Alejandro Céspedes nos ofreció ayer en
La Esfera de Alcobendas una lectura de sus poesía dentro del
IV ciclo de Lecturas Poéticas que viene desarrollando el Ayuntamiento de esta ciudad con la colaboración de las Casas Regionales a través del Patronato Socio Cultural. En esta ocasión fue la
Casa de Asturias (
Alejandro Céspedes nació en Gijón) la Casa Regional, con
Justina, su presidenta, encargada de abrir el acto y dar paso al poeta
Óscar Martín Centeno, coordinador del ciclo, que, como viene siendo habitual, presentó al poeta.
Una presentación, como siempre, donde las palabras de
Óscar para hablarnos de
Céspedes y de su poesía, estuvieron acompañadas por imágenes, a través del medio audiovisual, que acompañaban e ilustraban su presentación de una forma didáctica y precisa.
Como siempre, también se entregó a todos los asistentes a la lectura, la
Plaquette realizada por
Antonio Gago y
Teresa Coves del equipo técnico de Apoyo Socio Cultural. Una
Plaquette que recoge, según palabras de
Alejandro Céspedes, la esencia de lo que ha sido su poesía hasta la fecha, su modo de sentir, pensar y vivir la poesía condensado en doce poemas donde se encuentran representados casi todos sus libros publicados.
Comenzó su lectura
Alejandro, diciéndonos que había titulado la
Plaquette La escoria de los días (el poema que habría ésta) porque él, como poeta elegíaco que canta lo perdido, creía que era el título adecuado para ofrecer esta muestra esencial de la poesía que, a lo largo de 30 años, ha venido escribiendo.
La escoria de los días el tiempo de la juventud, un ayer del que no queda ya más que memoria del pasado. Una juventud en la que ya estaban las claves de su poesía, añadió
Céspedes, cuando escribió su primer libro.
Pareció que intentaban volver a conocerse, volver a situarse en el mundo inequívoco. Pero eran rostros viejos,caras nuevas, lo que vieron los dos.Alejandro Céspedes comenzó con este poema, que llamó prosa poética porque está escrito al modo de la prosa, y, mientras lo leía yo, que nunca le había escuchado , aunque sí he leído algunas cosas suyas,observé su ritmo, su manera de decir el verso, de detenerse en las pausas versales,de mostrarnos, aunque el lo llame prosa poética, un poema formal compuesto por heptasílabos y endecasílabos principalmente que eran los que , con su muy buena lectura y buena dicción, me ofrecían ese ritmo,la cadencia de un verso perfecto a la manera de los clásicos pero con un lenguaje de ahora, rico en metáforas e imágenes, accesible y cotidiano, directo al pensamiento y al corazón. Hagan la prueba, lean como versos medidos:
Pareció que intentaban / volver a conocerse, / Volver a situarse / en el mundo inequívoco. / Pero eran rostros viejos, caras nuevas, / lo que vieron los dos.Nos leyó, magnificamente, los doce poemas (Dos engañosamente en prosa) de la
Plaquette.Un poeta que nos habló, con su poesía, de su aprendizaje de la vida, de su experiencia,a través de una lectura de la memoria íntima, del hermoso (con su carga de dolor y soledad y melancolía) e inevitable pasado.
Se canta lo que se pierde decía don
Antonio Machado. Un poeta,
Alejandro Céspedes, que me parece a mi deudor de
Luis Cernuda y, por extensión, de los poetas de
Cantico, de
Jaime Gil de Biedma, de
Francisco Brines...(Y al tiempo, cómo no, deudor - por lo que los anteriores, directa o indirectamente, bebieron de él- del postromántico
Gustavo Adolfo Bécquer.
Un poeta, en fin, que desde que publicó su libro
James Dean amor que me prohibe, libro que tuvo su repercusión en aquellos años mediados los 80 (Como la tuvo también mi querida
Ana Rossetti con su libro
Los devaneos de Erato,1980.) unos años en que acabábamos de salir de un tiempo largamente prohibitivo y oscuro, años que venían de practicar una poesía de corriente principalmente culturalista escrita por los que fueron seguidores de los llamados
novísimos y que nos ofrecian, tanto
Rossetti como luego
Céspedes, una especie de aire transgresor,con propuestas de poesía erótica,(y homoerótica) no publicadas hasta entonces.
El tiempo se sucede y nos transforma, nos cambia, somos nosotros, pero no ya los mismos.
Céspedes terminó esta lectura con estos versos:
Ahora somos mortalmente conscientes / de que sólo nos queda / aquello que se sabe ya perdido.El aplauso fue unánime y la petición de que nos leyera algún poema de su último libro
Los círculos concéntricos también. Lo hizo y vimos a un
Céspedes trasmutado en una femenina e infantil
Aurora con unos versos duros, terribles por directos, llenos también de ritmo y de emoción que a mi me produjeron la impresión de "naturalidad" en el sujeto poético, aun a pesar de se un tema, el del abuso sexual,socialmente nada natural.Poemario tal vez distinto, por temática, a su poesía anterior pero semejantes en cuanto a un tono que, como en su poesía anterior, venía cargado, en los pocos poemas que leyó, de tiempo y de melancolía. (igualmente de pérdida, soledad, dolor...) Habrá que leerlo entero para saber si esa impresión era o no equivocada.
Un buena velada poética, una magnifica lectura por parte del poeta y un público atento y entregado.
Alejandro Céspedes es Licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad de Oviedo. Desde 1985 reside en Madrid, donde ha desarrollado su actividad profesional como gestor cultural y director de espacios escénicos. Como director de producción y director de escena ha realizado numerosos montajes de ópera y zarzuela. Ha sido colaborador literario del diario
El Mundo y asesor literario en la revisión de libretos de teatro y zarzuela.
Miembro de la E.S.G.A.E desde 1987 ha escrito letras de canciones para músicos españoles entre los que destaca
Luz Casal.
Ha escrito los libros y obtenido, entre otros, los premios de poesía
Ángel Gonzalez (Oviedo) en 1984.
El Internacional Villa de Lanjarón (Granada) en 1985 por su libro
La noche y sus consejos(publicado en 1986). El
Premio Navarra de poesía (Pamplona)en 1985 por
James Dean amor que me prohibes(1986)
Muchacho que surgiste (Santander 1988)
Tú, mi secreta isla (Málaga 1990)
Las palomas mensajeras sólo saben volver Premio Hiperión (Madrid) en 1994.
Hay un ciego bailando en el andén (Madrid 1998).
En su libro
Sobre andamios de humo (Poesía reunida, 1979-2007. publicada en Madrid por
Ediciones Vitrubio en 2008) recoge
Alejandro Céspedes todos los libros citados además de incluir
Y con esto termino de hablar sobre el amor.Su último libro,
Los círculos concéntricos, obtuvo el
Premio de poesía Blas de Otero (Madrid) en 2007 y ha sido publicado por la A.E.A.E.(
Asociación de Escritores y Artistas Españoles) en 2008.
Os dejo aquí un poema que nos leyó ayer
Alejandro Céspedes, de esta
Plaquette, y que pertenece al libro
Y con esto termino de hablar sobre el amor.Los observo reír.Se abrazan.
Beben.
Únicamente yo
concedo eternidad
a esas conductas.
Juventud. Para ellos
todo es aún la escoria de los días.
En realidad no existen. Sólo valen
para hacer más robusta la certeza
de que esta soledad
se ceba en el derroche de sus días.
La vida es la moneda
que me cubre los ojos
para pagar el tránsito al barquero.
Se me olvidó reír
y ya no abrazo.
Derrocho mis monedas en bebida
porque hoy es la nostalgia de mis días
la herencia de la envidia y del deseo.
Alejandro Céspedes
7 comentarios:
Buena crónica de la lectura de Alejandro Céspedes (al que admiro)
He curioseado en el blog y veo que tenemos algunos conocidos comunes como Pepe Ramos o Enrique Gracia
Seguiré tus comentarios
saludos
Como no sé cómo comunicar contigo Chema Barredo, te doy las gracias por tus palabras desde aquí y te agradezco también que sigas estos comentarios.
Un saludo en la amistad en la poesía
Me uno al comentario del otro compañero lector, Manuel, y como no sé si te habrá llegado un mensaje recientemente enviado por mí a tu correo electrónico, me pongo en contacto contigo por este medio, a ver si así te llega
mis datos de contacto son:
Pilar Iglesisas de la Torre
Directora de ALKAID EDICIONES
Valladolid
e-mail: hasetsup7@hotmail.com
esperando tus noticias, te envío un muy cordial saludo....Pilar
Muchas gracias Manuel, he leído el comentario de tu blog, muy generoso. Para mí fue una tarde hermosa, el público acompañó y eso hace mucho. Me encontré muy arropado.
De verdad te agradezco las palabras que has escrito sobre mi poesía.
Un abrazo de afecto.
Alejandro Céspedes.
Alejandro: me alegra saber que estamos de acuerdo. A veces, ya sabes, la interpretación, el punto de vista, puede no ser coincidente; pero, si en este caso, lo es-repito- me alegra.
No hay que dar las gracias, escribo lo que creo y lo hago sin compromiso alguno siempre, porque intento escribir, de lo que me gusta, para todos aquellos que puedan o quieran leer este blog que, por atra parte, carece de tantas cosas por culpa de mi desconocimiento en esta tecnología nueva para mi.
Un gran abrazo Céspedes.
hoy descubrí tu blog manuel y es muy interesante; entre a través del poema de céspedes; soy argentino y escribo una poesia algo neobarroca y con un sesgo homoerótico; me piace jaime gil de... y pp hierro. un beso.
Para Adriano: Muchas gracias por tu interés en el blog.Biedma era un buen poeta y tiene muchos seguidores, en cuanto a Pepe Hierro, yo que traté muchos años con él, puedo decirte que era un magnifico poeta. Pasare por tu(s) blog(s) para ojear un poco.
Saludos
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