lunes, 15 de junio de 2009

Carlos Marzal: Homenaje en El Cigarral de Fina de Calderón







Fotografías (de iziquierda a derecha) Arriba: 1)Louis Bourne y Manuel López Azorín.2) Manuel López Azorín, Carlos Marzal y, sentada Fina de Calderón.
Abajo:1)Carlos Marzal ya con su jarrón, micrófono en mano, agradece el Homenaje a Fina de Calderón que está sentada a su derecha. 2)De izda a drcha: Fina de Calderón, Javier Lostalé,Jesús Javier Lázaro, Jesús Hilario Tundidor, Pilar Aroca (de pie) y de espaldas el poeta y profesor norteamericano Louis Bourne.


Regreso a Madrid tras pasar unos días en la sierra y hoy, 13 de julio, me encuentro que tengo un borrador guardado sin publicar sobre el homenaje que Fina de Calderón le ofreció en El Cigarral de Santo Ángel Custodio (Toledo) al poeta valenciano Carlos Marzal el día 14 del pasado mes de junio. El calor de Madrid, la huida a la sierra, hicieron que me olvidase de publicarlo. Es natural, durante estos meses de verano este blog se queda aletargado, sin actividad, como su dueño, que anda buscando la sombra del laurel serrano para leer todo lo atrasado, que es mucho, tratando de ponerse al día (algo casi imposible) y tratando, también, de descansar para retomar luego este blog, con ganas. En fin como el borrador estaba terminado, lo publico ahora y, al tiempo, deseo un buen verano a todos. Nos encontraremos de nuevo, tras las vacaciones,en estas páginas que, como siempre digo, pretenden ser Poesía para todos.
Que paséis un buen verano! Aquí os dejo esto que no publiqué en su momento por despiste, prisas, olvido o qué sé yo.

Fina de Calderón me llamó a primeros de junio para recordarme que el 14 ofrecía homenaje poético a Carlos Marzal, el poeta valenciano que obtuvo el Premio Nacional de Poesía con su libro Metales pesados en el año 2002.
Fina siempre me llama para recordarme que, año tras año, tenemos una cita en El Cigarral, esa hermosa finca de Toledo en la que ofrece cada año, desde hace ya tanto tiempo, homenaje a un poeta en torno a una comida y, tras ella, una lectura de poemas en el marco de un paisaje regado por el Tajo y con vistas al fondo, desde las terrazas de El Cigarral, de la imperial Toledo y más concretamente de la parte de San Juan de los Reyes.
Fina se despidió de mi recordándome que, como hago ultimamente, le tengo que leer mis "Seguidillas del Cigarral", aunque yo le digo que, en esta ocasión, es mejor que lea "Bella", el poema que le escribí para su homenaje en el Fernán Gómez en octubre de 2008 con motivo de su noventa cumpleaños y el vigésimo quinto aniversario de sus "Miércoles de la poesía".
Homenaje que le ofreció el Ayuntamiento de Madrid y en el que Alberto Ruiz Gallardón, con muletas entonces, elogió, con unas palabras de apertura, la trayectoria de una mujer emprendedora, poeta, compositora, dramaturga, conferenciante y, sobre todo, vivamente ilusionada siempre por el desarrollo de todo tipo de actividades culturales y artísticas.

Pasar un día en El Cigarral es encontrarse con amigos poetas, saborear un paisaje espléndido, disfrutar el ambiente relajado y plácido de sus paseos, terrazas que miran al Tajo, siempre con su rumor vivo y su agua de vida, paisaje que mira a Toledo por el lado de San Juan de los Reyes, como he dicho antes, y, especialmente, acercarse a la ermita donde, a la entrada, siempre se encuentra Fina de Calderón, junto al poeta homenajeado de turno, preparada para recibirnos con su mejor sonrisa.

De una a dos de la tarde nos reunimos allí, en torno a Fina que, ya dentro de la ermita, dirige unas palabras de salutación y bienvenida, habla de la historia y el mito de este Cigarral que por los años cuarenta le regalo Fernando, su marido (La leyenda de amor entre la cristiana y el rey moro, la fuente del agua del amor, el hecho de haber escrito en él un "cigarral" Tirso de Molina, las innumerables personalidales del mundo de la literatura que han pasado por él( no es posible enumerarlos aquí, sería interminable)y finalmente, tras unas breves palabras que mencionan a Carlos Marzal, el poeta homenajeado en esta ocasión, nos invita a degustar un cóctel, previo a la comida, para disfrutar del día, del Cigarral, de la compañía de todos y del poeta homenajeado.

Carlos Marzal
ha publicado últimamente Ánima mía, este poeta nacido en Valencia en 1961 es licenciado en Filología Hispánica, dirigió una revista Quites, de literatura y toroa y su obra poética que comenzó con la publicación en 1987 de El último de la fiesta (Renacimiento) continuó con La vida de frontera, también publicada en Renacimiento en 1991, Los países nocturnos (Tusquets 1996) y Metales pesados, también publicada en Tusquets en 2001, que como dije, le valió al año siguiente el Premio Nacional de Poesía. Mas adelante vendría el libro Fuera de mi, ganador del Premio Loewe publicado por Visor en 2004, El corazón perplejo, de nuevo publicado por Tusquets en 2005 y Anima mía que es, por ahora su último libro publicado amén de varias antologías una de ellas creo recordar que seleccionada por Andrés Neuman (Poesía a contratiempo me parece que se titulaba)

Encontrarse en el Cigarral con amigos que a veces llevas tiempo sin ver es una alegría. Saludé a Louis Bourne,recién llegado de EEUU, ya repuesto de sus dolencias físicas, las otras tardarán más en curar.Igualmente me encontré allí con los poetas Emilio Ruiz Parra, amigo de ya tanto tiempo, "el embajador" Jesús Riosalido y Gamboti,recién llegado de Oriente y ya que mi anterior página hablaba de él, aproveché para preguntarle por el motivo de su viaje a las tierras donde durante tantos años había sido Embajador de España (recuerdo que se jubiló el año pasado y que su último destino fue la Embajada de Kuwait) Me respondió que andaba preparando la publicación de un nuevo libro y, por ello, había tenido que viajar de nuevo por Oriente.
También tuve la ocasión de saludar a Rafael Morales Barba (Su padre, qué gran persona y que gran poeta que recuerdo siempre. Aquí, por ejemplo, en este Cigarral en los años noventa cuando Fina le homenajeó ofreciéndole su admiración y, como no, ese jarrón de cerámica de Talavera que nos ofrece a los que hemos sido homenajeados en este marco toledano. Entonces me gustaba más el Cigarral, no es que ahora no me guste, está espléndido, pero entonces... sin tanta restauración, sin tantos cambios (para bien) tenía como un aire más romántico, más sencillo también.

Cuando llegué con mi mujer ya estaba allí Javier Lostalé, homenajeado hace dos años por Fina aquí, en el Cigarral. Nos saludamos y me presentó a Carlos Marzal, que estaba junto a Fina.
Mediados los noventa recuerdo que Gonzalo Corona Marzol de la Universidad de Zaragoza, me había enviado varios cuadernillos titulados Poesía en el Campus publicados por esta Universidad. Uno de ellos, el número 15 estaba dedicado a Carlos Marzal y en él hay un poema que siempre me produjo interés: Le bout de la nuit.

Cuando Louis Bourne y yo nos saludamos, también lo hice con Jesús Hilario Tundidor a quien veo a menudo pues nos une una buena amistad. José María Muñoz Quirós,Salomé Ortega,el presidente de la Asociación de amigos de Miguel Hernández, no recuerdo su nombre,lo siento, Enrique (siempre me olvido de su apellido) viudo de Acacia Uceta, Luis Arrillaga, Pilar Aroca, Jesús Javier Lázaro, amén de músicos, periodistas, cantantes y, naturalmente, mi querida poeta Carmina Casala,(seguro que me olvido de muchos pero aseguro que no es deliberado)

Tras la comida que es, al finalizar, cuando se produce la entrega del jarrón por parte de Fina acompañado de unas palabras en honor de poeta se sucede la lectura de poemas por parte de los asistentes al acto. Fina de Calderón no se libra de ser agasajada con hermosas palabras por convocarnos allí ni con poemas dedicados a glosar su persona. Naturalmente muchos poemas van dedicados a , en esta ocasión, Carlos Marzal o bien se leen poemas de alguno de sus libros. Yo, finalmente, no leí las "Seguidillas del Cigarral" como quería Fina sino el Poema "Bella" que creo la define perfectamente. Así es como se dirige a ella su nieto Antonio de Campos y se me ocurrió mirar en el María Moliner esta palabra. Vi que le venía, en todas sus acepciones, que ni pintada. Fue cuando escribí "Bella", este poema que dice así:

Si Antonio le dice Bella
y en su belleza camina
al tiempo que se ilumina
como si fuera una estrella...
¿Qué puedo decir yo de ella?

¿Decir que es pura alegría
mientras vive cada día
con aquello que le llena:
teatro, música plena
de belleza, poesía...?

¿Qué puedo decir yo de ella
si el nieto lo ha dicho todo
y ya no existe otro modo
de definirla que Bella?

Sólo decir: Fina...¡Bella!


(Es más breve que las seguidillas) y leí también un poema de Carlos Marzal, ese al que hice referencia más arriba titulado Le bout de la nuit que pertenece a su libro (Creo recordar) La vida de frontera. Siempre me gustó ese poema de corte existencial,y desde luego nada hímnico como después parecía ofrecernos la poesía de Carlos Marzal en libros posteriores.
Hace tiempo ya Vicente Gallego nos decía sobre la poesía de Carlos Marzal: La esencia de la poesía de Carlos Marzal reside, me parece, en la recreación verbal de una emorme paradoja, la que a él le define como escritor, como ser humano, como actor y espectador por lo tanto del mundo; y esa paradoja radica en el empeño de amar la vida "de una forma terca, / con el afecto idiota de los perros", cuando se sabe que la vida no merece ese amor, porque suele ser el producto del sueño de un "contumaz borracho" con malas artes.

Carlos Marzal, en sus palabras de agradecimiento a Fina de Calderón (y por extensión a todos los que allí estábamos) fue breve. Recordó a un autor que siempre tenía dos discursos preparados. Uno breve en el que deciá: Gracias, el otro más largo en el que decía: Muchas gracias. Carlos Marzal se extendió más y dijo: Muchas, muchas gracias.(Y concluyó leyendo un poema, creo que el último del libro Ánima mía, (confieso que yo aún no lo he leído,es uno de los muchos pendientes de lectura este verano) que nos hablaba de amor.
Os dejo aquí este poema de Carlos Marzal que a mi siempre me gustó.

LE BOUT DE LA NUIT

Después de haber amado (y hasta a veces en serio),
y de haber sido amado (incluso de verdad).
Después de haber escrito, pero sin nombre nunca
lo que era necesario. Después de las ciudades,
los cuerpos, los objetos, después de haber dejado
atrás lo memorable con que hemos coincidido,
después de defraudar, después de defraudarnos,
después de recorrer el callejón del tiempo,
después de la impiedad, después del fuego,
se acaba por llegar al final de la noche.
Y allí la lluvia cae oscura sobre el mundo,
y ya no hay ocasión para decir después.

Carlos Marzal



martes, 9 de junio de 2009

JESÚS RIOSALIDO: "El embajador" de la amistad y de la paz


Foto:(Bajo estas lineas) Jesús Riosalido, Gonzalo Corona Marzol, Margarita Hierro,José Hierro, Blanca, la mujer de Gonzalo y en primer término Ana, mi mujer, de cena en Al-Aissiya.(Sigüenza)

Foto (De izquierda a derecha):Jesús riosalido y Manuel López Azorín en Al-Aissiya, con unos amigos: Joaquín Benito de lucas, Carmina Casala,Ana mi mujer, Pilar Aroca, José López Martinez y su esposa.

Foto(A la derecha): Juan Ruiz de Torres,Carmina Casala, Jesús Riosalido y Manuel López Azorín en Tertulias de Autor de Helicón


Foto: Manuel López Azorín recibiendo el Premio de Poesía Zenobia(1994)


Jesús Riosalido me envíó su último libro, hasta la fecha: El ramo de ceniza. Colección Almedina. Madrid,2008, y ya anda preparando la publicación de otro. Este libro que escribió durante su estancia en Kuwait como Embajador, su último destino como tal ya que le llegó el turno de abrazar el júbilo de la jubilación (aunque yo no sé si a Jesús le resulta jubilosa o siente nostalgia ya que en estos momentos, mientras escribo esta página, creo que anda de nuevo por Oriente Medio aunque no sé por que motivos (Ya me los contará)

El ramo de ceniza es un libro de cuentos inspirado,según dice el embajador (Así es como suelo llamarle,el embajador, cuando pregunto por él o nos vemos) en los esquemas mediavales del Calila y Dimna y del Conde Lucanor porque, dice, mezcla historias distintas en el mismo relato. Así es, el cuento puede leerse de corrido uniendo su letra cursiva y la de tipografía habitual o bien por separado y, de cualquier modo, resulta una unidad o dos lecturas distintas, algo curioso, bien hecho y, creo yo, más que interesante en este libro que habla de espíritus, espectros o fantasmas (Y nos habla principalmente de Jesús Riosalido como autor de las experiencias que nos cuenta aquí) pero unos fantasmas, unos espíritus amables, transparentes que no pretenden asustarnos durante la lectura. Lo que sí consigue, tanto de un modo como de otro, es dar a conocer más y mejor al autor, a su entorno familiar, a su modo de sentir, de pensar, de ser y estar en el mundo. Libro interesante y recomendable, escrito con oficio, con destreza,con amabilidad y excepticismo, a veces cargado de lírismo, a veces con irónía, otras con ternura y siempre con vitalidad.

Este hombre, Jesús Riosalido Gambotti, que ha sido Embajador de España en diferentes países,ha dedicado gran parte de su vida a la literatura y al orientalismo y, especialmente, a la poesía. En referencia a la poesía, se inició con un libro en el que rescataba la antigua tradición española del zéjel con el título de Zéjel del libro de Amor y Algunos Más publicado por Ágora en Alfaguara en 1970. Después continuó con otros libros asimismo de dimensión arabista: El diván de las sombras,publicado también por Ágora en Alfaguara en 1971, Maqamat, publicado en la colección Adonais en 1974, Muwashajat en Editora Nacional en 1975 y Didi Mahmud, publicado en Taller de Poesía Vox, en 1979.

Se centra más tarde Jesús Riosalido en el mundo centroeuropeo y escandinavo, en el que pasa a prestar sus servicios diplomáticos, con los libros Andersens Boulevard, que fue premio Villa de Martorell en 1981. Circo de urgencia, Premio El Madroño, 1984. Heroína en mis brazos, Premio Francisco de Quevedo en 1984 y una antología de la Poesía Danesa Contemporánea publicada en Adonais en 1980.

De sus estancias en Madrid nos dejó Ático al sol que fue Premio Fray Luis de León en 1985 y de su andadura siria como Embajador de España en Damasco, Alcor, editorial Tlas en 1990 que es una nueva inmersión en el tema árabe y musulmán. y La Viña de tiniebla, que fue Premio Rosa de Damasco en 1990, publicado por mis amigos editores Antonio Huerga y Sagrario Fierro (Huerga y Fierro, Madrid) en 1998.
Me olvidaba comentar que en 1987 Plaza y Janés publicó de Jesús Riosalido una antología de su obra.

Mientras estuvo destinado como Embajador en Zimbabwue y el África subsahariana, escribió Melania y el unicornio publicado por Endymión en 1999 y,luego, desde su puesto en Suiza como Cónsul en Zúrich, escribió La casa transparente que no es otra cosa que un alegato sobre la inutilidad de los esfuerzos humanos. Todo esto relacionado con la poesía nos ha legado este hombre bueno, amante de la paz y de la justicia, amante también de la ecología, del mundo árabe, y amante, especialmente, de los buenos amigos. Pero tambien, además de poesía nos deja obras de teatro y de prosa, como este delicioso El Ramo de ceniza, que a mi me ha hecho conocer si cabe, aún más a un Jesús Riosalido divertido, excelente conversador, gran conocedor de tantas cosas y, sobretodo, extraordinaria persona a quien yo, no me duelen prendas al decirlo, admiro profundamente desde casi el día en que lo conocí.

Y es que yo conocí a Jesús Riosalido en mayo de 1994. Me habían concedido, el año anterior, el Premio de Poesía Zenobia por mi libro Vértigo y, aquel día, la Asociación Rabindranat Tagore organizó el acto de entrega de este premio en el Colegio Mayor Nuestra Señora de África. de Madrid.
El jurado compuesto por Jesus Riosalido, Jose León cano, Antonio Cerrada, Margarita Arroyo, Carmina Casala y el Embajador de la India, como presidente, entregaban ese día, los premios que convocaba entonces la Asociación Rabindranat Tagore.José León Cano fue el encargado de hacer la presentación de mi libro y el embajador de la India me hizo entrega del Premio.

Así fue como conocí a Jesús Riosalido. Por aquellos años él era Embajador de España en Damasco (Siria)y le agradecí que viniera expresamente desde allí para el acto. Desde entonces y hasta ahora nuestra amistad ha ido creciendo y afirmándose más y más y es que este hombre, este erudito arabista (que además de su carrera diplomática cuajada siempre de logros, ha venido desarrollando una intensa y estupenda labor en el campo de la literatura: cuento, teatro, poesía...) me tradujo al árabe un libro Amar es mi ejercicio (Cuando me tradujo este libro al árabe, se encontraba en Zurich (Suiza) como Consul de España, nombrado así, tras unos años de lo que en diplomacia se suele llamar "hacer pasillo", más por cuestines políticas que de otra índole, tras haber sido cesado como embajador de España en Zimbabwue.Ofrecerle este destino como Cónsul de España en Zúrich me pareció, y es una apreciación personal, más un castigo que otra cosa. Pero Jesús Riosalido, que no para ni desfallece nunca, durante esa etapa de "hacer pasillo" fue , en 1998, Embajador en misión especial para el cincuentenario de la declaración universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
Durante ese periodo, creo recordar que organizó también un encuentro en Alcalá de Henares de las tres religiones monoteistas, enfrentadas casi siempre, como son la Judia, la musulmana y la cristiana y fue un absoluto "encuentro" de diálogo y de entendimiento. Algo difícil de conseguir y que Jesús Riosalido fue capaz de realizar con éxito.)

Decía que me tradujo Amar es mi ejercicio al árabe (en su día fue accésit del premio Joaquín Benito de Lucas) y también algunos poemas del libro Azul de los afectos. Uno de ellos fue este que cuelgo aquí titulado La vasta geografía del pretérito y que no es otra cosa que un recorrido por la biografía de Jesus Riosalido desde su adolescencia hasta la fecha en que le escribí este poema(1997) pasando por todo su periplo vital y creativo, por su oficio y su vocación. La fecha en que se gestó este poema, julio de 1997.Fue, concretamente, el día en que los dos, durante un fin de semana en su casa de Sigüenza y tras una noche larga e intensa de escuchar (siempre es un placer escuchar a este embajador pues se aprende de todo con él) diferentes historias, andábamos pendientes del televisor horrorizados por lo sucedido: el secuestro de Miguel Angel Blanco y el anuncio de su asesinato. Hacia el final del poema, hago referencia a este lamentable suceso que nos tuvo durante aquella tarde de sábado (creo recordar que era sábado) pendiente de noticias que ambos deseábamos alentadoras y que fatalmente no lo fueron. Así pues,durante la estancia en Sigüenza, en Al-Aissiya, aquel fin de semana con el embajador, surgió este poema.


LA VASTA GEOGRAFÍA DEL PRETÉRITO

Para Jesús Riosalido

Al- Aissiya es, ahora,
un lugar de memoria y de reposo
-Señores de Luzón, no me protesten-
mientras pasan los días sin relojes
por todos los pasillos interiores
del palacio de la geografía.

(Atrás queda Zimbaue, adormecido
por el canto africano y la hermosura
del más bello refugio)

Zéjeles le acompañan
con su ritmo monótono, tan sabio,
jarchas, casidas, liras...
catedrales de versos levantados
sobre templos antiguos
y poemas que rompen tradiciones.

(Todo parece estar en el desván,
como el que nada espera y lo recluye,
por lejano,en el arca del olvido.)

Su mirada parece perdida en otros tiempos.
Soñadora y lejana, como ausente
del latido y la vida.

(Al-Aissiya es ahora
la vasta geografía del pretérito.)

Al patio nazarí
llegan, como imprevistos, los veranos de El Cairo.
Son una adolescencia bajo el sol
de tumbas y misterios regados por el Nilo.

(La bella Alejandría es ya ceniza
de siglos, de alfabetos y de asombros
sobre la historia impresa,
sobre el descubrimiento de la esfinge.)

Hoy, me cuenta una historia de elefantes
y algún rinoceronte
en el paleolítico de Ambrona.

(Edificó la casa sobre todas las piedras
que pisaron los suyos...
y la adornó de sueños y de zocos
donde todo se ofrece a la mirada.)

Entre silencios y escapadas va.
Mira a la sirenita, el mar del norte...
Copenhague es un pálido reflejo.

(La escalera del sol está en la casa
aunque esté boca abajo.)

Por el Mediterráneo
leyendas y sucesos que aún perviven
dejan oir su canto
de presencia y ausencia fotográfica.

(Llegan mares de olivos,
laberintos y músicas de Oriente.)


¡Al-Aissiya, Al-Aissiya,
la vasta geografía del pretérito
ahora haciendo pasillo y recordando.

Por las calles de Viena: sinfonías.
Mozart, Schumann, Chopén...
un imperio de notas por el aire
de la ciudad del vals.

Una cierta tristeza
-o el cansancio de la sabiduría-
hay en sus ademanes
de sosegada observación constante.

(Y me parece a mi
que en él todo es volver hacia el pasado,
con su carga de sueños, de equipaje,
ahora que anda el tiempo detenido.)

La milenaria Siria y sus mil noches
y una de misterios
reinaguran auroras y memoria
en la oriental Damasco.

(Las bandejas de cobre en las paredes,
su centenaria pátina,
con palidez de luna nos contempla.)

Y de pronto se marcha, y de pronto regresa
- Y hay una hormiga atómica en la risa
de los arcos del patio que nos guardan-

(Y regresa a la historia de elefantes,
rinocerontes, cérvidos...
en un mar ya de siglos aquí extinto.
Y hay en el aire un mágico perfume
de ilusión esta tarde.)

¡Aquí, el rinoceronte!
Y marca, con las piedras, el enclave
mirando hacia la casa.
Y sobre las escaleras del jardín:
las rosas de Damasco.

(Al-Aissiya es ahora amanecida y tarde
tras los sesenta sueños.)

Dejo la casa atrás. Y la tristeza
de unos ojos cansados -me parece-
de contemplar la Historia y su legado,
cambiante como el alba y el ocaso
desde un pasillo oscuro.

(Esta tarde Al-Aissiya es un silencio verde,
un verde sedimento
bajo el azul intenso de una tarde
teñida con la sangre de una muerte inocente
-¡Ay, Miguel Ángel Blanco!-
que ha despertado a un pueblo.)

Y todo es un volver huyendo hacia adelante.
Piedra eterna: Palmira y el vestíbulo,
un ayer y un mañana,
un luego de esperanza y la vasta,
la vasta geografía del pretérito.

(¡Al-Aissiya, Al-Aissiya! Mientras me alejo,
dos villas entrecruzan la mirada
y el color es un velo transparente,
como de amanecida.)

Del libro: Azul de los afectos