lunes, 1 de abril de 2024

Juana Vazquez Marín: Queja

 

Juana Vazquez Marín: Queja


Juana Vazquez Marín, (Salvaleón, Badajoz,1951) acaba de publicar  en Ediciones Búho Búcaro, Poesía, la plaquette número 40 de esta editorial dirigida por Pilar S. Tarduchi, autora también del diseño de portada y de las ilustraciones, y de Oskar rodríguez.

Hay que destacar que estas ediciones de cuadernillos breves, o libros de poco grosor, son en Búho Búcaro  un “producto no lucrativo”. “Un breve trabajo de exposición que permite promocionar la obra de los autores, difundir y divulgar en Centros culturales, bibliotecas públicas Tertulias, etc.” 

Esta es la grandeza de Ediciones Buho búcaro, de sus editores y de estas pequeñas joyas conocidas como plaquettesy que ya sobrepasan los cuarenta números, números en los que podemos encontrar a poetas como Manuel Quiroga Clérigo, Antonio Daganzo, Javier del Prado Biezma, Ángela de Mela o María Antonia Ortega Hernández, entre otros  además de los editores que, como poetas, también han publicado en esta colección al igual que lo hace ahora  Juana Vázquez Marín.

 

Juana Vázquez Marín reside en Madrid desde sus tiempos de estudiante. Obtuvo en la Universidad Complutense de Madrid  la licenciatura de Periodismo y, en 1990, el doctorado en Filología con la tesis El costumbrismo español en el siglo XVIII. Catedrática de enseñanza secundaria (Lengua y Literatura) ha sido profesora en la Universidad Autónoma y en la Universidad de Alcalá de Henares.

Ha publicado distintos ensayos sobre la España y el Madrid del siglo xviii, La mujer en el Quijote o El carácter precursor de Zugazagoitia  en la novela social.  Además ha publicado dos novelas, Con olor a naftalina Tú serás Virginia Woolf. Como periodista se ha especializado en el ámbito cultural. Ha colaborado en proyectos del C.S.I.C. y en revistas, como Barcarola, Cuadernos Hispanoamericanos, Insula, Revista de Libros  y otras revistas, así como en los Suplementos Culturales de Diario 16, El Mundo y ABC. Escribe en El Pais y para Cuadernos del Sur. Durante diez años publicó un artículo semanal de opinión en el diario HOY:

Es miembro de la Junta de la ACE Asociación Colegial de Escritores  de España. Ha sido jurado del Premio Nacional de Ensayo (2009 y 2016), del Premio Nacional de Poesía (2007 y 2017), y del Premio Nacional de Teatro (2008)


 Su producción poética a lo largo de tres décadas ha sido incorporada a distintas antologías de poesía española  y en cuanto a libros de poesía ha publicado:

En el confín del nombre, Madrid, Huerga y Fierro, 1998

Nos+Otros, Madrid, Sial Ediciones, 2003, 

Gramática de luna, Madrid, Huerga y Fierro, 2006, 

Escombros de los días, Madrid, Huerga y Fierro, 2011, 

Tiempo de caramelos, Madrid, Calima, 2012, 

Yo oscura, Logroño, Ediciones del 4 de agosto de 2014

El incendio de las horas, Madrid, Huerga y Fierro, 2015,

La espiga y el viento (antología poética), Oviedo, Ars Poética, 2017, 

Voz de niebla, Oviedo, Ars Poética, 2020

Reseña de este último libro, Voz de niebla, podéis encontrarla en este blog del que comento que: es un libro existencial, un  libro del que ya habíamos hablado la autora y yo y que Juana Vázquez, dedica a su  marido, un libro que surge desde su yo interior y nos ofrece unos poemas existenciales  que  emocionan, que conmueven por verdaderos, por sinceros,

En  QUEJA Juana Vázquez, Existencial  y reflexiva,  nos habla, con gozo a veces y con angustia y queja, del misterio de la poesía y nos habla de sí misma abrazandose a la naturaleza. Uno de los poemas, precisamente del que toma título esta plaquette dice así:

QUEJA: ¿Qué Oriente es ese, /que se arrebola en las madreselvas /que se encumbra en el hechizo/ de unas horas /que toca con la luz el costado / y resbala entre lirios / para hacerse luego /  carne de cunetas y suspiros?”

Juana Vazquez escribe con libertad, con ritmo y con lirismo  escribe una poesía de palabra  clara, de aparente sencillez y con una enorme fuerza expresiva. Su poesía surge como un torrente desde el fondo de sí misma, un canto en el que con queja o ternura nos habla  de una realidad donde la luz y la  sombra y la materia de los sueños, que es  la memoria, nos ofrece su raíz, su origen...

La vida es un revoltijo de emociones / a veces tengo que ordenar mi cabeza  / y despejar y admirar / y al fin reposar / en un lecho de flores humildes / para poder seguir adelante.”

La búsqueda del la luz y la belleza: “La belleza es la escalera / hacia la vida / y reside / en una orquídea huérfana./ Todo afán es no quedarse / sin olas / no morir en el azul / reclinado en el azul. / Y es que el silencio de la belleza reside / en la antesala / de la muerte”

La Búsqueda del mundo:  Que sea la paz /  que las manos acaricien praderas / que el silencio se duerma / que todo se vuelva / palabra florecida en lagos de albas / que se cumplan los sueños del mundo.  

La búsqueda del sujeto poético que es la búsqueda al mismo tiempo del sentido del mundo en general y lo hace como he dicho con  una sencillez aparente, muy lírica y llena de metáforas. En su poesía podemos encontrar amor, belleza y compromiso y en ellas la queja del tiempo sucedido, la queja, la infancia, la queja del presente,  el temor…

Resbala la alegría / siempre resbala / entre arboledas de agua / hacia los pozos hondos . Las cuevas la recogen / la noche le trae sueños   / se pone en pie el temor / se sienten los altares / con incienso y réquiem. / Avanzan calendarios / que siempre palidecen.

Pilar S Tarduchy y Juana Vazquez


El ayer en la materia de los sueños (la memoria), el ahora en la queja, o la ensoñación, el mañana,el misterio de lo por llegar y mientras tanto Juana, que nos llama “amores” cuando se dirige a nosotros los que la conocemos sigue buscando el sentido de las cosas, de la naturaleza, del ser humano y de la poesía…

                                           Manuel López Azorín


sábado, 30 de marzo de 2024

Alfredo Jesús Sánchez Rodríguez:TERRITORIOS y ENTRE TÚ Y EL MAR

 


Alfredo Jesús Sánchez Rodríguez:

TERRITORIOS y ENTRE TÚ Y EL MAR



ENTRE TÚ Y EL MAR

Alfredo Jesús Sánchez Rodríguez (Castellar de Santiago, Ciudad Real, 1959). Recibo dos libros: de Lastura Ediciones, el poemario Entre tú y el mar, colección Alcalima de poesía,( 2021), y el poemario Territorios, de la Diputación de Ciudad Real, Biblioteca de Autores Manchegos, Colección Ojo de Pez,(2021),

Entre tú y el mar viene acompañado  de un prólogo de  Fernando José Carretero que entre otras cosas nos dice: “ Trata Alfredo en su poemario de un clásico binomio en la poesía de todo lugar y tiempo: el amor y el mar. amor y mar que encuentran su frontera –no siempre permeable– en una playa que es él mismo”

Leer este libro es  imaginar el mar y sentir como un aliento de vida, la búsqueda del conocimiento interno, ese interior que escondido calla mostrando lo que a veces se queda dentro de nosotros pequeños seres frente a su inmensidad y desde la visión o imaginación de su grandeza, una grandeza que nos lleva  a reflexionar sobre todo aquello que nos rodea , que forma parte de nuestro día a día, la naturaleza, las personas queridas, el amor, la duda, , en fin la vida en definitiva, esta vida que no sabemos si ha de llevarnos hacia algún lugar.

En su contraportada nos dicen que “La escritura de Entre tú y el mar se nos presenta tal un todo fluido, a modo de un único texto que discurriese a semejanza del continuum oceánico. En este libro el autor alcanza una esclarecida transparencia formal bellísima; intimista. Una bocanada de aire fresco”.

 


Las auroras en su sitio

mientras abre el mar su puerta inmarcesible

de tiempo y lejanía

la luz pone las auroras en su sitio

–medio encantadas medio pálidas–    

 

Y el vuelo de los élitros festeja el milagro

Y las gaviotas

              que danzan en pleitesía

y el brillante fulgor

como de gardenia que mana

del rocío deshaciéndose

 

todo  como un ofertorio

como un rito iniciático y nuevo

que inaugurase cada mañana la vida.

 

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TERRITORIOS

 

Dice mi buen amigo Federico Gallego Ripoll, prologuista de Territorios , el último por ahora libro de Alfredo  Jesús Sánchez Rodríguez que : “La poesía, la verdadera poesía es la que se deja fluir desde el corazón, la que busca su cauce como lo busca el agua, y en ese discurrir atraviesa paisajes diferentes y acomoda su caudal a la horma de lo que se encuentra”

Ya solo leer esta reflexión  de Federico  sabes que te encuentras frente a un libro de un poeta que “Teme y ama y entrega cuanto tiene” con una poesía de verdad, sencilla en su lenguaje que no simple, con toda su franqueza y eso me incita a seguir leyendo.

Territorios es un libro íntimo, es un recorrido personal en que que caminan lo físico y el interior juntos es recorrer  desde si, la memoria, la condición del ser humano, la suya de poeta, ir hacia el enigmático destino con el mar como escenario, “con vocación de amor, de asombro de presagio y veneración, de donde se viene, se va y se vuelve,”

La amada, el mar y el amante juntos  en la memoria del poeta como resumen  de su interno discurso existencial Discurso de trascendencia , de palabra, de amor.

Territorios físicos y territorios interiores en una poesía que  es verdadero y nace, como bien decía Federico, del corazón.

Y después de tanto recorrido, de tantos territorios vuelve el poeta del. mar a su llanura:



 Vuelvo del mar

inmenso yo de su luz,

saciado de horizonte y lejanía.

Vuelvo del mar, 

asombro y espíritu,

pregunta y origen

 

Pero vuelvo de un mar

sin fuego de atardeceres

sin lienzo

de púrpura y añiles,

de sangres en retirada

de cobre, jade y oro.

 

Y eso le falta a este mar,

un sol que pudiera atardecerme

cuando devano mis ojos

              esperando la noche.

Vuelvo del mar

y arribo a esta llanura:.

Mi llanura 

raíz y cuna y tierra

codicia y matriz de mi embeleso.

 

Y aquí sí: 

ante mí,

la fragua de la tarde

.


Alfredo Jesús Sánchez Rodríguez es Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid. Reside en ciudad Real desde 1998 y es funcionario del Cuerpo Técnico de Inspección de Trabajo.

Escribe casi desde que aprendió, siendo la poesía su medio de expresión con muchos altibajos en la perseverancia y sin pretensiones.  En 2014 entra a formar parte del Grupo Literario Guadiana, de cuya Junta Directiva es miembro y donde coordina Manxa, su revista literaria.

Ademas de estos dos poemario que comento aquí  Alfredo Jesús Sánchez Rodríguez ha publicado otros libros de poemas  cuyos títulos son: Resumen de amor y vida (2017).Cuaderno de Campoamor (2018, Premio Nacional de Poesía Pedro Marcelino Quintana, Arucas, Las Palmas de Gran Canaria) y Como el felino ansía la gacela (2020); 

Publica además de en "Manxa", en otras revistas como “Pan de trigo”, “Quevedalia”, “Calicanto” “Raíz en rama”... todas ellas revistas de creación literaria. Y ha obtenido diversos premios por su labor poética. Figura también en libros colectivos y se dice que cultiva, con la misma pasión que la poesía, su faceta de cantautor.

 

                          Manuel López Azorín

 

 

viernes, 22 de marzo de 2024

José Luis Morales ." ELLOS "

 


José Luis Morales . ELLOS

 

José Luis Morales ( Fernán Caballero, Ciudad Real, 1955) nos presenta su nueva entrega ELLOS (Mahalta poesía,2024) de la trilogía con la que, nos dice, descansará  de escribir poesía. Esta trilogía estará compuesta por ÉL, ELLOS y LOS OTROS. En Ellos el autor recoge casi todos los poemas que ha ido dedicando a quienes él considera sus maestros, clásicos o contemporáneos, a algunos de los cuales (José Hierro, Claudio Rodríguez, Eladio Cabañero, Carlos Sahagún, Rafael Montesinos) ha tenido la enorme fortuna de poder llamar amigos.

Y como pienso que no hay nada mejor que escribir lo que ya nos

 deja José Luis como introducción de este ELLOS, dejo aquí el

poema con el que se inicia  y que da título al libro, un poema con el

que, tras leerlo, seguro estoy que iréis a  comprar este volumen que

tan cuidadosamente ha publicado la Editorial Mahalta, y seguiréis

leyendo hasta el final  porque pienso que dejará en vosotros, este

confesional poema, ritmo, emoción y vida y os tocara los sentidos 

tal y como suele hacer la poesía escrita con verdad.

ELLOS

Entre todos los libros que han encontrado un hueco

para vivir en casa, hay unos pocos

que releo a menudo, sin prisa, despertando

con cuidado la voz que duerme en sus palabras.

 

Con ellos he vivido.

Navegando con ellos ha encontrado 

islas en alta mar mi corazón, perdidas

playas donde no hay nadie.

Gracias al pas à deu que es su lectura 

burlé la soledad, y algunas veces

creo que fui feliz.

                             Por eso ahora

me atrevo a compartir la soledad de Antonio

Machado, al recordar

en estos secos campos de castilla

dode habito y escribo,

viejos días azules bajo el sol de la infancia.

 

Y, aunque ya no me riñe, busco a Eladio,

noble andamio de sueños, Cabañero,

–sarmiento, tren, bolliscas, ternura a la deriva–,

Naúfrago por las calles de este Madrid sin una

Sola señal de amor  ni un mal recordatorio.

Cómo te echo de menos, 

terco vendimiador, cegato y mal casado,

que te quedaste muerto en mi mirada

a punto de cumplir setenta anchuras.

Y junto a Eladio y Blas 

de Otero –padre

para mi voz civil–  medita Carlos

silencioso, Sahagún, niño profeta,

buscador de tesoros en estantes

del Rastro o de la Cuesta

de Moyano, clamor y hombre cabal

convertido en silencio pensativo.

 

Tal vez no fue José Agustín, tal vez

Fuesen Jaime o Leopoldo o Gloria,tal

vez alguno de tantos rafaeles

– Morales, padre, Alberti, Montesinos–

como he querido, quien

me acompañó, orientándome

por un campo minado de metáforas

hasta encontrar la senda de un lenguaje

adecuado a mi voz, con patria y tiempo, fiel

a su origen: un yermo

de cenizas volcánicas y un río.

 

Desde aquellas miradas 

sin más paisaje que el azul y el ocre,

me acompañan frailuises y manriques,

garcilasos y góngoras, migueles y Francisco,

ese dios del soneto y de Quevedo.


Y en estas compañías anda Luis

Rosales, el autético

perdedor, el poeta

que acabó convirtiendo sus versos en un río navegable,

tal vez para ayudar,

tal vez para ayudar a que la sangre

vertida, no en Granada, sino en España entera,

se perdiera en el mar

de la conciliación, Hermano

sin edad, a ti vengo

a la hospitalidad sin puertas de tu casa

encendida me acojo,

y atrapado en la red de tu almadraba

sé por qué la amistad tiene tus brazos.

 

Y entre Luis y León


Felipe – lobo

Del desierto, violín

desafinado y viejo, pero tan necesario

ahora como entonces –canta un Ángel

más de la tierra que del mar, González,

en cuyo áspero mundo crecí,  siendo palabra

sobre palabra, alzando

la voz junto a otras voces, casi siempre

sin esperanza, con convencimiento.

 

Muy cerca de la mesa, 

desde estantes que alcanzo

con estirar el brazo, otros amigos

suelen hablarme cada noche: Claudio

Rodríguez, con un vaso

de luz y de celebración, leyenda

de ternura que aún

juguetea en el porche con mis hijos, y Pepe,

que sigue a solas dibujando, Hierro,

con pétalos de rosa, hojas de hiedra,


vino tinto y café,hasta que estampa

en la piel del mantel

su autorretrato.

 

Y aunque esta biblioteca es como un bosque 

tropical, una selva

desordenada y turbia,

donde solo unas manos curtidas son capaces

de orientarse, en un claro

sin maleza y sin árboles, arrimado a la orilla

de un arroyo sin nombre, vive su exilio Pedro

Salinas, la secuoya

Solitaria, el torrente

de música que eleva

su armonía tan alto

que solo los pronombres y los ojos

insomnes de algún pájaro

saben con qué voz canta.

 

Todos los días llegan nuevos libros

 de viejos conocidos o de amigos recientes

a mis estanterías, Yo los leo,

como he leído siempre, con un lápiz a mano

y la emoción alerta.

 


Amigos, es un poema largo, pleno de ritmo, lleno de afectos y de 

emoción. Yo que he conocido a casi todos los poetas que andan por 

este ELLOS, os aseguro que me he emocionado y también que me 

hubiera gustado ser el autor de este hermoso poema, pero al Cesar 

lo que es del Cesar. Leed el libro porque seguro estoy de que os 

tocará los sentidos y la emoción vendrá a vosotros.

Hace tiempo ya, concretamente 10 años, que escribí en mi blog una 

“Memoria poética” sobre José Luis Morales

Y en ella decía yo:

Los otros es uno de los tres libros del último proyecto literario de José Luis Morales: una visión sobre su trayectoria vital, sobre el mundo y sobre las relaciones que el autor ha mantenido con algunos de los grandes poetas de su tiempo. En Los otros, en sus poemas, el mundo y los que lo habitamos, están escritos con realismo y con objetividad, y siempre con el ritmo y la emoción que sabe bien y maneja el poeta. En este libro hay ternura y hay dolor y anda en él el conocimiento asumido de lo fugaz de la vida. Todo ello escrito con versos rítmicos y armónicos

No sé cuánto tiempo hace que José Luis y yo nos conocemos. Lo que sí sé, lo sabemos ambos,  es que somos ya desde, hace tiempo, dos poetas colonizados por la poesía y “colon-izados” hacia la contemplación de la vida como un regalo y aunque  nuestra poesía sea elegíaca, anda llena de esa conciencia vital que nos hace apreciarla, hasta o desde las cosas más sencillas y cotidianas, como algo tan valioso  para el ser humano que olvidarse de ello por otros intereses ya no es algo que nos resulte indispensable. Lo realmente indispensable es el sueño de soñar que soñamos al escribir, lo dice mejor José Luis  en estos dos tercetos: Estoy, estás, estamos aquí dentro, /  presos en un renglón enamorado. / Cada lector será un lugar de encuentro / diferente, fugaz, inesperado. / Y nosotros aquí, palabra adentro, / serenos, siempre hoy, nunca pasado

José Luis Morales es un poeta con madurez que  escribe sin hojarasca desde sus primeros poemas, su poesía es la sustancia del poeta que ha pasado por  todas las etapas del aprendizaje aprehendiendo lo esencialmente importante. Vive en silencio su labor  de poeta, sin alharacas ni fuegos de artificio, y escribe en silencio y nombra a la vida con palabras sencillas, humildes, verdaderas y emocionantes, porque la emoción siempre camina por su poesía ya sea de frente  con sincera claridad o al sesgo, con reflexivo pensamiento. Una poesía la de José Luis Morales sólida, armónica, musical, verdadera, como él.

Para él, y en esto me recuerda a Claudio Rodríguez:  hay que caminar por la vida, observar, interiorizar, sentir y desde nuestra propia experiencia, escribir y hacerlo con palabras claras y precisas.

 

En definitiva, y como ha dicho José Luis,  tratar de lograr decir lo que se ha vivido, experimentado, observado, interiorizado de la forma más precisa más hermosa, más emocionante, más adecuada y más verdadera. Lean ELLOS, esta hermosa edición que ha publicado Editorial  Mahalta, porque en sus poemas está la poesía que toca los sentidos.

 

                          Manuel López Azorín