Ricardo
Fernández Moyano: El filo del no
Ricardo
Fernández Moyano (Minaya, Albacete, 1954) ha publicado un nuevo poemario titulado
El filo del no (Imperium Ediciones, Zaragoza, 2020)
Compréndelo
no existe
más que una palabra verdadera:
no.
-Antonio Gamoneda-
Con esta cita de Gamoneda y otra del
dramaturgo Henry Miller: Para
enloquecer debes tener una tremenda acumulación de cordura.
Inicia Ricardo Fernández Moyano su
poemario El filo del no, un libro
de luces y de sombras, como la misma vida, que abraza el tiempo, ese
reloj del hombre que un día se detiene en su finitud y mientras esto sucede en
El filo del no suena un preludio que nos dice:
Pasan
los días y las horas,
te
preguntas por qué sigues ahí
sondeando
el sentido del pálpito.
Sabes
que nada será igual,
que
la candela olvidó su brillo
tras
un peldaño de inconsciencia.
Y al abrazar el tiempo, abraza el amor y da cuenta
de sus dudas y certezas y nos llega con su canto este El filo del no, a tocarnos el
corazón y los sentidos, con versos breves, intensos que penetran en nuestro
interior y nos dicen que son el tiempo
deseado y nos dicen que cantan lo que ya ha sucedido. Es el afán del tiempo
hacernos cantar lo que se pierde y
hacernos soñar lo que se espera y en el filo esta el no, como una invisible
niebla que no sabemos que nos depara tras ella. Una cosa sí es cierta: hoy,
ahora, ya, el instante presente lo demás es recuerdo o es sueño Hoy no, hoy es
el momento preciso.
Hoy
es el primer día de mi vida
(…)
Ahora
todo queda por hacer
(…)
Cuando
despierte
todo
será comienzo.
En El filo del no, Ricardo Fernández Moyano vive con
intensidad el momento y, al mismo
tiempo padece la llegada del crepúsculo, la oscuridad del ocaso, la sinrazón de
la noche si alba, la finitud de la luz.
Pero gracias al amor y frente a tanta ebriedad y
tanta desazón el poeta abraza la piel de la amada y se salva de los errores de
la vida, del mundo, de la oscuridad de las noches sin tiempo y los tiempos sin
luz, de los posibles presagios de un mañana
que ahora es no.
Exploro
más allá de las arenas
la
claridad que ciegue
y
me lleve al abrazo de tu piel,
único
prado de supervivencia.
Es este un libro lleno de dolor y de amor, un libro
en el que la poesía sugiere a veces, protesta otras, duda en ocasiones y todo
de una manera íntima, confesional, sincera, con sonoros versos blancos que
marchan por el camino de la poesía formal con cadencia, con ritmo. El filo del no es un libro de tiempo, de amor,
de desencanto, de denuncia , de reflexión y de soledad
No
supimos gozar
la
tea del deseo
en
los días de ausencia
cuando
todo vertía légamo
la
soledad
como
única guarida
hay charcos galopando en las aceras
y
las alcantarillas anegadas
no
saben del dolor
que
converge en las plazas.
Pero también lleno de amor, de esperanza porque:
Aún
el pan está por amasar,
el
amor, la paz, los caminos…
Ricardo
Fernández Moyano es
un poeta que no ha dejado en otros de sus libros el gozo de la vida y su piedra
de carga. De él ya dije que se
enfrenta a la escritura poética abrazando al lenguaje como lo más suyo,
intentando llegar hasta el fondo de los significantes y sus significados,
buscando la luz que alumbra la palabra. Por eso nos ha dicho:
Ebrio,
puse un ancla a la orilla,
enredado
en el aire y la locura,
en la
palabra.
Fernández Moyano entre existencial y metafísico ( ya lo dije cuando publicó Zarzal en 2015), camina y vive de las palabras para restituir lo silenciado,
lo desaparecido. Vivir en las palabras, luchar contra el silencio, dar
testimonio de la experiencia vital, con la memoria viva, para salir de la
sombra, del olvido y abrazar la luz.
Y todo ello como apunta en la contraportada Adolfo Burriel: “tocando con los
sentidos las perplejidades personales, las fronteras invisibles del entorno y
las jaulas duras de los desencuentros. Se trata de un camino que va desde la
intimidad más honda hasta la más dolida denuncia, sin que en ese recorrido el
poeta deje escapar la razón ( quizá más bien sinrazón, quién sabe), o las
preguntas.”
Ricardo
Fernández Moyano. Es profesor en las especialidades de Ciencias Humanas. Desde
1992 reside en Zaragoza, donde ha trabajado como Educador de Discapacitados
Intelectuales. Con varios premios en su haber y
cerca de una docena de libros publicados, entre otros destaco:
Tras la
Huella del Tiempo, Diputación de Albacete 1996.
Rituales
de identidad, Huerga y Fierro Madrid 2011.
Zarzal, Amargord
Ediciones Madrid 2015.
Brotes.
Antología breve (1985-2016), Huerga y Fierro Madrid 2017.
y este El
filo del no, Imperium Ediciones Zaragoza 2020.
Sus
poemas han sido traducidos al rumano, italiano y japonés.
Manuel López
Azorín
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