POETAS VASCAS (Vistas por Félix Maraña)
Félix Maraña |
Me envía Félix
Maraña el número 16 (enero de 2022), de la revista ERI de pensamiento,
cultura y política del Partido Comunista de Euskadi-Euskadiko Partidu
Komunista.
En dicha revista este
periodista escritor y poeta ha publicado dos artículos sobre las poetas vascas.
Nos habla de Angela Figuera Aymerich
en uno la gran poeta de compromiso, tan olvidada a pesar de su gran obra. Solo el poeta Leopoldo de Luis supo reconocerla en una antología y, en otro, de Sabina de
la Cruz la mujer, fiel estudiosa y
defensora de la obra de su marido Blas de Otero, incluyéndola como la
mujer poeta que abandonó su poesía para cuidar y difundir la del autor de “Pido
la paz y la palabra”
ÁNGELA FIGUERA AYMERICH
Angela Figuera Aymerich (Bilbao 1902 – Madrid 1984), publicó libros de
corte intimista como “Mujer de barro” y “Soria
pura” pero a pesar de no ser libros de crítica social contra la dictadura, se vieron censurados por su sensualidad y
velado erotismo.
De esta poeta nos
dice Maraña: “Angela Figuera Aymerich, poeta de Bilbao, fue puente, mensajera,
mediadora y mujer de conciencia. Una suerte de mujer solidaria, que no piensa
en su obra sino en la obra de los demás, en los demás, en poner en relación a
los demás, como ejercicio de civilidad. Toda su obra es una suerte de puñetazo
a la violencia, a la injusticia, al dolor del mundo. Basta con acercarse al
volumen de sus obras completas (con prólogo de Roberta A. Quance, Hiperión,
1986), para darse de frente con una poesía armónica, crítica, de bello
lenguaje, de incisión punzante en el dolor del mundo y sus pobladores, de
visión, revisión y estampa de toda la belleza cruel que la vida impone”
Ángela Figuera Aymerich |
Su trayectoria vital está
marcada por su compromiso social y su crítica a la dictadura que la represalió,
como a tantos, impidiéndole que ejerciera en su plaza de maestra. Sus libros de
compromiso social los publicados en su etapa de1950, debido a aquel tiempo de sombra, como el titulado “Vencida por el ángel”. Un poemario que muestra la miseria extrema de España, en una
terrible posguerra de sombra y de desolación para los vencidos. Con el libro
“El grito inútil (1952), escrito en verso libre nos muestra la
distinción entre la explotación del hombre
por el trabajo y el de la mujer , cuyo protagonismo viene dado por la
maternidad y la casa.
Publica luego en 1953
“Los día duros” y “Víspera de la vida” Por
aquellas fechas estaba terminando de escribir “Belleza cruel”, “un libro en el
que reafirma su compromiso con los desfavorecidos."
Felix Maraña nos
cuenta que “Belleza cruel” obtuvo el
Premio de poesía Nueva España, premio que concedía la Unión de intelectuales Españoles de México. Se publicó en 1958 en
México con un prólogo del poeta León Felipe.
“Toco la tierra”, es el último libro de poesía social de Angela Figuera. Se publicó en 1962. En 2015 se hizo una reedición en la Editorial Páramo
(Valladolid) En este libro Ángela
Figuera Aymerich La nota editorial de esta reedición nos dice que el libro:
“habla a los hijos
repudiados por la patria, al pueblo que sufre, como a sus propios hijos;
reclama los derechos que aquellos tiempos les negaban, y entronca de manera
exacta y universal con nuestros días”
Como bien dice Maraña
“Toda la poesía de Ángela Figuera es una bofetada a la oscuridad de los días, a
las heridos del tiempo. Así, en “Belleza cruel” nos dice en estos fragmentos:
(…)
Dadme un espeso corazón
de barro,
dadme unos ojos de
diamante enjuto,
boca de
amianto, congeladas venas,
duras espaldas que acaricie el aire.
Quiero dormir a gusto cada noche.
Quiero cantar a estilo de jilguero.
Quiero vivir y amar sin
que me pese
ese saber y oír y darme
cuenta;
este mirar a diario de
hito en hito
todo el revés atroz de
la medalla.
Quiero reír al sol sin
que me asombre
que este existir de
balde, sobreviva,
con tanta muerte suelta
por las calles.
(…)
Porque es lo cierto
que me da vergüenza,
que se me para el pulso y la sonrisa
cuando contemplo el rostro y el vestido
de tantos hombres con el miedo al hombro,
de tantoshombres con el llanto a cuestas,
de tantas frentes con la piel quemada
por la escondida rabia de la sangra.
Porque es lo cierto
que me asusta verme
las manos limpias
persiguiendo a tontas
mis mariposas de papel
o versos.
Porque es lo cierto que empecé cantando
para poner a salvo mis
juguetes,
pero ahora estoy aquí
mordiendo el polvo,
y me confieso y pido a
los que pasan
que me perdonen pronto
tantas cosas.
Que me perdonen todos
este lujo,
este tremendo lujo de
ir hallando
tanta belleza en
tierra, mar y cielo,
tanta belleza devorada
a solas,
tanta belleza cruel,
tanta belleza.
Para Ángela Figuera
Aymerich, lamentablemente para ella y también para las mujeres poetas en
general, el olvido fue permanente en la cultura poética española.
SABINA DE LA CRUZ
Sabina de la Cruz |
Sabina de
la Cruz ( Sestao, 1929 - Bilbao, 2020) Fue profesora universitaria en la
Universidad Complutense de Madrid, también fue y crítica poético literaria. Se dedicó a
divulgar la obra literaria de su marido Blas de Otero durante toda su vida.
Sabina y Blas, nos cuenta Félix Maraña, tal y como lo contó Sabina de la Cruz en una entrevista que le hizo Estibalitz Ezkerra en 2002 para Euskonews & Media: “Lo conocí en mi casa en 1961. Lo trajo Agustín Ibarrola y otros amigos pintores que como Blas llegaban de Paris” (…) Cuando me dijo que era Blas de Otero, me quedé impresionada. Era un hombre con mucho atractivo. Ha sido una relación realmente de amor. Juntos hemos pasado muchas cosas, las enfermedades –Blas tenia bastante mala salud- pero todo ha sido llevado con alegría y mucho amor”
(…)
Sabina y Blas de Otero |
Con relación a la palabra paz: “En todos sus poemas –
afirma Sabina- está la dimensión completa del ser humano, la dimensión del ser
social y la dimensión íntima y existencial de quien tiene su propio
sufrimiento.
(…)
…” Cuando se habla de paz, no solamente se habla de
una paz sin guerra, hay más clases de paz: tener libertad dentro de la propia
casa para ser quien realmente eres, para poder expresarte como eres, esa paz
también la ansiaba Blas. Todavía hay otro tipo de paz, la de sentirse
satisfecho de sí mismo. Esa paz íntima también Blas la busco por algún tiempo. Cuando el dice Yo doy
todos mis versos por un hombre en paz, está hablando de todas esas formas
de paz.”
Sabina recibe flores en un homenaje a blas Pepe Tarduchi y Manuel López Azorín |
(…)
"Sabina de la Cruz, además de profesora, promotora de
cultura, editora de la obra completa de
uno de los más grandes poetas del sigloXX, era mujer. Y en aquellos
tiempos tenía que ocuparse de la casa, la administración, las tareas… y del
poeta. De modo que dejó de escribir su poesía para dedicarse a estudiar la de Blas de Otero." Cuando era joven,
afirma Sabina de la Cruz, escribía poesía, ahí sí que influyó en mi el haber
conocido a Blas. Conociendo a un poeta tan bueno ¿Quién se atreve a
escribir poemas? (…)
Nos cuenta Félix Maraña que el gran mérito de
esta mujer, está en haber rematado el estudio y fijación de textos de la Obra
completa (1935-1977) de Blas, publicada en 2013 una edición
que dirige Sabina con la
colaboración de Mario Hernández, quien es coautor con Sabina de la introducción a tan completa edición.”
Sabina de la Cruz |
En la cocina -cuenta Sabina- entre los apuntes de la compra, yo escribía
algún que otro pequeño poema, y al día siguiente me encontraba otro que me
había dejado Blas”.
Como éste que Blas de Otero escribió el 5 de mayo
de 1976, un poemita de amor, correspondido, entre tantos que dedicó a Sabina de la Cruz:
Sabin,
el día es nuestro,
las
noches, un poco cuadriculadas,
son
tuyas y mías, de los dos.
Porque
tú las ganaste hasta tenderse
Sobre este niño cuaderno de Orihuela,
Sabina y Blas |
Como
este amor que merecimos
por
amor
solo por amor.
Y para concluir: Un
poema de Sabina de la Cruz
-Campesinos-
A bandadas,
a ramos de ardida primavera,
llegan los campesinos
con manos de raíces.
Hombros para la mina,
piel de tierra
para el suavísimo aliento de los ácidos.
Mulas de hierro les quema los ijares,
y a las noches se aduermen
en cielos sin estrellas.
Sabina de la cruz |
Miradlos.
Robles con pelliza,
se les pierden los ojos
en la luz de neón de las ciudades.
Caminan como en sueños.
Huelen a estiércol,
a balido
y a perfume caliente de las eras.
Sueñan con mares de espigas,
con ganados, y hablan
de la tierra que han perdido
como de una querida arrebatada.
Y Felix Maraña, como
siempre, defendiendo, reivindicando la cultura y en esta ocasión (y tantas
otras), la Poesía de dos mujeres poetas vascas. Ángela Figuera, olvidada, no reconocida lo suficiente y Sabina de la Cruz voluntariamente
apartada de su propia poesía para dedicarse al estudio y difusión de la de su
Marido Blas de Otero.
AMPARO GASTÓN (Amparitxu, también poeta)
Amparitxu, la mujer y compañera de Gabriel Celaya con quien, conjuntamente, publicaron tres libros: “Ciento volando de 14”(1953), “Coser y cantar”(1955) y “Música celestial” (1958).
Un día me
comentó Amparitxu: “ Después, en
alguna ocasión, escribimos juntos algunos poemas, pero como algo sin
importancia y por entretenimiento, "El Celaya" estaba empeñado en que yo fuera
poeta y yo nunca me consideré tal cosa y menos a su lado, lo de escribir juntos
fue más un empeño suyo que mío.
Amparo y Celaya |
Desde que se conocieron en 1946, Amparo trabajó junto a Celaya e influyó directamente en su obra poética social, Celaya fue el gran poeta social que fue gracias a Amparitxu.. Fundando la editorial Norte en San Sebastián, publicaron a grandes y diversos poetas, también poetas extranjeros traducidos por Celaya y participaron en certámenes, tertulias y homenajes a grandes poetas españoles.
Amparo fue ya parte de la obra de Celaya con aquellas publicaciones
conjuntas, ellas hicieron que esta mujer, que tanto influyó en la poesía
llamada social de Gabriel Celaya, se
sintiera, además de tremendamente enamorada del hombre y orgullosa del poeta, la musa de “El
Celaya” como ella le llamaba, en toda extensa y diversa obra de poesía. Siempre
luchó y defendió su obra y siempre pensando que aun siendo quizá el poeta más
celebrado, cantado y conocido (y encasillado) a través de su poesía social,
murió, decía, olvidado, sin ser
reconocido como el grandísimo poeta total, como defiende Maraña, que fue. Esa misma sensación, me decía Amparitxu, se llevó “El Celaya”,
Amparo, Gloria Fuertes y yo |
De Coser y cantar os dejo un
brevísimo poema, publicado en la revista. Parece ahora premonitorio pues ambos Amparo y Gabriel ( y especialmente Amparo)
multiplicaron “más que por dos” defendiendo la obra del poeta. Este es el
poema:
Burla, burlando,
como el amor,
multiplicamos
más que por dos.
Manuel López
Azorín
1 comentario:
Un gran trabajo de Félix Maraña y una no menos excelente reseña de Manuel López Azorin...
Ángela, que fue amiga de mi madre, es hace años una de mis poetas de cabecera. Abrazos.
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