jueves, 8 de junio de 2017

Ana Vidal Egea "Dolores-Manhattan" y "Cuaderno de Asia"






     Ana Vidal Egea: Dolores-Manhattan y Cuaderno de Asia

    (Itinerario vital autobiográfico)



I.- Ana Vidal Egea: Dolores-Manhattan




Ana Vidal Egea (Dolores de Pacheco, Murcia, 1984) es periodista, escritora y poeta. Doctora "Cum Laude" en Filología Hispánica por la UNED, tras haber realizado la primera tesis completa sobre el teatro de Angélica Liddell en 2010. Así comenzaba la reseña que, en septiembre de 2011, hice en este blog sobre la lectura, a la que asistí, de esta “ Una joven promesa” (Así títulé la reseña Entonces reseñe un poema "Nosotros" como algo a destacar. Hoy vuelvo a incluirlo de nuevo porque está incluido en Dolores -Manhattan y porque como destaca la prologuista: "retrata la diáspora de la juventud española de la crisis"  
Un viaje por las diferentes ciudades del mundo por las que ha pasado y lo hace con, un viaje, más que geográfico, sentimental el el que nos relata en verso a veces blanco, a veces libre su experiencia vital.

Nos llega Ana Vidal Egea  con Dolores-Manhattan, Edición Bilingüe. Editorial La Fea Burguesía (Murcia, 2016 España) La traducción al inglés es también de su autoría. Con prólogo de Amalia Iglesias.
En el prólogo de Dolores –Manhattan la poeta Amalia Iglesias nos dice muy acertadamente que: "Partir, emigrar, soltar amarras de las raíces, para buscar un lugar en otro lugar. Ana Vidal Egea fue una de esos jóvenes españoles que, obligados por las circunstancias, tuvieron que buscar nuevos horizontes. No me había encontrado hasta ahora un/una poeta que retratase la diáspora de la juventud española de la crisis con la crudeza y la fuerza poética con que ella lo hace. En esas maletas viajaba la “Marca España” de toda una generación, y viajaba también, como la poeta señala, una sucesión de pérdidas y oportunidades”.
“La exasperación viene de nacer en el desierto, / sin culpables, / en la tierra estéril, sin culpables”
“¿Éramos inocentes al creer / que el cambio de continente sería, / en verdad, un cambio?”

Tiene treinta y tres años y también es licenciada en periodismo por la Universidad de Helsinki (Finlandia) y la Complutense de Madrid. Actualmente  vive en New York donde trabaja como profesora en St Johns University y en Baruch College (CUNY).
Decía yo entonces que Ana Vidal Egea nos ofrecía  “una poesía de vida con lo que conlleva de alegría y dolor, de pasión y gozo, de canto elegíaco e hímnico. Poesía de duda, agónica, de miedos e interrogaciones” Una poesía en fin del yo que parte de una  realidad íntima, se trastoca en realidad poética para  conviertse en una poesía del nosotros repleta de emoción.
Dolores –Manhattan es el recorrido interior en un viaje de liberación y búsqueda de sí misma a través del éxodo sin destino concreto con el propósito de ser.
“La mujer sin hijos, sin casa, / la mujer sin trabajo, sin destino, / de noche  y sin sueño, hecha de agua; / que vaga itinerante  buscando una tierra / donde quedarse.” 
 
Presentación en Murcia de Dolores-Manhattan



Ana Vidal Egea sabe manejar la palabra, sabe crear ritmos, musicalidades; con unos poemas polimétricos, plenos de libertad (en esa línea que se da en llamar verso libre aunque en muchas ocasiones sea verso blanco)
“No quiero decir quién soy, quiero ser,”
 “No puedo viajar más que al fondo/ del fondo de mi cuerpo (…) escaparme de mí,/ romper el techo, / salir al mundo.”

Versos que saben comunicar con crudeza y con pasión porque son y forman parte del conocimiento propio, versos que dan testimonio de vida al tiempo que son dardos que dan en la diana de la conciencia crítica de un tiempo y de una generación que ha salido de su pais para tratar de hallar lo que en su país no encontraba, una generación que, en lo literario, no solo se dedica a escribir poemas de moda para jóvenes adolescentes que es lo que parecen desear y demandar algunas  editoriales en estos momentos.  Ella quería salir al mundo y ser.
Y desde un lugar casi desconocido en los mapas, tan pequeño de vida y tan encorsetado en sus costumbres , donde todos se saben  y todo se  vive en función del qué y del cómo, esta joven  salió al mundo  para buscar el atributo capaz de definirla a sí, salió al mundo para buscarse y ser.

Presentación en Murcia (Ficciones) de Dolores- Manhattan


Dolores:
“Hablar del padre es / admirar y negar la diferencia,”(…) El padre vive. (…) Su tiempo es la cuerda convertida en hilo / tu tiempo es la cuerda convertida en hilo”
“En cada regreso algo ha desaparecido,/ pero la habitación donde crecí sigue intacta, (…) Contemplo a mi madre / aún sigue esperándolo todo (…) y su aura de soledad   llena el salón, la casa/ el pueblo, España, Europa, el Universo.”
“Hubo un tiempo/ en que vivíamos en la misma casa/ sin hablar. (…) Hablabas, hablabas contra mí / y yo te miraba silente, inmóvil. (…) Un día me fui. Todo está bien. / Cuando vuelvo, / podemos hablar de cualquier cosa, /pero nunca de aquello.”

Presentación de Dolores -Manhattan en la librería MacNally de New York



Ana Vidal Egea ha dicho: “En cuanto pude, concretamente a los dieciocho años de edad, me marché de Murcia; fue una huida rotunda, meditada y sin remordimientos, que en aquel momento supuso la única salvación que yo consideraba posible.”
Y esta joven inició un viaje desde Dolores de Pacheco pasando por Madrid (España), donde se licenció en periodismo por la Universidad Complutense (U.C.M) y allí surgieron sus primeras oportunidades y sus primeras pérdidad.
“Deseé durante años ser frágil, / pero no pude permitírmelo”
“Si soy un enfermo / o si estamos enfermos, no importa”
“Son días extraños en mitad de ninguna parte, / de pruebas neuronales poéticas, / de potenciales evocados;”
“Estar sin hacer ruido, / que nadie note mi presencia,/ que nadie sepa nunca./ Que nadie sepa más”
Edimburgo (Escocia): “Cómo explicar esta lucha, darle palabras,”
Helsinki (Finlandia): “Después noté que me agotaba, / vino la medición y la cautela.”
Buenos Aires (Argentina): “Corro más rápido que la belleza, /más rápido que la velocidad permitida a mi edad, / corro creyendo que habré de topar con algún límite, /llevo corriendo desde que aprendí a correr/// y correré hasta morir / o hasta que alguien me detenga.”


D.F. (México): “Yo sigo buscando árboles. / Podré perderme en un bosque algún día / cuando no quiera ser más.”
Miami (USA): Ana Vidal Egea sabe, desde el yo o el nosotros,  enarbolar banderas universales, sabe comunicar emociones y sabe también conectar con fuerza poética con una generación que anda en continua diáspora  a la búsqueda del conocimiento, la experiencia y con ello la identidad propia.
Como en este poema titulado “Nosotros” en el que van a la búsqueda de las aspiraciones y los sueños futuros y van dejando tras de sí pedazos de vida, “Una sucesión de pérdidas y oportunidades”


“Nosotros, los que nos fuimos pronto de casa
primero a otra ciudad, luego a otro país,
-cada vez más grave-
cambiando de lenguaje, de clima,
desaprendiendo, mutando.
 Los que vivimos solos en hemisferios distintos,
poniendo un océano de por medio
que hace imposible regresar a tiempo.

En la librería McNally de New York presentando Dolores-Manhattan
Nosotros, los que hemos dicho adiós tantas veces,
los que hemos masticado
el silencio de los aeropuertos
y nos hemos tragado la piedra de la duda;
los que tenemos miedo a volar pero volamos,
a los que nos cabe todo en una maleta,
los que hemos llegado de noche
a donde nadie nos esperaba.
Nosotros, los huérfanos funcionales,
los que no recordamos las camas
en las que hemos dormido,
los que tenemos que confiar en desconocidos,
los que seguimos buscando
con un mapa en la mano
porque no tenemos lugar de descanso;
nosotros, apretamos los dientes,
agudizamos la vista
y temblamos al recordar lo que vamos dejando.

Un poema “Nosotros” escrito desde la experiencia que no emplea el yo o el tú sino el nosotros como medio de universalización. Y lo consigue.
Y finalmente, en este largo periplo:  Manhatan (New York City.(USA):   “Nunca nada había sido suficiente. / Edificios, trenes, prisa (y no pedir);  (…) Dejamos esto aquí, suspendido, / como ropa de verano / que en invierno nadie va a / recoger. /// Porque nunca, nada, ha sido suficiente.”

“Un final salvaje. / La historia del mundo es aleatoria, temible, / una sucesión de pérdidas y oportunidades. / Elegimos un camino distinto, una sola calle, / y la vida nos cambia


Dolores-Manhattan es un poemario escrito con voz de mujer, una mujer que, queriendo ser y, seguramente obligada por las circunstancias, salió al mundo y se convirtió en nómada y ese estar en tantos lugares y ese vivir con lo ganado y lo perdido a cuestas ha  hecho que nos cuente en cada poema, con poesía de carácter, con fuerza, con dudas, miedos, con crudeza a veces, desnudando sentimientos siempre y con emoción, una parte importante de su experiencia vital. 

                                              Manuel López Azorín




Ana Vidal Egea: Cuaderno de Asía




Ana Vidal Egea : Cuaderno de Asia

Cuaderno de Asia, edición bilingüe , Editorial Amargod Madrid, 2016, España. La traducción al inglés es también de Ana Vidal Egea.
En Cuaderno de Asia  nos narra el final de un recorrido salvaje. Esta historia dio lugar a la realización de un documental (Get married at the airport) y la escritura de un libro (Wild is the wind. Literature, Alcohol and Excess).

La verdadera aventura de una pareja (Ana y Mike) siguiendo un consejo de Bill Murray:

Sobre todo esto nos cuenta Ana Vidad Egea: “La primera vez que lo conocí fue en un bar de Brooklyn donde no había música y nosotros éramos los únicos clientes. Los dos teníamos el pelo muy rizado y pese a que él era americano y yo española, podríamos pasar por ser de cualquier otro lugar.  Esa noche nos enamoramos con una fascinación mutua, incendiaria. Dos años después me diagnosticaron células cancerígenas por tercera vez en mi vida, y si crecían, los médicos me amenazaban con una nueva operación. Por entonces yo estaba determinada a buscar en la medicina china y el ayurveda, soluciones alternativas, y él estaba inmerso en su propia batalla contra el alcohol. Fue en aquellos días cuando se publicó un discurso de Bill Murray diciendo "si crees haber encontrado a la persona, viaja con ella alrededor del mundo a lugares a los que sea muy difícil llegar y desde los que sea muy difícil salir. Si al regresar seguís enamorados, casaos en el aeropuerto".


“Abandonamos nuestros trabajos en Nueva York y decidimos viajar a Asia 
 por seis mesesr medio año. La fricción entre el amor idealizado y la dura
 realidad aumenta geométricamente a medida que pasamos más y más tiempo
 atrapados juntos, navegando día a día a través de culturas y geografía extrañas.  Durante este viaje existencial nos enfrentamos a nuestros mayores enemigos: el otro y nosotros mismos. "Cuaderno de Asia" narra la degradación gradual de nuestra relación.”
La vida entonces entre dos pulsiones inherentes a la condición humana: el Eros y el Tánatos

  
Ana Vidal Egea. Conoce y bebe de las fuentes, construye, deconstruye, crea y busca nuevos ritmos, usa no usa la rima. Se sirve de las reiteraciones, del verso largo alternado con el breve para el llamado verso libre, con aliteraciones, sinestesias, anáforas… Una gratísima sorpresa, en fin, esta joven  murciana que, apretando los dientes, agudizando la vista,  y temblamos al recordar lo que se va dejando atrás, perdido o ganado.



Cuaderno de Asia es un viaje hacia dentro de sí a través de India, China, Tailandia, Vietnam, y Laos.
“Vivimos perdiendo, amamos olvidando. / Para no hundirse la memoria borra, / a su modo elige como vaciarse.”

“En cada cambio de ciudad algo muere /y las ánimas flotan mansamente en las montañas / como vapor y como niebla, / evaporando frente a mis ojos lo vivido”

 “En el colegio aprendí / que la diferencia se premia / con el sufrimiento./  Estoy decidida a desaprender y a brutalizarme.”

“Primero el sufrimiento, / luego el dolor, /solo después, el comienzo”



“Yo no era mujer ni tu eras hombre, /no teníamos nombre ni cuerpo,”
“Así nosotros flotamos / en la misma música,/ como si la belleza debiera ser / inaprehensible.”

“Qué podría sucedernos al mezclar nuestra locura.”

“El curso de la pena es rápido como /agua escapando del agua;”

“El viaje fue una larga despedida”


Este parece ser un viaje desesperad para huir de la enfermedad y del dolor, un intento de liberación, un viaje para olvidar y  para conocerse, un viaje para escapar y para descubrir, un viaje para amar, para encontrarse, para perderse o salvarse, sin lamentaciones, sin auto-contemplaciones compasivas,  arriesgando, en confrontación con eros y tánatos, sin pesimismo, enfrentándose  con la mayor naturalidad posible a la enfermedad o a la muerte, buscando con la cordura loca de vivir el instante, la recompensa de afrontar la vida (o de afrontar la muerte) sin el dramático y oscuro pozo de la negación desesperada.

Dolores Manhattan y Cuaderno de Asia forman parte de la experiencia vital de Ana Vidal Egea. Dos libros de poemas (que podrían ser uno solo), con los que esta joven promesa , que yo señalé en 2011, se convierte en bandera de una poesía que, autobiográfica como es, remueve conciencias y provoca emociones. 



Ana Vidal Egea ha publicado un libro de cuentos La otra vida, 18 relatos de amor y miedo (Ed. Traspiés, 2010) y la novela Noches árticas (Ed. Baile del Sol, 2011). Su obra ha aparecido publicada en volúmenes colectivos y colabora en diferentes revistas literarias.  Ha ganado premios como el Jóvenes talentos de la editorial Planeta, La voz+ Joven de la Casa Encendida y Obra Social Caja Madrid, El festival “Ser o no ser”, El Fungible, El Creajoven de Murcia o el concurso “Todos somos diferentes” de la Asociación Española de derechos civiles en colaboración con el Injuve. En 2014. Fue  finalista  del Premio Adonais de Poesía  y ese mismo año obtuvo el "Premio Neurona" Festival de cortometrajes 'Ser o no ser" (Murcia, España).
                                               Manuel López Azorín

3 comentarios:

Miguel Ángel Yusta. dijo...

Siempre es un placer leerte, querido Manuel. Y aprender...
Abrazos.

blog del poeta Manuel López Azorín dijo...

Lo que resulta un placer, Miguel Ángel Yusta, es tener lectores como tú. Muchas gracias, abrazos

blog del poeta Manuel López Azorín dijo...

Lo que resulta un placer, Miguel Ángel Yusta, es tener lectores como tú. Muchas gracias, abrazos