domingo, 28 de junio de 2015

Manuela Temporell Montiel: "Cuaderno de Budapest"




 Manuela Temporelli Montiel: Cuaderno de Budapest



Manuela Temporelli Montiel (Madrid, 1956), es mujer de obra breve, pero coherente, emocional e intensa.  Cuadernos de Budapest (Bartleby Editores, Madrid 2014), es su cuarto poemario con prólogo del novelista y poeta Manuel Rico que nos dice de este libro: “El Cuaderno de Budapest lo integran veintiocho poemas, la mayoría escritos en una prosa dúctil y musical. Ocho lo están en verso y entre ellos encontramos tres sonetos que evidencian la destreza de Temporelli en el manejo de esa difícil y clásica estrofa. Todos los poemas apelan al sentimiento y, en todos ellos, hay una reflexión existencial: la vida y sus límites, vinculada a la cotidianidad y a la memoria.”

Manuela Temporelli publicó su primer libro Lluvia de junio, (Ediciones del cazerón, Madrid, 1997) 

Decía entonces la contraportada de su primer poemario: “De formación autodidacta, comienza a escribir en la adolescencia, aunque será ya a una edad madura cuando se dedique de pleno a la creación poética. Responsable incuestionable de su amor a la poesía será el poeta Manuel Rico Rego, a cuyas órdenes trabajará durante cinco años". Él  será, en palabras de la autora, “mi primer orientador de lectura y primer prestamista de obras contemporáneas”.

"En 1991 se incorpora al Colectivo Helicón de Poesía, en San Sebastián de los Reyes, Manuel López Azorín es uno de sus primeros maestros. 
Manuela temporelli 1ª por la derecha con Helicón en 1991
La pertenencia al mencionado Colectivo le permite relacionarse con grandes nombres de la poesía: José Hierro, Antonio Hernández, Joaquín Benito de Lucas, Jesús Hilario Tundidor, Rafael Morales, etc."



Más tarde, en 1993 comienza a asistir a las Tertulias Poéticas del Ateneo 1º de Mayo, en cuyo Taller se integrará más adelante. Aquí de la mano de Indio Juan y Andrés García Madrid, se adentrará en la lectura y análisis de los clásicos hispanos. En palabras de Manuela Temporelli: “gracias a ellos he conocido la magia de las imágenes, la técnica. El milagro de la palabra”

Andrés García Madrid

Anduvo unos años aprendiendo la norma, el verso con su medida y su cadencia, ejercitándose en las diferentes estrofas ya clásicas, ya tradicionales y lo hizo con pasión y reverencia, bebió de las fuentes que nos han precedido, calmó su sed con poetas de ayer y contemporáneos y aprendió de todos que la poesía se diferencia de la prosa por su cadencia, su ritmo, su musicalidad. Un poema sujeto o no a medida necesariamente debe contener, en mi opinión,  cadencia y emoción. El verso con medida puede escribirse  con rima o blanco pero siempre deberá contener una determinada cadencia, el verso no sujeto a la norma, se escribirá con más libertad, pero siempre debe contener ritmo, cadencia y, ambos, deberán contener emoción. Manuela Temporelli escribe con lentitud, a veces con medida, con rima o verso blanco,en prosa poética, y siempre con cadencia y con emoción.


Esta poeta aprendió que no hay que escribir por escribir.  Lluvia de junio fue un necesario trabajo de cuatro años: Y amaneció lloviendo / nubes sobre mis ojos, / ausencias, despedidas…/ Amargos aguaceros. Libro del que el poeta Andrés García Madrid escribió: Es, pues, un libro que salpica por todas partes enérgica y poéticamente una transformación de lo inmediato, un sentir de lo cotidiano,

En poesía, y en muchos otros ámbitos, menos es siempre más. De tal modo que  publicado su primer libro no volvió a publicar hasta once años después cuando nos ofreció Un ala rota (Poeta de Cabra, 2008).


Un paseo por el tiempo en el que la memoria reflexiona sobre lo sucedido, lo vivido, lo deseado, lo soñado: Mis sueños permanecen / en el jardín pueril de las acacias / donde los besos beben / manantiales de aullidos.

Manuela Temporelli Montiel es autora de cuatro libros. El tercero fue  el disco-libro De cal y arena. Homenaje a Camarón de la Isla (2010). Un sentido homenaje al cantaor que revolucionó el flamenco y fue al mismo tiempo puro e innovador. 

Los poemas son de Temporelli y los que cantan son: José Rodríguez Tarduchi, José María Alfaya, Zaida Copado, Albert Anguela, Jesús Marco, Amalia Casas y Félix Arriba.

Es, además, una de los doce autores de La república de la imaginación (Legados, 2007). 
Manuela Temporelli  es mujer comprometida, luchadora y activa a través de la promoción cultural. Es (o ha sido, no lo sé con certeza ahora)  coordinadora de la Tertulia Poética Indio Juan y directora, en los últimos años, de la Fundación Ateneo Cultural 1º de Mayo de las CCOO de Madrid. En la actualidad acaba de comunicarnos que inicia una nueva etapa: " es decir, me retiro del mundanal ruido y vuelvo a casa, aunque siempre estaré en contacto con el Ateneo Cultural 1º de Mayo (lo llevo en la sangre)" y es que esta mujer de padre partisano y madre manchega ha vivido, y vive, con pasión su compromiso social.

Cuaderno de Budapest  es su cuarto libro Un libro infrecuente según Manuel Rico, autor del prólogo que nos dice: “La poesía es, a veces, una forma de conjurar miedos, de contemplar la vida a la luz de experiencias especialmente difíciles. Cuaderno de Budapest responde, en gran medida, a esa pulsión” (…)  
Manuel Rico
“los poemas que lo componen tienen como telón de fondo la capital húngara pero su corazón está en otro lugar: en la lucha de una joven de diecinueve años contra una grave e inesperada afección.”

Aún recuerdo el terrible desencadenante de esta historia que hoy, con el paso del tiempo, ha  cauterizado la herida, los días de la angustia, el dolor, la impotencia de los padres, el agónico miedo ante la posible pérdida que, de repente, se cernía alrededor de la hija, la flor que inexplicablemente parecía marchitarse.
No fue así, afortunadamente, pero la angustia y el dolor impresos en los sentidos fueron por mucho tiempo, una herida abierta, la realidad de un tiempo de angustia y ahora, al trastocarse, por medio de la palabra, en realidad poética, al soltar en la página todo aquello que produjo el miedo, se produce el milagro de la salvación. 
El sujeto poético, en este caso, ha superado aquel tiempo, lo ha transformado en poesía y el ser querido, la hija, la flor, que no se marchitó, continúa ofreciendo su color y su aroma y ha dado sentido a este Cuaderno de Budapest.

La periodista y poeta Laura Gómez Recas nos dice de este libro: “A lo largo de la lectura, descubrimos tres cosas: que la autora es una poeta llena de recursos con una afinación exquisita en el recurso de la imagen, que desangra el lenguaje con voluntad de rigor literario, y, el mejor descubrimiento, que la sensación que a ella le causó esa angustia por el miedo es transmitida integralmente.”
 
La desesperación de aquel tiempo hizo posible este libro de confesión plena, emocionalmente, y de alegría ahora en la contemplación  de la luz que alumbró un día la esperanza de la hija recuperada y salva que por cierto es una estupenda actriz y se llama Violeta Pérez.(en otra ocasión, tal vez, hablaremos de ella y de su profesión) Ahora solo queda decir que Manuela Temporelli, con el paso del tiempo, ha sabido macerar todo aquel dolor, aquella incertidumbre, aquella angustia,  que llegó de repente, trastocándola en una hermosa reflexión sobre la vida, a través del recuerdo, y el tiempo y la memoria han convertido aquella terrible realidad en un amoroso y dulce canto de realidad poética.
Manuel López Azorin

sábado, 20 de junio de 2015

Relatos de Laguna de Contreras: VVAA (sobre una idea de José Ángel González Linares)






Relatos de Laguna de Contreras: VVAA




José ángel González Linares apareció un buen día por San Sebastián de los Reyes y me regaló un libro, que ya andaba por su tercera edición, titulado Relatos de Laguna de Contreras, un pueblo de Castilla León, concretamente de la provincia de Segovia  cuyo partido judicial es Cuellar y que se encuentra situado a unos 15 kilómetros de la provincia de Valladolid, concretamente de Peñafiel.
A José Ángel se le ocurrió un buen día la idea de conformar un libro con las vivencias de sus paisanos “Recuerdos y acontecimientos de antaño/ y novedades de hace pocos años / han sido ilustrados y narrados / por nuestros vecinos abnegados” nos dice en el breve prólogo.

José Ángel González Linares


Narrado por muchos de los vecinos de Laguna de Contreras de manera sencilla y primando los sentimientos a través de pensamientos y recuerdos propios unos, de acontecimientos, anécdotas e historias recogidas de otros, supongo que de forma oral y con un motivo tan emotivo como es el de “disfrute y regocijo general” y para conservar memoria del acontecer de los laguneros, de los vecinos de este pequeño pueblo de 126 habitantes (en 2014) por el que pasan el río Duratón y los arroyos de la Vega, de la Hoz y de Turrubiel poblados en sus laderas por los chopos, los sauces y los álamos y le circundan y protegen las vegas y altos como la Parrilla, el Monte, donde proliferan las encinas, robles, sabinas… y el Campo de Cuevas.



Así pues Laguna de Contreras, resguardado por un altozano o  loma que alberga numerosas bodegas que “durante décadas han servido para producir vino, realizar tratos y estrechar amistades y hoy, convertidas muchas en merenderos, sirven para disfrutar de la tranquilidad y el ambiente de este pequeño pueblo segoviano.”

 
Las ilustraciones que acompañan cada texto del libro también estas realizadas por laguneros de origen (o de adopción, como pueda ser el caso de Antonio Fraguas, nuestro querido y gran ilustrador conocido de todos por “Forges” y de su mujer la escritora Pilar Garrido Cendoya que también colabora con un breve texto).

Buscando en internet documentación sobre este pueblo, que no conozco (tendré que visitarlo algún día, aunque los lectores que se paseen por este blog, bien pueden  visitarlo ahora que comienza el verano),  me encuentro con esta noticia del periódico El Norte de Castilla que recoge a su vez la noticia (el19/9/2014) de la publicación estos Relatos  Laguna de Contreras con este sugerente encabezamiento:
Pilar Garrido Cendoya y Antonio Fraguas "Forges"


” Los vecinos cogen la pluma” y cuyo texto dice:  “Los vecinos de Laguna de Contreras, un pequeño pueblo del norte de la provincia de apenas 130 habitantes, han vivido durante los últimos meses una experiencia inolvidable: la confección colectiva de un libro en el que han quedado plasmados sus ... recuerdos más queridos, todos ellos relacionados con el pueblo que les vio nacer y crecer. 


El resultado de tanto esfuerzo es 'Relatos de Laguna de Contreras', una publicación deliciosa, de 135 páginas, e ilustradas con dibujos de distintos artistas, entre ellos Antonio Fraguas, 'Forges'. La iniciativa partió de la Asociación Cultural San Sebastián y San Roque de Laguna de Contreras, aunque la idea original y el diseño del libro, así como la coordinación de los textos, pertenecen a José Ángel González”



Lo cierto es que tras leer estos breves relatos y observar sus ilustraciones he disfrutado con su sencillez, su emotividad y su buen trazo, seguramente no tanto como los propios vecinos y autores; pero sí me ha servido para interesarme por este Laguna de Contreras que no conocía, saber de su dedicación agricultora y ganadera (principalmente ovina) y de su interés literario y artístico que ha quedado plasmado en este libro  para conocimiento general y como bien dice José Ángel González Linares, para “disfrute y regocijo general” de todos y especialmente de los vecinos de este pequeño pueblo  que en el año 942 aparece en documentos con el nombre de Lagunelas (Carta Puebla dada el 17 de agosto de 1942) y que más adelante, en diciembre del año 983 es destruido por Almanzor para años más tarde, llegados ya al año 1037, ser repoblado nuevamente dándole ahora el nombre de Lagunillas.


Lagunillas que luego pasó a llamarse definitivamente Laguna de Contreras ya que, según nos cuenta la historia:  
“Los 95 vecinos de Lagunillas el 21 marzo de 1.580 (21 de junio de1582 según otras fuentes), reunidos en concejo deciden pedir un préstamo para comprar al Obispado de Segovia su libertad y convertirse en Villa con jurisdicción propia, librándose del vasallaje que les unía al citado Obispado.


Se concede el título de Vizconde de Lagunillas, previo al título de Conde de Cobatillas. Don Antonio Manuel de Contreras, Conde de Cobatillas, natural vecino y Regidor de Segovia, casado con Doña Maria de Amezqueta y Guzmán, se hace cargo de los prestamos, réditos y demás deudas de la Villa valorados en 50.976 reales, convirtiéndose en dueño para él y sus sucesores de la jurisdicción de la Villa, que comprendía un molino, la veda de caza y pesca del término, una pobeda y unas obradas de tierra de regadío con la condición de que quede memoria en dicho lugar de los nuevos señores, pasando a llamarse Laguna de Contreras. ( "...y es condición que por cuanto los dichos señores quede su memoria en dicho lugar se ha de intitular de hoy en adelante Laguna de Contreras"...)

Mantener viva la memoria de nuestros orígenes, de nuestras vivencias, es bueno para nosotros y para los que vengan detrás y  estos Relatos de Laguna de Contreras, sin más pretensiones que las que pretende: dar a conocer la memoria más popular, más cotidiana, de todos sus vecinos, se convierte en el instrumento perfecto para ese fin.





miércoles, 10 de junio de 2015

Cristina Cocca: Claroscuro para escribir un cuadro





Cristina Cocca: Claroscuro para escribir un cuadro



De Cristina Cocca, una poeta española nacida en Buenos Aires, de madre española y padre argentino, que reside en Madrid, recibí con un saluda de Manuel Martín-Gaitero López de la Manzanara, concejal de cultura del  Ayuntamiento de Manzanares (Ciudad Real) el poemario que obtuvo el XII Premio Nacional de Poesía Ciega de Manzanares y que ha sido publicado por Huerga y Fierro Editores. Madrid, 2014.

Conozco a Cristina Cocca por coincidir en algunas ocasiones en diferentes tertulias, pero no había leído nada de esta poeta hasta que me llegó este poemario suyo titulado Claroscuro para pintar un cuadro.

En unas sesenta páginas, este poemario nos ofrece de fondo una profunda reflexión sobre los seres humanos sujetos siempre al paso del tiempo, a la memoria, al amor y a su antónimo, en definitiva a la vida y a todo aquello que nos va deparando y en esa reflexión poetiza sobre lo dicho y, a través de un campo semántico pictórico, nos dice: No te engaño si digo que pude terminar / un apunte de luz / a medias con las sombras. / Y así, en claroscuro, / se quedaron mis lienzos para siempre.

He leído con atención este libro y he visto en él el rigor y su perfección en el metro clásico: heptasílabos y endecasílabos en verso blanco, bien ejecutados, y mucho lirismo en temáticas intimistas, el universo de la razón y el sentimiento, que decía Unamuno, plasmado aquí en poemas de nostalgia, de soledad, de amor y desamor, de vida…Cristina Cocca ha construido su poemario con poesía formal y delicada belleza expresiva.  


La poesía de Cristina Cocca, al menos en este libro, es esencialmente lírica, romántica, intimista, una poesía pintada con el claroscuro color de lo cotidiano, de lo común al ser humano en cuanto a sentimientos y emociones, poesía existencial y metafísica, y con el rigor de la armonía, la cadencia que, en la poesía, debe de tener el verso para lograr una decoración adecuada, una pintura, un cuadro, en claroscuro, es decir, luces y sombras como la vida misma, con ética y estética apropiada. 



En este libro organizado con en tres secciones además de un prefacio y un poema epílogo, el sujeto poético nos habla de su carta de colores, nos pinta paisajes del color de la lluvia, de memorias en rojo... En claroscuro nos habla de fondos encenizados del recuerdo, de verdiazules pájaros de otoño, nos evoca lunes de color quebrado… En el último apartado nos muestra el espacio interior con grises pájaros de frío, paisajes de cenizas  y, a modo de final, un apunte de la luz :

Entonces recordé
de pronto tus palabras.
Que me hablaste del mar y mis veleros,
y era tu piel de espuma.
  (las sábanas, un tacto de sal que nos mordía.)
(…)
Comprobé que no todo se había derrumbado.
(…)
Entonces recordé  
de pronto que me amabas.
     (y muy lejos, aún era temprano.)

Cristina Cocca es miembro de número de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles, de la Asociación Literaria Verbo Azul y del aula de Encuentros del grupo de Poesía del Círculo de Bellas Artes. y frecuenta las tertulias del Café de Oriente y Ánforas Azules del Ateneo. Ha obtenido premios como el Mario López (Bujalance, Córdoba), Villa de La Roda, Amantes de Teruel, Villa de Aranjuez, Villa de Valdemoro, Cafetín Croché (San Lorenzo del Escorial), Ciudad de Mérida, y este XII Premio Nacional de Poesía “Ciega de Manzanares”