Diego Medina Poveda Todo cuanto es verdad
Accésit del premio Adonais, 2019
Editorial Rialp, Madrid, 2020
Diego Medina (Málaga, 1985),
obtuvo en diciembre el Accésit del
Premio Adonáis 2019 por su libro Todo cuanto es verdad, libro que acaba de publicarse en la
prestigiosa Colección Adonais (Ediciones Rialp, Madrid, 2020)
En
opinión del jurado ha sido premiado por “la musicalidad de su lenguaje
celebratorio y a la vez crítico, en el que se funden la herencia barroca y los
motivos cotidianos”.
Yo
presencié el pasado diciembre el fallo del jurado en la Biblioteca Nacional y
vi a un Diego exultante de alegría por la concesión de un accésit para su libro
Todo cuanto es verdad (Título que toma de una cita de Séneca y que
nos anticipa el contenido reflexivo, filosófico, existencial y emocional del
libro: “Todo cuanto es verdad me pertenece (…) sepan que las mejores cosas son
patrimonio común.”)
Diego tras el fallo y de fondo el jurado del Premio Adonais. |
Diego Medina Poved , que comenzó a escribir con unos
referentes muy concretos: su padre, el poeta Diego Medina Martín como primera imagen que dirigió la colección literaria del Ayuntamiento
de Málaga: “Monosabio” y ahora la codirige el hijo junto a Francisco Ruiz Noguera y el otro referente:el poeta Claudio Rodríguez como imagen del jovencísimo poeta que
obtuvo el premio Adonais en 1953 con su libro Don de la Ebriedad y revolucionó el panorama poético de los
años 50 pues como nos dice Philip W.
Silver, hispanista y profesor emérito de Columbia University, buen
amigo y estudioso de la obra de Claudio,
éste fue “un ser humano sorprendente, un
gran poeta nacido para serlo más allá de su tiempo” (y yo suscribo estas
palabras pues durante los más de veinte años que yo traté a Claudio pude comprobarlo)
Pues
bien, Diego, que comenzó a escribir imitando a Claudio Rodríguez (entre otros),
ahora gracias al Adonais publico donde él lo hizo” y con este Todo cuanto es verdad pasa, Medina Poveda, a formar parte de la
Editorial Rialp y de su prestigioso premio Adonais uniéndose así con una nómina
de poetas importantísimos y con una gran repercusión en todo el mundo de habla hispana y eso para
un poeta es una alegría porque el poeta,
principalmente escribe para que le lean y, añado yo, para que le quieran.
Todo cuanto es verdad está compuesto por dos apartados: I “Mudanza” y II “Geografía del abandono”.“Mudanza” trata
de los asuntos cotidianos, reales, con lenguaje claro, coloquial, nos muestra
situaciones que se viven o se observan, en un plano real; Y fue una angustia abrir aquellas páginas,/ ver el modo de empleo de
las piezas, / las etapas descritas una a una,/ las vueltas que hay que dar sin
retroceso: / anclar la base y que el respaldo aguante / una buena escoliosis de
las vértebras.
Pero también se da otro plano digamos que simbólico o
interior en el que se muestra esa
mudanza, ese cambio que se produce en el yo que nos escribe por dentro: Una caricatura / sin rostro es mi reflejo, aquel soy yo:/ el hombre
reducido a un contorno de nadie o de cualquiera / que sostiene un tornillo para
montar su mundo / aunque parezca / que solo está montando un taburete.
Hay un tono suavemente irónico entre
el acto de montar un taburete, seguir las instrucciones, llegar a un fin con
resultado satisfactorio y hay hecho crítico, temeroso y reflexivo, con la
mudanza, de estar montando para sí su nuevo mundo, porque la felicidad – dicen-
está en la sencillez del pensamiento y las acciones. Porque
sé de místicos frailuises y agustinos, / yo sé del clásico Hesiodo y los
consejos,/ o del Séneca estoico a Lucilio / hablándole sin miedo de esperanza “si
dejas de esperar, dejarás de temer”.
En el segundo apartado, “Geografía del abandono”, nos ofrece
Diego una visión de la sociedad actual mostrando su banalidad en los actos de
ser y estar en la vida y aboga por un cambio social en el que el ser humano prime sobre lo insustancial
Vivimos
en la antítesis de un verbo / que muchos años antes se empleó /para hablar de
esperanza.
Huir de uno mismo como quien se traga / los charcos del recuerdo y aún no sabe / que en su voz infinita están las voces / de todos los secretos. Su lenguaje en este Todo cuanto es verdad se nutre, principalmente, del de la vida diaria, cotidiana, Diego Medina Poveda con pensamiento reflexivo, con lenguaje dispuesto a la expresión de las ideas, del concepto nos dice: Ahora más que nunca soy creyente(…) De comprar vengo un trozo de conciencia: /// ya ni siquiera nuestra muerte / nos salva del comercio. Desdeñar lo superficial, renunciar a las cosas banales, reflexionar sobre el ser humano y sus contradicciones, sentir la soledad como el vacío de la geografía de la vida.
Una vida de seres cosificados, convertidos en
simple mercancía de consumo y seres que se afanan en buscar el poder del
consumo desmedido.
Su tono a veces de ironía, a veces de insatisfacción y siempre con el deseo de otro mundo, mejor y más humano, aun en la contemplación pesimista de del mundo actual es, en contradicción, positivo y deja una puerta abierta a la esperanza.
Huir de uno mismo como quien se traga / los charcos del recuerdo y aún no sabe / que en su voz infinita están las voces / de todos los secretos. Su lenguaje en este Todo cuanto es verdad se nutre, principalmente, del de la vida diaria, cotidiana, Diego Medina Poveda con pensamiento reflexivo, con lenguaje dispuesto a la expresión de las ideas, del concepto nos dice: Ahora más que nunca soy creyente(…) De comprar vengo un trozo de conciencia: /// ya ni siquiera nuestra muerte / nos salva del comercio. Desdeñar lo superficial, renunciar a las cosas banales, reflexionar sobre el ser humano y sus contradicciones, sentir la soledad como el vacío de la geografía de la vida.
Os dejo aquí el poema “Metempsicosis" un alegato contra el
capitalismo y su imposición consumista:
De adquirir vengo un trozo
de conciencia./ Ahora más que nunca soy creyente,/gracias al mundo estoy
desengañado,/ ni cantos órficos ni libros griegos,/ ni la filosofía demostró /esta
transmutación empírica /del alma hipotecada en otro cuerpo./ No es la
reminiscencia de Platón,/ una mirada basta para ver / los hilos de oro que nos
unen / y que no vemos: /aquí viene ese espíritu al que despellejaron,/ allá va
ese otro que murió en la calle,/ lo molieron a golpes, le quitaron / casa,
vida, sueños,/ aquel de allí con alas de Prozac / voló por la ventana, dejó
mujer e hijos,/ pero tranquilos, no está muerto,/ vive en la deuda que perdura,/
transmigrada en dinero está su alma, / la salvación: un óbolo invisible / que
paga con la sangre el heredero./// De comprar vengo un trozo de conciencia: /ya
ni siquiera nuestra muerte/nos salva del comercio.
Su tono a veces de ironía, a veces de insatisfacción y siempre con el deseo de otro mundo, mejor y más humano, aun en la contemplación pesimista de del mundo actual es, en contradicción, positivo y deja una puerta abierta a la esperanza.
Esa sombra
que arrastra tu cabeza / esconde en su horizonte otras ciudades,/ te ofrece
postas donde oler el tiempo / a origen a cebada, a lo trivial (…) Vuelve a tu
alcoba y déjate morir un rato, (…)
contempla desde el fondo de tu estancia,
/ llena de muerte y nacimiento,/ el absurdo paisaje de la vida, y nunca olvides
/ dejar siempre una puerta abierta. Y este mensaje de esperanza
que le muestra al lector es para
decirle: cambia el ritmo de vida tan vacío que llevas, ese en el que prima el
poder, el dinero, todo lo superficial sobre lo que es importante que es el ser
humano es ser mejor persona y se tú mismo,
porque de lo contrario, llegará un día en la vida en el que te des cuenta de que Perdido
en los instantes transparentes / en este punto absurdo del viaje / se llama soledad la geografía. Y precisamente lo que quiere Diego no es la soledad sino sentir, ver la vida más humana, este es el libro de un
joven que, por conocer bien la poesía ya que ha bebido y muy bien de las
fuentes que le han precedido, está lleno de ritmo, de perfección formal en
verso blanco, de musicalidad y, como dicen por Andalucía, de emocional hondura.
Diego con su familia (su madre a su derecha) y amigos en la escalinata de la Biblioteca Nacional |
Diego Medina Poveda es licenciado en
Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid. Tiene en su haber
un Master en Estudios Literarios y otro en Edición. Ha publicado cinco
poemarios: Urbana Babel (2009), Las formas familiares (2010) que fue Premio Málaga Crea ese año. He
visto la vida más humana (2015, Premio Cero de poesía joven “Tertulia El Pimpi” 2014), A
pesar del frío. Certamen Literario UNED “María Zambrano (2016) En 2016 obtuvo el primer premio de poesía de la
Universidad Autónoma de Madrid, Mar de Iroise (2017) En 2018 obtuvo el Premio Manuel Alcántara en su XXVI
edición con el poema “Contrapicado”, posteriormente el poema se ha traducido al
francés, italiano, catalán, bretón, inglés y escocés. Ha trabajado como becario
del Área de Publicaciones de la Biblioteca Nacional de España. Actualmente es
profesor de español en la Universidad de Rennes 2 en Francia, y codirige la
colección Monosabio de poesía y narrativa que edita el Ayuntamiento de Málaga.Su
poesía ha sido recogida en diferentes antologías y revistas.
Manuel
López Azorín
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