Manuel
Cortijo Cieza: Sutiles territorios de
memoria
Manuel
Cortijo Cieza (Plasencia, Cáceres), publicó
nuevo libro Sutiles territorios de memoria. (Ediciones Vitruvio, Madrid, 2017)
Sutiles territorios de memoria me parece todo él una gran metáfora. Una metáfora del
tiempo, del amor, de la vida, dentro de una cosmogonía, es decir de un relato
mítico, y panteísta, relativo a los orígenes del mundo, del universo, de la
vida.
Un libro en
el que en la mayoría de los poemas el autor lo concluye con un verso con el que
vuelve a iniciar el siguiente poema. Una curiosa manera de "encabalgamiento" que
nos conduce a no leer los poemas de este libro de modo aleatorio sino dentro
del orden que parece sugerirnos el autor. Recurso que parece querer recordarnos
que la memoria, esa materia de los sueños que nos habita y moldea nuestros
recuerdos, suele acudir a nosotros llevándonos de un lado a otro aparentemente sin orden ni concierto en muchas ocasiones.
Y con esa
apariencia panteísta y metafórica, entresaco yo aquí unos versos de esta gran
metáfora de la vida que nos muestra el origen y el tiempo, el compromiso o
sueño, el amor, la duda metafísica y todo aquello que el lector sea capar de
interpretar en su lectura:
“Sueños infinitos flotan en el aire./ Son mis
esperanzas como el vetusto / cuerpo de la encina que receloso/ pervive aferrado
a su simiente,”
“En el corazón de la luz habita el silencio”
“Vuelvo a la oración de la madre-tierra, / al maná
original”
“Por los caminos del otoño regresa / el alma. En la
lenta luz de la tarde/ yo soy la pregunta…tú la respuesta”
“Bienaventurado otoño, labriego que libera / del
pesado yugo humano que me unce, / me conduce a los pastos de “la nada”
“Como el árbol en su magnificencia / vivo de lo que
tengo sepultado”
“Solo nos queda renacer, / digerir la ceniza.”
“La blanca catleya”:*
“Honro el misterio.
De los cromosomas del barro, dicen, / se alzan las
torres del sueño.”
“Tu vientre reclamó mi ser, / fecunda inocencia”
*(La catleya es, además de una flor de la familia de las orquídeas, desde que Marcel Proust le dio protagonismo en “Por el camino de Swan” primera parte de “En busca del tiempo perdido” (Faire catleya=hacer catleya) la metáfora de las relaciones amorosas de Odette y Swan.)
La memoria juega con el pasado y lo trae hasta el presente en ella "Hay un niño que mira contemplando / la derrota de la luz". Se canta lo que se pierde, que nos dijo el poeta, "¿Hay un principio? ¿Hay un final?. Todo late en ritmo infinito” o bien "nada muere sino que se transforma" en la cosmogonía del sujeto poético.
"Envuelveme en la memoria, madre, / nómbrame, elévame despacio/ entre la bruma de tu aliento, / besa mece acúname, / que si he de apostar previamente/ sin duda elijo la Vida."(...) Premorir antes de morir / y palpar la memoria que somos, / el débil fragmento, la sombra / en la profundidad del espacio,/ en el inmenso silencio/ rotando sobre el ego alrededor de la luz."
Y los Sutiles territorios de memoria se convierten en "...alba de oro en la noche cósmica / para despertar la tierra dormida,"
Manuel
Cortijo Cieza estuvo veinte años sin publicar desde
que en 1986 se editara su primer libro De un pájaro de amor que anidó
primavera en Capadoccia (Con él ganó el premio Zenobia de poesía en
1985) Luego, llegó un segundo libro, Romanza del halcón y el agua,(Sial
Ediciones 2009) e inició un viaje interior al aire del amor y la vida,
sobrevolando el agua, la tierra, el fuego... un viaje que nos mostró, a través
de sus símbolos, no ya la Ítaca del sueño sino el sueño mismo junto a lo
vivido, lo experimentado: Medita el corazón /la mente sueña, y en esa
singladura de vivir buscando, observando, aprehendiendo, escuchando y soñando,
van su corazón y su cabeza, inquietos por un crecimiento personal, ahondando en
una especie de filosofía esotérica, y panteísta, tratando de saberse (Y de
sabernos), para abrazar la vida y su magia, para alcanzar el amor y su misterio
y, a través del corazón y la razón, encontrar la verdad en el acto de
pronunciar el verbo. Trascender la vida con la palabra que es el néctar de la
primavera eterna, de la intemporalidad.
Creo que después ha publicado un libro titulado Alba
Espuma, aunque yo no tengo referencia alguna de él y en 2011 publicó
dentro del ciclo Hazversidades poéticas, que coordinaba el poeta Jaime
Alejandre, una breve antología con el mismo título.
Manuel López Azorín
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