Antonio
Capilla Loma: Hacia la luz
Antonio
Capilla Loma (Cantillana,
Sevilla, 1954), reside en Madrid, es Licenciado en Filología Hispánica por la
Universidad Complutense de Madrid y Diplomado en Magisterio en la especialidad
de Lengua y Literatura. Se ha dedicado a la labor docente durante más de 30
años y, al mismo tiempo, a la creación
poética.
Hacia la luz (Ediciones Vitruvio, Madrid, 2020) es, si no
me equivoco, su séptimo libro de poemas. Un libro con unos sesenta poemas,
repartidos en seis apartados. La
intención del autor, en mi opinión, no es otra que la de caminar hacia la luz
que, a través de la poesía, puede alumbrar al hombre (Una luz humana pero que en
ella hay un misticismo-laico en esa comparativa de la luz, de lo sublime, del Misterio, tan anhelada por los místicos
con la luz que el hombre trata de alcanzar con afán de justicia, de igualdad,
de solidaridad, de amor en definitiva, un hombre en fin que pretende lo sublime
a través de la poesía, para todos los hombres ( un hombre, el autor, que no
está alejado de la mística con su idea de ir hacia la luz) y así, de
conseguirlo, estableciendo una analogía con nuestro mayor místico, Juan de
Yepes, darle por fin “a la caza
alcance”) para conseguir, en lo universal, un mundo mejor. Luz y poesía que más
que un estado unitivo busca el estado iluminativo del hombre en paz consigo y
con los otros a través del amor.
El libro va acompañado de
un magnifico prólogo de Ángel
García Galiano con el título acertadísimo de “El temblor de lo
sublime” y que nos dice que esta luz (que para mi querido Claudio
Rodríguez era el don): “fulge y vibra ya en la palabra” y es que este libro,
y no podía ser de otro modo, es un enorme libro de amor, pues en el amor está la
luz y todo lo demás. Hace años ya escribí: “Solo
el amor nos salva. Sin amor / anda perdido el eco de la vida./ solo la luz
alumbra, sin la luz,/ oscuras, las palabras desvanecen” De manera que la vida,
vuelvo a Claudio, sea como él decía: “don y aventura”, luz y amor.
Y Ángel García Galiano nos dice en el
prólogo: “La palabra y el silencio. El límite, el temblor de lo sublime” (La
luz y el amor ). Y más adelante nos dice
que: “el tú de este poemario, real y elusivo, explicito a veces, insondable
otras, universal e íntimo a un tiempo, es el corolario mismo del libro y el
que, al cabo, lo dota de sentido. La poesía de Hacia la luz brota de un anhelo
infinito de abrazo y culmina, cuajado de emoción y arrebato amoroso, en el
regazo de quien lee.”
Hacia la luz es un libro de enorme madurez. Antonio Capilla, con él, nos da muestras de su sabio aprendizaje a lo largo del tiempo, de su
saber hacer poético y en todo ello nos ofrece su reflexión humana sobre este
tiempo y esta sociedad en la que vivimos.
Comienza este libro con un
poema dedicado a Raquel: Hoy me miro,
mujer, en tu mirada / y me siento prendido de tu luz.(…) me conforta la dicha
de quererte /y en tu amor la certeza de estar vivo. Lo que nos confirma
que, a través de la fortaleza del amor, con la poesía, se inicia el camino hacia la luz.
De modo que Capilla
Loma nos lleva por el camino que va
hacia la luz con poesía de amor, de pensamiento, existencialista, de
compromiso, de comunión con los otros, íntima
al tiempo que colectiva y filosófica hacia casi el final. El
poema “Y ahora me pregunto” (pag101) lo cierra diciendo: Y el ser humano, el ser /que ansío sublimado,/ ave fénix surgida / de
su propia aflicción / de su propia miseria / de su propia oquedad / como águila
de fuego / que se eleva en la noche/ con las alas del tiempo,/ nos nacerá
sublime en el amor.
Así pues, como dijera José
Paulino Ayuso de este poeta: “Antonio Capilla es de la estirpe
machadiana del amor” y por lo tanto, como Machado era admirador de Unamuno,
en Capilla vemos también aquello de “siente
el pensamiento, piensa el corazón.”
Ya dije en su día , en reseña de algún otro libro suyo en
este blog, que Capilla Loma nos presenta la palabra cargada de emoción,
clara, directa, lírica, imaginativa, con la difícil sencillez de quien conoce
bien la norma, tanto clásica como tradicional y conoce la cadencia, el ritmo la
musicalidad que necesita el poema y la
pone al servicio de la poesía y del hombre. Como este hermoso libro pleno de madurez poética y humana que lo confirma.
Entre otras obras Antonio
Capilla Loma ha publicado Canto de la infancia y doce poemas de amor
(1985) Y el corazón al viento (1991) Viento del sur (2009 ) El
fuego de la palabra (2012) El águila del fuego con las alas del tiempo
(2013) Piedra de la honda ( 2016)
Manuel López Azorín
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