Ángel Guinda: Los deslumbramientos seguido de Recapitulaciones
Este verano recibí el último libro publicado de Ángel Guinda (Zaragoza, 1948), Los deslumbramientos seguido de Recapitulaciones (Olifante ediciones, Zaragoza, 2020) un libro en el que el poeta zaragozano, Premio de las Letras Aragonesas (2010), nos habla con versos breves de lo que para él es la poesía: una posesión, una actitud frente a la vida y frente a la muerte.
El poeta que ha estado
retirado forzosamente por culpa de una enfermedad, ha sentido el silencio y la
calma y ha escrito Los deslumbramientos, a manera de confesión para hablarnos de
la vida y de la muerte, del amor, de la salud y la enfermedad… y de la vejez
En Los deslumbramientos nos muestra
la capacidad del ser humano pero, especialmente, del poeta, de estar siempre a
la espera de que algo le sorprenda, le deslumbre y de ese deslumbramiento nazca
el poema: Ángel guinda nos dice: “Has envuelto tus manos con el aire./ Te has lavado los ojos con la luz.///¡Escribe como una
sacudida! Y más adelante, aludiendo
a al epitafio del poeta Keats, nos dice:” ¡Aunque sea sobre el agua escribe fuego!”.
Ángel Guinda
escribe, de manera elegiaca una poesía
tan tremenda como clara, tan sencilla como honda. Sus poemas son como fogonazos,
como de alucinación envuelta en niebla, en bruma. Para él hablar de la muerte
es aferrarse a la vida, cantar lo perdido en revivir de nuevo, imaginar el amor
es extasiarse y o contradecirse con juegos de palabras, sentir el abismo es entrar en la fajana oscura del misterio
que nos habita dentro.
Y escribe con las temáticas clásicas, el amor, el paso del tiempo, la soledad… un libro de pensamiento, de contención, de síntesis verbal, de honda y reflexiva preocupación y de serenidad porque, como el dice: “la serenidad es un estado de ánimo, / conciencia de viajar a uno mismo despacio. / Y haber llegado ya es alcanzarse".
Este es un libro en el que la palabra, se muestra
despojada al tiempo que repleta de riqueza y vestida de estoicismo. Sin creer
en la realidad más real ni en las promesas ni en el poder. Ángel es un poeta de compromiso social y un hombre solidario, porque
el poeta, en su interior, debe de estar interesado en la belleza, sí, pero
también en el compromiso y la
solidaridad.
Él que ha sido durante 40 años profesor de literatura, que es traductor,
crítico literario…busca la bondad en la condición humana tal vez porque
piensa que el hombre está pendiente solo
del conocimiento del instante y se olvida de lo anterior. Piensa que la
Literatura nos ayuda a vivir y nos muestra tanto lo bello del mundo como
lo miserable de ser humano para que veamos la luz del
misterio de la vida. A un paso de la vida y de la muerte viven todos los bienes
y todos los males.
Poetas a los que alude en
ocasiones Angel Guinda, además de Keats, son Virgilio cuando nos habla del
tiempo fugitivo, San Juan de la Cruz, cuando se nos ofrece con una mística laica “De tanto estar en mí ya estoy en todo” y Pedro Salinas para
hablarnos del amor o del desamor: “El
amor es invención. / Se inventa siempre lo amado / y lo amado nos inventa. /
Solo el dolor, en amor, / no es invención”.
Recapitulaciones, la
segunda parte del libro mitad
prosa, mitad verso. Son once poemas concretos,
que nos muestran a un Ángel Guinda
torrencial y visionario. Son poemas confesionales que preguntan al sujeto poético
al tiempo que al lector, y van plenos de sentencias y mensajes: “Cultiva la serenidad. Vive austero. Apartado de tanta vanidad, de
tanta codicia. Y olvídate de ti para ser tú con todos los demás”.
Un examen de conciencia con ética y solidaridad y un deseo de ser siempre uno mismo. Así nos
dice: “¡Fui amanecer. Soy ocaso!”
El escritor,
editor y biógrafo becqueriano Agustín Porras que
mantiene una gran amistad con Ángel
Guinda, en uno de sus libros: Coplas a la vida de mi compadre, nos dice:
“¡Qué generosa la
apuesta / de este poeta valiente: / matar el miedo a la vida / y herir de vida
a la muerte!”
Y con relación a la
poesía de Guinda dice: “De la blasfemia a la oración, de la enajenación a una
emocionada lucidez, Guinda viene ofreciéndonos el resultado de la más completa
autopsia que pueda hacerse al complejo espíritu que a todos nos anima”.
La poesía de Guinda, en fin, es
existencial, metafísica, introspectiva, dolorosa, desgarrada, una poesía que
convive con la muerte, visionaria, satírica, comprometida, en definitiva una
poesía escrita para sí que toca los sentidos y se convierte en poesía de los
demás, una poesía de eso que los filólogos llaman la otredad.
Ángel Guinda publicó en Zaragoza, su primer libro, Vida ávida (1980), que recogía todo lo escrito hasta ese momento. Más tarde, publicó Claustro. Poesía 1970-1990 (1991). En los años noventa publicó: Después de todo (1994), y Conocimiento del medio (1996). Y ya en el nuevo siglo, Biografía de la muerte (2001), Claro interior (2007), Espectral(2010) Rigor vitae (2013) y Catedral de la noche (2015), publicados en distintas editoriales, aunque Ángel Guinda ha publicado bastante con la veterana editorial Olifante, editorial que publica ahora Los deslumbramientos seguido de Recapitulaciones (2020)
Manuel
López Azorín
3 comentarios:
Un bello y certero análisis de un poeta fundamental. Un abrazo, Manuel.
Qué honor merecer la atención inteligente, intensa, extensa y crítica del maestro Manuel López Azorín. Eternamente agradecido. Ángel.
Qué honor merecer la atención inteligente, intensa, extensa y crítica del maestro Manuel López Azorín. Eternamente agradecido. Ángel.
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