Apuleyo
Soto : Campo de sonetos en rama y Leyendas de María
Maestro,escritor, periodista. Casi 30 libros publicados: teatro, novela,
viajes,literatura infantil, poesía…Poeta.
Pienso la palabra poeta y me viene a la mente su nombre: Apuleyo Soto Pajares. Y me viene acompañado del rigor y de la seriedad al mismo tiempo que del humor, la ironía, el juego… porque la poesía, aunque generalmente es más elegíaca que hímnica, no está reñida con el divertimento y en eso este poeta que lo es por clerecía, trovador, por juglaría o como goliardo (por divetimento, nunca por ocioso ya que no hay nadie más trabajador que él)
Pienso la palabra poeta y me viene a la mente su nombre: Apuleyo Soto Pajares. Y me viene acompañado del rigor y de la seriedad al mismo tiempo que del humor, la ironía, el juego… porque la poesía, aunque generalmente es más elegíaca que hímnica, no está reñida con el divertimento y en eso este poeta que lo es por clerecía, trovador, por juglaría o como goliardo (por divetimento, nunca por ocioso ya que no hay nadie más trabajador que él)
Apuleyo Soto muestra una sonrisa noble sincera, como de niño grande y su
voz, atrayente, te lleva al interior de
su nobleza y su pasión por la literatura, que es toda incluyendo la poesía. La amabilidad la lleva
impresa en su rostro y en su palabra, una palabra que además de cercana y amable es la palabra de
un mago, de un ilusionista que nos hace ver lo que quiere que veamos. Su
teatralidad es también mágica y cuando la emplea, su magnetismo nos acerca, con
la palabra y el gesto, a otros universos. Sus libros de poemas son un despliegue
de sabores y amores y los poemillas que me manda a
través de internet, con palabras sencillas, directas, a veces con rimas sorpresivas, son de canciones tradicionales,
juglarescas, son los poemillas del trovador que lleva la música dentro de sí,
los diferentes metros de forma pura o bien con variantes pero influenciados por
estos y la rima sobre la música y la métrica.
Apuleyo Soto, en la
SEK, con aquellas inolvidables Tertulias nos mostró la poesía, en su diversidad, con muchos
de los mejores poetas españoles contemporáneos y más tarde en el salón de actos
de Caja Segovia continuó mostrando que la poesía es algo vivo que merece la
pena fomentar y difundir porque la vida sin ella no sería lo mismo.
De manera que Soto Pajares nos muestra la poesía a través
de su palabra, y por supuesto, a través de la palabra de los poetas que
presentaba ante nosotros, un día al mes durante nueve meses y durante mucho
tiempo.Yo, por cierto, tuve la suerte de ser invitado a leer y ser presentado por Apuleyo Soto.
Este amante de la palabra, y
del verso, merece la consideración de todos porque Apuleyo es sencillez, es
seriedad y entretenimiento, es rigor y teatralidad y es palabra viva. Y además
es un buen hombre, un buen amigo. Y por
esta razón cuando hace unos meses me trajo como regalo dos de sus últimos
libross, él que además de poeta es un estupendo narrador, amigo de la
naturaleza, andarín como Claudio Rodríguez, y cronista de las
tierras segovianas, me alegré mucho y durante este verano los he leído. Los dos
libro en cuestión son Campos
de sonetos en rama y Leyendas de María, ambos publicados en la editorial de Pablo Méndez, Ediciones Vitruvio y ambos con
afectuosas dedicatorias a mi persona que agradecí en su momento y ahora.
" Campo de sonetos en rama es, como bien se dice en la nota editorial, un magnifico elogio del
campo, de la naturaleza, por la que este poeta siente verdadera pasión; pero
también es una hermosa reflexión sobre el hombre y la poesía. Su voz, humana y
personal, siempre es un canto de celebración, de amor a la vida y a la
naturaleza. Lean este soneto XXXI donde nos dice:
Soy el escriba que sentado
advierte
el rojo grosellón de la
frambuesa
el sangriento miniado de la
fresa
y el estricto temblor que da
la muerte.
Cultivo, con urgencia, cada
suerte
como si fuera próxima la
huesa,
pues en cada pepita de
camuesa,
mi vida se desnuda, entrega y
vierte.
Día y noche acompañan mis
trabajos.
Tierra y cielo disputan mis
destajos.
No hay resquicio a la holganza
en este empeño.
Y por más que escribiendo el
tiempo apuro,
para alcanzar un hábitat
seguro,
sólo sé que es seguro lo que
sueño."
A Apuleyo Soto no le es ajena en poesía ni la métrica clásica
ni la tradicional, ambas las maneja con soltura, con ritmo, con
musicalidad y se mueve como pez en el agua por ellas, tanto en el soneto como
en el romance o en cualquier otra estrofa. Domina todas.
(Y cuando quiere, partiendo de estas estructuras ya clásicas, ya tradicionales,
nos envía composiciones sorprendentes en
ritmo, en rima y en medidas con los que Apuleyo
gusta de juguetear, de darnos una palabra renovada y sorpresiva)
Leyendas de María, demuestra este saber y conocer estos registros
versales y demuestra su soltura su
sensibilidad y buen hacer en la llamada poesía tradicional. A manera de pórtico
nos dice el autor sobre estos poemas que el titula Leyendas a María: "Estampas de la Virgen en pos de Jesús hasta después de su muerte y manifestaciones de su vida que, aunque no se recogieran escritos por los apóstoles, bien pudieran haber sucedido.(…) Mis apuntes
canónicos y apócrifos van, pues, en la
línea de esa tradición cristiana, que es otra forma de verdad mantenida y
respetada. Creo cada vez más, no en la realidad, sino en la hiper-realidad de
las leyendas; arrancan de un mito histórico, que hace de la necesidad virtud, y
responden al hambre de conocimientos y sentimientos del espíritu humano”
Decía más arriba que Apuleyo
Soto demuestra su enorme soltura escriba lo que escriba y en la
modalidad que sea. Como muestra este precioso romance III, que con gran
delicadeza nos habla de María, madre de Jesús, y de José en
estas Leyendas de María:
“Entre las varas de nardo
una sola es verde y fresca.
Quiere el sumo sacerdote
saber a quien retenérsela,
y por la Puerta Dorada,
el santo José se acerca,
el pecho como una llama,
las manos como una ofrenda:
_Yo no soy digno, Señor,
de esposar a esa doncella.
-El mandato es de Dios mismo,
¡oh varón de Galilea!
Quince años. Ya la Virgen
abandona el Templo. En
ella
va a hacer su nido de Amor
el Dios de inmensa grandeza.
José también abandona
las sagradas, áureas piedras.
Está al venir el Mesías…
Está la boda dispuesta."
El libro va acompañadode ilustraciones de Diego Coca.
Dos hermosos y diferentes libros ese Campo de sonetos en rama y este Leyendas de María, que
Apuleyo Soto Pajares tuvo a bien regalarme y que me han servido este verano,
junto con algunos otros, para seguir disfrutando de esta pasión necesaria que es
para mí la Poesía.
Manuel L. Azorín
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