miércoles, 12 de febrero de 2025

Manuel Cortijo Rodríguez: "A fin de cuentas"


Manuel Cortijo Rodríguez: A fin de cuentas


 

A fin de cuentas (Mahalta Ediciones, 2024), el último libro, hasta ahora, de Manuel Cortijo Rodríguez con portada del poeta y pintor Teo Serna y un hermoso e intenso prólogo de  Cristóbal López de la Manzanara que nos dice en él que: “En este poemario el dolor y la alegría forman partes por igual en una aleación estética. La alegría y el dolor están unidos en una afirmación de vida y de plenitud”.


El libro esta compuesto por un pórtico: Vivir es ir aprendiendo

(Fragmento)

Vivir es aprender, ir aprendiendo 

que el existir no puede detenerse

a mirar la erosión de tantas cosas

que se han quedado atrás, como olvidadas,

cada día más solas, con el frío,

la negrura que fulge

de las sombras que no quieren estar

a cuentas con la luz.

Nos dice Manuel queEl existir no puede detenerse”. Ni el mañana  que no ha llegado ni el pasado que ya se fue se pueden controlar, para aceptar esto tenemos que recurrir al maestro Machado  que nos dejó dicho: “Hoy es siempre todavía”




Y después de este pórtico nos encontramos con tres apartados:

 I A cuentas con la luz

Esta Luz de hoy (Fragmento)

Algo querrá decirme esta luz de hoy, 

tan única y tan diáfana que apenas

puedo verla, mirarla ahora así

como un alumbramiento que me excede

en todo sin que

                             yo llegue a saberlo.

De modo que luz, soledad, amor,  son las palabras que suele utilizar el poeta  sin proponérselo porque esa luz que apenas puede ver, es el alumbramiento de la palabra que llega desde lo invisible a lo visible sin que el poeta llegue a saberlo porque la poesía dice siempre más de lo que dice el poeta..

II Tomar de lo que viene

En los ojos del tiempo (Fragmento)

Desde siempre a su aire me acompañan, 

me observan unos ojos que parecen

conocerme, y les dejo

que me hablen de mi cuando ellos  quieran

darme conversación

                                     de lo mirado.

En esta segunda parte se aprecia más confesionalidad, la infancia, la madre, Vemos intimismo, tristeza, versos humanos para el recuerdo




Y en  la tercera parte  nos trae esperanza: en el deseo  casi místico de alcanzarla y nos trae metapoesía hablándonos de la voz poética  como la única verdad y con esta verdad, como mi querido Pepe Hierro, “llegar por el dolor a la alegría”

III Si esto fuese palabra

Identidad (Fragmento)

Trabajar la palabra ya es vivir

propiamente de ellas, porque siempre

dan de comer a quien las necesita

para decir quién es.

(…)

Trabajo por amor con las palabras

para decir quien soy.

 


En A fin de cuentas, “el poeta sondea reflejos, transparencias, matices de lo compartido; y dice de los otros que con él conviven, y son con él parte indisoluble del mundo. En definitiva, una sincera aspiración, un intento obstinado de buscar y encontrar un lugar habitable en donde quedar y conocerse. Cerca de asuntos que ignoraba de sí mismo, y ya era hora de que los supiera”.

“Es una libre escapada por la vida. Acudir a través del tiempo y el recuerdo al rescate de escenas familiares, de infancia, de experiencias ambiguas o clarísimas, de emociones aún por celebrar. Es descubrir la plena madurez, la que no pierde de vista lo vivido y lo esperado. Un lenguaje poético  diáfano, con apuntes metapoéticos, aborda un viaje vital, el que lleva a conocer y aprovechar la luz reveladora de nuevos ahondamientos”..

A Manuel Cortijo Rodríguez  hace ya mucho tiempo que le conozco, ha sido y es además un buen hombre (ya sabéis en sentido machadiano), una buenísima persona que nos ha mostrado, en su estructura poética formal, con la mejor y difícil sencillez de su palabra clara, toda su cosmovisión personal de la vida, la amistad, el afecto, el amor y me apetece hacer un repaso de sus cuatro libros anteriores que, por cierto, los tenéis reseñados en este blog

En su primer libro Memoria de lo usado  Que es una meditación de lo vivido, de lo sentido, de lo soñado con una voz reflexiva, elegíaca, como desposeída, como desamparada pero con actitud final de la esperanza en la palabra escrita.

En  el segundo Los dones de la luz El poeta quiere fundirse, en y con la palabra, para mirar la luz que es algo más / que un fulgor. Este parece ser su afán: unirse al agua de la vida que es la poesía, ser poeta, como actitud, porque  seguramente pensará que “Ser poeta es un modo de sentir, / modo de estar, de ser en esta vida”


En el tercer libro titulado Estancias vemos el deseo de la luz, el de reencontrarse para abrazarse a la calma, al sosiego, el de reconocerse al tiempo que sentir  esa luz, que me acerca acaso el eco de la claridad  del fervor claudiano, que aquí se muestra con el misticismo no ya del rapto Platónico sino de la fe:



Y en el cuarto libro Cuando quiera la noche nos encontrábamos que si se ha cantado la vida, si ha llegado la luz con las palabras y ha quedado su huella impresa en el papel y los sentidos y el poeta está en paz con todos los que duermen / esperando tener lo prometido… Cuando quiera la noche (esa noche que abraza las dos simbologías además de ésta)  ha de llegar  y, sin aviso, el hombre que mantiene la esperanza, de llegar con su anhelo hasta la Luz que ilumina y vendrá como un fruto del aire

La poesía de Manuel Cortijo Rodríguez es de íntima reflexión y está hecha con una arquitectura formal de clara y difícil sencillez, una sencillez que nos provoca la emoción 



A fin de cuentasnos dice Mahalta “es una recopilación de poesía meditada, donde el tiempo es un personaje implacable que recorre nuestras vidas. También están presentes los recuerdos de infancia, los homenajes y, sobre todo, la reflexión acerca del proceso de creación poética, la importancia de la luz como generadora y transmisora de inspiración, de verdad hecha palabra y, además, la necesidad de expresar los sentimientos de un yo poético inquieto, indagador, que no quiere dejar nada en el olvido”

Manuel Cortijo Rodríguez (La Roda, Albacete, 1950), es un poeta de formación autodidacta, escribe desde mediados los años 70. Poemas suyos figuran en antologías, libros de homenaje y en distintas revistas de creación. Pertenece al grupo de Poetas de la Venida de Getafe.

Ha publicado los libros de poemas: Memoria de lo usado (2012), Los dones de la luz (2015) Estancias (2018), Cuando quiera la noche (2020)y este A fin de cuentas (2024), Desde 1998 coordina y dirige la Tertulia Eduardo Alonso, de la Asociación Cultural Albacete en Madrid que se realiza en la Casa de Castilla la Mancha.

                    Manuel López Azorín

 


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