sábado, 18 de febrero de 2023

Luis María Pérez: "Entre perros y ángeles"


 


Luis María Pérez: Entre perros y ángeles

 


Me llegó un libro  de un autor del que me sonaba su nombre pero no creía conocerlo personalmente: Luis María Pérez (Portugalete, Bizkaia), el libro Entre perros y ángeles (Editado por el Ateneo de Córdoba, 2022), venía avalado por ser el ganador del Premio XXXVIII Juan Bernier de Poesía.

Efectivamente vi que le tenía como amigo en las redes y recordé que le había leído en la revista digital Poesía y Métrica, leí algunas entradas de su muro en Facebook  y confieso que me asombró su ritmo, su  aparente facilidad para el endecasílabo, verso blanco, para el soneto...

Luis María Pérez


Continué buscado información sobre este poeta y encontré que Luis María Pérez Martín, reside en Sestao, es abogado en ejercicio desde hace más de veinte años, y ha publicado, además de este  Entre perros y ángeles, cuatro libros de poemas: La gloria de ser mortal (, 1995), Al contrario que en los cuentos (2003), Blues del pólipo esdrújulo (2018  ) y Memorias del confinamiento ( 2020). Vi también que , tal como dije al principio colabora actualmente en la revista literaria Poesía y Métrica, y es miembro del grupo poético La Guasa Decimal  y ha participado en numerosas antologías.

Entre perros y ángeles es un libro  compuesto por un breve pero muy acertado prólogo de Javier Ruibal donde da cuenta de lo bueno de este poeta, de este hombre: “…si tuviera el lector la suerte de cruzarse a Luis María Pérez en cualquier lugar, no le de una palmadita en la espalda ni le guiñe aprobando sus maestrías. Acompase sus pasos a los suyos, camine con él un rato, mire a donde él esta mirando, respire y reciba el regalo.  Un hombre bueno esta a su lado no desperdicie el privilegio”  Dicho por Javier   Ruibal  habrá que conocer personalmente a este poeta.




Dos apartados componen este libro: I: Endecasilabario y II.- Sonetos,  acompañado de una coda final con un poema: “Remanso .”

Destaca este libro por su variedad temática, aparentemente sencilla en su lenguaje, de amplio bagaje cultural y de mucha hondura de pensamiento. Su primera parte compuesta por poemas en verso blanco con cierta ironía , humor, reflexión profunda y algo de escepticismo.

La segunda parte se compone de sonetos al modo clásico , escritos unos con los clásicos cuartetos ABBA -ABBA  y libertad variada en los tercetos aunque con predominio de los más usados y clásicos  CDE-CDE pero con una puesta al día en el empleo de un lenguaje de ahora.

Valentín Martín


Mi hermano Valentín Martín, sabio donde los haya, se fijó en este libro y le dedicó uno de sus artículos , o crónicas  y yo no me resisto a transcribirlo aquí y dejar constancia de su sabiduría  en este blog.

Sobre Entre perros y ángeles dice Valentín:· “Fue en octubre cuando espigaron entre 98 libros para elegir este que tengo en las manos. Había llegado del Cantábrico, de Portugalete o Sestao, no se sabe, y hablaba como hablamos hoy.”


Javier Ruibal
(…)

" …sospecho que tengo mejor los pies planos porque me apoya la voz de Javier Ruibal en un prólogo con hoja de reclamaciones. Javier Ruibal ha visto lo que yo:40 bravísimos poemas agavillados por un caminante de versos y no de parné.

Miren lo que les digo: poesía porque sí, sin fanafarrias ni algarabías, ese es Luis María Pérez donde la certidumbre tiene su sitio”

(…)

“Hay que avisar a la perrera de que no conteste ni haga caso a la tentación de este poeta. Que su silencio administrativo no interrumpa esta voz peregrina sin recambio.

Porque si Luis María Pérez hubiese dejado de silbar nos habríamos perdido el dibujo postbélico de un padre proveedor de tebeos y devoto de Burlan Caster.

Y todo el amor de un hijo que cabe en ese verso ("a decirle en silencio que le quiero" ) mientras el hombre antes del olvido pararía, si pudiese, los balazos de la pantalla. Por ejemplo.


   (…)

“El soneto exige la musicalidad sin balbuceos que emparenta verso a verso. Pero en los catorce poemas anteriores Luis María Pérez tiene muy claro que no va a abdicar nunca del sonido y del lenguaje.”

(…)

“La poesía de Luis María Pérez no es simplista ni en los temas ni en la forma. Tiene una hilandera irrenunciable donde se enlazan las secuencias que van construyendo el poema, los poemas. Y no se frena a la hora de la libertad creadora.

Desde la pureza llena de bocacalles donde te espera la pluralidad de la misma vida, puede surgir un zurriago a los traficantes de sueños, un canto de amor a la locura, una invocación a la madre joven -de ángel a ángel- , un recado a los psicópatas diarios ( los hay a miles, apunto yo), ese Dios mirón que no tiene idea del hombre, el mismo hombre que siente la mano del amo en su cabeza.

(…)

No sé si existe la figura del poeta cronista que cuenta lo que pasa al escribir lo que le ocurre a él en sus aposentos interiores y en su mirada sobre las cosas. (se muestran aquí los tercetos):

 


“Yo quería ser bueno, sin embargo

no recuerdo por qué, cuándo ni dónde

extravié para siempre la inocencia.

 

Ahora sé que ser bueno se hace largo;

menos mal que hay un diablo que se esconde

en los niños armados de paciencia.”

 

Y en sus conclusiones ("ser bueno se hace largo"). Por si acaso se le queda escasa la paciencia,

Luis María Pérez juega con un sarcasmo sonoro sobre el papel de la tilde en nuestras vidas desde Di Stéfano a Karl Marx para concluir en la educación, la libertad, la historia, el ser humano.

Menos lobos para quien crea ver aquí  un atisbo de frivolidad en un juego de mentira. Todo queda claro en el remanso final de una coda como herencia. 

Luis María Pérez ha escrito un libro, otro libro, este libro. Es un libro sin tapias y con mucha hierba. Tiene la seducción de las exactitudes silvestres. Y yo estoy de acuerdo con él.”

 Y tengo que decir tras leerlo que yo también.

¿qué más puedo decir de este libro y de este poeta que no esté ya en las palabras de mi hermano?

Solo terminaré diciendo, para ampliar lo de mi hermano, Valentín, que si Félix Maraña me lo canta  como versolari por algo será:

Félix Maraña

“Yo no me fijo en cualquiera

y si tengo que cantarlo,

canto y cuento a mi manera”

 

Y termino con el final de la coda, del poema "Remanso": 

“No deben olvidar que a fin de cuentas  

no puede existir mayor victoria

que el orgullo insobornable  de saberse

timoneles

de su propio barco a la deriva”



Leanlo, Luis María Pérez ha escrito  un buen libro y esta reseña que contiene a tan buena gente como mi hermano Valentín  un sabio, el Jefe del país de la Zurriola, otro sabio Javier Ruibal otro más, además del poeta que no conocía  y  que escribe con un gran sentido de lo que tiene que tener un verso para ser poesía: cadencia, ritmo, todo lo demás medida, rima... puede o no acompañar al poema, pero el ritmo, la cadencia es una obligación que todos los que nos dedicamos a escribir debemos tener muy en cuenta si es poesía lo que intentamos crear.

 

                 Manuel López Azorín

 

 








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