Memoria poética
El adiós de este hombre me produjo mucha tristeza y el eco en los medios informativos más ( apenas unas notas biográficas sobre su trayectoria y poco más), ya que considero que ha sido, dentro del panorama poético español, no solo una buena persona que lo fue, no sólo un buen poeta que lo fue, no sólo una gran profesor que también lo fue, sino que como investigador sus ensayos sobre la teoría poética Teoría de la expresión poética en 1952 y El irracionalismo poético(el símbolo), en 1977. Este libro obtuvo el Premio Nacional de Ensayo en 1978. Ambos libros han supuesto mucho dentro del panorama poético español desde los años 50 en adelante.
La primera vez que supe de Carlos Bousoño fue en 1980, cuando entró en la Real Academia Española, porque Claudio Rodríguez y él eran grandes amigos y recuerdo que Claudio comentaba que Carlos Bousoño era el más indicado para entrar en la Academia porque era un maestro de la teoría poética, de la investigación poética y de la poesía. Como yo no le había leído, el poeta zamorano me recomendó dos libros suyos:
Primavera de la muerte, un poemario editado en 1946 de corte existencialista, reflexivo y cercano a la mística y un libro del que recuerdo que me dijo literalmente: "tienes que leer un libro que publicó más o menos cuando yo vine a Madrid (Claudio llegó a Madrid en 1951 y este libro se publicó en 1952, libro que a lo largo de los años Carlos Bousoño fue enriqueciendo continuamente), y que es lo mejor que se ha escrito nunca sobre la poesía, el libro era Teoría de la expresión poética."
Libro
en el que expone su teoría de la metáfora y
por el que le concedieron el Premio Fastenrath de la Real Academia Española ese año. Este
ensayo se convirtió en un clásico nada
más ser publicado y que ha estimulado la reflexión crítica y estética a decir de la crítica. En este
ensayo el autor trata de desentrañar los secretos del fenómeno poético: Carlos Bousoño es autor de abundantes
estudios crítico y teórico literarios que versan sobre poesía. Además de
las dos obras mencionadas también escribió Seis calas
en la expresión literaria española (en colaboración con Dámaso Alonso). Editorial
Gredos. Madrid, 1951. Superrealismo poético y
simbolización, 1978 y Épocas literarias y evolución. Edad
Media, Romanticismo, época contemporánea, 1981.
Carlos Bousoño fue profesor de Literatura española
en varias universidades norteamericanas así como en la Universidad complutense
de Madrid y fue votado
durante muchos años el mejor profesor de esta Universidad. Sus clases fueron
siempre lecciones magistrales ya que las impartía sin mirar ni un solo apunte. Su fama como profesor
llevó a sus aulas a los más destacados poetas que estudiaron en la Universidad
Complutense, poetas como Claudio Rodríguez y Francisco
Brines entre otros.
En esta Universidad termino como profesor emérito. También fue doctor honoris causa por la Universidad de Turín (Italia).
Igualmente dio clases en el Instituto
Internacional Americano en la calle Miguel Ángel nº 8 de Madrid. Allí le visité
en varias ocasiones. Recuerdo que la primera vez que fui, fue para llevarle
unas fotografías que le había hecho mi hija cuando me acompañó a su casa porque
yo le pedí que viniera como invitado a Tertulias de Autor de Helicón en
1994. En aquella ocasión y
premeditadamente quise también que José
Hierro ejerciera con Carlos
de presentador ya que por aquel tiempo el Premio de Poesía que llevaba su
nombre parecía correr peligro de desaparecer. En esta Universidad termino como profesor emérito. También fue doctor honoris causa por la Universidad de Turín (Italia).
José Hierro, Carlos Bousoño, en el centro como poeta invitado en Tertulias de Autor, y Manuel L. Azorín en 1994 |
Aquella Tertulia realizada en un pequeño plató de Canal Norte (el principal estaba en obras) en directo, como siempre, estaba repleta de “minorías” que sí que se interesaban por la poesía. Resultó un hermoso acto poético. Pepe estuvo, como siempre, preciso presentando a Carlos y observando cómo el público escuchaba con atención todo lo aquellos dos grandes de la poesía nos dijeron. Carlos transmitió como nunca su conocimiento y su emoción que era lo que a él le gustaba. Acabada la Tertulia me dijo que le había gustado mucho mi defensa de la poesía y que había sido muy oportuna ya que Pepe le había puesto al corriente de lo que yo pretendía con ello. Luego me confesó haberse sentido muy bien en la lectura.
Un año después de venir a Tertulias de Autor, Carlos Bousoño, recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, fue en 1995.
Aquella lectura de Carlos Bousoño, la presencia aquella tarde de aquellos dos grandes poetas, junto con mi defensa de la poesía, sirvió como aviso de navegantes. Aviso que dio su fruto ya que aquella idea peregrina de eliminar el Premio de Poesía José Hierro, afortunadamente, no llego a producirse y hoy día es un Premio totalmente consolidado y con 26 años cumplidos ya.
Carlos Bousoño y Pepe Hierro fueron muy buenos amigos, como lo fueron Claudio Rodríguez, Francisco Brines, el crítico cubano José Olivio Jiménez y, especialmente, el nobel Vicente Aleixandre.
Congreso de Poesía (Segovia, 1952). De izquierda a derecha: Hierro, José Suárez Carreño, Ricardo Gullón, Vicente Aleixandre, José María Alonso Gamo, Marcial Suárez, Carlos Bousoño y Leopoldo de Luis |
Luis Antonio de Villena, tras el fallecimiento de Carlos Bousoño, ha escrito de él: “Cosa rara: alguien muy sensible
a los razonamientos lógicos de los demás, que de buen talante aceptaba si le
convencían. Delgado y aguileño, conocí
a Carlos Bousoño en 1974 y en la vida nocturna de Madrid, que él
entonces frecuentaba a menudo con Francisco Brines – su más cercano
amigo en lo cotidiano- y un grupo diverso de poetas y críticos como Paco Nieva, Claudio Rodríguez, y el profesor
cubano José Olivio Jiménez… Cuando lo conocí (y surgió muy viva la
amistad porque Bousoño era
naturalmente abierto y simpático) no hacía mucho que se había publicado “Las monedas contra la losa”-1973-
uno de sus mejores libros de poemas y que fue Premio de la Crítica. Conocí a Bousoño por Brines, pero de palabra ya
lo conocía, no sólo por haberlo leído, sino porque Vicente Aleixandre, que fue su mentor y su amigo más
íntimo, me había hablado muchas veces de Carlos, que se pasaba a diario por Velintonia 3 (la casa de Aleixandre) a
visitar al poeta y a su hermana. Fue una amistad cercana e íntima y por ello Aleixandre quiso que sus escritos y
objetos íntimos fueran para Bousoño...”,
Carlos Bousoño estuvo en la terna del Premio Cervantes en varias ocasiones, la
última, que yo sepa, fue el año 2000 (año en el que José Hierro formó parte del jurado como ganador del Cervantes,
premio que recogió en 1999). El diario El País lo reflejaba así el 13 de
diciembre de ese año 2000: “Tras una
maratoniana reunión del jurado y después de 10 votaciones, Francisco Pérez
Martínez, escritor y periodista (Madrid, 1935), mucho más conocido como Paco
Umbral, logró ayer el Premio Cervantes, superando en la final al poeta y
académico Carlos Bousoño por seis votos a cuatro.”
Es fácil
imaginar a Carlos Bousoño
decepcionado sabiendo del fallo cuando había estado tan cerca de conseguir el
galardón. Si hubo, como refleja El País,
diez votaciones fue porque el premio estaría muy reñido y los finalistas
quedarían empatados a votos en varias ocasiones. Imaginaos que así fue y que alguien
del jurado, hubiese cambiado su voto para dárselo a Bousoño. Entonces habría sido él el ganador en lugar de Umbral
y por la misma diferencia de votos. Podía haber sucedido así; pero no sucedió. Carlos era un hombre desprendido para
con los amigos y poco dado a solicitar de ellos nada que no fuese su amistad y
su afecto. Tal vez por esa razón los amigos, a veces, se olvidaran de Carlos. En fin, eso es algo que sólo el
jurado podría decir que es quien lo sabe. Lo que sí sabemos es que el profesor,
poeta y gran teórico de la poesía se quedó a las puertas del mayor reconocimiento
oficial en lengua española, el Premio Cervantes.
El poeta de Primavera de la muerte, título de su primer libro y también de su obra completa, será motivo de otra entrada en este blog en breve para completar con una segunda parte esta Memoria poética.
Manuel López Azorín
El poeta de Primavera de la muerte, título de su primer libro y también de su obra completa, será motivo de otra entrada en este blog en breve para completar con una segunda parte esta Memoria poética.
Manuel López Azorín
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