Fotografía: Lectura de poemas en
El Cigarral (Toledo)
Ana María Navales a la derecha con vestido oscuro de lunares blancos, escuchando el poema de
José Hierro.
Me entero por
Carmina Casala de la muerte de
Ana María Navales. Sucedió de repente en Borja el día 11 de este mes de marzo de 2009.
Ana María Navales y yo nos conocimos a principio de los años noventa en uno de los homenajes que
Fina de Calderón viene haciendo, cada año a un poeta, en
El Cigarral del Santo Ángel Custodio, situado en Toledo a la ribera del Tajo.
Entonces, la comida homenaje se desarrollaba detrás de la capilla, lugar anexo a un ábside o sala (Ya desaparecida tras las reformas de hace unos años) donde tras la comida, Fina, junto con todos los invitados, pasábamos a él para leer poemas.La comida era al aire libre y junto a unas dependencias (Hoy inexistentes) por las que se accedía a una de las muchas terrazas que dan al río desde donde se disfrutaba de unas hermosas vistas de Toledo en general y de San Juan de los Reyes en particular.
Allí, en tan hermosísimo paraje, fue donde
Ana María Navales y yo nos vimos por primera vez y conversando, durante la comida, comenzó nuestra relación de amistad.
Después, a lo largo de estos quince- veinte años, nos vimos pocas veces pero estuvimos en contacto a través de cartas, notas, intercambio de libros, etc. hasta el año dos mi. Año en el que
Ana María Navales estaba previsto que, en febrero, viniera a Sanse (San Sebastián de los Reyes) como Autora invitada en las
Tertulias de Autor de
Helicón que, en directo y a través de Canal Norte T.V., venía yo dirigiendo y presentando desde hacía ocho años.
Finalmente no pudo ser.Un golpe inesperado, una maldita enfermedad llamada cáncer,(hoy en vía de superación) me obligó a suspender todo tipo de actividad y, naturalmente, también las
Tertulias de Autor. Recuerdo que a la Tertulia de enero(donde acudió invitado el poeta
Juan Carlos Mestre, un poeta del que yo decía, no entonces que ya me parecía un poeta consolidado sino años antes, que era
un valor en alza) ya no pude llevarla a cabo aunque, como estaba todo preparado, en tanto que yo ingresaba al hospital y como mi compañero de
Helicón,
José María Causín no podía, por razones que ahora no recuerdo, hacerse cargo de esta tertulia con
Mestre, dejé encargado a
Luis Pérez Lara que me sustituyera para poder, al menos, realizar la lectura de
Juan Carlos en el salón de plenos del Ayuntamiento de Sanse(San Sebastián de los Reyes) que era donde se realizaron (por obras en las antiguas dependencias de C.N.T.V.) las últimas sesiones de
Tertulias de Autor con
Pablo García Baena, Joaquín Benito de Lucas, ambos repetidores,
Ramón Irigoyen y
Juan Carlos Mestre.
Ana María Navales, la siguiente invitada en
Tertulias de Autor, se quedó "compuesta y sin novio" y yo enormemente preocupado por no haber podido hacer que aquella tertulia se realizase. Menos mal que ella, comprensiva y solidaria conmigo, lo entendió perfectamente y como corresponde a le gran humanidad que
Ana María Navales llevaba consigo, me escribió unas lineas interesándose por mi salud y diciéndome que "lo importante era abrazarse a la casa de la memoria y de la vida y seguir adelante", luego ya se vería el resto.
Nuestra relación, que siempre fue, no de íntima y gran amistad pero sí muy cordial y de mutuo respeto,continuó con el intercambio de alguna que otra nota, invitaciones y libros igual que antes con esta escritora humanísima, generosa, rebelde y libre que fue siempre
Ana María Navales.
Ana María Navales nació en Zaragoza en 1939. Se doctoró en Filosofía y Letras en la Universidad de Zaragoza y fue profesora de Literatura Hispanoamericana (El último libro que me envió fue por octubre-noviembre del pasado año y era un ensayo sobre escritores hispanoamericanos)
Además de la docencia y la escritura, incluida la poesía, fundó la revista
Albaida y dirigió la conocida y prestigiosa revista
Turia. Fue, también, jefa de la sección de Creación Literaria del
Instituto de Estudios Turolenses.
Ana María estaba casada con
Juan Dominguez Lasierra, periodista.
y redactor jefe del periódico
Heraldo de Aragón (Al menos antes, no sé si en la actualidad)
Travesía del viento es el libro que, en 2006, recogió toda la obra poética de esta gran mujer que en muchas ocasiones me decía, nos decía, que la poesía era algo incontrolable ya que en el terreno de la lírica el instinto y la metafísica priman sobre cualquier otra cosa.
Dentro de su labor creativa ha publicado muchas obras de narrativa, poesia y ensayo obteniendo con su labor creativa importantes premios nacioneles e internacionales, (En el año 2001 se le otorgo el primer Premio del Día de las Letras Aragonesas.)
Ana María Navales era, también, una autora especializada en la relación de las mujeres y la Literatura.
He buscado entre mis libros de
Ana María y me he quedado leyendo, re-leyendo, uno que a mí me gustó siempre
Del fuego secreto. Es una edición del
Instituto Fernando el Católico (Zaragoza) del aqño 1978.
Ana María Navales, cuando publiqué mi libro
De la vida y otros ríos, ella que siempre fue poeta de memoria y nunca olvido, en relación a mi poema
La casa del olvido, recuerdo que me escribió, animándome como siempre, y me dijo "Ahora debes escribir sobre la casa de la memoria y olvidarte de la casa del olvido"
Quiero concluir esta página en memoria de
Ana María Navales con un poema suyo del libro que estoy releyendo y que siempre me gustó:
Del fuego secreto. Es el poema nª 39. Descansa en Paz Ana María. Aquí, los que te conocimos, seguiremos recordándote mientras te leemos.
XXXIXMi palabra desorden de humo y vigilia
interroga al tiempo ciego a quien se entrega
como un débil junco en la cuna del erizo.
Se hiere y se despeña dulce y violenta
y llora y ríe en su rincón dominio
con los pies en el rescoldo de la calma.
Ana María Navales
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