Pedro
A. González Moreno:
El
poeta de la materia de los sueños
El 23 de mayo el poeta manchego Pedro A. González Moreno ofreció una lectura poética en La Esfera
de Alcobendas. Para la ocasión de estas lecturas de poesía la organización
edita un “Cuadernillo” (unas 24 páginas) con poemas seleccionados por el autor
invitado. En esta ocasión Pedro
eligió poemas de sus dos últimos libros Anaqueles sin dueño y El
ruido y la savia. Además de un poema de la antología De tu
tierra.
Pedro
llegó acompañado de amigos y de otro Cuaderno (nº 3 de Mahalta) : La
memoria y sus hilos que contiene una selección antológica de los libros
Pentagramas
para escribir silencios (1987), El desván sumergido (1999), Calendario
de sombras (2005), Anaqueles sin dueño (2010) y El
ruido y la savia (2013) además de un poema inédito, "Hilos", que es origen de
título de este Cuaderno: La memoria y sus hilos. La edición y
selección de estos poemas estuvo al cuidado de la profesora de Literatura Rocío Alarcón Ruiz del IES Eduardo Valencia de Calzada de Calatrava, pueblo natal de Pedro A. González Moreno. Su publicación fue este pasado mes de abril.
Pedro leyó especialmente poemas de El
ruido y la savia libro que es un
ejercicio de memoria, para recordar que esos fantasmas del pasado, esas raíces
que dieron lugar, gracias a la savia que las nutrió de vida primero y de poesía
después, a otras ramas "De mis antepasados / no aprendí grandes cosas, pero
heredé de ellos/ una extraña escritura / donde podía leerse / el filo de
las hoces y el ruido de la savia. Nos habla de una estirpe que en barro
y yeso dejó escrita su canción sin palabras."
Y para terminar su lectura nos habló
de “Hilos”el
poema dedicado a su madre del que nos explicó su génesis y que une presente y
materia de los sueños :"En un dedal/ cabía todo el tiempo sin bordes de la infancia, (...) pero tú el hilo rojo / preferías sacarlo de las llamas más altas (...) Y mientras enhebrabas las agujas / el mundo se quedaba detenido / un instante, (...) Con ese orden, con esos mismos hilos, / aprendí yo después, mucho tiempo despues,/ a enhebrar las palabras." Hermosisimo homenaje a la madre.
Del mismo modo también que aquel poema dedicado a su padre: “El
picón de la infancia”, que se publicó por primera vez en otro Cuaderno, el de
los Vasos nobles de la tierra de la Tertulia El Empotro de Valdepeñas.
Todo lo que la materia de los sueños (que es la
memoria) atesora, surge aquí luminoso entre las sombras, surge elegiacamente,
con amor, con emoción y con serenidad poética en la trayectoria de este importantísimo
poeta dentro de la Mancha y también a
nivel nacional, un poeta grande y coherente como González Moreno que
escribe su discurso con la sangre del trazo , de la vida y de la memoria que es
la materia de los sueños con la que se nutre, con esa mezcla entre la
experiencia de lo cierto y la conciencia de lo soñado.
Todo aquello que en libros anteriores nos ha hecho sentir González Moreno: el tiempo, el amor, el olvido, la transcendencia, las raíces del origen, lo destruido, lo contemplado, el despertar de aquello que perdimos... nos conduce a estos cuadernillos donde el poeta , en su laberinto de hojas arrancadas al tiempo de la vida y los sueños, desde las sombras de este ahora de ausencia y desamparo, “de quien anda poniendo, por todas las esquinas / fecha al amor y nombre al desengaño”, nos ofrece.
Todo aquello que en libros anteriores nos ha hecho sentir González Moreno: el tiempo, el amor, el olvido, la transcendencia, las raíces del origen, lo destruido, lo contemplado, el despertar de aquello que perdimos... nos conduce a estos cuadernillos donde el poeta , en su laberinto de hojas arrancadas al tiempo de la vida y los sueños, desde las sombras de este ahora de ausencia y desamparo, “de quien anda poniendo, por todas las esquinas / fecha al amor y nombre al desengaño”, nos ofrece.
La palabra de Pedro A. González Moreno es precisa, elegante, rítmica, musical y es que este poeta es de una gran perfección formal, cuida el lenguaje, la palabra porque sabe bien que la música del poema, de la poesía, solo sonará bien si se construye con la única materia con la que elaborar la poesía. Con la sombra del árbol donde creces, con la memoria de sus raíces y Con raíces y hojas, con hilo de adjetivos, con lenguaje, con palabras … y el temblor de esas letras que en el árbol fueron creciendo, conformándose, para hablarnos después en sus poemas.
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En 2005 escribí este poema para Pedro en relación a eso que yo llamo "la materia de los sueños" y que no es otra cosa que la memoria , lo incluyo aquí.
MATERIA DE LOS SUEÑOS
(la
memoria)
Para Pedro A. González Moreno
La memoria es cobijo
de la desolación y la alegría.
Es el canto de un tiempo que se pierde o se gana
y ya mitificado, con su risa y su llanto,
se convierte en el sueño de un tiempo ya sin tiempo.
La memoria es el sueño de la infancia perdida,
de la tierra,el paisaje,
del patio, de la higuera, de los descubrimientos,
de la luz y la sombra...
y de las decepciones.
Es el sueño del sueño de vida que vivimos,
(es cantar lo perdido don Antonio Machado,
lo soñado, el amor, el gozo y la desdicha…)
Calendario de sombras que fueron luz un día
y, al hacerse palabra,
retornan con su llama de amor y de tristeza..
La memoria es cobijo
de la desolación y la alegría:
materia de los sueños hecha canto en palabras,
expresión verdadera de tiempo sucedido
que se abraza al ahora del siempre todavía
donde el verbo es la luz
que sueña y significa.
Manuel López Azorín (2005)
Para Pedro A. González Moreno
La memoria es cobijo
de la desolación y la alegría.
Es el canto de un tiempo que se pierde o se gana
y ya mitificado, con su risa y su llanto,
se convierte en el sueño de un tiempo ya sin tiempo.
La memoria es el sueño de la infancia perdida,
de la tierra,el paisaje,
del patio, de la higuera, de los descubrimientos,
de la luz y la sombra...
y de las decepciones.
Es el sueño del sueño de vida que vivimos,
(es cantar lo perdido don Antonio Machado,
lo soñado, el amor, el gozo y la desdicha…)
Calendario de sombras que fueron luz un día
y, al hacerse palabra,
retornan con su llama de amor y de tristeza..
La memoria es cobijo
de la desolación y la alegría:
materia de los sueños hecha canto en palabras,
expresión verdadera de tiempo sucedido
que se abraza al ahora del siempre todavía
donde el verbo es la luz
que sueña y significa.
Manuel López Azorín (2005)
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