Emilio Saavedra Alcalá: Tumbas olvidadas.
Emilio Saavedra
Alcalá (Toledo, 1957) ha publicado una nueva
novela Tumbas olvidadas. Entrelíneas
Editores, Madrid 2014. Ingeniero Técnico de Telecomunicaciones este
escritor siente una profunda pasión por la Historia. Por esta razón cada vez que siente la necesidad de fabular
una novela además de elaborar y recrear a sus personajes mostrándonos
sus sentimientos, sus anhelos, sus ambiciones, su condición humana en
definitiva, trata de situarlos dentro de un contexto histórico real y, para
ello, Emilio Saavedra Alcalá se
documenta de tal forma que sus personajes ficticios, sus protagonistas de
novela, al ensamblarse con el hecho histórico acontecido, se funden con la
Historia tan acertadamente que viven dentro de ella como si de unos personajes
reales se trataran.

"El protagonista de esta historia es Andy
Rowland, uno más de los trescientos mil soldados –la mayoría muy jóvenes- que
se alistaron porque su país así se lo pedía y en defensa de unos valores y unas
gentes que desconocían."
"Andy Rowland nunca existió, pero pudo haber
sido cualquier joven del ANZAC (Australiam and New Zealand Army Corp) que
luchara, sobreviviera o cayera en un asalto a la bayoneta entre las zarzas y
roquedales de Gallípoli, o que, tras casi cuatro años de ininterrumpido
servicio en multitud de frentes, volviera a su país marcado y transformado.
Convertido en un hombre muerto por dentro.."
El interés de Emilio
Saavedra Alcalá por el estudio de algunos acontecimientos que pudieron
cambiar el curso de la Historia le ha llevado a escribir Tumbas Olvidadas, en la
que no son las batallas ni las grandes epopeyas los verdaderos protagonistas de
la historia, sino aquellos sentimientos encontrados que sufrieron tantos
millones de jóvenes durante su experiencia bélica.
Todas sus novelas, esta es la cuarta que
publica (aunque Emilio escribe desde ya hace muchos años, en 1973 obtuvo un
premio de relatos), las ha recreado, y todas con fidelidad, dentro de un
episodio o tiempo histórico, reflejando fielmente los acontecimientos
históricos y recreando dentro de ellos
la historia de sus personajes de ficción como
el de Antonio Enríquez protagonista de su primera novela titulada
Razones
de estado (Madrid,2011) que nos relata la historia de un siervo de la
gleba llamado Alonso del Bosque que se
hace llamar Antonio Enríquez, un hombre
que, tras mil peripecias, “entra al servicio de Antonio Pérez,
Secretario Real (de Felipe II), como guarda personal. Bajo sus órdenes vivirá una vida
holgada, convirtiéndose en el principal cómplice de las traiciones cometidas
por la ambición de su señor y la princesa de Éboli. Al amparo de la voluntad
del rey y el oscuro poder de don Antonio Pérez cometerá mil tropelías,
incluyendo muchas de sangre, acabando con el asesinato de don Juan de Escobedo,
Secretario de don Juan de Austria.”
“Razones de Estado es la historia de múltiples traiciones:
traiciones de un rey justo, de un ministro corrupto, de una falsa amante, de un
ambicioso militar y finalmente las de un simple lacayo movido por la venganza y
la codicia.”
Las tres carpetas (Madrid, 2012) fue su segunda novela. Un desengañado capitán del Estado mayor, un
joven aspirante a maestro y un humilde carpintero que en circunstancias
normales tendrían poco o nada en común, viven envueltos en la tragedia que,
para todos, supuso la Guerra Civil española son tres vidas unidas y zarandeadas
por un mismo y caprichoso azar. Tres relatos independientes que describen,
dentro del contexto histórico de nuestra guerra civil y su postguerra, a tres
personajes, dos de ficción y uno real, cualquiera de ellas pudo serlo, arrastrados por un mismo y aciago destino.
Las raíces de la encina (Madrid, 2013), su tercera novela es la “historia
de la creación de un pequeño pueblo que, en desigual lucha contra su antiguo
señor y aquellos a los que no interesaba su existencia, supo renacer una y otra
vez de sus cenizas amparado por la fuerza que le imprimían la ley y la razón.”
![]() |
El autor con el Alcalde de San Sebastián de los Reyes , Manuel Ángel Fernández, La concejal de Cultura Mar Escudero y el que fue archivero municipal Santiago Izquierdo, hoy Cronista del municipio. |
Una época en la que se puso fin al poder
nobiliario y dio leyes y futuro a los vasallos, fue durante el reinado de los
Reyes Católicos, un tiempo cargado de luces y sombras, sombras como su apoyo a
la Inquisición, la aniquilación de la cultura nazarí o la expulsión de los
judíos, y luces como la unificación de España, el descubrimiento de América o
la ley de libertad del vasallaje.
Las raices de la encina está situada en este contexto de libertad de vasallaje Emilio
Saavedra Alcalá sitúa sus personajes de ficción junto a
personajes históricos, reales como los de un grupo de pastores, encabezados por
Pedro Rodríguez “el Viejo”, que apoyándose en el Derecho de Realengo avalaría
su libertad y fomentaría sin reparos la fundación de una aldea a la que dieron por nombre el del santo de una ermita del lugar (San Sebastián) agregándole de los reyes por Isabel y Fernando, los Reyes Católicos, llamándose por
ello San Sebastián de los Reyes.
Así pues Emilio Saavedra Alcalá nos ha recreado partes de la Historia tales como la del SXV con los Reyes Católicos y la fundación de un pueblo, la del S XVI con Felipe II y su Secretario Antonio Pérez, la de nuestra guerra incivil y su terrible postguerra y parte de la Gran Gerra de 1914 con las tropas australianas y neozelandesas en la batalla de Gallipoli, Turquía y todo ellos introduciendo de una manera amena una serie de personajes ficticios, elaborando unas tramas, dentro de la historia real, entretenídas , ágiles y que bien pudieran haber sido veraces.
Pero regresemos, para finalizar, a Tumbas olvidadas, su cuarta novela. En su prólogo, escrito por Marín Bello Crespo, General de Brigada de
Infantería . Antiguo jefe de la Brigada Multinacional “Salamandra” en Bosnia Herzegovina nos dice:
“La primera guerra mundial no fue sólo un conflicto entre europeos; los
habitantes de sus colonias fueron también protagonistas y víctimas.
En el caso de Australia y Nueva Zelanda
centenares de miles de jóvenes originarios
de territorios del entonces Imperio Británico y de otras partes,
descendientes de gentes de toda condición que habían emigrado a las lejanas
tierras australes para buscar y construir su futuro, se enrolaron con
entusiasmo en sus ejércitos para participar en un conflicto ajeno (…)
embarcándose en la gran aventura de sus vidas.”
Finalmente
acabaré con una cita del periodista Manuel Leguineche, del que
habla Marín Bello Crespo que
nos dice: “En la guerra todos pierden”, las tumbas olvidadas en Gallipolis y
aquellos que pudieron regresar a sus hogares. Como Andy Rowland que siendo pura
ficción del autor bien pudo haber sido uno de todos los supervivientes
“perdedores” de aquella gran guerra de 1914.
Tumbas olvidadas es una buena novela de acción que se lee con entretenimiento e interés y es también una novela de reflexión sobre la condición humana.
Emilio Saavedra Alcalá es también en la actualidad colaborador de la
revista Madrid Histórico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario