Enrique
Villagrasa: Lectura del mundo
Recibí, primero en pdf y después
en papel el último libro, hasta ahora, de Enrique
Villagrasa titulado Lectura del mundo Cuando lo recibí en pdf y lo leí (aunque con
trabajo porque no termino de adaptarme a la lectura en soporte electrónico. Ahora, no hace mucho me envió el libro en papel y he vuelto a leerlo como a mi me gusta, disfrutando de su cuerpo, su olor, su textura...) Cuando lo leí en pdf, decía, me vino a la memoria
un envío anterior, creo que agosto de 2013, con siete poemas de Enrique Villagrasa, “raros” según el autor. Aquellos siete poemas
fueron el inicio de esta Lectura del mundo (La Isla de Siltolá, Sevilla, 2014) que tengo entre las manos, un poemario
que tuvo su germen en Zaragoza a raíz de
un encuentro en el ciclo "Este
jueves, poesía", el
17 de enero de 2013 en la sala de
juntas de la Facultad de Filosofía y Letras de Zaragoza con Jaime Siles como poeta invitado y Enrique Villagrasa González como presentador y conductor de la
conversación en la que el filólogo profesor y poeta valenciano Jaime
Siles habló de la cuarta persona
gramatical, la Poesía, según sus palabras, es la cuarta persona gramatical. (…una cuarta persona gramatical que sería la
instancia de discurso de la persona poemática, que casi nunca coincide con la real.)
Enrique Villagrasa publica este nuevo
libro, un libro con muchas lecturas
dentro de una: su mundo, su lectura del mundo, es la Poesía. Un mundo, el suyo,
el poético, el nuestro, el de todos, en
este mundo suyo, nuestro, de todos y de nadie, entra Enrique, recorre su interior y luego escribe su visión, su
interpretación, nos muestra con su voz,
el verbo Poesía y con su corazón su
búsqueda constante de la luz y el silencio en todas las personas del verbo,
porque todas ellas, incluida esa cuarta persona gramatical a la que alude Jaime Siles, somos yo, tú, él. Nosotros
en definitiva, el espejo.” y la cuarta: el
espejo,/ el reflejo de todas y ninguna,/ la
suma de uno mismo y de los otros.
Enrique
Villagrasa
es, en su poesía y en su vida, fiel a su infancia, a la tierra que le vio nacer
(Burbáguena, Teruel), a la que le acoge (Tarragona), a su manera de contemplar
la vida, la existencia, a su
presente y también a su modo de búsqueda
constante de la palabra. Enrique Villagrasa , ya lo dije
cuando reseñé su libro Palabra y memoria, anda inmerso en su continuo hacer balance, examen de conciencia, sobre sí
y esa búsqueda de la palabra, del lenguaje y su luz, cuando su realidad, su
vida, se transforma una vez escrita, en otra vida que es ya realidad
poética. Este poeta trabaja la palabra a golpe de pincel, es como
un pintor que da color y forma a la textura ya existente y, sin embargo,
renueva el tono, el color, la textura, la forma.
Jaime Siles |
Villagrasa inicia Lectura
del mundo con una cita de Jaime Siles que dice: Nada hay en un museo que no sea / gastada
luz y repetido serse. Y le dedica este poemario al profesor, ensayista y
poeta valenciano ( El poema número I alude, precisamente, a su teoría: Allí
deja de ser allí / cuando es aquí. // Explicar el poema / no se puede: / es
volver a escribir. // Es el lector quien / reescribe, da fe / y el poema es.
(…) Si el poema es metáfora, / de qué es metáfora el poeta: / de una cuarta
persona gramatical.
Siempre he pensado que no importa la persona en que se exprese el poeta sea el yo
poético u otra persona gramatical. Lo que realmente importa no es que se
disfrace de primera, o de segunda o tercera persona, sino que el poema contenga no solo la norma o la búsqueda de
una nueva norma sin olvidarse de esta, de la esencia, que contenga la emoción,
el ritmo y la luz de la poesía, se diga de un modo u otro o se emplee la
persona gramatical que se quiera para el
sujeto poético. En este caso, leído y releído de nuevo este Lectura
del mundo a mi continua pareciéndome que esa cuarta persona gramatical es el reflejo del poeta cuando muestra la
realidad en el espejo de otra realidad
poética. Aclaro que yo no soy técnico en lenguaje y lo
de teorizar sobre la Poesía hay que dejarlo para los técnicos. Yo solo soy un
poeta que escribe por necesidad y lee por placer.
Enrique Villagrasa es un poeta al que leo una a
menudo y me sonrío pensando que no hace mucho tiempo escribía yo sobre su libro Mudanzas
de la voz: Preocupado siempre por
la poesía y la vida, nos dice Enrique Villagrasa: El poeta
experimenta en el poema / todas las formas de la nada y el azar / del lenguaje
en el lenguaje. / Todo mudanzas de la voz.
El caso es que la voz no viene por sí misma, ni escribe por sí misma la mano que escribe la página en blanco, esa voz tiene un aliento y, como decía Unamuno, al tranquilo compas de un dulce aliento, /ara en mí, como un manso buey la tierra,/ el dulce silencioso pensamiento.
El caso es que la voz no viene por sí misma, ni escribe por sí misma la mano que escribe la página en blanco, esa voz tiene un aliento y, como decía Unamuno, al tranquilo compas de un dulce aliento, /ara en mí, como un manso buey la tierra,/ el dulce silencioso pensamiento.
Este libro, que humaniza al poeta, es,
me parece a mí, cercano al lector, especialmente joven, por su tono y también porque en algunos
poemas nos habla de las redes sociales como medios de comunicación útiles.
Leamos el poema nº X .- Facebook lee antes la voz del poeta. / Twitter es su eco. Y en mi mirada
queda / el naufragio azul de tu gesto altivo.// El
verso es verso en el cáliz del poema, / cuando lo lees. Cuando abres la puerta
y sales / a jugar con la vida, no conforme
con Google.// El sueño de una sombra que te nombra / del olvido, del azar, del silencio. Desde / Burbáguena, donde el
Jiloca suena cerca / y siempre…
siempre está por llegar. // Mil
trillones de zeptosegundos por tu mirada. / Pues el Higgs no me explica por qué
no me amas. / Dejo de soñarte. Dejo de escribir el
poema, / el poema que me revela el
sueño que te sueña.
Cuando recibí, en agosto de 2013, aquellos siete poemas que Enrique llamaba “raros” los leí con mucha atención y
tras su lectura le escribi lo siguiente: Querido Enrique: he recibido tus
siete poemas “Raros” como tú los llamas. Los he leído una y otra vez anoche.
Hablar de la cuarta persona me resulta complejo. Estas cosas son, en mi
opinión, para los técnicos (es decir filólogos etc.) del lenguaje y yo solo soy
un poeta y lector de poesía.
Desde
este punto de vista he leído tus poemas que me parecen poemas (como suele decir
Siles) de pensamiento, es decir filosóficos,
además de que en ellos ande inmersa la metapoesía y la vida (tu ayer y tu ahora) como
anda en tus poemas.
A
mí me parece todo muy difícil y a la vez muy sencillo al escribir poesía que,
en mi opinión es Una y Diversa; pero me resulta dificilísimo teorizar sobre
ella. Esa, la poesía, que nadie sabe definir con exactitud y que resulta un
enigma, un misterio, una magia, absolutamente necesaria en mi caso, y que como
tu dices: El verso es verso en el cáliz
del poema, cuando lo lees.
Me
gustan tus siete poemas sobre este tema de la cuarta persona o, mejor dicho,
sobre la poesía y el hecho de escribirla más que nada. Aunque, en ocasiones, te
confieso que me resulta un poco difícil llegar a entender lo que, repito, no se
ha podido explicar nunca. Pero, en fin, eso seguro que se debe a mi falta de
conocimientos en la materia. Qué le voy a hacer.
El
caso es que tus poemas, anoche me llevaron a escribir este poema dividido en
cuatro partes que os dedico a Jaime y a ti con todo el afecto del mundo. No sé si lo que dice Siles
y lo que tú me has mandado queda reflejado en mi poema, pero sale lo
que sale y no hay más.
Un
grandísimo abrazo
La suma de uno mismo y de los otros.
Para Jaime Siles de quien tomo prestado un verso
y para Enrique Villagrasa que me envía siete
poemas
que leo y releo y acabo escribiendo este poema.
I
Desde
el yo, Poesía,
se
puede contar todo lo vivido
el
ayer y el ahora, lo soñado…
y
hasta lo porvenir imaginamos.
Desde
el yo hacemos nuestro lo nuestro y la otredad.
II
Desde
el tú, Poesía,
la
segunda persona nos aleja
del
yo y nos muestra el mundo
–tal
vez enmascarado–
del
propio yo, del tú, del otro, el otro…
Los
pronombres son varios y son uno
en
el alma del hombre.
(Gastada luz y repetido serse)
III
La
primera persona y la segunda
son
la cosmovisión de un único universo
formado
por el yo confesional,
y
un tú que nos aleja, en fingimiento,
del
yo que nos pensamos
para
ir hasta terceras veladuras.
IV
El
yo que nos creemos,
el
tú que los demás nos piensan,
la
tercera persona de la que no sabemos…
y
la cuarta: el espejo,
el
reflejo de todas y ninguna,
la
suma de uno mismo y de los otros.
14/8/2013
Manuel López Azorín
Enrique Villagrasa nació en Burbáguena, Teruel, en 1957. Es
periodista, poeta y crítico literario. Sus poemas son publicados en diferentes
revistas. Ha escrito varios poemarios. Entre
los últimos publicados destaco Mudanzas de la voz y Línea
de luz y Palabra y memoria (Colección Planeta
Clandestino, de Ediciones del 4 de agosto. Logroño 2012), Está incluido en diversas antologías y ha sido
traducido a idiomas como el árabe, francés, Chino, italiano… Colabora en
revistas literarias especializadas : Qué leer, Turia, Artes
& Letras y Suplemento de El Heraldo de Aragón. Reside
en Tarragona.
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