jueves, 25 de febrero de 2016

Diego Medina Poveda: He visto la vida más humana. Pájaros diversos con el mismo vuelo



 Diego Medina Poveda: He visto la vida más humana.

                  
                   Pájaros diversos con el mismo vuelo



Diego Medina Poveda (Málaga, 1985), nos presenta un nuevo libro He visto la vida más humana. Premio Cero de Poesía  “El Pimpi”, Málaga, 2015. "El Pimpi" y sus tertulias de los lunes dirigidas por el poeta José Infante, lugar conocido ya no solo en Málaga sino en todo el país.

Incluyo esta reseña en este blog antes de salir publicada (un poco más resumida) en la conocida y reconocida revista literaria Cuadernos del Matemático, una revista que, aunque en los últimos números no ha pasado por sus mejores momentos debido a la "famosa crisis", las trabas, los recortes que se le han impuesto y mil cosas más, continúa resistiendo con valentía y muchísimo esfuerzo gracias al tesón que sus dirigentes, hasta ahora y supongo que seguirán el frente de la revista., 
  
Con Ezequías Blanco a la cabeza, Cristóbal López de la Manzanara, Matías Muñoz y un nutrido grupo de solidarios con esta hermosa revista que lleva cumplidos veinticinco años de andadura literaria y poética. Ahora como Asociación esperamos y deseamos que el interés por ella crezca para que continúe editándose y ya que Cuadernos del Matemático ha sido un referente cultural durante tanto tiempo, siga siéndolo por mucho más. Y dicho esto en su defensa les dejo aquí la reseña de un joven  y excelente poeta  Diego Medina Poveda y de su libro He visto la vida más humana.

Un poemario  donde nos muestra el arte de interpretar, a través del texto, su teoría de la verdad, su imagen de la vida humana, en un libro apasionado con un imaginativo erotismo como en el hermoso poema La alquitara que comienza con referencias bíblicas: Tu espalda es el desierto / que baña un Jordán acaudalado.

Hay poemas de afectos en el apartado IV que titulado Galería humana, es especial el soneto Por tu sangre dedicado al nacimiento de su sobrino: Por tu sangre ya fluye el universo / como una flor que estalla en primavera. Poemas de compromiso con el ser humano como en el poema Lo terrible, en memoria de los 43 estudiantes desaparecidos en Guerrero (México):  Cuarenta y tres inviernos ahora, / cuarenta y tres heridas de madera / en los pupitres, / y el vacío que estalla en universos, / la voz del pueblo sepultada en los caminos /  silencio…, o como el poema Canción del exiliado, dedicado a todos aquellos españoles que se vieron obligados a abandonar España tras la guerra civil: El fuego de mi mano es el exilio, / soles que aprisiono y lanzo al aire y hay poemas que son reflexivas sentencias existencialistas.



Un libro que el autor, según nos cuenta, ha bebido a lo largo de dos años “en la humanidad de multitud de bocas, de vasos, de pieles: ha viajado, ha sufrido pérdidas y encuentros, se ha visto envuelto en el deseo, ha experimentado la rabia, el odio, el nacimiento de nueva vida, ha vivido de cerca la muerte, ha tenido miedo…” Esa es la experiencia vital que hasta este nuevo camino-libro ha llevado a Diego Medina Poveda.


Este joven y emergente poeta, en su primer libro, Urbana babel (Colección Monosabio, 2009), se mostró (ya lo dije en la reseña que hice de él entonces en este blog) como a mí me gusta. Me gusta porque llevo tiempo diciendo que el poeta que pretenda iniciar el camino-río de la Poesía, debe, primero que nada, beber de sus aguas, las de ayer y las de hoy y, tras conocerlas, respetarlas y aprender de ellas, incorporarse al cauce como un afluente más de ese camino-río, con su agua, la suya, heterodoxa o no, rebelde o no, pero sabiendo y bebiendo de lo que nos ha precedido al tiempo que buscando e indagando nuevos modos de contar y cantar todo lo que las aguas hayan dicho ya y todo lo que, por decir, pueda encontrarse en esa cuenca del camino-río (que al fin y al cabo es la vía de conocimiento, y de comunicación, y de participación, y de comunión, y de compromiso, y de revelación, y de salvación) de la Poesía, ese por donde tantos queremos caminar.


Aquel primer libro era una diversidad de tonos, lenguajes y formas. Un poemario que ensamblaba dos miradas, la del camino tradicional o clásico con la nueva de la búsqueda de otros tonos, otro lenguaje y otras formas.


El camino que ahora nos ofrece en He visto la vida más humana continua formándose con diferentes maneras de caminar por él: siguiendo la norma con estructuras formales, bien conocidas por el autor, ya clásicas, como el soneto: una palabra alumbra tu memoria / y te nace un mundo por la boca. Formas tradicionales con versos breves a la manera de aforismos o greguerías: La memoria es un animal / de compañía / que ladra como una boca abandonada, poemas en prosa, poemas discursivos, verso libre… para contar y cantar, entre otros, el nacimientos de las imágenes, en los cinco apartados, que lo conforman: I Palimseptos, II Cuerpos, III Elegías, IV Galería humana y V Exilio.


Podría parece mucha diversidad para un libro de poemas pero según vamos leyendo nos encontramos que, como dice el poeta Francisco Ruiz Noguera en su excelente prólogo, “es un libro intenso, ambicioso, empeñado en la búsqueda del poema como hermenéutica del mundo, estos versos, con ecos becquerianos, dejan claro ese planteamiento: “Hoy tienen tus palabras acertijos / que sólo tú descifras con tus versos.”

Y en esos versos nos observamos (a través del lenguaje, que es con lo que se construye la poesía, como bien decía Claudio Rodríguez), imágenes de la tradición simbolista, hipérboles modernistas, referencias bíblicas, referencias también al mundo clásico…La imagen esculpida en la mirada nueva / En un yermo de página se aviva la lumbre se iluminan / los cuerpos encendidos. Imágenes en fin que dan cuenta de la versatilidad y el conocimiento de la poesía que nos ha precedido, además del buen hacer de este joven licenciado en Filología que en la actualidad ejerce como lector de español en la universidad de   Rennes (Francia) tras y haber sido docente en México y en la Universidad Autónoma de Madrid.



Un libro este  He visto la vida más
humana escrito: Como un dolor de mimbre en la madera que  hace que vivan y se enlacen por (sus) venas las palabras, porque: Para que el hombre recuerde / habrá que abrirse la herida / y hacer de la sangre nuestro verso.
Y del amor a la palabra, a la poesía, porque es ésta la que ilumina el silencio: entonces ella habla / y de sus labios nacen las imágenes, / el amor, la poesía. De la poesía y del amor, que es, posiblemente, lo más hermoso de la vida humana y que tantas veces se deja en el olvido.


Un libro, en fin, con el ritmo preciso en cada poema, con la intención clara en cada una de sus formas. La expresión, los contenidos y las formas, en su diversidad, son poemas como pájaros diversos, pero con el mismo vuelo, se cohesionan en la vida humana que ve, que siente, que vive el poeta y en la razón de la existencia del poeta: la poesía.  Diego Medina Poveda no se queda, como tantos jóvenes, en el primer proceso de creación sino que trabaja el poema con las herramientas adecuadas, porque como dije más arriba, sabe y bebe de lo que nos ha precedido al tiempo que busca e indaga nuevos modos de contar y cantar.


Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid. Diego Medina Poveda es también Master en Edición por la Universidad Autónoma de Madrid. Ha sido 2º Premio Poetas del 27 (2003), 2º premio de poesía Universidad de Málaga, 2005. Primer premio de poesía MÁLAGACREA, 2010. Está incluido en diferentes antologías. Ha publicado en la sección Cultural  de El Mundo de Málaga, en la de El diario Sur y en diversas revistas de literatura.


                                                               Manuel L. Azorín

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