miércoles, 5 de noviembre de 2008

DOS MADRIGALES PARA MARIAN

Marián Hierro y Manuel López Azorín en una fotografía realizada por Franca, tras una lectura de mi último libro publicado, entonces aún inédito: "La ceniza y la espuma".


Hoy quiero hablar de y sobre Marian Hierro.Quiero hablar de ella y mostrar aquí dos madrigales que escribí,hace ya unos cuantos años, para esta mujer que, aunque físicamente nos pueda parecer frágil (Marian es menuda y delgada, pura fibra,su figura de bailarina, no en vano practicó baile clásico durante mucho tiempo, puede inducirnos a verla más frágil de lo que en realidad es. Marian es fuerte, valiente, decidida, emprendedora, muy amiga de sus amigos, y también delicada, risueña, optimista siempre y con un gran carácter; pero además, Marian es dulce, seda pura para todos aquellos que sentimos por ella un gran afecto. Yo lo siento, y también agradecimiento, por contar con el suyo, con su amistad, con su apoyo.Recuerdo una etapa de mi vida, bastante difícil, en la que Marian siempre estuvo a mi lado para animarme, para servirme durante más de dos años de choferesa llevándome a las diferentes "Tertulias" a las que yo quería asistir,para tratar de que pudiera recuperarme física y mentalmente, para intentar ayudarme en la medida de sus posibilidades. Estas cosas no se olvidan nunca y sería yo un desagradecido si olvidara la confianza y el gran afecto que nos mueve a ambos. Marián siempre está, lejos o cerca, nos veamos mucho o poco, al lado, junto a mí y lo estará siempre porque me demostró, con su amistad, por encima de muchas otras cosas que ambos conocemos, que es una gran mujer, coherente, objetiva, luchadora y veraz como pocas.
Ella vale por si misma y aunque su apellido es el de un gran poeta, conocido de todos y reconocido por todos: Pepe Hierro (poeta del que hablaré en otra ocasión con mas detenimiento y no sólo citándolo) Marian, repito, que nunca se ha servido de su apellido para nada, vale por sí misma y lo lleva con mucho orgullo, eso sí, pero siempre con gran discreción para no obtener nada que no le corresponda por sí misma.
Vayan pues estas palabras para esta mujer extraordinaria por tantas cosas con mi amistad, mi afecto y mi agradecimiento siempre, junto a estos dos madrigales que "cuelgo" ahora que, sin que exista una razón concreta, me vienen a la memoria. Memoria que, por otra parte, recuerda, con mucho cariño y muy a menudo a esta "Cordelia" bondadosa y excepcional.

DOS MADRIGALES PARA MARIAN
A Marian Hierro

I

Mi afecto es para ti,
no por ese metal de tu apellido,
pues sé que aunque lo sientes muy querido
nunca te sirves de él.

Mi afecto es porque tú eres como eres
y lo que quieres...quieres
(Y lo que no desechas y te olvidas)

Por ti... y por las heridas
que la vida procura;
pero recuerda: el tiempo todo cura.

II

Para mí, aunque eres Hierro,
por cuestiones de sangre, de apellido,
y Leo por el mes en que has nacido...
eres de seda pura.

Aunque llevas la fuerza en tus maneras
y parece que fueras
un viento huracanado, un vendaval,
yo sé que no eres tal.

Sólo hay que conocerte
- contar con tu amistad - para quererte.

(Del libro: "Azul de los afectos")

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