miércoles, 31 de enero de 2024

Jesús Aparicio González: "Cómo vencer al ruido"

 

Jesús Aparicio González: Cómo vencer al ruido

 


Jesús Aparicio Gonzalez (Brihuega, Guadalajara,1961) ha escrito un nuevo libro Cómo vencer al ruido (Ars poética, 2023) es un libro de poesía hecha música y sentimiento a partir de las reflexiones tanto materiales como de espíritu que nos ofrece.

La poesía que nos ofrece Jesús Aparicio González,me recuerda a Juan Ramón Jiménez en algunas de sus composiciones, no es casual que tenga como inicio cita del poeta de Moguer: “Sí, silencio. Tan solo silencio. Que se callen, / que dejen a mi espíritu nadar en lo insondable…”

El ruido trae la confusión y es preciso obviarlo, el silencio es necesario para que la reflexión y la comprensión de lo que nos hace escribir para mostrar que la vida y su sentido son motivo de contemplación de la naturaleza, de las pequeñas cosas y al tiempo de ver la grandeza de lo inexplicable de la vida aunque sea efímera. Saber contemplarla es saber disfrutar y aprovechar el camino de ésta, su luz,  esa que nos ofrece, latido tras latido.

 

Aprovechar el tiempo

descubrir la lumbre

que nos abre los ojos,

sentarse frente a ella

y hacer de nuestros labios

prolongación del fuego.

Aprovechar el tiempo

sin que se pudra el día,

pues nadie debería

dejar de acariciar  

los pétalos fugaces

de llamas que se apagan.

 


Cómo vencer al ruido parece querer que nos miremos por dentro y nos encontremos contemplando no solo con nuestro yo interno sino con la verdad de las cosas cotidianas. A veces, muchas veces, no sabemos contemplar, mirar no es contemplar, y hay que hacerlo  para conseguir que el camino de la vida se convierta en algo más transitable, mes placentero, aun asumiendo su inevitable final.

 

Las pequeñas cosas puedes verlas como grandes cosas si aprendemos a contemplar. En este libro (y en otros suyos también encontramos un pensamiento místico frente a la naturaleza y por tanto frente a la misma vida)

 

se ha puesto de rodillas

ante un álamo viejo

la crecida ignorancia

de la avena silvestre;

e interroga en silencio,

se inclina ante el misterio

la sombra de la tarde.

 

Recurrir a las cosas más sencillas, más cotidianas, para hablarnos de la grandeza de lo divino es un sentimiento cercano a la primera vía del misticismo: abandono no de lo sencillo, no de lo cotidiano sino de lo que realmente no sirve, de lo superfluo. Querer llegar a la segunda vía iluminando así el día de la vida y su camino.

Quiere obviar el ruido y abrazarse al silencio y a la luz.

Ya nos explica la contraportada lo siguiente: “En Cómo vencer al ruido el autor, consciente de que los grandes enemigos del hombre interior  y de la propia poesía  son el ruido,  tanto el que nos invade desde fuera como el que nos amordaza por dentro, y la prisa,  que acelera la vida hasta desvivirla, busca ese pararse  en silencio que le devuelva los reinos de la memoria e identidad personales.”



Así pues como el ruido es confusión es bueno aprender a obviarlo y seguir el consejo de Jesús Aparicio en el poema que da título al libro:

Hacerse caracol, guardar antenas,

ocultarlas del viento que deshace

los pétalos heridos del deseo.

Fabricarse tapones con la cera

del ensimismamiento, que nos salva

de tambores fieros y disarmónicos.

Sentarse a ver partir, a contemplar

Sin prisas ni temores que se pierdan

las enemigas voces, sus cadenas.

Abrid oído a quien llama dentro

y haced nuestro castillo de silencios.



Nacido en Brihuega (Guadalajara)Jesús Aparicio González es licenciado en psicología por la UNED. Tiene catorce libros de poemas publicados, siendo los nueve últimos: Con distinta agua, Premio «Villa de Aranda», Aranda de Duero, 2002, El sueño del león, Diputación de Guadalajara, 2005, Las cuartillas de un náufrago, Ediciones Vitruvio, 2008, La papelera de Pessoa / La luz sobre el almendro, Editorial Libros del Aire, Madrid, 2012, La paciencia de Sísifo, Editorial Libros del Aire, Madrid, 2014, Arqueología de un milagro, Ruleta Rusa Ediciones, Madrid, 2017, una antología de su obra, Huellas de gorrión, 2017, La sombra del zapato, 2018, y Sin saber qué te espera, y Lirios. Pequeño evangelio de las cosas pequeñas en Ars Poética, 2020.

                           Manuel López Azorín

martes, 30 de enero de 2024

Francisco Muñoz Soler: Intuir la forma que no tiene medida

 

Francisco Muñoz Soler: Intuir la forma que no tiene medida

 



Francisco Muñoz Soler (Málaga 1957), con su nuevo libro de título Intuir la forma que no tiene medida (Caligrama, 2022), escribe con pensamientos que parten de la poesía culta, pero con la visión de las actuales circunstancias del poeta: La mirada frente a la finitud del ser humano, su modo de vivir la naturaleza y  su manera de sentirse un ser social y humano.

Y la vida como un abrazo de leve suspiro nos 

lleva hacia el infinito,

 

en ella  dejaremos la esencia de nuestro sello, su  

liviandad sin forma, nuestra naturaleza

cíclica e imperecedera.

 

En su obra aborda  los problemas tanto políticos como sociales derivados de su modo de estar en el mundo, utilizando un lenguaje poética sencillo y accesible, con versos  cargados de significado y emoción, pero en una prosa con una gran habilidad técnica, Se puede apreciar la influencia de la poesía española, tanto clásica como tradicional y no abandona el ritmo aunque ahora, casi sin medida, pero con musicalidad, nos ofrece reflexión, explora las emociones y experiencias que la vida nos ofrece, a veces claras y hermosas y a veces complejas, busca en su poesía de hoy mostrar el poder de ésta para conectarla con el hombre, nos da testimonio de su  sentir ético con relación a la otredad y va a la búsqueda de la expresión poética. Su poesía, tan suya, tan personal,  se hace universal porque busca la paz, la justicia, la libertad y todo ello con el amor como baluarte.

En su obra, ya de muchos libros, encontramos metáforas y símbolos, imágenes que tratan de que los lectores reflexionen  sobre sus propias experiencias, sobre sus vidas.



Francisco Muñoz Soler parte, como poeta, de la cultura poética grecolatina, desde la antigua Grecia hasta la española del siglo XXI, y también por sus lecturas y por sus numerosos viajes conoce muchas poéticas de diferentes países. El es un poeta de su tiempo y da testimonio, como decía José Hierro, “del tiempo que le toca vivir”, desde su poesía porque la labor creativa del poeta  es parte de su proyecto de vida.

 

Francisco Muñoz Soler nos dice: “ Mi obra poética tiene coherencia conceptual y ética; lógicamente existe una evolución, empecé a escribir hace casi cuarenta y cinco años, en ellos he crecido como persona, ha cambiado el mundo (…) me he formado como persona y poeta, he tenido muchas experiencias, y todo eso se ve reflejado en mi labor poética”

Transpirar los sueños, que su aroma se disperse

buscando cobijo en el intangible de las formas

que no tienen medida,

 

en espacios en el que su etéreo olor trasciende

como el aletear de un pájaro

 

como rocío que se evapora tras saciar la sed de los

pistilos que nutren las semillas en eterno

ciclo.

 


Es decir escribe de sí mismo pero con la mirada puesta en todos.. Lo fundamental de su poesía se ve reflejado en la misma persona y el mismo poeta, su voz poética es reconocible aunque estructure su manera de decir  con poesía en prosa.

En lo más profundo de mi ser protejo un espacio 

de esperanza en el cual mi espíritu con su luz

mantiene mi humanidad,

 

en este tiempo de exponenciales cambios hacia lo 

inorgánico,  hacia la ausencia de dioses coléricos o

bondadosos con sus paraísos  y demonios de in-

fiernos eternos;

 

en los más recónditos, su inherente humanidad me 

avisa de la encrucijada, ojalá sobrevivan los

espíritus en la hipoxia que nos acerca el futuro.



La crítica ha definido su estética lírica como “poesía del asombro”, poesía que admira, o se maravilla con los que antes se legitimaron.

La poesía de Muñoz Soler es intimista e invita a la reflexión. Es un poeta en el que la metafísicas se encuentra en sus versos, Muñoz Soler va a la búsqueda de su propia personalidad, centrado en el yo lírico y en ese mundo íntimo que quiere manifestar como testimonio de su existir.

De adolescente tenía la impresión de que la vida  

se escapaba como el agua en la mano,

entre los dedos,

ahora siento que mi mano es agua que fluye,

De la poesía de Francisco Muñoz Soler ya he dicho en otras reseñas que es poesía de pensamiento, una poesía de materia filosófica, metafísica, inquieta, una poesía de emociones y de dudas, una poesía en la que el tiempo, su transcurrir, juega un papel importante, una poesía en fin, intimista que invita a la reflexión, centrado en el yo lírico y en ese mundo que quiere manifestar como testimonio de su existir, y en la que se advierten huellas de grandes poetas, fuentes que son necesarias para beber en ellas y luego escribir poesía, matices de inspiración en una lírica que trata de ahondar en el misterio vida a través de una incesante búsqueda de respuestas, a través de cuestiones en las que interroga, a través del paso del tiempo, a través del amor, del hombre, de la vida y la esperanza siempre de que la poesía, que  también salva,( La poesía, se dice que salva al hombre y en cierto modo así es o cuando menos lo libera)  venga a nosotros y nos libere y nos haga mejores personas.



Y la vida, como un abrazo de leve suspiro, nos

 lleva hacia el infinito

en ella dejaremos la esencia de nuestro sello, su

liviandad sin forma, nuestra naturaleza

cíclica e imperecedera.

 

Y la poesía, precisamente, que es el arte de la palabra, del lenguaje, es parte de su proyecto de vida. “Ser poeta es ser un hombre como otro cualquiera con un matiz diferencial: la capacidad de percepción y conocimiento del lenguaje de quien escribe poesía con relación a los que no la escriben”.

En la poesía de. Muñoz Soler nos encontramos con poesía de la diversidad por estructuras y por temáticas: En cuanto a la estructura él, que conoce las formas clásicas y las que tienen más libertad de metro le preocupan para conseguir el ritmo adecuado a lo que cuenta y canta. En cuanto a las temáticas, aborda cualquier temática, nunca se plantea no escribir de alguna concreta.

La belleza es un lugar en el que nos encontramos,

en el gozo indescriptible de su inutilidad

crecemos, en nuestra relación íntima con su sin-

gularidad intangible que nos da soporte y

significado.



Con relación a su estética y la manifiesta despreocupación formal del poeta ahora, ésta no impide la transmisión emocional que nos llega en sus poemas y ni pierde ritmo ni musicalidad , ni obvia sus conocimientos e influencias de poetas como Antonio Machado, Federico García Lorca , Quevedo y Benedetti, entre otros muchos.

Muñoz Soler tiene una amplia obra publicada en países como España, Portugal, Italia, México, Suecia, Estados Unidos, India, Cuba, Turquía, Perú, El Salvador, Venezuela, Honduras, ha sido traducido al inglés, sueco, francés, chino, portugués, italiano, ruso, turco, árabe, griego, rumano, macedonio, uzbeko, búlgaro, asamés y bengalí. Aquí en este blog podéis encontrar siete entradas , siete libros además de éste ), y mucho sobre la poesía de Francisco Soler Muñoz

                              Manuel López Azorín

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



lunes, 29 de enero de 2024

Enrique Gracia Trinidad: "Desconcertada agenda"

 

Enrique Gracia Trinidad: Desconcertada agenda

 


Enrique Gracia Trinidad (Madrid, 1950), ha publicado su nuevo libro que titula Desconcertada agenda (Editorial Cuadernos del Laberinto, 2023)

Y nadie mejor que Soledad Serrano Fabre para explicarnos, en la contraportada, lo que nos ofrece este nuevo poemario:  “Como se ve en la imagen de cubierta, este libro es una agenda “patas arriba”; un desconcierto, como indica el título. Su autor permanece fiel a unos versos que escribió en otro libro —Sustancia de los días—, en el que afirma: “Hay semanas que [los poetas] no saben qué traje / vestir para su entierro, / meses que se refugian en un beso olvidado / y años que están perdidos /en el solemne laberinto de la melancolía.// Los poetas manejan mal su agenda”.

Para que no nos extrañemos, nos avisa en algunas citas del principio: “Las agendas son el lugar exacto para la fantasía” y “La unidad en poesía no es el libro sino el poema”.
Enrique Gracia Trinidad quiere que nos perdamos con él. Nos lleva por lugares y fechas, que son un desbarajuste, para que nos convirtamos en cómplices de extraños mapas y calendarios. Nos ofrece un único refugio, el de las palabras, las ideas y las emociones.

Un libro escrito durante varios años y en distintas ubicaciones —se non è vero, è ben trovato— que se desenvuelve en un discurso aleatorio parecido a la misma vida: la suya y que, sin duda, puede ser también la nuestra.”



Y Enrique Gracia Trinidad Con desparpajo, agilidad  una cierta ironía, un gran ritmo, una musicalidad muy suya y un tono algo mordaz y siempre brillante  nos muestra esta Desconcertada Agenda  que es “una agenda «patas arriba»; un desconcierto,” como indica el título y nos indica Soledad Serrano.

Y como muestra este primer poema del libro, un poema ta cotidiano tan claro y tan extraño y desconcertante como la vida misma:

MEMORIAS DE LA SEMANA QUE VIENE

Tengo que recoger la ropa de la tintorería

y comprar un pendrive para guardar poemas.

Uno pequeño bastará sin duda 

porque no anda la cosa para versos,

y la semana próxima seguro que tampoco.

Varias llamadas de teléfono

(más de las que quisiera),

escribir a un amigo que ya dejó de serlo,

soportar el whatsapp, las redes y a mí mismo,

y colocar papeles, infinitos papeles


(mi mundo, ya sabéis, es de papel

Aunque también la voz tiene su sitio).

 

Debo de hacer propósito de enmienda

porque siempre hay que hacerlo, así lo dicta

no tanto el catecismo viejo y rancio

sino la bonhomía que pretendo.

 

Habrá que terminar esas lecturas 

que quedaron a medias como siempre.

Tendré que respirar, eso que no se olvide,

Más despacio, más limpio, más profundo,

Y limpiar estas gafas, cocinar,

Amar a mi mujer como hago siempre,

querer  a los colegas, a mis hijos

a todo el que me encuentre, si es posible

y a mí mismo que estoy necesitado.

 

Pero hay algo que no puedo olvidar:

Recoger esa ropa de la tintorería.

 

La poesía de Enrique Gracia se alimenta de formas clásicas, tradicionales y contemporáneas, es decir versos blancos, versos con libertad de metro y todas esa innovaciones que se le ocurren a quien conoce bien la poesía y sus formas porque ha bebido de ella y maneja sus normas con habilidad, con soltura y trata los temas  con cierta crítica, con ironía como ya he dicho y de modo coloquial nos muestra  un estilo tremendamente suyo, personal y que dentro de todo y por encima de todo con un ritmo y una musicalidad perfecta en sus poemas , una musicalidad que atrapa al lector no solo por su manera coloquial de decirnos, de contarnos lo cotidiano o lo más profundo sino por esa sensibilidad que le caracteriza cuando establece dialogo comunicativo y se hace cómplice de los lectores. Y es que su poesía además de entretenida es profunda cuando se lee detenidamente porque en ella encontramos el sentido de la vida.



Hablar de Enrique Gracia Trinidad es hacerlo además de un buen amigo a quien aprecio y admiro, es decir, en mi opinión, que es uno de nuestros grandes poetas actuales y esta Desconcertada agenda, viene a demostrar su gran versatilidad, su buen humor, mordaz e irónico y su también sensibilidad para contarnos de un modo diferente esta vida nuestra tan plena de contradicciones, este barullo de alegrías y tristezas con todo lo que conlleva este paso apaso y golpe a golpe,  machadiano, de la vida. Enrique Dramatiza y desdramatiza la vida con una poesía de claridad , de hondura y, con sus versos, accesibles a todos los amigos de la poesía toca los sentidos de los lectores y éstos la hacen suya. Ese, creo yo, es su gran valor. Enrique, en esta Agenda desconcertada se ha quitado el sombrero, donde suele esconder tantas cosas,y nos muestra de manera clara, sencilla y mucha hondura, esa voz de un poeta, hecha versos, que toca los sentidos del lector y éstos la hacen suya porque piensan: me identifico con él poeta que me cuenta tantas cosas como la que yo vivo.



Enrique Gracia Trinidad es: además de poeta,  profesor de voz, de talleres poéticos, Teatro de voz, solo o con Soledad  Serrano, conferenciante y divulgador cultural.  Y ha sido galardonado con premios, entre otros, como los accésits Adonais (1972), Rafael Morales y Ciudad de Torrevieja; y los Premios Encina de la Cañada, Feria del Libro de Madrid, Blas de Otero, Bahía, Juan Alcaide, Emilio Alarcos, Juan Van-Halen, Francisco de Quevedo, Villanueva de los Infantes o Vicente Gerbasi (Venezuela) y el  Premio de Poesía Eladio Cabañero.

                                 Manuel López Azorín

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

viernes, 26 de enero de 2024

Diego Medina Poveda: "Principios básicos de quiebra"


Diego Medina Poveda: Principios básicos de quiebra

( Ganador del XXVIII Certamen de Letras Hispánicas Rafael de Cózar en la modalidad de Poesía.)



 

Diego Medina Poveda ha escrito un nuevo libro, su título: Principios básicos de quiebra. (Renacimiento. Sevilla, 2023)

Abro el libro y me encuentro con una cita de  F. Nietzsche que nos dice:  “El genio del corazón, de cuyo contacto sale más rico todo el mundo, no agraciado y sorprendido, no beneficiado y oprimido como por un bien ajeno, sino más rico de sí mismo, más nuevo que antes, removido, oreado y sonsacado por un viento tibio, tal vez más inseguro, más delicado, más frágil, más quebradizo.

 



Hojeo y ojeo este nuevo libro de Diego Medina Poveda, leo algunos versos sueltos  y me pregunto:¿De qué va este libro?

Y vuelvo a la cita de Nietzsche: “El genio del corazón, de cuyo contacto sale más rico todo el mundo” (…)” más rico de sí mismo, más nuevo que antes, removido, oreado y sonsacado por un viento tibio, tal vez más inseguro, más delicado, más frágil, más quebradizo.”  Y pienso: y mucho más humano. Porque... qué es la quiebra para Diego:

 

(Entrar en los museos. Fragmento )

una amalgama informe de sucesos históricos,

La quiebra no es guardar en la memoria 

de contextos biográficos, de estilos

arquitectónicos. La quiebra rompe

con la vida de afuera,

con la inercia que olvida emocionarse,

recordar la emoción, de hecho,

es un principio básico de quiebra;

arder entre el alivio y la fatiga

del intelecto iluminado

es también una forma de quiebra necesaria

para entrar a un museo.

 

 

Y las salas del museo, que son cuatro, hechas como digo con poemas, se convierte en algo más que un libro, en algo más que un museo de poemas.

 


Porque se trata de un lugar con poemas sí, pero con poemas  reflexivos sobre cosas cotidianas, pero con trascendencia, de cosas que emocionan por muy sencillas que parezcan.

“recordar la emoción, de hecho,

es un principio básico de quiebra;”

 

. “Ver y creer”, es la primera sala y me fijo en el poema “La pirámide”:

Si alguien te dice alguna vez que fueron  

lejanas y alienígenas las manos

que levantaron el Antiguo Egipto

y sus pirámides,

acuérdate de lo que un día hablamos

los dos en esta sala del museo

sin que avanzara el tiempo en nuestros ojos.

Y en el poema percibo sabios consejos de padre a hija, mucha ternura, y mucha sabiduría.

Recuerda aquella llama 

entre el día y la noche, en la penumbra,

cómo alumbró la piedra

-y no hubo sol aquella tarde-

Recuérdanos hablando –padre e hija-,

porque la claridad

no vino ni del cielo

ni un dios extraterrestre

incendió las palabras.

Fuimos tu y yo

Herederos de un mundo milenario

Construido en nuestro amor.

Pura emoción que conmueve con un final en el que el ser humano tiene el derecho de dar sentido y forma a su propia vida y priorizar la razón, así nos dice:

Recuérdalo por siempre,

y haz con tu memoria una pirámide

para que nadie nunca dude

de aquello que es capaz el ser humano.



Diego Medina Poveda es personal en su poesía. Yo le recuerdo cuando iba a publicar su primer libro, Urbana babel (2009). (y tal vez porque hizo que mi ego se sintiera satisfecho, me pidió autorización para incluir en él una cita con un verso mío) tal vez digo, lo recuerdo siempre con afecto; pero además de esta pequeña anécdota, Diego tiene habilidad poética porque (yo suelo decir que el poeta nace y después se hace) ha bebido de la poesía clásica, de la barroca, de la contemporánea, de su padre Diego Medina, también poeta, y maneja la cadencia, el ritmo la musicalidad en el poema aunque hable de las cosas más cotidianas, a mi me recuerda en ocasiones a mi queridísimo Claudio Rodríguez porque parece establecer dos planos (para mi el cotidiano y el simbólico), al hablar de las cosas y parece reflexionar sobre las más profundas, las más humanas, Desde humanos sentimientos. Así nos dice en en poema la espada: “Contemplando lo antiguo / veo lo nuevo”,

Diego en fin en un poeta que no pierde la memoria, no que promete, sino que cumple con la diversidad poética, desde la más tradicional y  la clásica hasta la más innovadora  y  creo sinceramente que es ya un gran poeta con imaginación y con misterio en su poesía , ese misterio que nos ofrece en ocasiones lo invisible en lo visible. Tiene grandes cualidades, es humilde y es profundamente humano en su escritura además de tener una preparación académica y buena erudición.

“La quiebra no es guardar en la memoria 

de contextos biográficos, de estilos

arquitectónicos…”

Lo importante en su poesía es experiencia y amor  y al tiempo ruptura, visión del arte poético que medita y reflexiona en su quehacer creativo.  Y ese misterio invisible de la poesía  que como repito siempre, llega y se hace visible en ocasiones.

 

La poesía de Diego, me parece a mí, tanto en poemas digamos de ejercicio, en los que siempre sale airoso, como en poemas hondos meditativos, reflexivos en los que siempre ve la vida más humana por efímera que la sintamos.

Así nos dice al final en un fragmento del poema “El mismo sol que alumbra el mármol”:

Un grito mudo escucho, un eco sordo

es un buen broche para claudicar

en esta hora en que he hallado más vida

que en una vida llena de placeres efímeros.

 

 

Diego con Alvaro Galán en la presentación  de este libro

Diego Medina Poveda (Málaga, 1985) es doctor internacional en Estudios Hispánicos por la Universidad Autónoma de Madrid y la Universidad Rennes 2 (Francia). Ha publicado los libros de poemas Urbana babel (2009), Las formas familiares (Premio MálagaCrea, 2010), He visto la vida más humana (Premio Cero de Poesía Joven, 2014), A pesar del frío (Premio Literario UNED “María Zambrano”, 2016), Mar de Iroise (2017), Todo cuanto es verdad (accésit premio Adonáis, 2019; XXVII Premio Andalucía de la Crítica) y En vecindad, no en compañía (2022).

                                        Manuel López Azorín