Cuadernos del Matemático acaba de enviarme un número
triple (56,57 y 58), un magnifico y enorme tomo de más de 300 páginas además de
los habituales suplementos “Les cressons Bleus” dedicado a “Las nuevas
voces de la poesía Kazaja” y “Lavarquela”
dedicado a Leonard Cohen.,
suplementos que sumados a la revista conforman
unas 400 páginas, y , como siempre, pero esta vez muy especial, su editorial
que a mi juicio no tiene desperdicio y lo suscribo todo, todo excepto la nota
final porque me apena, es una malísima noticia que nos comunica que esta revista, considerada por muchos como una revista de culto, por múltiples
razones, echa el cierre en su cumpleaños número 30.
Ya en su cumpleaños número 25 que conformó dos números juntos (51 y 52), y dentro de su suplemento “Lavarquela” escribimos muchos defendiendo su continuación y defendiendo su valor literario, independiente y honesto siempre.
Yo decía entonces: Celebrar una revista como Cuadernos del Matemático, conocida y reconocida en este mundo cultural nuestro, es ya un hito que merece destacarse, en este veinticinco aniversario, por las personas que la pusieron en marcha y la han conducido hasta estas fechas, por sus colaboradores y por sus lectores. Hoy, precisamente, hay que olvidarse de frases como estas: “Hay que recortar”, “No hay más remedio”, “la necesidad obliga” porque me parece a mí que camuflan una verdad de fondo: el desinterés, el desamor por la Cultura. Pero, como tantos otros, los poetas, sus defensores desde que hace ya siglos comenzó la poesía oral (origen de todo género), a pesar de, seguiremos soñando, defendiendo como podamos, la supervivencia de esta revista y de la Cultura.
Manuel López Azorín
(2013 nº 51 y 52))
Los 2 número que celebraron los 25 años de Cuadernos del Matmático con una portada de Antonio López |
Los que hemos colaborado con esta gran revista
publicando en ella, ayudando a sostenerla, leyéndola con avidez siempre,
disfrutándola por lo bien realizada, admirando la obra bien hecha y bien
dirigida por su fundador Ezequías Blanco, por sus adjuntos Matías Muñoz y
Cristóbal López de la Manzanara que han trabajado siempre con ilusión, con
firmeza, dejándose la piel, el tiempo, casi la vida, al menos sino la vida, los
años para sostenerla y buscar que la ciencia y el arte o el arte y la ciencia
se complementase, fueran juntos, de la mano ya que la música y las matemáticas
nacen del mismo tronco, el árbol de la ciencia y el de la poesía forman parte de ese árbol y se hermanan
con la música y las matemáticas. En fin, años de lucha, de ilusión y de cansancio, sin
renovación de material humano, crisis, y mil cosas más provocan el cierre
definitivo de esta maravilla de revista que nos ha hecho felices, al menos un
poco, durante este larguísimo tiempo de caminar erguida, porque 30 años para
una revista de creación literaria no solo es una grata sorpresa sino un
grandísimo triunfo. De modo que hoy , supongo que como muchos, siento una gran alegría
al recibirla y al mismo tiempo una
profunda tristeza, pero la vida es así , se nace para morir y no queda otra
cosa que asumirlo.
mi última colaboración publicada en Cuadernos del Matemático fue en el número 54.Fue un poema("La vida es un vestido que no quieres ponerte"), contra las ansiedades, las tensiones, la depresión, cada vez mas frecuentes en nuestra sociedad debido al trepidante ritmo que se nos impone. El colegio de psicólogos de Madrid, tuvo a bien , citando a la revista Cuaderno del Matemático y al autor, de incluirlo en su página web
mi última colaboración publicada en Cuadernos del Matemático fue en el número 54.Fue un poema("La vida es un vestido que no quieres ponerte"), contra las ansiedades, las tensiones, la depresión, cada vez mas frecuentes en nuestra sociedad debido al trepidante ritmo que se nos impone. El colegio de psicólogos de Madrid, tuvo a bien , citando a la revista Cuaderno del Matemático y al autor, de incluirlo en su página web
Hablaba al principio de su editorial último, decía
que no tiene desperdicio y que suscribo palabra por palabra. Y que cualquier poeta que se precie tendrá que admitir que como suele decir el acervo popular "Tiene más razón que un santo". Quiero aquí dejar
este editorial que es inicio de este volumen de tres números y punto final de
una trayectoria admirable en la que han participado grandísimos artistas talla
XXXL, artistas también de talla XXL, XL, y XX ( un mínimo de calidad les era
exigido y la revista no admitía colaboraciones de tallas menores), escritores, poetas, pintores, ilustradores, etc. etc. pero siempre con un mínimo de calidad en sus creaciones).
Os dejo aquí el Editorial que según Ezequía Blanco nos confiesaque no es de su autoría, nos ha dicho: " Este editorial no lo he escrito yo. Yo sólo le he dado forma a algo que le oí en una conferencia a Enrique Gracia Trinidad." pues citemos también a Enrique Gracia Trinidad por su siempre acertado punto de vista sobre la poesía y sus alrededores y a Ezequías por darle forma y traerlo a Cuadernos del Matemático.
Editorial (Último de Cuadernos del Matemático)
La poesía – cualquiera que sea esa cosa que llamamos poesía – es ahora la misma de siempre, lo que ha cambiado es la Cantidad y calidad de los poetas. Algunos nos van a odiar por lo que vaños a decir, pero no es nuestro deseo practicar erudición ni ser políticamente correctos.
Hoy, comprar libros de poesía es una práctica rara y
leerlos aún más raro. Casi todos los que acuden a la miríada de actos poéticos
que se celebran también son poetas. Encontrar a alguien que no escriba, a
alguien “normal” es rarísimo. Habitamos el reino del “si me lees, te leo”, el de “si vienes a lo
mío, iré a lo tuyo”. Hoy prolifera la variedad, conviven todas las corrientes,
se utiliza cualquier estilo y cualquier falta de estilo: Poesía de la esencia,
de la experiencia, de la obsolescencia, de la ocurrencia, de la apariencia, de
la incontinencia… La pretensión es moneda de cambio, la falta de rigor y de
sustancia algo tristemente frecuente. Y en medio de tal barullo, poetas
extraordinarios a los que hay que buscar como sea. Claro que de todo hay en la
viña del Señor.
Veamos: algunas vacas sagradas a las que les dan hasta premios Cervantes o lo que toque, pero que están en pedestales absurdos y oficial o privadamente flatulentos, y que poca gente sigue porque la gente está en otras cosas más importantes como Champion o el Gran Hermano. También algún ternero adjunto y semi-sagrado que, escribiendo mejor o peor, ha conseguido subirse al carro de la mini-fama – en estos tiempos, en poesía, casi todo es mini – a veces por hacerlo francamente bien y otras por hacerlo como sea pero en el entorno adecuado de editoriales marrulleras, sectores influyentes, matrimonios “ad hoc” y mercadillos de influencia. Hay algún tipo por libre – suelen ser los más interesantes y están en todas las edades – , que va de cráneopor no bailarle el agua a las vacas sagradas o a los ternerillos adjuntos. Por supuesto, hay una multitud de jóvenes y nuevos no tan jóvenes que navega a su aire y se curte como puede en autoediciones, lecturas para amigos, tertulias de autobombo y antologías cuarteleras. Alguno son, sin duda, magníficos, y una mayoría meros junta-renglones que presumen de libertad creadora sin reconocer que en su caso la libertad suele ser ignorancia y vanidad barriobajera.
Ezequías Blanco |
Veamos: algunas vacas sagradas a las que les dan hasta premios Cervantes o lo que toque, pero que están en pedestales absurdos y oficial o privadamente flatulentos, y que poca gente sigue porque la gente está en otras cosas más importantes como Champion o el Gran Hermano. También algún ternero adjunto y semi-sagrado que, escribiendo mejor o peor, ha conseguido subirse al carro de la mini-fama – en estos tiempos, en poesía, casi todo es mini – a veces por hacerlo francamente bien y otras por hacerlo como sea pero en el entorno adecuado de editoriales marrulleras, sectores influyentes, matrimonios “ad hoc” y mercadillos de influencia. Hay algún tipo por libre – suelen ser los más interesantes y están en todas las edades – , que va de cráneopor no bailarle el agua a las vacas sagradas o a los ternerillos adjuntos. Por supuesto, hay una multitud de jóvenes y nuevos no tan jóvenes que navega a su aire y se curte como puede en autoediciones, lecturas para amigos, tertulias de autobombo y antologías cuarteleras. Alguno son, sin duda, magníficos, y una mayoría meros junta-renglones que presumen de libertad creadora sin reconocer que en su caso la libertad suele ser ignorancia y vanidad barriobajera.
Nos tememos que eso que llaman democracia y no lo es
le ha sentado fatal a la poesía. La igualdad de oportunidades, que es más bien
apariencia, nos ha cegado.
Que ya no haya prácticamente analfabetismo, lo que
es muy saludable,ha provocado que cualquiera que no se atreve a pergeñar un
mínimo ensayo, un artículo coherente o una novela por casera que sea, escriba
ristras de renglones a los que llama versos.
Incluso se da el caso de que cualquiera que escribe alguna cosa
interesante en prosa crea que la poesía es algo parecido solo que en renglones cortados donde le de la
real gana; que cualquiera que no leyó más poesía de la que le obligaron a leer
en el Bachillerato o en el BUP, que es
más fino, se permita llamar poemario a un empacho de ideas ,il veces repetidas
y sin maldita la gracia. Cualquier
amigo, igual de zoquete, le dice que qué
bonito y él o ella se hinchan como un pavo. Aquí el más tonto escribe versos y
somos – insisto – somos muchos tontos a escribir porque pensamos que poner una palabra debajo
de otra ya es hacer poesía cuando en realidad es como hacer la lista de la
compra pero con pretensiones.
Cristóbal López de la Manzanara |
Cualquiera
que cante en la ducha o en el coro de la parroquia no va de Plácido Domingo por
la vida; cualquiera que pinte en un
taller de un centro cultural no se piensa Velázquez o Antonio López¸ cualquiera
que camine por el campo y suba una colina no se las da de Hedmund Hillary;
cualquiera que baile en una escuela de la tercera edad no se cree Fred Astaire
ni Anna Pavlova ni Rudolph Nureyev. Para todo arte hay que tener una condición
física y mental específica, un cierto don, el “ángel “ o el “duende” que decía
Lorca. Y, además, hay que estudiar y
practicar muchísimo, conocer la tradición,
leer, mirar, comparar, conocer
las herramientas, las limitaciones, las posibilidades. Así lo hacen en otras disciplinas los
músicos, los pintores… Ensayan, estudian, practican sin descanso… ¿Por qué los
poetas lo hacen tan escasamente? ¿ Por qué diablos se considera poeta hecho y
derecho cualquiera que escribe unos versos soo porque se le han ocurrido o
porque dice que expresa sus sentimientos? ¿ Por qué se puede escribir mucho yno
haber leído gran cosa ni asimilado lo leído? ¿Por qué los sentimientos – tantas
veces simples, cursis o manidos – alguna frase chispeante, el uso de palabras
rebuscadas o rimbombantes y muchos puntos suspensivos le hacen creer a
cualquiera que se le deben los honores
de poeta – que no sabemos que chorrada de honores son esos – y que a todo el
mundo le deberían enloquecer sus simplezas?
No es cierto que hoy haya más poesía que nunca. Lo
que hay es mucha más gente que se dice poeta. Recordaríamos a Bécquer, pero al
revés , y en vez de afirmar “podrá no haber poetas, pero siempre habrá poesía” diríamos
que “podrá no haber poesía , pero siempre habrá poetas”. Lo que hay es mucho
verso suelto por ahí, muchos renglones en fila,como también van el fila las
procesionarias del pino y no po eso nos arrimamos a ellas. Ya lo dijo el gran
Quevedo en la premática de 1600: “ En los poetas hay mucho que reformar, y lo
mejor fuera quitarlos del todo; mas porque no quede de quien hacer burla, se
dispensa con ellos; de suerte que , gastados los que hay, no haya más poetillas”.
Matías Muñoz |
Y es inútil que digamos que entre tanto árbol que no
deja ver el bosque los hay extraordinarios, de cualquier estilo, que aportan
frutos sabrosos. Para eso bastaría con
leer atentamente a jóvenes de 80 y a maduros de 25. Para eso bastaría con no
dejarse llevar por el famoseo
editorial y crítico (casi siempre puro
negocio y amiguismo) y buscar lo bueno con criterio propio o decentemente
aconsejado; y sacarlo a la calle y que la mayoría de la gente, que ha
desconectado totalmente de la poesía, volviera a disfrutarla como ese arte
mayor que es, como ese elemento deseable para la vida que sabemos que es. Pero
claro, para eso sería necesario que los poetas leyeran más – que leemos muy poco – y que nos esforzáramos más, y no
parece que la mayoría esté por la labor. Andamos encerrados en nuestras chavolas
de cristal – las torres son para las vacas sagradas y algún ternerillo adjunto
- y no salimos más que para leernos
entre nosotros, aplaudirnos entre nosotros y jactarnos de nuestro propio
ombligo, que no es más que redondo como todos,
como dijera en su día Álvaro de la Iglesia.
Sin ánimo de
reñir a nadie ni de reñirnos a nosotros
mismos, recordamos dos breves poemas. Uno de José Luis García Martín titulado “Poética
para desanimar a los lectores” y que dice:
Nada digo que no haya sido dicho.
No busques novedades en mi verso.
Amé sin ser amado, como tantos.
Fui joven, como todos, sin saberlo.
Le pedí al arte cosas que he olvidado.
Sólo sé que de nada me sirvieron.
Tuve un tesoro entre las manos, tuve
oro y arena, luz y desconsuelo.
No busques novedades. Lo que digo
tú lo has pensado y otros lo dijeron
con palabras más bellas que las mías.
Escribo sólo por matar el tiempo.
No busques novedades en mi verso.
Amé sin ser amado, como tantos.
Fui joven, como todos, sin saberlo.
Le pedí al arte cosas que he olvidado.
Sólo sé que de nada me sirvieron.
Tuve un tesoro entre las manos, tuve
oro y arena, luz y desconsuelo.
No busques novedades. Lo que digo
tú lo has pensado y otros lo dijeron
con palabras más bellas que las mías.
Escribo sólo por matar el tiempo.
El otro es un epigrama, que Enrique Gracia Trinidad dedicó a unos pretenciosos poetas bisoños, recordando la anécdota que se atribuye al poeta chino Li Po que escribía en pequeños papeles , los arrojaba al agua y reía viendo que sus discípulos se echaban al agua nadando para recogerlos. Se titula “ Consejo malvado”
Imitar a Li Po es sin duda elegante:
escribir unos versos y hacer con ellos barcos de papel
que la corriente del río se lleve poco a poco.
Exquisito, sin duda,
pero procura tú ser cuidadoso
y guardar lo que escribes,
que bastantes basuras se arrojan a las aguas.
NOTA:
por estas y otras razones, con este número especial (56,57, 58) de celebración
de los 30 años de la publicación, la revista Cuadernos del Matemático cierra
sus puertas y, como los buenos toreros, se corta la coleta con la alegría de
haber vivido mucho y de haber hecho camino al andar junto a vosotros y junto a
otros que ya se nos marcharon definitivamente. Sea este número triple un
homenaje a todos esos colaboradores que se han ido quedando por el camino entre los que
se encuentran nombres de hacedores muy grandes de nuestra literatura última
tanto por sus obras como por su talante. Valga.
D.E.P.
Y que la memoria, individual y colectiva, te
mantengan viva.
Manuel López
Azorín
No hay comentarios:
Publicar un comentario