Grupo Búcaro de poesía y relato: Raíces de mármol, alas de lluvia

El grupo Búcaro de poesía y relato nació en 2007 con el único fin de disfrutar de la escritura y la lectura de poemas, relatos y microrrelatos. Cuatro son los integrantes de este grupo: Pedro A. García Zanón (Benaguacil, Valencia), que es el coordinador del grupo, Pilar Sastre Tarduchy (Madrid), Oscar Rodríguez Flores (Madrid) y Mª Nieves Hernández González (Autol, La Rioja). Los cuatro han asistido a talleres de poesía del C.E.P.(Universidad Popular José Hierro de Sanse), dirigidos por Luz Pichel y Oscar Martín Centeno.

En el año 2009 decidieron publicar, conjuntamente, un libro que con el título Raíces de mármol. Alas de lluvia, recoge una antología de cada uno de ellos. Cuatro estilos diferentes unidos en un mismo afán: la literatura y dentro de ella especialmente la poesía; pero también, el relato y el microrrelato.

Ya en el prólogo manifistan que: Quizá en nuestro empeño de perfeccionar nuestra técnica, no hayamos conseguido más que avanzar unos pasos, pero las ganas de mejorar nuestros escritos nos han empujado a no cesar en la tarea de escribir, por amor a nuestra más preciada afición que es el placer de escribir.

El libro lo han dividido en cuatro secciones. La titulada Alas de ángel pertenece a Mª del Pilar Sastre Tarduchy, que es profesora de Reiki y escribe una poesía que parte de hechos cotidianos, de pequeñas cosas, poemas breves, sencillos, compuestos como si de aforismos se tratase, por breves estrofas que nos hablan de la naturaleza y del espíritu, poesía contemplativa, minimalista y, en ocasiones, orientalista. He aquí unos fragmentos:.. Las nubes / abrazan / susurros. //// El alba trae / violines / “te recuerdo cantar/ entre la espuma”.//// El sonido tiene / el nombre propio/ de las cosa. //// Susurro a la lluvia / del amanecer / y me entrega/ una canción. Pareciera, como escribe en el relato La luna Jazmín, que los cimientos de los sueños dan (dieran) ritmo a mi (su) caminar literario, poético.


La segunda sección se titula Raíces de agua y su autora en Mª Nieves Hernández González que ejerce la docencia como maestra en el colegio Antonio Buero Vallejo de San Sebastián de los Reyes y es coordinadora de seminarios relacionados con la lectura y bibliotecaria responsable, también, del plan de animación a la lectura.

Esta mujer de reflexivo lirismo con toques surrealistas: Llueve / No tengo paraguas / Mis zapatos de charol / no alcanzan la otra /Abro las nubes / y salto / del rojo / al violeta. De pensamiento conceptual: Siempre quise adentrarme / en aquel bosque, / pero la casa / permanecía inmóvil / atrapando la pupila / de quien contemplaba el cuadro. De símboyos y acertadas imágenes, nos dice que: En las palabras sobre el papel / que fuera un día corazón de árbol / percibo silencios rotos / y encadeno mensajes / que despiertan a la luna / para zurcir mi piel / con el aroma de un sueño.

Mª Nieves quiere quedarse a solas con su voz, prender de luz el alfabeto para insuflar memoria, llenarlo de símbolos donde no quepa el olvido, hacer que la lluvia restituya lo que, seco, se destruye y coser,con la escritura, con el aroma de un sueño, las palabras.


Óscar Rodríguez Flores, autor de la tercera sección, Soles de mármol, es técnico superior en comercio internacional y Licenciado en Osteopatía en la Escuela Dávila de Granada. En esta ciudad, nos dice, la poesía acaricia de nuevo su vida. Es, junto al coordinador, quien realiza la página Web del Grupo de Poesía y Relato Búcaro (www. Actiweb.es/bucaropoesia)

Óscar toma de la mano la temática Amor-desamor y trata de convertirla, con su imaginación, en poesía: En la alcoba a media tarde, / mirando el resplandor de los rayos / escucho el último latido. Un amor ido que le hace disfrazar la espera mirando otras amapolas. Frente a la soledad siente Fugaz segundo / con luciérnagas de amor, y siente dentro de sí cristales de luna. Amor y desamor, temáticas de siempre, luchando entre el recuerdo y el olvido.


Pedro A. García Zenón, autor de Sombras de lluvia, la cuarta y última sección de este libro, es Ingeniero Técnico de Comunicación en Madrid. Aunque escribe, nos dice, desde los ocho años, a los 50 publicó su primer libro y posteriormente asistió a talleres de escritura. Ha obtenido varios premios de poesía y de cartas de amor. Como dije al principio, coordina este grupo de poesía y relato que han denominado Búcaro, un grupo que intenta, dicen ellos, buscar en la escritura un modo de exponer con toda libertad las distintas maneras de sentir el pulso de la sensualidad, como expresión de la satisfacción interior.

Su poesía, al menos la plasmada aquí, nos habla principalmente de amor y, en un poema concreto, de preocupación social, un poema donde, a través de Internet, siente el horror de la guerra al tiempo que se duele de su contemplación en la lejanía: Internet trae la franja de Gaza / a mi ordenador / como una blasfemia. (…) La pantalla muestra/ niños húmedos de muerte. Soy un cobarde / por no estar allí / y por dejar que una bala infectada de odio / atraviese mi estómago sin matarme.

Cuatro miradas distintas, cuatro maneras de ver la poesía, cuatro voces que buscan “esa luz del misterio”, esa luz que nos acerca, cuando llega si es que llega, “lo invisible a lo visible”. Ahí andan, aprendiendo, indagando, soñando, buscando el agua de esa luz que “sólo es agua, pero sacia la sed, da vida”, alumbra la vida porque “es vida”.