Rafael Soler: No eres nadie hasta que te disparan
No eres nadie hasta que te disparan, nuevo poemario de Rafael
Soler (Valencia, 1947) publicado en Ediciones Vitruvio (Madrid,2016)
Rafael Soler es una especie de Proteus del mar mediterráneo, el que fuera llamado por Homero “anciano hombre del mar”, que cambia de
formas (aunque Soler no cambia de fondo), en cada una de sus entregas poéticas: “Y qué
buscas tú pelma insolente / hablándonos de aquel que conociste”
Proteico por poeta, novelista, ingeniero, sociólogo
y profesor de universidad, este Proteus actual no es cuidador de rebaños pero
sí cuidador de lenguajes y si no agita la tierra como su padre putativo
Poseidon, agita la poesía “personificando el inconsciente” que decía el
psicólogo Carl Jung o. tal vez, conscientemente, como dijo William Wordsworth,
porque “Estamos demasiado inmersos en el
mundo”
Soler escribe sobre temas
universales: el amor, la muerte... escribe de perdedores y lo hace con su
estética y su ética, además de con ironía, humor y emoción. Él mismo ha dicho: “el poeta es una mirada, es capacidad de asombro, es necesidad.”
Las Pérdidas, los fracasos, Rafael Soler los oculta
con sus transformaciones o cambios ofreciéndonos trampantojos, con películas, ahora de cine negro para sugerirnos sin mostrar, la verdadera cara del
espejo y, para ello, nos ofrece en este libro varios sujetos poéticos a modo de
guión cinematográfico. Un triángulo con acción de novela negra y la puesta en
escena de la “chica” Elvira, el “Chico” Martín, el “malo de la película” Abel, un personaje mudo ya que es el “narrador/Soler”
quien nos habla de él en su “cuaderno” y en los dos siguientes apartados.. Un tres
en uno para contarnos una película con asesinato (simbólico) incluido y la historia de un fracaso, vital, que el “narrador” (por
más que el triunfo le acompañe), se encarga, en mi opinión, de mostrarnos,
en el Epílogo y no.(al menos es la sensación que me produce su lectura), confesión solapada frente a la imagen.
“Y qué
buscas tú pelma insolente / hablándonos de aquel que conociste / y era alto de
nómina / en sus aciertos transitorio / en su corta victoria diez derrotas./// dónde
crees que vas / traducido tu pasmo a seis idiomas / hastiado el corazón” La poesía
suele decir más de lo que dice el poeta: ”Asomado a un instante que no es
tuyo”; pero el narrador trata de enmascarar la imagen del espejo.
“dónde ingenuo predador de los tinteros /
encontrarás tasada voz metro fonema”
Esa imagen que muestra, al hombre objetivo, al
poeta con la dosis de vanidad necesaria para observar la realidad en lugar de
contemplarse con la subjetiva y falsa mirada de la autocontemplación
narcisista. Nos dice: “cómo buscar el cauce que
cuida tus harapos / y palpita insolente porque ama”
Y se
fustiga y se flagela con hartura e ironía (y con sinceridad frente al espejo
objetivo, en íntima confesión con la imagen) “cómo perder / por una piel de
antes / la misma piel de siempre”
Rafael Soler es de los que piensan
que reponerse de un fracaso es más fácil que de un éxito, que cada cual lleva
consigo su alforja con los aciertos y con los fallos, que tropezar y caer es
igual a levantarse y seguir, que la vida es eso ganar y perder, perder y ganar
y mientras tanto la aceptación, la búsqueda, la indagación, que el ensayo y el
error forman parte del aprendizaje de vivir.
Ya lo dijo en Las cartas que debía: “Vivir es decidir / y todo error es tu grandeza //
pues solo cuando llegas / das por cumplido lo vivido”
Dije en este blog, sobre su primer libro Los
sitios interiores (1980), que era
la búsqueda de la propia identidad, a través de la reflexión íntima, a modo de viaje interior por un lado y de película
con fotogramas con lenguaje que introducía personajes de tebeo. Este poeta,
desde el principio, siente la necesidad de mostrarse sin intimas
confesionalidades haciéndonos creer ficción una realidad trastocada en poesía
con, como dije antes, trampantojo. “por un regocijo / este
semblante roedor de prohibiciones / en el negocio abominable de los versos”
Rafael Soler comenzó su labor creativa
en los 80 y se hablo de ella “como una de las más interesantes de la nueva
literatura española”. Luego con aquel largo silencio se dedicó – como él dijo–
a “bibir con b” es decir a “beber con
los que viven”.
Volvió Rafael
Soler, tras un prolongado silencio
con Maneras de volver: “yo
estaba en mi camino sentado con la tarde / y tú pasaste”. Y regresó con una
realidad poética embellecida y disfrazada de "caústica realidad imaginada": “mintió
quien te decía / que una laringe narradora / hace corto el luto y amable la
memoria”
Maneras de volver (2009) me
pareció (y así lo escribí entonces, también en este blog) que es como la
película de un viaje, iniciado en Los
sitios interiores(1980) (…) Y en tanto que viaja, con la memoria y con
el sueño, nos muestra su yo, a veces desdoblado, con imaginación o con
realidad, como en el espejo donde podemos ver el desencanto de quien, a través
del viaje y de las experiencias vitales, ha madurado en el desencanto de este
vivir provisional que trata de aferrarse a lo que permanece tras la provisionalidad
del viaje interior que vive, fotograma a fotograma de la película, de nuevo con
la certeza y la duda.
Todo en aparente ficción, en realidad
imaginada, pero que era, pienso yo, una realidad trastocada en realidad
poética: “mentirá el cielo en su estupor / mentirán los pechos resonantes / mentirán
las dulces ligaduras”
Luego, en Las
cartas que debía se nos dualizó
o desdobló como remitente y destinatario, con unos poemas donde jugaba a ser
uno y diverso, es decir él y nosotros al tiempo. Poemas dirigidos a personajes
aparentemente ficticios para contar y cantar, desde su yo al nosotros, su
realidad y sus sueños: “y
esa tristeza de la ropa”
Su siguiente poemario Ácido almíbar, era (y es en
mi opinión) un libro intenso y brillante que nos mostraba una
personalísima voz sutil, desconcertante, irónica… Sus poemas nos ofrecen
asombro y nos muestra en ellos su visión de la vida, su gozo y su
crudeza. Ácido almíbar es una excelente y honda reflexión
sobre la vida desde el nacer al morir porque "la vida siempre nos ofrece una cosa y
lo contrario". Y todo ello contado desde la metafísica del alma que
es la poesía: “pero es preciso indagar / es preciso indagar” seguir caminando hacia "donde habita el olvido", indagando siempre.
Rafael Soler suele
ofrecernos en sus poemarios la certeza y la duda, la ironía y el escepticismo,
la caducidad y lo intemporal entremezclado, tal vez en cada libro con tono diferente
o ciertos matices diferentes pero sin faltar la ironía ni la indagación
constante en el tratamiento expresivo.
Este narrador abatido frente al espejo, el que se
siente perdedor y se maltrata y se busca, en la vida y en el verso sintiendo
que es necesario indagar, para no acabar
sin fruto, seguir para dejar la palabra en el tiempo “solo así
da su fruto / el vientre estéril de lo eterno.”
Soler y José Maria Merino que ejerció de presentador |
Rafael Soler, con cinco
poemarios, además de su narrativa, ha conseguido situarse en un destacado lugar del panorama poético hispanohablante. No
hay más que acudir a sus presentaciones que, abarrotadas de poetas y amigos de
la poesía, esperamos expectantes lo que nos vaya a contar el presentador José María Merino sobre el autor y el
libro que viene a presentar y expectantes por lo que nos vaya a decir Rafael Soler
y los poemas que nos vaya a leer. Así sucedió en Madrid durante la presentación
de No
eres nadie hasta que te disparan en el salón de la Asociación de la Prensa.
Yo estuve allí y doy fe de ello.
A mí particularmente me han llamado la atención dos poemas (me han gustado muchos, pero especialmente estos):"Asomado a un instante que no es tuyo" y "Aviso a navegantes". Del primero ya he dado cuenta en esta reseña. Os dejo el segundo. Algunos poetas, en muchas ocasiones, hacen de la ficción una realidad lírica y otros enmascaran la realidad en una ficción lírica. El caso de Rafel Soler pudiera ser: "había dos mitades / dos formas de pensar que fuimos uno"
AVISO A NAVEGANTES
El lugar de los hechos
no es todavía el lugar de los hechos
ta calma noche transparente
tan grillo atareado en su colina
el verdugo
es un árbol que disfruta su baño lunar
mostrando al oscuro las enaguas
el cómplice
apenas lluvia que cumple a martillazos
su papel de lavandera
el arma del crimen
no es quien lo díría el arma de este crimen
es un teléfono con vocación de soga
que en la guantera suena
la víctima
un triste a dos manos que disfruta
con un grillo un volante
y con las curvas.
A mí particularmente me han llamado la atención dos poemas (me han gustado muchos, pero especialmente estos):"Asomado a un instante que no es tuyo" y "Aviso a navegantes". Del primero ya he dado cuenta en esta reseña. Os dejo el segundo. Algunos poetas, en muchas ocasiones, hacen de la ficción una realidad lírica y otros enmascaran la realidad en una ficción lírica. El caso de Rafel Soler pudiera ser: "había dos mitades / dos formas de pensar que fuimos uno"
AVISO A NAVEGANTES
El lugar de los hechos
no es todavía el lugar de los hechos
ta calma noche transparente
tan grillo atareado en su colina
el verdugo
es un árbol que disfruta su baño lunar
mostrando al oscuro las enaguas
el cómplice
apenas lluvia que cumple a martillazos
su papel de lavandera
el arma del crimen
no es quien lo díría el arma de este crimen
es un teléfono con vocación de soga
que en la guantera suena
la víctima
un triste a dos manos que disfruta
con un grillo un volante
y con las curvas.
Manuel
López Azorín
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