lunes, 28 de septiembre de 2009

JAIME ALEJANDRE: humanista de seda que florece palabras de temor y de júbilo







Jaime Alejandre, que veranea en Sigüenza, también acudió a la cena ofrecida por Carmina Casala y Jesús Riosalido.
Yo conocía a Jaime, aunque no nos habían presentado, porque asistí a la presentación del libro de un amigo común: Emilio Porta titulado Tomo secreto y que Jaime Alejandre, junto a Soledad Serrano, se encargó de presentar en la sede de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles.

No nos conocíamos aunque habíamos publicado juntos en Ávila (Cuadernos del Episcopio) unos poemas en memoria de José Hierro que versaban sobre su soneto Vida publicado en libro por primera vez en su último libro Cuaderno de Nueva York en la primavera de 1998.( mucho antes, lo había publicado yo, cuando Pepe me lo regaló, en 1993. Pero eso es otra historia que merece contarse sola y en otra ocasión)

Estos poemas en homenaje a José Hierro tenía que estar rimados con las palabras TODO y NADA, al igual que Vida, en todos sus versos. Una idea que surgió de la mano de Enrique Badosa (al menos el fue quien, desde Barcelona,a través de Enrique Villagrasa, me pidió, sabiendo de la amistad que José Hierro y yo mantuvimos durante tantos años, que escribiese algún soneto con estas características. Lo hice. Le envié tres que titulé Tríptico de vida en todo y nada y Enrique Badosa se encargó de enviarlo a Carlos Aganzo o a José María Muñoz Quirós que son los encargados de las publicaciones de Cuaderno del Episcopio en Avila y allí, en esas páginas en homenaje a Pepe Hierro, me encontré con Jaime Alejandre diciendo: Venimos de la Nada y a la Nada / también irán los que tuvieron todo,
Una publicación del año 2005 donde 28 poetas recordábamos a otro poeta al tiempo que se defendía la validez del soneto. Enrique Badosa, en las palabras a modo de prólogo nos decías que es homenaje al autor de Cuaderno... A la vez, una experiencia literaria colectiva mediante la cual se reafirma la continua validez del soneto, y que en la poesía española no falta quien le asegura calidad y futuro. Sí: todo un homenaje a José Hierro.
Fue en Sigüenza, en Al-aissiya, donde me presentaron a Jaime Alejandre, donde realmente nos conocimos. Él llegó a la cena y al poco desapareció para regresar con unos cuantos libros suyos que repartió entre nosotros con alegría diciéndonos, como escusa para hacer el regalo, que su mujer, al verlo llegar y llevarse una bolsa de libros, pareció alegrarse más que él mismo porque así, ganaban algo de espacio en la casa.

Amable, Jaime Alejandre me regaló tres libros de poesía: Los guerreros de Terracota (Edicions Smara, Barcelona,2004) Autorretrato póstumo (Sial Ediciones, Madrid,2001) y Palabras en desuso (Huerga y Fierro, Madrid 1998)
También me trajo tres libros de narrativa: De entre Las ruinas, El alfabeto matemático (ambas de Sial) y Manual de historia prescindible de Huerga y Fierro.
(le agradecí mucho el copioso obsequio, pero no pude por menos que pensar: Dios! no sé si tendré tiempo para leer, ésto y todo lo que tengo pendiente, que es mucho, durante el verano)
Pues bien yo tenía razón. Imposible, no hay tiempo para leer todo lo que recibo. Pero Jaime Alejandre creo, tras ojearlo, que merece tiempo y lectura y tendrá ambas cosas.

Mientras tanto me detengo en su poema perteneciente al libro Palabras en desuso titulado Manifiesto de Intenciones (Pag. 54), algo que, al menos a mi, me ha hecho pensar: merece la pena dedicar tiempo y lectura a Jaime Alejandre, sí, merece la pena porque ha puesto (su) palabra en un balandro / de versos y de estrofas vacilantes, / propósitos ardientes e inconclusos / que quieren ser aquello que no (ha) sido / la lenta migración de las tristezas, / la terca permanencia de un recuerdo, / inmortales vestigios arqueológicos, / fenómenos del tiempo avecinado. / No fue ese su destino, sin embargo, / preñadas de (su) mal, mortal humano, / preñadas de (su) mal, tan contagioso, / caducas, fugitivas y marchitas,/ se (nos desvelan) siempre sus palabras

Y al tiempo que nos desvelan porque en todas sus palabras, caducas o fugitivas, nos ofrece una iluminación como auroral, como de nuevo día siempre, donde el relámpago de la luz se hace en nosotros, los lectores, nos alumbra las emociones.

Merece la pena, en mi opinión, prestar atención, y dedicar un tiempo a la lectura de la obra de Jaime Alejandre. Yo lo haré, con sosiego, tranquilamente, y en especial a su obra poética para comprobar aquello que dijo Jaime Azcona en el prólogo de De entre las ruinas: Sólo el lector distraido se perderá en la variedad de estilos y géneros, pues quien haya transitado por la obra de Alejandre: en poesía desde Espectador de mi a Derrota de regreso (creo que su último libro publicado y que no tengo) pasando por autorretrato póstumo; en narrativa desde Fuga a Donde sea lejos pasando por El alfabeto matemático, en teatro desde Patera-tierra a Casa con jardín, sabrá que la esencia del estilo de Alejandre es esta diversidad contradictoria que refleja no sólo la vida sino su vida.

Y es que tras leer algunos comentarios sobre Jaime Alejandre, como el anterior y como este de Javier Reverte, que pertenece al prólogo de El alfabeto matemático, y que dice: La suya es una literatura de sello muy personal, de una rara complejidad que, en mi opinión, no se parece a ninguna otra que yo haya leído.
El ojeo de los libros que me regaló Jaime Alejandre, la lectura de algunos poemas y la opinión de algunos de sus prologuistas ha despertado en mi el deseo de abordar sus libros poco a poco, sin distracciones, para comprobar, y me parece que será que sí, lo que tiene de singular la obra de este hombre amable,algo triste aunque con la sonrisa a flor de piel,que destila, en lo poco que le he leído, un pesimismo de "conocimiento" y que parece llevar consigo un alma noble, limpia, solidaria y repleta de amor a la vida (incluso en su preocupación existencial) porque parece, Jaime Alejandre, un verdadero humanista y, desde luego, no un frustrado hacedor de letras de tangos o de cualquiera otro estilo.
En su poemario Palabras en desuso (del que entresaqué y "arreglé" su Manifiesto de intenciones con el que trataba de que se vea al poeta que es Jaime Alejandre os cuelgo, para concluir, este breve poema que dice así:

No soy un farolillo japonés.
Pero jamás podría serlo:
le falta seda al corazón;
mis brazos no son ramas de cerezo.

Aquel que busca, el que indaga en la vida, quien observa, el que reflexiona, sabe que la imperfección es humana. Y la busca,como el asceta, fuera y dentro de sí, por si un día le roza la seda el corazón y le florecen los brazos con ramas de cerezo..

jueves, 24 de septiembre de 2009

JUAN PEDRO CARRASCO GARCÍA: Mensajes al cielo.




Fotografía: E. Laderas.(EL Día de Ciudad Real)
El escritor Juan Pedro Carrasco García, en el centro, el día de la presentación de Mensajes al cielo en el Museo Municipal de Valdepeñas.

Me envió Juan Pedro Carrasco García un volumen de difícil clasificación que, precisamente por eso, me ha sorprendido.
Antes que nada, decir que Juan Pedro Carrasco García (Valdepeñas 1964) es licenciado en Filología Hispánica y profesor en un Instituto en Madrid, lugar donde imparte clases de Lengua y Literatura a jóvenes que muy bien pudieran tener semejanza con los protagonistas de esta obra suya titulada Mensajes al cielo. Obra que ha sido editada por el Ayuntamiento de Valdepeñas dentro de su Colección Biblioteca de Autores Locales.

Aparentemente esta obra parece ser una novela; pero no una novela al uso (y por esta razón la traigo a este blog) ya que por no tener no tiene ni narrador. Además el punto de vista desde el que se lee la historia es como si fuera un prisma, como un poliedro donde todos y cada uno de sus personajes muestra parcialmente esta multiplicidad. Por otra parte, la acción no tiene un lugar concreto, sólo sabemos que su ambiente es urbano y su temporalidad nos viene dada por el uso del teléfono móvil y sus mensajes de texto. En esta obra no hay descripciones, sólo aquellas deducibles por los textos que, naturalmente, son producto de las sensaciones que pueda percibir el lector a través de las emociones, estados de ánimo, etc. que le lleguen.

En fin una novela (¿Podemos llamar novela a esta obra?) Si recordamos unas palabras de Camilo José Cela diciendo que: novela es todo aquello que contempla la palabra amor, hombre y mujer (en este caso adolescentes y ahora también podría decirse hombre, hombre o mujer, mujer) podemos llamar novela, peculiar novela, a la obra Mensajes al cielo de Juan Pedro Carrasco García.

Este escritor y dramaturgo que además es poeta (Ha publicado los poemarios El viento detenido y Puertas mal cerradas en 2003 y 2007 y ambos en Ediciones Vitruvio. Madrid.) y que a través de una trama sencilla, de jóvenes de Instituto con determinadas problemáticas (y de esto él, que es profesor y observador de sus conductas,de sus modos y comportamientos, de sus dificultades de expresión cara a cara, de sus formas de encarar la vida, tiene una visión más cercana y, seguramente más ajustada que otros) nos muestra una historia llena de dureza y al tiempo de ternura, una historia con desasosiego, desorientación, inseguridad al tiempo que aparente firmeza (propia por otra parte de la inexperiencia juvenil) con una, creo yo, "poética" cercana a los jóvenes de las grandes ciudades (y supongo que también, dada la rápida integración de los medios en todas partes, de municipios más pequeños) semejante o que podría recordar al Rap, aunque sin rimas, ya que la intención del autor, me parece, no es escribir en esta ocasión poesía (del tipo que sea) sino mostrar (ni siquiera contar al uso) una historia a través del modo de expresión-comunicación más extendido, más difundido y practicado por los jóvenes adolescentes con el empleo masivo del móvil mediante los mensajes de texto (el SMS) y para ello este libro, repleto de ventanas con lenguaje propio del ahorrativo adolescente (por cuestiones de tiempo y, principalmente, de dinero) va enseñándonos, además del modo de comunicació, la necesidad de comunicarse de estos jóvenes, su manera de ser y de sentir, su visión de la vida, sus reacciones y su problemáticas, agónicas a veces pese a sus pocos años, y sus tiernas, esperanzadas, ingenuas o maduras maneras de pensar más que interiorizadas (o mimetizadas) a través de la propia y todavía escasa experiencia.

José Luis Morales (también profesor y poeta, buen poeta y merecedor este año del Premio Internacional de Poesía Miguel Hernández con su libro El viento en las ruinas. Hiperión) en el prólogo de esta obra de Juan Pedro Carrasco García no dice que: más de un lector se preguntará, con angustia semiótica, si Mensajes al cielo está escrita en castellano o en algún dialecto peninsular desestructurado
¿Se puede llamar novela a esta obra? continúa diciendo José Luis Morales. La verdad es que sólo caben dos alternativas: o el lenguaje literario de Mensajes al cielo es un "pastiche" de la jerga adolescente de la que toma su discursividad, o es el castellano más austero y económico que existe: el que emplea quien no tiene ni un céntimo ; pero sí un móvil y una imperiosa necesidad de comunicación , y al que obligan a pagar sus llamadas por segundos y sus "SMS" al peso; por renglones, por palabras, letra a letra.
Y termina recordándonos que no hace mucho tiempo el ya "difunto lenguaje de los telegramas", era semejante a esto. Con un matiz diferencial, añado yo: el telegrama ahorraba palabras para ahorrar dinero sin sustracción de letras como sucede con el SMS. Y esto está suponiendo un gran cambio en la manera de comunicarse y quién sabe si, algún día, en el propio lenguaje.

Esto es lo que a mí me ha sorprendido: la expresión. Es decir Juan Pedro Carrasco García nos ofrece, mediante los "SMS" de unos adolescentes, una historia en la que no entra a valorar nada ni describir a nadie. Sólo expone lo que estos jóvenes, cada cual con su parcial visión de este poliedro que es el hombre y la vida, sienten, viven, piensan... Y es a través de estos "SMS" que el lector puede interpretar, sacar conclusiones, de sus sentimientos,emociones, angustias, soledad, necesidad de comunicación, afectos, dolor,de su ternura, etcétera, etcétera, mientras se expresan con un lenguaje que los jóvenes dominan pero que para muchos mayores resulta extraño.

Cada lector que saque sus propias conclusiones. Los jóvenes que quieran leerlo no tendrán ningún problema en entender (no hablo de interpretar la obra) estos Mensajes al cielo por estar familiarizados con este (nuevo) lenguaje. Los de mayor edad tienen , para poder entenderlo, un Glosario de términos al final del libro que les ayudará.Yo puedo decirles que he aprendido, ayudado por el glosario, a entender este lenguaje un poco más (aunque siga prefiriendo el del telegrama porque ahorra pero no quita) y con la lectura de esta obra a comprender un poco mejor, tal vez, las problemáticas de los adolescentes. Un libro, sin duda, para tratar de entender cómo son y viven y sienten y piensan, y cómo se expresan, los jóvenes de ahora.

lunes, 21 de septiembre de 2009

DANIEL OLIVA ESCARTÍN: Último día



Daniel Oliva Escartín nació en Zaragoza en 1956 y desde 1986 reside en Barcelona donde trabaja como funcionario.

Poeta tardío, dice él, y autodidacta (Yo suelo decir, porque me lo decía Claudio Rodríguez, que todos los poetas somos autodidactas independientemente de la formación académica que se tenga y Claudio, lo creo firmemente, sabía siempre lo que se decía.

Daniel Oliva Escartín comienza a ver sus trabajos publicados en estos últimos años a través de diferentes medios: la revista Cuadernos del Matemático. (tan emblemática y tan bien dirigida y coodirigida por Ezequías Blanco y Cristóbal López de la Manzanara) los certámenes Literarios Ciudad de Getafe y la Universidad Popular de Alcorcón.

En 2005 obtuvo, con Patricia, el segundo Premio del Certamen de un buen amigo mío, ya fallecido, Andrés García Madrid. Premio que convoca el Ateneo Cultural 1º de Mayo de CCOO de Madrid.Meses después ganó el VIII Premio de Poesía del Centro Cultural Blas de Otero de San Sebastián de los Reyes con el poema Último día. Poema que fue publicado colectivamente (Premio, accésit y poemas seleccionados) en la colección Nos queda la palabra del Centro Cultural Blas de Otero.
Este poema (que se reedita ahora, y por ello me lo envía su autor, en Santander y en solitario, en plaquette de espléndida edición y acompañado de un dibujo en la portada de Teresa Trulls y Puig) es un hermoso homenaje a la ciudad de París.
(Un homenaje, también, a la memoria de sus padres que nunca visitaron Paris)
Un poema lleno de realidad vivida, soñada,de intimidad, de reflexivo sosiego en tanto que el poeta nos muestra sus calles, sus parques, sus cafés, sus cementerios... con una mirada fragmentada a lo largo de un periplo que se sabe interminable.

París, lo decía Walter Benjamin, se convierte para el paseante en una ciudad que se le abre y en un salón que le encierra.
Daniel Escartín Oliva trata de decirnos ( nos dice) que esto es cierto y que, tras cada recuerdo, hay algo que lo hace único e insustituible (al recuerdo, y también a París amigo poeta y funcionario)

Mientras, nos deja París en la retina, Daniel Oliva escartín, con un poema largo, versicular, discursivo, sin acentuación ninguna, y nos hace sentir una ciudad, que él solo imagina ante el perfil cortado desnudo del puente / con los árboles / con los palacios que surgen desde su abismo blanco / con la luz involuntaria de cada mirada que se dispersa / que busca en el anonimato su razón de ser

Daniel Oliva Escartín publicó en 2006 un primer libro en solitario titulado Playa virgen, lo hizo en edición de autor y se animó a ello porque, este libro, quedó finalista ( y sin derecho a publicación con arreglo a las bases) del XIX Premio Cálamo de Poesía Erótica. Libro escrito durante el verano de 2004, repleto de fantasías. Realidades y sueños, obsesiones o fijaciones que son un mero punto de partida para hacer literatura, poesía, frente a la necesidad de expresarse "por puro placer".

Un autodidacta más, en fin, letraherido de la palabra poética, que trata de surcar, de navegar, ser parte de la cuenca del Río de la Poesía como un afluente más en él, para beber de sus aguas y con sus aguas y siempre a la búsqueda del rumor, de la emoción y de la luz.

viernes, 18 de septiembre de 2009

RAFAEL SOLER: Los sitios interiores y Maneras de volver





Rafael Soler (En Al-Aissiya) de pie, pidiendo un vaso para servirse un zumo.

Entre Los sitios interiores (libro finalista del Premio Adonais, publicado por Ediciones Rialp en 1980) y Maneras de volver (Ediciones Vitruvio,2009) de Rafael Soler, han pasado casi 30 años. Años de silencio poético, que no narrativo, en cuanto a publicar poesía por parte de este valenciano, nacido en 1947 que fue un escritor premiado y celebrado durante los años ochenta. Sus novelas El grito, El corazón del lobo, El sueño de Torba o Barranco, última de sus publicaciones en la Editorial Cátedra en 1985, fueron bienvenidas y celebradas.Sin embargo , en poesía, ha guardado silencio durante muchos años y, ahora, regresa a ella con este Maneras de volver.

En abril de este año recibí un libro: Los sitios interiores, de Rafael Soler. Cuando lo recibí,me extrañó que el autor me lo enviase cuando era un poemario publicado, como he dicho, en 1980 y, aunque lo agradecí, al igual que todos los libros que me envían, como no lo conocía personalmente, pues no terminé de entender el motivo de su envío. Más tarde recordé que Manuel Cortijo Cieza me había llamado un mes antes para vernos en Madrid ya que quería presentarme a un poeta amigo.No pude acudir a la cita. Como no recordaba su nombre pensé que podría tratarse de él y que, por esta razón, me enviaba su libro. (Y acerté)

Leí esta primera obra poética de Rafael Soler, Los sitios interiores, que es fundamentalmente intimista, pero sin el discurso habitual del confidencialismo que supone la confesionalidad.
Por el contrario, aquí la búsqueda de la propia identidad, a través de la reflexión íntima es a modo de viaje interior por un lado y de película con fotogramas con lenguaje que introducía personajes de tebeo (como hicieran luego Luis Alberto de Cuenca y Enrique Gracia, que yo sepa. Por cierto Enrique Gracia, que también publicó su primer libro, Interiores, en 1972 y fue accésit del Adonais anduvo en silencio poético casi veinte años para "volver", como lo hace ahora Rafael Soler, de nuevo a una dura realidad, para embellecerla con una poesía disfrazada de "caústica realidad imaginada".)

Lenguaje para evocar un tiempo ya perdido, por otro, que se viste con ropajes de actitud abierta, desenfadada y canalizada en el amor. Un mundo de evocaciones infantiles logra, con un lenguaje cercano, que éste sea anticonvencional, tierno, fresco, diferente.
Existe el él el impulso de recobrar la niñez y desde sus raices sentir la plenitud amorosa, de transmitir el deslumbramiento a través de la sensación de pérdida.

Los sitios interiores llevaba (y lleva) un subtítulo: Sonata urgente. Vertebrado en seis tiempos, desde el Molto vivace hasta el Largo e pianissimo sempre, y esa escala permitió entonces que un joven poeta nos mostrara diversas variaciones de su capacidad para transmitir su palabra diferente, desconcertada y viva.

Como en este poema titulado HOY ES NUESTRO:
Y ahora dirás con timbre de chiquilla / que me quieres / cabalgando memorias y abandonos / mojándome la piel, este dominio breve / y tuyo / donde hicimos morada tiempo y sueño / para mirarnos despacio y hacia adentro. / Te conozco, mujer. / Tú eres el retrato que llevo en el bolsillo, / abandonada luz / tálamo fugaz que piden los mendigos / con risa vieja de sabios que son / y no lo saben. / Tú estás en el centro de mi fuego: / universo que gira duda y vuelve. (Pag-29)

Al poco tiempo me llegó una invitación para asistir a la presentación de un poemario titulado Maneras de volver y su autor era Rafael Soler. Un poemario éste que iba a ser presentado por José Elgarresta y el editor Pablo Méndez en la Asociación de la Prensa, Madrid. Me resultó imposible acudir ya que ese mismo día (23 de abril) estaba comprometido para dar una lectura de poemas.

Pasó el tiempo y a Rafael Soler me lo presentaron en Sigüenza ( en Al-Aissiya) el 4 de julio de este año. Pocos días más tarde, recibí su nuevo libro: Maneras de volver, tras, como he dicho, un silencio poético de casi treinta años. y narrativo de más de veinte.
En Al-Aissiya, escuché los primeros poemas de Maneras de volver. Rafael Soler nos leyó unos pocos durante su intervención y me recordaron lo que había leido de su libro anterior (Y eso no es malo pues resulta indicativo de voz propia) pero tal vez con otro tono, cierta ironia o tal vez excepticismo y otra perspectiva que entremezcaba (así me lo pareció)la certeza con la duda, la ironía con el excepticismo, la caducidad con lo intemporal. Maneras de volver me parece que es como la película de un viaje , iniciado en Los sitios interiores, por el río de la vida hacia ese mar de simbología poética e ignoto siempre. Y en tanto que viaja, con la memoria y con el sueño,nos muestra su yo, a veces desdoblado, con imaginación o con realidad,como en el espejo donde podemos ver el desencanto de quien, a través del viaje y de las experiencias vitales, ha madurado en el desencanto de este vivir provisional que trata de aferrarse a lo que permanece tras la provisonalidad del viaje interior que vive, fotograma a fotograma de la película, de nuevo con la certeza y la duda. Una duda que la otredad, como diría el poeta, siente tambien suya en la lectura.

Como poeta, Rafael Soler se dio a conocer en el ciclo "Poetas nuevos" organizado por el Aula de Poesía del Ateneo de Madrid. Como narrador había obtenido el Premio Ateneo de la Laguna con el libro de relatos Cuentos de ahora mismo así como el tercer Premio Hucha de Oro de 1978 y el primer Premio de la Bienal de narrativa de Ámbito Literario con su novela El grito.

Desde 1985 hasta la publicación de Maneras de volver Rafael Soler ha mantenido un largo silencio. Silencio que, ahora, ha decidido dar por concluido para regresar con un poemario cargado de ritmo, ironía,lleno de sensibilidad, con un punto de vista sobre el amor que ofrece una poética brillante, novedosa y, como en su anterior y único libro de poemas hasta este Maneras de volver poco convencional.
Un muy buen libro, en fin, escrito por un buen poeta, en busca y captura desde antaño, seguramente por sí mismo, al que ya, desde ahora, tengo en consideración.

En busca y captura desde antaño

Cuídeme el Todopoderoso desde su palco por horas reservado
de cuantos quieren mi bien y lo alimentan

líbreme Ese que nunca baja a visitarme por razones de Estado
sin tener en cuenta nuestro estado

Ése al que llamo que no llama
según dicen bien dispuesto en todo caso ausente

Ése el que sabe líbreme
Ése el que ignora cuídeme

desde su rincón celeste en el valle feraz de los desaparecidos

de tipos como yo
en un mundo de certezas viviendo con su Duda.


Rafael Soler

martes, 15 de septiembre de 2009

JESÚS HILARIO TUNDIDOR: Fue y Nada sabe la noche



Por fin llegó a mis manos el libro de Jesús Hilario Tundidor titulado Fue (Ediciones Cálamo,2007) y llegó al mismo tiempo (un poco antes de irme de vacaciones) que otro libro suyo: Nada sabe la noche, una antología que el IES Universidad Laboral de Cáceres le ha publicado con motivo de la lectura que Tundidor dio el 27 de abril de 2009. Gracias querido "Tundi" por el envío.

Fue, en su génesis primera llevó el título de "Cátedra de San Jorge" (que es, ahora, la segunda parte del libro) y Tundidor, pensó estos poemas iniciales a raíz de un tiempo en el cual estuvo sometido a un tratamiento de radioterapia debido a un carcinoma detectado en su laringe.
Pero no comenzó a escribir estos poemas por "mirarse el ombligo" para lamentarse, no. Jesús Hilario Tundidor no busca dar lástima o que le compadezcan por sus preocupaciones, enfermedades, etc.

Él no es persona que pretenda semejante cosa. Por el contrario, Tundidor es hombre, poeta, que sólo se "mira el ombligo" para sobrevolar por encima de todo eso y, desde la altura, siempre desde la altura y la distancia, alejarse de temores o preocupaciones o miedos e imbuirse en lo que el llama su razón de escribir poesía: fundamentar la forma de vivir más intensa.

Esto sucedió (el inicio de Fue) en el año 2003 durante los meses de mayo y junio. Así fue surgiendo un poemario que era la representación intuitiva de todo lo que se acercaba a su consciencia por el recuerdo o la imaginación.
Un poemario que tras un tiempo y tras organizar y estructurar lo escrito, definitivamente, aquella "Cátedra de San Jorge" se convirtió en este libro: Fue.

Un libro en el que(lo diré con palabras del autor ya que hemos hablado en varias ocasiones de él) Vuelca el poeta toda su experiencia vital en un discurrir apasionado por la naturaleza, la historia y la cultura como un legado alucinado de su paso por el tiempo. Un lenguaje proteico, sincopado, delirante,transgresor y ubérrimo en el que las edades de la vida se hacen memoria de un sueño amargo, como una plegaria ante el vértigo de la sinrazón y el temor al vacío. (vamos, que mi amigo estaba en tanto que duró el proceso de creación, como el verso de aquel maravilloso fraile llamado Juan de Yepes y que decía: Vivo sin vivir en mi.

Pero no busquéis relación entre este libro y aquel proceso de radioterapia al que se sometió ´mi amigo Jesús Hilario Tundidor. El único nexo que podríais encontrar es el intento de alejarse de ese "Temor al vacío", de ese "Vértigo" que en ocasiones produce y nos trae , con su carga de "sinrazón aparente" la vida.
La vida es someterse a la rueda del tiempo mediante la memoria y lo imaginado y esto es lo que hace mi amigo Tundidor en Fue.

Os "cuelgo" el poema V de la primera parte de Fue titulada "El ojo de la lluvia", como muestra.

Estás muerto y has cruzado la nieve. tu corazón se
pudre en la humedad de la memoria que has perdido.
Insólitas también tus reflexiones que planean lo blanco. Si
no hay eternidad y nada dignifica a los hombres ¿Cómo
abarcar la obscena costura de la incertidumbre, el cerrojo
del descubrir? Adivinar. Estremecerse. Lo juro, no mere-
ció el dolor. Ni siquiera el país de la niebla que atraviesan
los muertos.¡Qué zaguán esperaba!



Con relación a Nada sabe la noche os diré que es una antología más, de las muchas que ya tiene publicadas, de este poeta que cambia y se transforma, que adopta modos y formas diferentes según vengan las cosas o las palabras, un ser proteico en fin que nos ofrece en esta selección: la pregunta existencial, el pálpito emocional, la cuestión metapoética, el paisaje castellano,la sombra alargada de la historia de España, la indagación intelectual y la ebriedad amorosa y todo, o casi todo, en un ramillete de poemas seleccionados y unidos por una estructura formal o clásica y algunos otros , variaciones para innovación o modernidad. Son poemas que Jesús Hilario Tundidor fue escribiendo a lo largo de su ya dilatada, conocida y reconocida, trayectoria poética.

Y de esta antología os "cuelgo", de su libro "Tejedora de azar"
el poema RAZÓN PARA AMAR LA VIDA

Por si viene la mar, por si tu vienes,
por si acaso y tal modo, por si baja
la nación o la patria o la navaja
de Dios y te secciona por las sienes.

Por si se fraguan todos los vaivenes
y caemos, sin más, en la tinaja...
Por si toca el pandero y la sonaja
del mundo, pueblo, cuando nos condenes.

Por tantas cosas misericordiosas
como nos acompañan cada día,
por el pronunciamiento de las rosas.

Por si no hubiese más alfarería
que vivir este instante, ritmo, prosas...
Pueblo callado, por tu compañía.

Jesús Hilario Tundidor

viernes, 11 de septiembre de 2009

CARLOS MARTÍN: El sueño de Lázaro


Carlos Martín está lleno de alegría, desbordante y contagiosa, y se debe a que acaba de publicar un libro de poemas, el primero que le publican. Un libro titulado El sueño de Lázaro (Editorial Poesía eres tú, Madrid.2009.) Y por esta razón anda preparando la presentación, (será el día 18 de este mes, viernes, a las 20,30 horas en la Librería EL BUSCÓN, en la calle Cardenal Silíceo nº 10, metro Prosperidad, por si os queréis acercar) hablando con su presentador (que será el poeta Oscar Martín Centeno) y calculando cuánto le va a costar el piscolabis que quiere ofrecernos.

El sueño de Lázaro es pues su primer libro publicado. Un libro que supone transitar un sendero en el que poema tras poema, se desvela una perspectiva de la realidad: la sempiterna voz del anhelo, la imposibilidad del contacto, la fragmentación del discurso emocional ante un yo evanescente en un mundo que se desbarata.
La poesía de Carlos Martín es, principalmente de concepto. Todos sabemos que la palabra expresa una idea, un concepto y Carlos se sirve de las palabras para mostrarnos, con toques de filosofía orientalista, de filosofía Zen, relámpagos de vida, vida vivida y sentida con su cara y su cruz, vida que este poeta nos invita a beber a veces con el sabor amargo, seco, duro, de una realidad incómoda, a veces con el imperioso deseo de renacer y rehacer un mundo de sombra para convertirlo en otro de luces con destellos eternales.

Carlos Martín, para ello, emplea la nostalgia y la melancolía, y nos da cuenta del deseo y del vacío, sus versos a veces son sentencia pura y dura para hacernos ver, de manera aparentemente pesimista, todo el dolor y la soledad de la vida y, también, a través de la reflexión, de la indagación, como en la tercera parte de este libro, nos muestra la búsqueda del sentido hasta llegar a una suerte de resurrección metafórica. Llego por fin a la más perfecta noche / a su centro más inmóvil donde el sujeto poético resucita para dar cuenta de la verdad que le colma.

Nos muestra Carlos, desde el primer poema, "un mundo en llamas" un mundo personal que, a través de estos poemas, trata de hacerlo no sólo suyo, sino nuestro, de todos.
Por esta razón siente tanta alegría con su publicación, porque ahora ya no es sólo suyo sino que puede ser también de todos aquellos lectores que se acerquen a su lectura y está contento, sí, yo creo que muy contento.

No es para menos. Publicar siempre fue difícil y no hablo de la autoedición que supongo que, al menos, cuando tienen que pagarla, también lo será sino de que una editorial se interese por lo que escribes y decida publicarlo. Cuando ésto sucede el autor se siente gratamente satisfecho, tanto que se olvida de los peregrinajes por las editoriales anteriores y sobre todo se olvida del "Vuelva usted mañana" famoso de otros tiempos reconvertido aquí en: oiga, esto es bueno pero no podemos publicárselo. Esto en el mejor de los casos porque en el peor devuelven el original con una escueta y fría nota, según me cuentan, que dice sin más: No nos interesa.

El sueño de Lázaro es el libro de un poeta experimentado, maduro, que trae a la luz de la poesía a un autor que lleva años escribiendo, aprendiendo, indagando, construyendo, como tantos por otra parte, su mundo, un mundo en el cual poder expresar las emociones, en el que intentar plasmar la vida, la que vive y la que sueña, en el que quiere mostrar el interior del mundo, ese que todos y cada uno de nosotros llevamos dentro.

Carlos es técnico de Cultura en el Ayuntamiento de Alcobendas (Madrid) y en él, coordina las actividades culturales que se realizan en este municipio. Licenciado en Geografía e Historia por la Universidad Complutense este poeta madrileño, nacido en 1956, lleva escribiendo poesía muchos años. Al menos, que yo sepa, desde que lo conozco y de esto ya va para veinte años o quizá más.

Lo que si ha publicado es poemas en diferentes revista como Piedra de Molino, El Cobaya, etc También en Los Cuadernos del Episcopio cuando realizó un homenaje a Leopoldo de Luis.
Igualmente resultó finalista en el XIV Premio de Poesía San Juan de la Cruz en 2003 con su poemario, aún inédito, La lógica de los espejos.
Sucede que, a veces, muchas veces, publicar es cosa de... no sé que, un misterio más o menos descifrable pensándolo un poco
La única salida que les dejan a los "primerizos" es la de concurrir a premios para intentar ganarlos y, así, poder publicar; pero tampoco resulta fácil ni para los que llevamos tiempo publicando (en mi caso, la mitad de mis libros se han publicado por obtención de premio o accésit y el resto, por suerte, por deseo de los editores) ni para los que se acercan por primera vez a intentar publicar

Aunque este sea su primer libro publicado, ahora, a sus 53 años,Carlos Martín repito, no es para nada un poeta novel en el sentido de joven inexperto.
Carlos Martín, y no sólo por edad, es un hombre experimentado en poesía, un poeta ya maduro que ha saboreado tal vez más sereno pero con la misma intensidad del jovencito, la publicación de este El sueño de Lázaro y es que el primer libro que te publican deja en el autor un recuerdo tan especial que resulta difícil de olvidar.

El sueño de lázaro es, en fin, el sueño de la inmortalidad, el de la resurrección, el sueño de otra vida sin tanto claroscuro como ésta, un sueño de luz y de concordia vital, poética, porque La conciencia no está en la piedra / ni en la ola que en la orilla agoniza, / acaso habite en la luz que alumbra / el silencio efímero de la rosa. ¿Efimero o eternal? No la toqueis ya más que así es la rosa, decía Juan Ramón y, como el poeta de Moguer, Carlos Martín trabja y corrige sin cesar porque, aunque sabe que la perfección no existe, intenta acercarse a ella.

Me alegra siempre saber que alguien publica su primer libro... Y cuando lo conozco más. Me trae el recuerdo de , hace ya tantos años, aquel primer libro mío publicado.

jueves, 10 de septiembre de 2009

JULIO SANTIAGO: Poesía depilada







Julio Santiago presentó, el sábado 4 de julio, en el Café Libertad-8, su nuevo libro titulado, con gran acierto pienso yo, Poesía depilada (Ediciones Vitrubio, Madrid,2009)

Aquel sábado, no pude estar allí. Tenía un compromiso adquirido con anterioridad con el embajador Jesús Riosalido para asistir en su casa de Sigüenza a la cena que, desde hace años ya, viene ofreciendo, junto a Carmina Casala, a unos cuantos amigos.

Pero aquel sábado Julio Santiago supongo que estaría arropado por su editor, Pablo Méndez (Pablito para mí ya que lo conocí siendo casi un adolescente y porque mi querida y siempre recordada Gloria Fuertes así lo llamaba: Pablito)

Julio Santiago contaría también con la presencia de Aurora Pintado (que escribió unas palabras a modo de prólogo y lo hizo, me parece tras leerlas, desde la la admiración, el afecto y la amistad, al tiempo que desde la sinceridad)

Y acompañado también, supongo que estaría (además de por numerosos amigos y público pues Julio Santiago tiene muchos adeptos) de José Ignacio Serra (perdón si me equivoco pero el que yo conozco va siempre con su gorro boina, inteligentemente observando lo que se cuece alrededor y más bien callado. Supongo que en esta ocasión por aquello de julio-mes y la calor, no lo llevaría. Lo que sí llevaría serían palabras acertadas y justas para Julio Santiago y para su Poesía depilada.

Bien acompañado estaría Julio Santiago para presentar esta Poesía depilada que me ha parecido un estupendo ejercicio de síntesis, de esencialidad, de amor y de humor (que diría Gloria Fuertes) y, sobre todo una demostración de voz personal no al uso, no a la moda,no a la corriente de turno, no a nada y sólo dependiendo del sentir especial. gregueriano y elemental de la idea de poesía ahorrativa, concisa, precisa, justa, sin tapujos,amorosa y humorística, pragmática y soñadora, sincera y con doble sentido, audaz y conservadora en su fondo, revolucionaria y con forma, una forma que forma (valga la redundancia) una poesía de hilo, vertical, como los hermosos labios, internos y externos, bajo el monte de Venus de la doncella o como el erecto falo del efebo, y esta verticalidad, este hilo silábico tan fino, tan de sílaba, sola o acompañada,es capaz de decir: Mi / ambición / de / futuro / es / volverte / a / ver / mañana. (Toda una declaración hímnica de vivir en lo inmediato y nada más)

Esto nos da muestra de un poeta que comenzó allá por los noventa del siglo pasado (qué barbaridad, con lo joven que es aún) a dar muestras ya de tener una voz que, con el tiempo, se muestra cada vez más propia y llena de afectos, de ambivalencias pretendidas,una voz plena de amores y sin mala baba porque sólo atesora humor y afecto que nos ofrece a modo de poemas casi, casi, epigramáticos, empleando la palabra para pintar la idea, el concepto, como con un pincel que la embellece dándole ternura. Ternura, mucha ternura tiene Julio Santiago y mucha bondad lleva dentro este extremeño de la villa de Miajadas (Cáceres) que la ofrece a todos, sin exclusiones, en una poesía que, no sé, pero parece querer instigar la revolución de la libertad interna y externa, de fondo y de forma.

Una revolución que nos lleve hasta el placer estético, ético, físico, mental, de vivir una vida que nos haga crecer sin falsos antifaces, sin máscaras (Sólo se admiten los fingimientos de Fernando Pessoa) sin caretas que nos aten a normas que no sirven, ataduras que no sirven, usos que no sirven, costumbres educacionales que condicionan y no sirven...

Es un poeta, este Julio Santiago, honrado, sincero, nada provocador aunque pueda parecerlo porque su poesía y este libro en concreto, es un libro dulce, hermoso, con gracia y lleno de humor y amor y me parece a mi que reivindica la alegría de vivir. Este poeta hímnico con algún que otro susurro de elegía en ocasiones, es un hombre bueno (en el mejor sentido machadiano) y un buen poeta que nos regala un libro - como termina diciendo Aurora Pintado en su prólogo- imprescindible para vivir.

Julio Santiago, a sus 34 años, ha publicado (y casi todos sus libros con Pablo Méndez en Editorial Vitruvio) unos cuantos poemarios ya, entre otros Risa bajo el ombligo, Neruda desnuda, El bostezo de la nuca, Memoria de libertad y la antología De canela y verso y toda su poesía , además de ser un canto a la vida, es una lección de ironía, una ironía inteligente que a mi, cada vez que releo sus versos, me deja una sonrisa, siempre, como postre.

En fin esta Poesía depilada es para leer rápido y disfrutar lentamente. Seguro estoy que Pablito Méndez la reeditará pronto y es que Julio Santiago tiene la suerte de tener muchos amigos y muchos lectores.

El
hilo
de
donde
pende
el
peso
de
este
verso
depende
de
ti.
(¡Te invito a soñar!)

Julio Santiago

martes, 8 de septiembre de 2009

FRANCISCO BRINES:VASO NOBLE EN LA TERTULIA LITERARIA DEL GRUPO A-7 "DESDE EL EMPOTRO" EN VALDEPEÑAS


Foto para el recuerdo: Fundadores del Grupo A-7



Foto para el recuerdo: (de izquierda a derecha) José Hierro, Santiago Castelo, Francisco Creis,Leopoldo de Luis, Ángel García López y Rafael Morales.




Franca Figueroa (estas fotografías son cedidas por ella) y Francisco Brines la noche anterior al Vaso noble ofrecido por el Grupo A-7




Julián Creis y Francisco Brines




Foto para el recuerdo: Fachada de El empotro



Fotos para el recuerdo: Entrada a las bodegas del Grupo A-7


Fotos cedidas por Francisco Caro: Manuel López Azorín saludando a Maruja de Creis


Julián Creis, Agustín Gil y Francisco Brines


De izquiera a derecha: Julián Creis, Francisco Brines, Jesús Martín Rodriguez, Carlos Marzal y Agustín Gil



Manuel López Azorín y Francisco Brines





El domingo 6 de septiembre la Tertulia Literaria Desde EL EMPOTRO del Grupo A-7 ofreció el vaso XV del Ciclo Vinos Nobles en Homenaje al poeta y académico Francisco Brines en las bodegas de este grupo (Hoy Fundación Grupo A-7 ) en la localidad de Valdepeñas (Ciudad Real).

Vengo asistiendo a estos Homenajes ya muchos años. Desde que a principio de los años 90 conocí a uno de los fundadores, alma mater y poeta de este Grupo: Francisco Creis. Estos siete magnificos (Y lo diré con palabras de uno de ellos, Agustín Gil) eran:Paco Morales,José García Barrera,Paco Creis,Julián Gonzalez, Antonio Téllez, José Menendez y Agustín Gil)

Su inicio, aunque el germen surgió en la adolescencia común de todos ellos, se produjo en 1986 y duró esta primera etapa hasta 2002 fecha en la que su principal adalid mi amigo Francisco Creis estuvo al frente del Grupo A-7 (a él, entre otros, dediqué mi libro De la vida y otros ríos publicado en 2003) El adalid Paco Creis falleció en enero de ese año. Y llamo a Paco Creis adalid de este grupo por serlo y para ello traigo aquí un texto publicado con motivo del homenaje que el grupo A-7 rindió a Francisco Creis en 2003 escrito por Agustin Gil que dice así: Una vez más nuestro amigo Paco nos llevó a su huerto porque él era el poeta del grupo. Y nos convenció de que teníamos ilusión bastante para crear una Tertulia y con la lectura pública de versos aumentar la afición a la poesía. Y allá nos volcamos.

Pensaron organizar unas tertulias literarias en sus bodegas para impulsar la vida literaria en la ciudad y difundir el vino de Valdepeñas al tiempo que dar reconocimiento a aquellos poetas que, habiendo obtenido el Premio Nacional de Poesía, eran, según los propósitos del Grupo, merecedores de tener en Valdepeñas y dentro de la bodega, debajo justo de El Empotro,una tinaja donde figurase un dibujo de su rostro a la cabecera y, bajo el dibujo, un poema suyo (que aludiera al vino si ello era posible) para el recuerdo de todos. Dieron en llamarlo Ciclo de Vinos Nobles y de este modo han venido haciéndolo y rindiendo Homenaje a muchos de los poetas más importantes del panorama poético nacional.

Durante su primera etapa (1986-2002) pasaron por la Tertulia los poetas Luis López Anglada, Luis Jiménez Martos, Carlos Murciano, José Hierro, Rafael Morales, Angel García López, Claudio Rodríguez, Rafael Montesinos y Leopoldo de Luis. El vaso X dedicado a la memoria de Gerardo Diego, tuvo lugar en 1996, con la presencia de su hija Elena Diego.
Allí plantamos un pequeñísimo ciprés, salido de las semillas del famoso ciprés del Monasterio de Silos, que ya alcanza una considerable altura tras estos trece años desde que Paco Creis junto a Elena Diego, los compañeros del grupo A-7 y muchos poetas que nos encontrábamos acompañándoles (entre tantos quiero sólo citar a Pepe Hierro por ser él amigo y "alumno" del poeta cántabro que leyó los primeros versos de Pepe cuando junto al poeta Jose Luis Hidalgo, se atrevieron a dirigirse al maestro para que valorase su poesía allá mediados los años 30)
Finalizó este primera etapa (Fue en el año 2001) ofreciendo el vaso XI en homenaje al poeta valdepeñero Juan Alcaide por el 50 aniversario de su muerte.

Durante la segunda etapa a partir de 2003, año en que se rindió un emotivo homenaje a la memoria del impulsor de esta idea Francisco Creis, los Vasos Nobles han sido para los poetas Felix Grande, Rafael Guillén, José Corredor Matheos y, este año, Francisco Brines.
Además de estos Vasos Nobles por La Tertulia Literaria han pasado cientos de buenos e importantes poetas dentro de otros ciclos denominados: Ciclo de Sonetos al vino de Valdepeñas, Ciclo Vino Joven, Vaso Especial y Ciclo Vinos de la Tierra.

El año pasado cuando se ofreció allí un homenaje a Julián Creis (hermano de Paco Creis y compañero impulsor de las actividades , en la sombra hasta entonces y ahora, tras la muerte de su hermano y junto con Agustín Gil y Matias Barchino, creo yo que los encargados de continuar con este proyecto de ya 23 años de existencia) Agustín Gil anunciaba que la Fundación A-7, llegado ya a un acuerdo con el Ayuntamiento de Valdepeñas, otorgaría título de propiedad de la bodega a dicho Ayuntamiento con el propósito de que éste continúe impulsando y ofreciendo en dicha bodega actividades culturales y preserve toda esa gran labor que durante tantos años se ha venido produciendo en ella. Este año he visto, junto a todos los que nos encontrábamos allí, cómo se entregaba el Título de propiedad al alcalde de Valdepeñas,Jesús Martín Rodríguez, (poeta él,al menos según me cuentan ha escrito y publicado algunos poemarios) que en los últimos años viene cerrando, con unas palabras siempre acertadas y muy elocuentes por cierto, este ciclo de Vinos Nobles, y he sentido, no sé bien por qué, una cierta sensación de acabamiento.

Tal vez es porque me vinieron a la memoria unas palabras de mi querido Antonio Gala (que por cierto obtuvo el Accésit del Premio Adonais con su libro Enemigo íntimo el mismo año en el que Francisco Brines ganó este Premio con su libro Las brasas. Fue en 1959 y ambos libros, para mí,resultaron igualmente excelentes.Luego mi admirado Paco Brines se dedicó exclusivamente a la poesía y mi querido Antonio Gala, aun siendo poeta siempre, ganó reconocimiento y renombre dedicado principalmente a la dramaturgia, el artículo y más tarde, la novela; pero siempre, sin abandonar su pasión más íntima y más arraigada en él: la Poesía, porque Antonio ha sido y será siempre poeta aun a pesar de, lo diré con unas palabras de una canción de Raphael, "digan lo que digan los demás")

Pues bien Antonio Gala escribió hace ya tiempo en algún artículo sobre Los Cultureros. Aquellos señores, decía Antonio, se dedicaban a organizar la actividad cultural,de Ayuntamientos en muchos casos, y no pretendo decir que sea este uno de ellos, con total ignorancia de cómo hacerlo, o bien como un trabajo encargado a gestores sin motivación o, tal vez, con unos puntos de vista sobre la Cultura absolutamente "peculiares". Repito que no sé si aquí se producirá este caso, pero no me gustaría que los cultureros (y no tengo por qué pensar que allí los haya aunque haberlos haylos en muchos lugares. Yo les aseguro que me he topado con algunos.) lleven hasta la sepultura del olvido el sueño de años de empeño, ilusión y esfuerzo por parte del Grupo A-7.
(Cultureros: palabra inventada por Antonio Gala que es producto de la unión de dos palabras, Cultura y sepulturero)
No me gustaría repito, como creo que no les gustaría a muchos que sabemos de estas actividades que acabasen por dejación, arrinconando, olvidando, sepultando, este recorrido poético de tantos años pergeñado por un grupo de amigos que amaban y aman a Valdepeñas, a sus vinos y la Poesía.

Tras la desaparición de cuatro ya de los fundadores del Grupo A-7 tengo la impresión(a pesar de los enormes esfuerzos, dedicación y empeño por continuar con tan magnifica trayectoria por parte de los restantes fundadores y de Julián Creis (tras la muerte de su hermano) que ha hecho que Valdepeñas, a través de, principalmente, los ciclos de Vasos Nobles se conozcan, y no sólo por sus vinos sino que éstos,junto a los poetas,se han difundido por toda España) Tengo la impresión, repito, de contemplar un cierto deterioro, dejación, decadencia,abandono o falta de interés, no sé exáctamente qué, ya digo que es una impresión, una sensación que siento en estos dos últimos años, y no sé si en ello tienen algo que ver el "Traspaso" de titularidad de esta bodega y por tanto los Organismos Oficiales de la localidad.
De ser así, sería como si no se tomasen en serio o les importase poca cosa mantener lo que ha sido y aún es (la prueba está en la gran relevancia de los poetas que han pasado por El Empotro y del homenajeado este año Paco Brines) este proyecto de difusión de los vinos de Valdepeñas y la propia ciudad a través de la Poesía.

Tal vez esta sensación se produzca porque existe un proyecto de remodelación de la bodega, y de ahí su sensación de decadencia, falta de pintura, abandono... pues, según me cuentan, se eliminará parte de ella para abrir una nueva calle, hacer una plaza, viviendas, etc. (supongo que el ciprés en recuerdo de Gerardo Diego permanecerá en ella) y dejar la parte de bodega donde se encuentra, El Empotro, para dedicarlo a las actividades culturales. (Ojo: en las otras dependencias creo recordar que existen azulejos recordatorios del paso por allí de poetas que sería necesario rescatar para ubicar en lugar adecuado, supongo yo)

Durante estas dos etapas y además de otras publicaciones, el grupo A-7 viene editando una Plaquette, tamaño folio, con una selección de poemas del Homenajeado acompañada de unos dibujos del pintor Gregorio Prieto cedidos en colaboración por la Fundación del gran pintor Valdepeñero. En esta ocasió han sido nueve poemas de Francisco Brines.

El Vaso Noble de este año, Francisco Brines, fue presentado por el poeta Carlos Marzal que dijo estar encantado de presentar a un poeta que para él era como un padre por los consejos que le dió siempre, como un maestro por todo lo que de él y con él había aprendido y como un amigo porque así lo había sentido a lo largo del tiempo que ya se conocen. De la poesía de Francisc Brines dijo Carlos Marzal que lo más importante era la temática tiempo y que siendo Brines,. como es, un poeta elegíaco,en su poesía hay un fervor por la exaltación de la vida, del instante,del gozo del ahora, que también lo viene a convertir en hímnico.

Francisco Brines (a quien conocí personalmente hace ya muchos años y no veía desde hace dos o tres que coincidimos en el Ateneo de Madrid con motivo de un homenaje a nuestro común amigo Claudio Rodríguez) es un poeta valenciano nacido en 1932 en Oliva (la mítica Elca de su poesía). Tras el Bachillerato hizo la carrera de Derecho en Deusto, Valencia y Salamanca donde se licenció. Posteriormente cursó estudios de Filosofía y Letras en Madrid y durante dos años fue lector de español en Oxford. Aunque tras la muerte de su madre pasa grandes temporadas en Oliva, reside indistintamente en Madrid y en su tierra.

Ya he hablado de su primer libro, Las Brasas (Premio Adonais 1959) y tras éste, llegaron Materia narrativa inexacta (1965) Palabras a la oscuridad(1966) que obtuvo el Premio de la Crítica, Aún no (1971), e Insistencia en Luzbel (1977) libro que, entonces, dedicó por entero a nuestro amigo José Hierro que, por cierto, en las Tertulias de Autor de Helicón que yo dirigía, vino a ser su presentador (se lo pedí a Pepe Hierro porque en principio iba a presentarle Claudio Rodríguez y un compromiso adquirido le impidió hacerlo) allá por 1995 cuando Paco Brines publicó en Tusquets Editores La última costa. Pero antes de este libro había escrito y publicado El otoño de las rosas (Editorial Renacimiento,1986)que le valió el Premio Nacional de Poesía ( Recuerdo todavía cuando Paco me lo envió con una cariñosa dedicatoria.Ensayo de una despedida es el título que en 1997 daría a su Poesía completa (1960-1997) Libro con sucesivas ediciones desde entonces.

En reconocimiento a toda su labor creadora, Francisco Brines fue distinguido con el Premio Nacional de las Letras, otorgado por el Ministerio de Cultura, en 1999. También uno de sus últimos premios a su obra es, en 2007, el Federico García Lorca.
Cuando Paco y yo nos saludamos en El Empotro, le pregunté que qué tal estaba a lo que con su buen humor me respondió que por fuera mal pero por dentro estupendamente.
Fue grato encontrarnos, como siempre, y más tras dos o tres años de no vernos y fue igualmente grato encontrar allí a poetas amigos como José Corredor Matheos, Javier Lostalé, Jose Luis Morales,Juan Carlos Rodríguez Búrdalo, Francisco Caro,Delfin Yeste y, como buen valdepeñero, poeta y alumno de Juan Alcaide, seguidor y colaborador en ocasiones del Grupo A-7 a Emilio Ruiz Parra junto a su mujer, mi querida Franca Figueroa, ambos también buenos amigos míos. También se encontraba allí Teo Serna.

Francisco Brines, acompañado de Carlos Marzal, a quien tengo que enviarle una foto uno de estos días, se marchó hacia las cuatro de la tarde no sin antes firmar muchos cuadernillos Plaquettes) demandado por los asistentes al acto que fueron muchos aunque por "bueno" mi querido Paco Caro se quedó sin dedicatoria.

Yo fui "peor" y la dedicatoria que me escribió a mí, aquí os la cuelgo y también quiero acabar colgando un poema de Paco que leyó allí, que esta publicado en la Plaquette, que parte de él permanecerá en la tinaja dedicada a su Vaso noble, que pertenece al libro Aún no y que a mí siempre me gustó porque me parece a mi que es una muestra de su poesía de pérdida por un lado y de exaltación a la vida, a la pasión y al gozo de vivir intensamnete por otro.Francisco Brines terminó sum lectura señalando que la tristeza de lo elegíaco vive unida a la alegría, al gozo de lo hímnico, porque ambas cosas andan siempre entremezcladas. El poema es este:

MÉTODOS DE CONOCIMIENTO

En el cansancio de la noche,
penetrando la más oscura música,
he recobrado tras mis ojos ciegos
el frágil testimonio de una escena remota.

Olía el mar, y el alba era ladrona
de los cielos; tornaba fantasmales
las luces de la casa.
Los comensales eran jóvenes, y ahítos
y sin sed, en el naufragio del banquete,
buscaban la ebriedad
y el pintado cortejo de alegría. El vino
desbordaba las copas, sonrosaba
la acalorada piel, enrojecía el suelo.
En generoso amor sus pechos desataron
a la furiosa luz, la carne, la palabra,
y no les importaba después no recordar.
Algún puñal fallido buscaba un corazón.

Yo alcé también mi copa, la más leve,
hasta los bordes llena de cenizas:
huesos conjuntos de halcón y ballestero,
y allí bebí, sin sed, dos experiencias muertas.
Mi corazón se serenó, y un inocente niño
me cubrió la cabeza con gorro de demente.

Fijé mis ojos lúcidos
en quien supo escoger con tino más certero;
aquel que en un rincón, dando a todo la espalda,
llevó a sus frescos labios
una taza de barro con veneno. Y brindando a la nada
se apresuró en las sombras.

Francisco Brines

viernes, 4 de septiembre de 2009

DOMINGO NICOLÁS. Gadea . FERMÍN LÓPEZ COSTERO: Memorial de las piedras






Antes del verano me trajo Joaquín Benito de Lucas dos libros de la Colección Melibea (de la que es director) Eran los Premios Rafael Morales y Joaquín Benito de Lucas correspondientes ambos a 2008. Esta colección se publica en su ciuda natal Talavera de la Reina (que a mi me trae siempre gratísimos recuerdos)


DOMINGO NICOLÁS: Gadea

Dentro de esta Colección se publican estos Premios. El Premio Rafael Morales tiene ya un larguísimo recorrido ya que se inició en 1975 con el poemario ganador del cordobés Francisco Carrasco (poeta con el que coincidí con motivo de un homenaje en Talavera a su hijo predilecto Rafael Morales. Intervinimos para recordar a este gran poeta (al que siempre quise y admiré y,además tuve la gran suerte de contar con su amistad)unos cuantos Premios Rafael Morales y allí nos conocimos.
Aquel primer libro ganador se titulaba Con el tiempo en las manos. Este que vengo a comentar hoy de Domingo Nicolás, tras 34 años de vida de este Premio, se titula Gadea
y quiero decir que su lectura me ha sorprendido.

Domingo Nicolás es un paisano mío (nació en Murcia en 1937) residente en Almería al que, personalmente, no conozco aunque sé de él, entre otras cosas porque está (o ha estado, no sé ahora) a cargo de la revista BUXIA, arte y pensamiento en la que participé en un número, el 5, en 2007 integramente dedicado al poeta de Rota (Cádiz) Ángel García López con un artículo sobre su poesía en general y, en particular, sobre un libro suyo titulado Trasmundo que, en su momento,cuando Ángel me lo regaló, me interesó muchísimo.

Domingo Nicolás es ingeniero y colabora en prensa así como en revistas especializadas
y tiene en su haber literario un extenso curriculum asi como unos cuanto libros de poesía publicados y también de relatos.

Gadea, tras leerlo, me ha sorprendido gratamente porque como dice mi amigo y compañero Antonio Hernández, cada verso suyo es una sorpres de hoy y de mañana porque sus poemas son -lo dice Domingo Nicolás- Una conversación de profundo recorrido sobre lo que en la vida va pasando y te cruzas, y que en uno u otro sentido te estimula...

Domingo Nicolas desentierra del cofre de la melancolía y la memoria, del tiempo, saca lo que contiene, y observa que las mismas cosas, se aparecen como trnsformadas (aun siendo la misma cosa) en multiples caras, adoptan formas diferentes, son una cosa y, sin embargo, cada vez se muestra de distinta manera.
Así es GADEA, siempre resulta ser un personaje diferente, un niño, Dios,la Virgen, el Diablo, un hermosa mujer. Una sola cosa y muchas ante la multiplicidad de circunstancias o de valores que la vida va sirviendo; la injusticia, el amor, el odio, el hombre... con un temor - dice Domingo Nicolás- ocasional aquí pendiente: la muerte vecina acaso del homicidio, que hasta la fecha vino trascendiendo como hilo de frustración a esta particular propuesta poética desde el lejano sueño de la infancia.

Gadea es un personaje, pues, múltiple que ejerce a manera de conciencia e3n su versión feliz. Este personaje que es muchos personajes, cosas, situaciones,lo elaboró Domingo Nicolás a raiz de la guerra de IraK en 2003 y como dije al principio, para mí ha resultado un libro sorprendente. Os lo recomiendo.


FERMÍN LÓPEZ COSTERO: Memorial de las piedras

Si no recuerdo mal el Premio Joaquín Benito de Lucas se instauró en 1985 y fue mi amigo, el entonces jovencito, Pedro Antonio González Moreno el ganador de aquella primera convocatoria con su libro titulado Señales de ceniza. Por lo tanto han pasado ya 24 años de este premio que es pensó y se hizo para escritores que como máximo tuvieran uno o dos libros publicados.(o ninguno claro)



Fermín López Costero(Cascabelos, Leon 1963) ha sido ganador en 2008 con su libro Memorial de las piedras.
es este el primer poemario de este ensayista y articulista dedicado, principalmente, a la divulgación del arte medieval de la comarca leonesa de El Bierzo.
Un poemario, éste, de relampagueantes meteoritos imaginativos y luminosos, sutiles, livianos de peso, casi sin gravedad por el universo de la palabra que nos habla de melancolía y de luz con secos sonidos aéreos. Claridad, luz a pesar de la sombra, de la oscuridad del tiempo ya sucedido, ya muerto, ingravidez a pesar del peso de las piedras. La ruina y el silencio de las piedras fecundan el espíritu y la mirada a través de este Memorial primero hecho con recuerdos de piedras y de sus sueños para el hombre que no es otra cosa que "Carne, luz cenicienta y guirnaldas".

jueves, 3 de septiembre de 2009

ANTONIO DAGANZO CASTRO: POETA JOVEN Y MADURO









Antonio Daganzo Castro, tras una conversación que mantuvimos en el homenaje a Claudio Rodríguez (Fina de Calderón: Los miércoles de la poesía, 20 de mayo-09 teatro Fernán Gómez, antes Centro Cultural de la villa),me envió dos libros suyos: Siendo en ti aire y oscuro (Editorial Slovento) y Que en limpidez se encuentre (Ediciones Vitrubio).

Este joven poeta es licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid y es un gran divulgador de la música clásica en radio, además de dedicarse a las colaboraciones periodísticas regulares en el ámbito de la información especialmente cultural.
Literariamente fue seleccionado en el V Certamen Nacional de Cuentos La pluma exacta (Pinto, Madrid,2001) y fue finalista en el Certamen de Relatos Cortos (Ateneo Cultural 1º de mayo, 2004)

Siendo en ti aire y oscuro fue su primer poemario publicado en solitario en 2004. La poesía de Antonio Daganzo Castro, según palabras de su prologuista en este primer libro, Bernardino M. Hernando, profesor de periodismo de la U.C.M., es una poesía minuciosa y reflexiva. Y tiene razón y también, en mi opinión, acierta cuando nos dice que "sin ningún interés por los fuegos artificiales del lenguaje".
Este joven poeta, en su primera aventura poética en solitario demuestra tener una voz no de joven inexperto o primerizo sino madura y honda, una voz personal y con un musical ritmo formal (a la manera, en ocasiones, de los clásicos) acompañado de belleza expresiva.

A través de una serie de poemas, por lo general breves e intensos, descubro a un poeta que evoca el silencio y desdeña la soledad, un joven que lleva el amor en cada poema, el AMOR, con mayusculas, en la poesía y por tanto en lo que la conforma: la palabra.
"Médula / hazaña de núcleo, / disposición callada de los centros,/ soplo vital que tensa el infinito, /adorada fisiología inspiradora / donde me forjo"

Pasión por la palabra para una poesía que resulta un tanto extraña (aunque se agradece) en un joven poeta de veintatantos años que eran los que tenía cuando publicó este libro, primer libro, repito, que concluye con estos versos:

"Y yo sonrojo mi piel como mi escrito / pues en el lugar que corresponde, / siendo en ti aire y oscuro, / afirmo con un "te amo" la religión de mi agonía."

Me pareció,Antonio Daganzo, cuando lo conocí
(fue en La Casa del Libro, calle de Fuencarral, Madrid y él era el encargado de presentar, junto a Pablo Méndez, editor de Ediciones Vitrubio, un joven editor, poeta, emprendedor y entusiasta siempre de todo lo que hace, un libro, en aquella ocasión una reedición del poemario Adam-Kadmon de mi amiga Lola de la Serna) un muchacho amable, observador y tímido. Su presentación de aquel libro de Lola me pareció súmamente acertada y empaticé con él sin apenas conocernos porque observé en su mirada, mientras hablaba de Poesía, un brillo especial, el fulgor de aquellos que sienten la poesía como parte de sus vidas, como parte de sí mismos. Así pues amable, observador, tímido,silencioso cuando escucha y siempre entusiasmado con la poesía.

Estos dos libros que Antonio me envió los he leído este verano y este segundo libro suyo titulado Que en limpidez se encuentre busca unir sus dos pasiones Poesía y Música.
Los griegos hace unos miles de años ya lo dijeron: Poesía y Música son una misma unidad y, al tiempo, no sólo nos dejaron el ritmo de sus pasos (recordad que Eliot decía, mas o menos: no es que descendamos de Grecia, es que somos Grecia. Y nos dejaron también el ritmo, la música de sus "pies" (Yambos, troqueos, Dáctilos, anapestos, etc) poéticos y, gracias a ellos, seguimos (guste o no y en lineas generales) bebiendo de ellos, de su "clasicismo" luego adoptado por Roma cuando lo "Latino"( Catulo, Virgilio, Horacio...) se convirtío en supremacía cultural, difundiéndo por el mundo ese "clasicismo" en todos los géneros y todos los ámbitos originario de Grecia.

Antonio Daganzo Castro parece seguir, en ocasiones, los pasos (o pies) de los griegos, mira a los Latinos y contempla también a nuestros clásicos del Renacimiento y del Barroco para unirlos a todos ellos con esa música que le apasiona y que forma, según los griegos, repito, una Unidad junto a la Poesía. Y lo hace muy bien, creo yo, porque mirando, creando desde un clasicismo formal, escribe adaptándose a nuestro ahora, asemejando en las formas y mostrándonos un lenguaje del presente que , por otra parte, no es otra cosa que el producto de nuestro ayer y su camino hasta el hoy.

Sin aparentes eternales deseos en este muchacho que sólo parece buscar el yo y el hoy como paraíso de la mezcla en musical unión, con alegría, para beberse el agua de este gran Río de la Poesía (las aguas todas), aguas de hoy y de ayer, aguas de siempre, que deberían de ser una unidad porque forman parte de nuestro ayer, ese que nos trajo hasta ahora, y que son nuestras, y son suyas, con su limpia claridad o con su turbio devenir: Turbiedad aceptada que en limpidez se encuentre.

Lápiz de ayer,
papeles de mañana:
haced de este mi hoy el paraíso.


Que así sea. Y si no fuera así, al menos que le deje eso que Antonio llama:

el paraíso de la mezcla,
de la unión, la alegría,
hallazgo de las aguas todas juntas,
mías todas.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

JOSÉ LOPEZ RUEDA: CUENTOS PARA MURCIA



En febrero de este 2009 fui invitado por el profesor y poeta Teodoro Rubio a dar una lectura en ciclo de poesía que dirige en el Hogar de Avila. Allí me encontré con algunos poetas que, como buenos amigos, se acercaron a escucharme.
Antonio Hernández y Mari Luz, Joaquín Benito de Lucas y Francoise,Emilio Ruiz Parra y Franca (a Franca tengo que dedicarle un día una "entrada" en este blog para hablar de muchas cosas y de su colección de abanicos dibujados, pintados y con poema de muchos y grandes poetas españoles)También acudieron los poetas Francisco Caro, Pedro Antonio González Moreno,Julián Creis, Emilio Serrano,CarminaCasala y el profesor y poeta José López Rueda junto a su mujer (perdón, pero ahora no recuerdo su nombre).

José López Rueda, finalizada la lectura, ya durante el aperitivo que nos ofreció el Hogar de Ávila, me regaló un libro que había traído expresamente para mi por estar relacionado con Murcia (aclaro que yo nací en un hermosísimo pueblo de Murcia llamado Moratalla, situado al noroeste de este antiguo reino hoy comunidad y que recomiendo visiten en cuanto puedan, esta a 13 kms de Caravaca de la Cruz y es un pueblo que no os va a defraudar si os acercais hasta su huerta( regada, es un decir, por los ríos Benamor y Alhárabe y con una sierra para no perdérsela. Otro día hablaré más de Moratalla)
Le agradecí muchísimo el obsequio. Se trataba de un volumen, el segundo, con edición a cargo del propio José López Rueda y de Lola Vicente publicado por Cylea y titulado Cuentos para Murcia.

Pertenece, segun el Liminar escrito por Lola Vicente, a la Colección "CUENTOS PARA..." que va a tratar de abrirse un espacio en el horizonte literario actual y, si cabe, con este volumen, más vigorosamente en el ambito murciano pues en los texto que contiene se habla de Murcia, de las singularidades de sus pueblos y de sus gentes, creando así, en la ficción de sus cuentos, un nexo real con esta comunidad.
(Mi intención en este blog no es hablar de narrativa o cuento, prosa en definitiva, pero debo decir que hago alguna excepción si el autor es poeta o, como en este caso, se trata de algo relacionado con la tierra donde nací)

José López Rueda y Lola Vicente habían pergeñado esta nueva colección con la edición de un primer libro dedicado a Segovia y ahora este segundo, de Murcia. Me dijo Lopez Rueda que se había acordado de mí por murciano y porque, me comentó, el cuento que él había incluido en este volumen hablaba de un tal Pompeyo Azorín. (Una historia mágica sobre la pintura de El Greco, como una especie de alucinación y reportaje, que diría Pepe Hierro, sobre el tal Pompeyo Azorín y su pasión -correspondida por José lopez Rueda- hacia el pintor griego afincado en Toledo Doménicos Theotocópoulos, con un sorprendente final)

En este libro participan una treintena de autores y, entre ellos,algunos son de Murcia como Lola Vicente(Yecla),Alfonso Martinez Mena(Alhama), Sagrario Nuñez Molina(Blanca),Mercedes Molina Mir(Yecla),Raimundo Sabater(Yecla), Lourdes Ortega Puche(Yecla), Ana María Tomás(Jumilla) y J. R. Gómez(Cartagena). Pero, también, los hay de otras provincias, regiones o comunidades, como se quiera,colaborando en estos Cuentos para Murcia.

De Madrid, por ejemplo, además de José López Rueda, han participado autores como Miguel Ortega Isla, Juan Ruiz de Torres y Emilio Porte, todos ellos conocidos y amigos. También Medardo Fraile que abre este libro con un relato caústico de sus memorias y ya promete e incita a continuar leyendo.
De Castilla la Mancha están Beatriz Villacañas(Toledo)y José López Martinez(Tomelloso, Ciudad Real) como vereis la poesía está representada en muchos de los participantes). Por Cantabria Angelina lamela(Santander).De Aragón Mª Pilar Pueyo Casaus(Huesca). De Andalucía:Isabel Diaz Serrano(Sevilla), Alejandro Moreno(Lucena, Córdoba), Mercedes Alonso Merino(Jerez de la Frontera, Cádiz),la poeta Ángela Reyes(Jimena de la Frontera, Cádiz), Pilar Sanchez Álvarez(Granada). Del Pais vasco: Toti Marinez de Lecea(Vitoria-Gasteiz). De Extremadura: Juan Calderón(Alburquerque, Badajoz), Santiago Solano Grande(Cáceres). Igualmente han colaborado en este volumen el profesor, narrador y poeta venezolano Joaquín Marta Sosa (Nogueira,Portugal) y David Escobar Galindo (Santa Ana, El Salvador).

Les aseguro que he tardado en leerlo más por falta de tiempo que por falta de interés y les aseguro, también, que una vez comenzada la lectura este verano y haciéndola aleatoriamente, es decir: leyendo sin orden pero leyendo todos, he podido disfrutar de la magia breve y concisa de los cuentos, una magia repleta de dificultad pues el oficio de "cuentista" no resulta nada fácil y hay que saber ejercerlo para poder ofrecer al lector algo interesante. Aquí os puedo decir que se ofrece y se ofrece, con ello, fantasía, amor, ternura, misterio,rencor, justicia y se ofrece ironía y algo de humor a lo largo de sus 221 páginas.Y no viene nada mal algo de humor frente a algunos cuentos llenos de dramatismo y realidad. Todos, aderezados con el lírico toque de la belleza expresiva. Un acierto me parece a mi este volumen de la colección "CUENTOS PARA..." (Murcia en este caso) que supongo tendrá continuación con otras comunidades o provincias. Si así sucediera, sería signo evidente de la apertura de un espacio en el panorama literario actual y todo gracias a una idea pergeñada por José López Rueda y Lola Vicente.