viernes, 29 de mayo de 2020

Antonio Mata Huete: "Ecos del desasosiego".







Antonio Mata Huete: Ecos del desasosiego.



Antonio Mata Huete (Villacañas, Toledo), viene hasta mi a través de su editor Antonio Benicio Huerga, a regalarme un libro de poemas  titulado Ecos del desasosiego (Los libros del Mississipi, Madrid, 2020), con un estupendo prólogo  que además es una magnifica defensa  de la poesía como arte, como forma de vida y como herramienta de conciencia, del periodista, escritor, editor y poeta Félix Maraña.
Antonio Mata en Ecos del desasosiego le canta al olvido con esperanza de futuro, no le canta al pasado, el pasado es un fue que ya no es sino en el tiempo del recuerdo, en el tiempo del olvido del tiempo sucedido y con él se regresa, a través de la materia de los sueños, que es la memoria, al siempre agridulce tiempo que ya es ido pero que sigue vivo en el recuerdo porque el tiempo no fenece, somos nosotros, pero la palabra permanece en el tiempo sin nosotros  porque la palabra en el Tiempo es Poesía.

Este libro de Antonio Mata tiene medida y ritmo, musicalidad y emoción en una poesía que vibra en su descarnada, a veces, confesión de lo vivido en un tiempo de oscuridad y silencio impuesto, y vibra en su devoción admirativa a los poetas Machado, Blas de Otero, Celaya, Juan Ramón, Ángel González, Cernuda, Alberti, Pessoa, Valery…poetas de un ayer, de un Tiempo que vive en la palabra que es Tiempo-Poesía.
El desasosiego es un estado de inquietud, la antesala del miedo, del pánico. Este libro contiene los ecos, lejanos ya, de la inquietud, de temor de la angustia pero no llega al pánico porque, en su rebeldía de conciencia colectiva, proclama la justicia de un tiempo sin ella: “¡Arad la tierra con surco de vertedera / para sembrar sus raíces con savia nueva”  Antonio Mata canta a la tierra, al recuerdo de años oscuros, difíciles, a los poetas ya idos y algunos en el olvido o casi: “Y así, una tras otra, caerán las horas (…) Y los versos nunca escritos en renglones torcidos” 
 
Canta al amor o al desamor o mejor dicho a lo que pudo haber sido y no fue: “He perdido el amor /en una esquina de marzo”, canta a la madre “Su pelo gris que acunaba, con arrullos, /El hambre de sus hijos con mentiras y mendrugos”.
Canta el poeta, a veces, con una cierta nostalgia de la infancia y en el recuerdo con el tropo de un tiempo que florece a pesar de los fríos: “Ahora que te recuerdo,/ Chiquillo perdido,/ Entre las flores bordadas de los almendros”
Canta  el amor, el ensueño del amor : “Guárdame en tus manos, encerrados, / Los besos,  besos que soñé para mi boca” y el desamor: “Déjame en el olvido si no vuelves” y por tanto al sentimiento de pérdida (“se canta lo que se pierde”) machadiano:  “Sabría que vendrías en este abril de besos / Y no supe, o no quise, quedarme y esperarte”
Canta a la libertad necesaria para el hombre, para el poeta, los poetas, y les rinde homenaje para no olvidar, pues ya son, idos, “palabra en el tiempo”: “Eterno forjador de olmos y sueños”
Y lo hace con humildad pero con firmeza y convencido de que la palabra en el Tiempo, es decir la Poesía, ”es un arma cargada de futuro”… “expansivo”, Maraña, que conoció bien a Celaya lo apunta y muy bien. Así nos dice:   “Los versos de Ecos del desasosiego son versos comprometidos escritos con el fin de provocar sensaciones en el lector y, por encima de todo, hacerle pensar. Sin renunciar a los principios inquebrantables de la poesía, ritmo, cadencia y música, el autor se involucra con la poesía social, tan necesaria en estos tiempos y se identifica con la voz silenciosa de los que más necesitan ser escuchados.”  En sus versos vive latiendo la esperanza, siempre limpia y viva, siempre abierta a todos como baluarte contra su antónima: la deseperanza.

Dice Félix Maraña , Premio de Periodismo de Miguel de Unamuno– en el prólogo de este Ecos del desasosiego : “Los poetas deben tomar partido: o se inclinan por la gramática del tiempo, o no declinan la vida. Y en este territorio vital está el poeta Antonio Mata, y está su poesía, recogida en la emoción, removida por el sentimiento de la finitud”

Este Ecos del desasosiego, es un libro oportuno, necesario para leer ahora  por su claridad y sencillez  de lenguaje preciso  al tiempo que adornado con metáforas o metonimias o sinécdoques, tropos en fin que como bien dice Félix Maraña:  “...No hay poesía sin tropos, aunque ahora se haya puesto de moda llamar poesía a todo lo que se mueve. El tropo y la idea es el ADN del poeta. Y Antonio Mata convoca la metáfora sin trampa en múltiples ocasiones”. En fin, un acierto más de Antonio Benicio Huerga o lo que es lo mismo "Los libros del Mississipi" la publicación de este nuevo libro de Antonio Mata


 
Antonio Mata.Toledano de nacimiento y madrileño de adopción, es redactor-jefe de la revista cinegética Caza y Safaris en la que, de forma habitual, publica relatos literarios y artículos de opinión.
Su trayectoria literaria está directamente ligada a la poesía y sobre todo al relato de tipo popular en el que la recuperación del lenguaje rural, hoy desaparecido, es una de sus auténticas pasiones.
Por su labor de recuperación del citado lenguaje, recibió el galardón del V Certamen Literario Sancho Panza y del I Certamen de relatos breves Torcaz Naturaleza y Caza. Es autor también de los libros de poemas Tierra seca, Las palabras imposibles (2018) y del de fotografías Villacañas, un siglo de historia en fotografías .

                                Manuel López Azorín






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