lunes, 31 de octubre de 2011

Maxi Rey: Escuela de mujeres

Foto: Maxi Rey con Ramón Montesinos

Maxi Rey (Benimariel, León, 1942) es Catedrático de Lengua y Literatura Española en el IES Silverio Lanza de Getafe. Maxi ha escrito obras cortas de teatro, representadas por la compañía La Escalera, de la que ha sido director y que no han sido publicadas. La única publicada y representada ha sido Baño caliente. Ha escrito también narraciones cortas, premiadas y, por supuesto, poesía, varios libros no publicados.

En dos o tres ocasiones que yo sepa (y me las perdí) se ha podido ver a Maxi Rey leyendo su poesía. Dos fueron, creo recordar, en la Tertulia Literaria Hispanoamericana Rafael Montesinos, y la tercera (seguramente habrá dado muchas más lecturas en diferentes tertulias pero yo no lo sé) ha sido en abril de este año en el Café Libertad8 con motivo de los ciclos de poesía Hadversidades poéticas coordinado por Jaime Alejandre.

Portada de Escuela de mujeres
Este cuaderno o Plaquette, editado en abril de 2011 por Cuadernos de laberinto y Libertad8 consta de 36 páginas y contiene 11 poemas escritos por Maxi Rey y es, según nos cuenta en la solapa, fruto de las preocupaciones de los dos últimos años.

Este hombre llamado Maxi Rey es conocido de todo el mundo que frecuente las Tertulias poéticas y no solo por ser el grabador “oficial” de los poetas sino por su amabilidad, su cercanía, por su gorra y su bufanda en invierno, por su conversación en todo tiempo, amena, fluida, tras cada Tertulia, frente a un vaso de vino o una cerveza…

Maxi camina siempre pegado a una cámara (si le viera Quevedo ya le habría escrito un soneto), para captar los instantes del poeta-lector en cualquier Tertulia que se precie pero, especialmente, y desde hace ya muchos años (yo creo recordar que hacia mediados los ochenta ya estaba grabando lecturas poéticas) en la decana Tertulia de Rafael Montesinos, que así es conocida por todos los poetas, entonces en Reyes Católicos nº 4, en el Instituto de Cultura Hispánica. Maxi Rey debe de tener miles de grabaciones en su archivo particular y no es tanto la cantidad como la calidad, su cámara ha grabado a muchos de los mejores y más prestigiosos poetas del panorama poético español y también, Maxi es así de generoso, nos ha grabado a muchos de nosotros, poetas a la búsqueda del verso, del poema, del libro que ilumine la palabra y la fije en el tiempo.

Alguna vez ha dicho Maxi Rey: "yo no siento especial interés por dejar mi obra en forma de libro y aunque he publicado en periódicos y revistas, algunos artículos o relatos cortos no me preocupa porque nunca he pretendido ser poeta, lo mío son hojas de reflexión – así me lo dice en la dedicatoria de este cuaderno –más que de poesía".

Es significativo. La cita con la que se inicia este cuaderno titulado Escuela de mujeres, ya nos indica por dónde camina este profesor al que supongo hipnotizando en sus clases,como atrapándoles con , esta vez, su cámara invisible, con su manera singular de decir, a todos los alumnos. En este cuaderno tampoco pierde ese tono profesoral de guía y consejero de la naturaleza, del amor, del tiempo y de la vida.

La cita es de Miguel Casado, de su obra La poesía como pensamiento y dice así: …el pensamiento no se limita a las habilidades de la razón, ni se mide sólo en términos pragmáticos de eficacia, sino que incluye el espacio todo de la mente y el espíritu humanos – lo sensible, lo inconsciente, lo emocional… –, y la poesía resulta ser síntesis de esa clase de espacio.


Foto: Maxi Rey charlando con el poeta Miguel Galanes

El sujeto poético de estos poemas o reflexiones, como prefiere decir Maxi, casi como no atreviéndose a llamarlos poemas por modestia, es una mujer, una mujer que se prejubila y se marcha a vivir a la montaña, regresa a sus orígenes, al lugar de sus padres, y de su infancia y juventud para estar sola – nos dice en el preámbulo – y oír consejos ajenos, es decir a la búsqueda del conocimiento. Así pues Maxi Rey transmutado en un sujeto poético femenino, a lo largo de los once poemas, nos ofrece su cosmovisión panteísta de la naturaleza y de la vida través de una poesía de pensamiento, es decir, de la síntesis que incluye el espacio todo de la mente y el espíritu humanos – lo sensible, lo inconsciente, lo emocional… – Asi pues me parece a mí que esta Escuela de mujeres (que no son otra cosa, las mujeres me refiero, que la razón de transmisión del hombre en paralelismo con el mito griego de Gea-tierra que es la transmisora de la vida) es una poesía de pensamiento (filosófico) que contiene razón y corazón en las palabras de este profesor-poeta-cameraman Maxi Rey que ,en estos poemas, trastocado en mujer, nos hace volver a los ritos y mitos que celebran la vida.

Es curioso, le dije a Maxi Rey, el día en que me regaló dedicado este cuaderno, tras ojearlo, cómo nos presentas unos poemas con planteamientos enmascarados en una mujer-tierra, Gea, madre de todo lo que en ella habita, de la piedra, del árbol, del mar y la montaña, del hombre… del poeta que se funde con el yo lírico para con-fundirse con, no ya solo la madre Gea, sino todo el universo en el cual Gea-mujer-hombre-poeta (sí poeta, Maxi) anda inmerso desde su génesis.

7 comentarios:

fcaro dijo...

Maxi es un genio que, de momento, no se deja ver en este curso.

blog del poeta Manuel López Azorín dijo...

De acuerdo amigo Fcaro. Lo que no entiendo es por qué no se deja ver en este curso. Acláramelo, por favor

Fernando Rubio Pérez dijo...

Debió ser en el año 1985. Aquella tarde emitieron el último capítulo de la serie televisiva Falcon Crest. Y unos cuantos alumnos de 2º de BUP del instituto Silverio Lanza de Getafe decidimos hacer pellas. Nos tocaba clase de literatura con Maxi, el profesor enrollado que seguro que haría la vista gorda. Por fortuna, no fue así. Sorprendentemente, para aquellos quinceañeros atolondrados que eramos, Maxi hizo algo que no había hecho en el insti anteriormente o, al menos, nunca oímos hablar de que lo hubiera hecho: solicitó una reunión con nuestros respectivos padres, previa a poder continuar asistiendo a su clase.
Qué disgusto llevaba mi madre a esa reunión. Yo no asistí: era cosa de adultos. No resuerdo si fue en casa o al salir de clase, pero sí recuerdo el gesto de mi madre. Meneaba la cabeza, arrugaba el morro, pero por sus ojos supe que no estaba enfadada. Al final, se le escapó una sonrisa y me dijo algo que nunca he olvidado:
-Dice tu profesor que tienes talento para escribir.
¿Quién yo?, pensé. ¿Yo, uno de sus alumnos quinceañeros especialmente atolondrado? Y, sin más pero sólo en apariencia, borré aquella anécdota de mi memoria. En determinado momento de mi vida comencé a inquietarme mucho. Sentía que había que sacar algo de ahí adentro pero no sabía de que forma. Y apareció el recuerdo de las palabras de Maxi en boca de mi madre. Ahora soy un cuarentón atolondrado, llevo cuatro años escribiendo; recientemente he inaugurado un blog en el cual, hasta ahora, sólo he publicado menudencias. Pero tengo muy avanzada una novela y, de alguna manera, Maxi siempre ha estado ahí. Hoy, esta noche, los inexcrutables caminos de internet me han llevado hasta este blog. Y hasta Maxi. No sé como decir esto. Para mí sería muy importante que mi profesor de literatura me dijese sí aún queda en este cuarentón algo de ese talento de quinceañero atolondrado.
¿Alguien puede ayudarme?

blog del poeta Manuel López Azorín dijo...

Para Fernando Rubio Pérez: no sé si servirá o no, pero al menos te prometo que haré llegar a Maxi este comentario tuyo y ya me dirá él si puede ayudarte.

Un saludo

Fernando Rubio Pérez dijo...

Muchas gracias Manuel, y disculpa que haya utilizado tu blog para tal fin. Aprovecho para desearte un feliz 2012.

blog del poeta Manuel López Azorín dijo...

Para Fernando Rubio Pérez: gracias por tus buenos deseos, igualmente feliz 2012 para ti. En cuanto a Maxi Rey, no sé si se habrá puesto en contacto contigo, pero seguro que si no la ha hecho, lo hará.

blog del poeta Manuel López Azorín dijo...

Para Fernando Rubio Pérez: gracias por tus buenos deseos, igualmente feliz 2012 para ti. En cuanto a Maxi Rey, no sé si se habrá puesto en contacto contigo, pero seguro que si no la ha hecho, lo hará.