jueves, 24 de marzo de 2022

POETAS VASCAS (Vistas por Félix Maraña)

 


POETAS VASCAS (Vistas por Félix Maraña)

Félix Maraña


Me envía Félix Maraña el número 16 (enero de 2022), de la revista ERI de pensamiento, cultura y política del Partido Comunista de Euskadi-Euskadiko Partidu Komunista.

En dicha revista este periodista escritor y poeta ha publicado dos artículos sobre las poetas vascas. Nos habla de Angela Figuera Aymerich en uno la gran poeta de compromiso, tan olvidada a pesar de su gran obra. Solo el poeta  Leopoldo de Luis supo reconocerla en una antología y,  en otro, de Sabina de la Cruz la mujer,  fiel estudiosa y defensora de la obra de su marido Blas de Otero, incluyéndola como la mujer poeta que abandonó su poesía para cuidar y difundir la del autor de “Pido la paz y la palabra”

 

********

ÁNGELA FIGUERA AYMERICH

Angela Figuera Aymerich (Bilbao 1902 – Madrid 1984), publicó libros de corte intimista como  “Mujer de barro” y “Soria pura” pero a pesar de no ser libros de crítica social contra la dictadura,  se vieron censurados por su sensualidad y velado erotismo.

De esta poeta nos dice Maraña: “Angela Figuera Aymerich, poeta de Bilbao, fue puente, mensajera, mediadora y mujer de conciencia. Una suerte de mujer solidaria, que no piensa en su obra sino en la obra de los demás, en los demás, en poner en relación a los demás, como ejercicio de civilidad. Toda su obra es una suerte de puñetazo a la violencia, a la injusticia, al dolor del mundo. Basta con acercarse al volumen de sus obras completas (con prólogo de Roberta A. Quance, Hiperión, 1986), para darse de frente con una poesía armónica, crítica, de bello lenguaje, de incisión punzante en el dolor del mundo y sus pobladores, de visión, revisión y estampa de toda la belleza cruel que la vida impone”

Ángela Figuera Aymerich


Su trayectoria vital está marcada por su compromiso social y su crítica a la dictadura que la represalió, como a tantos, impidiéndole que ejerciera en su plaza de maestra. Sus libros de compromiso social los publicados en su etapa de1950, debido a aquel  tiempo de sombra, como el titulado  “Vencida por el ángel”. Un poemario que  muestra la miseria extrema de España, en una terrible posguerra de sombra y de desolación para los vencidos.  Con el libro  “El grito inútil (1952), escrito en verso libre nos muestra la distinción entre la explotación del hombre  por el trabajo y el de la mujer , cuyo protagonismo viene dado por la maternidad y la casa.

Publica luego en 1953 “Los día duros”  y “Víspera de la vida” Por aquellas fechas estaba terminando de escribir “Belleza cruel”, “un libro en el que reafirma su compromiso con los desfavorecidos."  


Felix Maraña nos cuenta que  “Belleza cruel” obtuvo el Premio de poesía Nueva España, premio que concedía la Unión de intelectuales  Españoles de México. Se publicó en 1958 en México con un prólogo del poeta León Felipe.

“Toco la tierra”,  es el último libro de poesía social de Angela Figuera. Se publicó en 1962.  En 2015 se hizo una reedición en la Editorial Páramo (Valladolid) En este libro Ángela Figuera Aymerich La nota editorial de esta reedición nos dice que el libro: “habla a los hijos repudiados por la patria, al pueblo que sufre, como a sus propios hijos; reclama los derechos que aquellos tiempos les negaban, y entronca de manera exacta y universal con nuestros días”

Como bien dice Maraña “Toda la poesía de Ángela Figuera es una bofetada a la oscuridad de los días, a las heridos del tiempo. Así, en “Belleza cruel” nos dice en estos fragmentos:

(…)



   Dadme un espeso corazón de barro,

   dadme unos ojos de diamante enjuto,

   boca de amianto, congeladas venas,

   duras espaldas que acaricie el aire.

   Quiero dormir a gusto cada noche.

   Quiero cantar a estilo de jilguero.

 


  Quiero vivir y amar sin que me pese

  ese saber y oír y darme cuenta;

  este mirar a diario de hito en hito

  todo el revés atroz de la medalla.

  Quiero reír al sol sin que me asombre

  que este existir de balde, sobreviva,

  con tanta muerte suelta por las calles.

(…)

Porque es lo cierto que me da vergüenza,

que se me para el pulso y la sonrisa

cuando contemplo el rostro y el vestido

de tantos hombres con el miedo al hombro,

de tantoshombres con el llanto a cuestas,

de tantas frentes con la piel quemada

por la escondida rabia de la sangra.

 

Porque es lo cierto que me asusta verme

las manos limpias persiguiendo a tontas

mis mariposas de papel o versos.

   Porque es lo cierto que empecé cantando

para poner a salvo mis juguetes,

pero ahora estoy aquí mordiendo el polvo,

y me confieso y pido a los que pasan

que me perdonen pronto tantas cosas.

(…)

Que me perdonen todos este lujo,

este tremendo lujo de ir hallando

   tanta belleza en tierra, mar y cielo,

tanta belleza devorada a solas,

tanta belleza cruel, tanta belleza.

 

Para Ángela Figuera Aymerich, lamentablemente para ella y también para las mujeres poetas en general, el olvido fue permanente en la cultura poética española.

                                            ******

 

SABINA DE LA CRUZ

Sabina de la Cruz

 

Sabina de la Cruz ( Sestao, 1929 - Bilbao, 2020) ​Fue profesora universitaria en la Universidad Complutense de Madrid, también fue y crítica poético literaria. Se dedicó a divulgar la obra literaria de su marido Blas de Otero  durante toda su vida.

Sabina y Blas, nos cuenta Félix Maraña, tal y como lo contó Sabina de la Cruz  en una entrevista que le hizo Estibalitz Ezkerra en 2002 para Euskonews & Media: “Lo conocí en mi casa en 1961. Lo trajo Agustín Ibarrola y otros amigos pintores que como Blas llegaban de Paris” (…) Cuando me dijo que era Blas de Otero, me quedé impresionada. Era un hombre con mucho atractivo.  Ha sido una relación realmente de amor. Juntos hemos pasado muchas cosas, las enfermedades –Blas tenia bastante mala salud- pero todo ha sido llevado con alegría y mucho amor”

(…)

Sabina y Blas de Otero

Con relación a la palabra paz: “En todos sus poemas – afirma Sabina- está la dimensión completa del ser humano, la dimensión del ser social y la dimensión íntima y existencial de quien tiene su propio sufrimiento.

(…)

…” Cuando se habla de paz, no solamente se habla de una paz sin guerra, hay más clases de paz: tener libertad dentro de la propia casa para ser quien realmente eres, para poder expresarte como eres, esa paz también la ansiaba Blas. Todavía hay otro tipo de paz, la de sentirse satisfecho de sí mismo. Esa paz íntima también  Blas la busco por algún tiempo. Cuando el dice Yo doy todos mis versos por un hombre en paz, está hablando de todas esas formas de paz.”

Sabina recibe flores en un homenaje a blas
Pepe Tarduchi y Manuel López Azorín

(…)

"Sabina de la Cruz, además de profesora, promotora de cultura, editora de la obra completa de  uno de los más grandes poetas del sigloXX, era mujer. Y en aquellos tiempos tenía que ocuparse de la casa, la administración, las tareas… y del poeta. De modo que dejó de escribir su poesía para dedicarse a estudiar  la de Blas de Otero."  Cuando era joven, afirma Sabina de la Cruz, escribía poesía, ahí sí que influyó en mi el haber conocido a Blas. Conociendo a un poeta tan bueno ¿Quién se atreve a escribir poemas? (…)

Nos cuenta Félix Maraña que el gran mérito de esta mujer, está en haber rematado el estudio y fijación de textos de la Obra completa (1935-1977) de Blas, publicada en 2013 una edición que dirige Sabina con la colaboración de Mario Hernández, quien es coautor con Sabina de la introducción a tan completa edición.”

Sabina de la Cruz

 En la cocina -cuenta Sabina-  entre los apuntes de la compra, yo escribía algún que otro pequeño poema, y al día siguiente me encontraba otro que me había dejado Blas”.

Como éste que Blas de Otero escribió el 5 de mayo de 1976, un poemita de amor, correspondido, entre tantos que dedicó a Sabina de la Cruz:

 

Sabin, el día es nuestro,

las noches, un poco cuadriculadas,

son tuyas y mías, de los dos.

Porque tú las ganaste hasta tenderse

Sobre este niño cuaderno de Orihuela,

Sabina y Blas

Como este amor que merecimos  

por amor

                       solo por amor.

                           Blas de Otero

 

Y para concluir: Un poema de Sabina de la Cruz

 

-Campesinos-

 

A bandadas,  

a ramos de ardida primavera,

llegan los campesinos

con manos de raíces.

Hombros para la mina,

piel de tierra

para el suavísimo aliento de los ácidos.

Mulas de hierro les quema los ijares, 

y a las noches se aduermen

en cielos sin estrellas.

Sabina de la cruz

Miradlos.

Robles con pelliza,  

se les pierden los ojos

en la luz de neón de las ciudades.

Caminan como en sueños.

Huelen a estiércol, 

a balido

y a perfume caliente de las eras.

Sueñan con mares de espigas,  

con ganados, y hablan

de la tierra que han perdido

como de una querida arrebatada.

 

Y Felix Maraña, como siempre, defendiendo, reivindicando la cultura y en esta ocasión (y tantas otras), la Poesía de dos mujeres poetas vascas. Ángela Figuera, olvidada, no reconocida lo suficiente y Sabina de la Cruz voluntariamente apartada de su propia poesía para dedicarse al estudio y difusión de la de su Marido Blas de Otero.

                                            **********

 En dicha revista encuentro también una página dedicada a unos poemas con el título de “Amparitxu, también poeta” de Amparo Gastón.  Artículo firmado por José Manuel Martín Medem, director de Mundo Obrero


AMPARO GASTÓN (Amparitxu, también poeta)


Amparitxu, la mujer y compañera de Gabriel Celaya con quien, conjuntamente, publicaron tres libros: “Ciento volando de 14”(1953), “Coser y cantar”(1955) y “Música celestial” (1958). 

Un día me comentó Amparitxu: “ Después, en alguna ocasión, escribimos juntos algunos poemas, pero como algo sin importancia y por entretenimiento, "El Celaya" estaba empeñado en que yo fuera poeta y yo nunca me consideré tal cosa y menos a su lado, lo de escribir juntos fue más un empeño suyo que mío.

Amparo y Celaya

Desde que se conocieron en 1946, Amparo trabajó junto a Celaya e influyó directamente en su obra poética social, Celaya fue el gran poeta social que fue gracias a Amparitxu.. Fundando la editorial Norte en San Sebastián, publicaron a grandes y diversos poetas, también poetas extranjeros traducidos por Celaya   y participaron en certámenes, tertulias y homenajes a grandes poetas españoles.

Amparo fue ya parte  de la obra de Celaya con aquellas publicaciones conjuntas, ellas hicieron que esta mujer, que tanto influyó en la poesía llamada social de Gabriel Celaya, se sintiera, además de tremendamente enamorada  del hombre y orgullosa del poeta, la musa de “El Celaya” como ella le llamaba, en toda  extensa y diversa obra de poesía. Siempre luchó y defendió su obra y siempre pensando que aun siendo quizá el poeta más celebrado, cantado y conocido (y encasillado) a través de su poesía social, murió, decía, olvidado,  sin ser reconocido como el grandísimo poeta total, como defiende Maraña, que fue. Esa misma sensación, me decía Amparitxu, se llevó “El Celaya”,

Amparo, Gloria Fuertes y yo

De Coser y cantar os dejo un brevísimo poema, publicado en la revista. Parece ahora premonitorio pues ambos Amparo y Gabriel ( y especialmente Amparo) multiplicaron  “más que por dos”  defendiendo la obra del poeta. Este es el poema:



Burla, burlando,

como el amor,

multiplicamos

más que por dos.

 

                                   Manuel López Azorín

1 comentario:

miguel ángel dijo...

Un gran trabajo de Félix Maraña y una no menos excelente reseña de Manuel López Azorin...
Ángela, que fue amiga de mi madre, es hace años una de mis poetas de cabecera. Abrazos.