lunes, 3 de agosto de 2015

Memoria poética II: Joaquín Benito de Lucas: La historia de sus años







Memoria poética II
Joaquín Benito de Lucas: La historia de sus años



II.- Una escritura indeleble

El primer libro de poemas publicado de Joaquín Benito de Lucas está escrito en Damasco (Siria), Las tentaciones. Allí fue director del Centro Cultural Hispánico que entonces era lo que hoy es el Instituto Cervantes. Los temas de los que escribía estaban relacionados con las vivencias de sus años en Siria, con las gentes, el tema de las caravanas, problemas de tipo religioso., asuntos íntimamente ligados a su vida en el Medio Oriente. Ese primer libro se publica en 1964, cuando Joaquín tenía 30 años. Pero aunque su  primer libro publicado es del 64, no es el primero escrito por él. En 1957, a los 23 años, ya había  escrito otro libro de poemas. Poemas  que aparecieron en revistas de la época y del cual dio una  lectura pública en el Ateneo de Madrid cuando José Hierro llevaba la tertulia poética. Ese libro se tituló, Los senderos abiertos, En 2007 sale a la luz este primer libro suyo escrito en 1957, publicado en la Colección Adonáis, es decir, cincuenta años después de haberlo escrito.


Durante casi diez años vive y trabaja en diversos países árabes, principalmente en Siria; más tarde Dámaso Alonso le propuso, y también intervino Vicente Aleixandre, poeta al que Joaquín visitaba en su casa de Velintonia y de quien guarda algunas cartas, para el lectorado en la Universidad de Berlín, y le aceptaron.  Allí estuvo hasta 1967 siendo profesor en la Universidad Libre de Berlín. Benito de Lucas tuvo noticia allí de que le habían concedido el Premio Adonáis por el libro que había enviado, Materia de olvido, en 1967.  Durante los siete años que permanece en Alemania hace todo lo que no pudo hacer antes por una enfermedad pulmonar que tuve de niño, enfermedad que le obligo a comenzar a estudiar a los 16 años...todo ese tiempo perdido lo ganó en Alemania. Allí realizó unas oposiciones a institutos de Enseñanza Media, que ganó; terminó la tesis doctoral que le dirigió Dámaso Alonso, obtuvo el Premio Adonáis y escribió otro libro: KZ Campo de concentración. Poemario en el que nos muestra su experiencia vivida en Berlín, su sentimiento ajeno al modo de sentir y pensar de este pueblo, un tiempo en el que se sintió extranjero y como encarcelado.
En 1967 regresa a España y a partir de esta fecha ejerce la docencia, primero en institutos de enseñanza media y más tarde en la Universidad Autónoma de Madrid, en la UNED y en escuelas de formación del profesorado de Alicante, Cuenca y Madrid.

Desde su primer libro de poemas, Las tentaciones (1964), se suceden numerosos títulos de poesía entre los que cabe citar Materia de Olvido, Premio Adonáis de Poesía 1967, Memorial del viento, Premio Miguel Hernández 1976, La sombra ante el espejo, Premio Castilla la Mancha 1987,  Dolor a solas Premio Esquío de poesía 1991 e Invitación al viaje, Premio Rabindranath Tagore 1995. Un poemario sugerente que cautiva, con hondura  desde los primeros versos con los que nos invita a viajar en busca de nosotros mismos. Un viaje éste, de búsqueda, conocimiento y renovación en el que también encontramos un río, esta vez de misericordia.

 Album de familia (premio Tiflos 1998), La mirada inocente (X Premio de Poesía Ciudad de Córdoba "Ricardo Molina" 2002), y en 2003 El reino de la niñez. Son poemarios en los que Benito de Lucas canta y cuenta el tiempo de la infancia y rememora a la familia y al río de su ciudad natal Talavera de la Reina.

En La Escritura endeble (Salamanca, Fundación Jorge Guillén 2008), nos dice Joaquín: “Más sin embargo escribo porque creo que hundir las manos en lo que fue herida tiene olor a manzanas de la infancia.” 
Y es que cuando Benito de Lucas escribe un poema evoca, en muchas ocasiones, su infancia. Leer su Album de familia es como mirar un álbum de fotos, imaginar un pasado que, de repente, aparece  y vive como si fuese algo sucedido al lector. Joaquín, al escribir sobre su infancia, lo hace de tal modo que  las palabras toman vida Pepe Hierro decía que, en la poesía de Benito de Lucas, para entenderla bien, había que pensar en la pureza, en la inocencia. 

En El reino de la niñez, (libro que yo presenté en la Tertulia Literaria Hispanoamericana de Rafael Montesinos, presentación que más tarde fue publicada en Diario del Tajo de Talavera) hay un  poema, “Templo de inocencia”,  donde nos dice: Mis ojos niños miran el mundo como un templo de inocencia.

También en 2008 publica El haz de la memoria y Canción del Ánfora publicados, respectivamente, por Cuadernos de Sandua y Talagrafic en Talavera de la Reina.
Más tarde vendría  La experiencia de la memoria (Poesía 1957-2009) Calambur, 2010 y ya en 2014 ha publicado Oda a mi ciudad. Cuadernos de Calisto, Talavera de la Reina, y Donde la luna canta  Ediciones CantArabia.

Es La escritura indeleble un libro que continúa la línea marcada por Joaquín en su poesía de memoria, de tiempo, de infancia, especialmente desde Álbum de familia, La mirada inocente o El reino de la niñez (aunque como bien dice Pedro A. González Moreno, éste con otro tono) y, ahora La escritura indeleble que toma el título de unos versos de Álbum de familia que dicen: Esta es mi voz. Desde el fondo sonoro / se alza a la superficie / de la corriente y canta y canta / entre los puentes que levanta el aire. / Ni importa quien la escuche o quien la lea./ Su escritura indeleble /queda en la arena como testimonio. 

Estos versos pertenecen al poema- prólogo titulado Al son de mi río que abría Álbum de familia (libro que fue publicado por la O.N.C.E. en 1999 en primera edición y más tarde por la Colección Literaria Universidad Popular del Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes en el año 2000.) Este  libro se lo han traducido al árabe,traducción de Mezouar el Idsissi, (2009,Tanger),y lo leyó en el Instituto Cervantes de esta ciudad..

Pedro A. González Moreno  ha venido escribiendo sobre el poeta talaverano y es buen conocedor de su poética y de su vida, que vienen a ser una misma cosa, algo así como lo que decía José Hierro hace muchos años ya cuando escribió sobre Joaquín diciendo que su poesía era La historia de sus años.(Pepe Hierro y yo hablábamos alguna que otra vez sobre ésto y yo estaba completamente de acuerdo en que la poesía de Joaquín Benito de Lucas era eso, la memoria y el tiempo de su vida; pero no sólo Pepe, también Claudio Rodríguez (el gran amigo de Joaquín desde los años 50 hasta su muerte) me lo comentaba.

Sobre la poesía de Benito de Lucas nos ha dicho Pedro A. González moreno :"La estética formal y expresiva por la que se mueven los poemas de La escritura indeleble, está en la línea de su trilogía más reciente, Benito de Lucas continúa siendo fiel a su más antigua y personal estética, que consiste en aunar "verdad y sentimiento"; sometiendo el lenguaje a un proceso de despojamiento y optando por "la palabra sin fulgor, por la imagen sin brillo", consigue unas composiciones de línea sobria y leve trazo, cuyo volumen viene dado por la intensidad de la emoción y cuyos perfiles parecen sólo por la autenticidad del sentimiento. 
Siempre desde el tono confesional e intimista, estos poemas más que escritos parecen estrujados, como si fuesen fragmentos de corazón y de memoria exprimidos, sílaba a sílaba y gota a gota, sobre el folio. Palabras como gotas de dolor y tristeza en las que la retórica ya no tiene cabida, tal vez porque el corazón, cuando habla y siente de verdad, no sabe de metáforas."  Joaquín Benito de Lucas sabe bien de la vida y de su vida, de La historia de sus años y de la historia general de los de su generación.

  Manuel López Azorín

(Si te apetece, puedes seguir leyendo la III parte de esta Memoria poética en la siguiente entrada)

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