) en los esquemas mediavales del Calila y Dimna y del Conde Lucanor porque, dice, mezcla historias distintas en el mismo relato
Lo que consigue, pienso yo,  su narrativa, ya de cuento, ya de novela, es dar a conocer más y mejor al autor, a su entorno familiar, a su modo de sentir, de pensar, de ser y estar en el mundo.


En El Búfalo de agua, tanto los hombres como los animales, Jesús Riosalido hace que sean  plenamente  conscientes del destino que les impulsa a los unos contra los otros, éstos, por orden  lo asumen como una misión de vida, y los búfalos  en forma de un final inevitable de la misma. Los animales son ejecutados, cual si Dios, directamente, hubiese puesto fin a su existencia, renacen en su Walhalla (que significa salón de muertos y que dentro de la mitología nórdica éstos son guiados por las valquirias hasta la ciudad de Asgard, gobernada por Odín, donde se encuentra ) y los monteros  regresan en barco a su limbo diciendo: los collares de flores lanzados al agua fueron inmediatamente engullidos  por los tiburones. Como eran rojos, es posible que supieran a sangre. Y a sacrificio. Aloha, ¿escucháis, cazadores? Aloha para siempre. (Aloha es una palabra hawaiana  que se utiliza  para saludar y /o  bendecir a los que llegan y que más o menos significa: belleza, paz o bienaventurado)



 Y además de todo  esto que les cuento y de sus obras teatrales, ultimamente, porque este embajador es un políglota, ha traducido del francés el libro Ismail, de Mehmet Ibrahimi, que fue premio Almedina de Poesía 2003.  En definitiva El búfalo de agua es, me parece a mí, un libro recomendable, escrito con oficio, con destreza, con amabilidad y excepticismo, en ocasiones de manera  muy coloquial al tiempo que  culto,  cargado de lirismo e ironía entre sus juegos descriptivos oníricos o surrealistas llenos siempre de imaginación, ternura y, siempre, siempre de una enorme vitalidad. Un, pienso yo, hermoso homenaje ´a la memoria de su hermano y al tiempo una profunda reflexión sobre la vida, el destino, la muerte y el ser humano.

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