Antonio
San Miguel Roldán :
La
extraña arquitectura del silencio
En este poemario el
autor reflexiona sobre “el hondo y espeso silencio que produce la muerte de un
ser querido"; y el ser querido en este caso es el perro Rocky que, con su
fallecimiento, causó un gran dolor a su
dueña, la madre del poeta.
Antonio San Miguel trata
de acercarse al dolor que siente su madre y para mitigarlo se dedica a
escribir poemas que se suceden uno tras
otro, para que le sirvan de consuelo y escribe con delicadeza, ternura y emoción, tratando de
compartir el sentimiento doloroso que siente la madre ante la muerte de su mascota.
Así nos dice él al inicio de este
libro:”Estos versos nacieron por la helada terrible que sintió mi madre, aquella mañana tan
extraña de noviembre, cuando encontró a Rocky, inerte, sobre su cama de trapo”
Se inicia el libro con una cita de Juan Luis Panero que nos dice: Vivir es ver morir. El libro se divide en cuatro apartados La soledad triunfante, La arena silenciosa, Ausencias de la luz y Las aguas escindidas. A estos cuatro apartados hay que añadirle un poema preliminar: “Como el silencio de la piedra en tumba” y otro final titulado “Árbol entre árboles”.
El poemario es un canto elegiaco y consolatorio:
Dices
que sientes, pero la muerte es solo
distancia
entre los cuerpos,
a
veces poco más, acaso
un
rápido caer hacia una hierba llena de rocío.
¡Mira
como se juntan los cipreses
a
través de sus sombras en el suelo!,
(…)
y
en el último tránsito se advierte,
en
su pisar, cuatro patas que rompen el silencio
sobre
unas hojas trémulas
por
soledad venidas a tus sentidos, dentro…
El poeta tras estos versos que cantan el dolor
materno le escribe así:
¿Por
qué volver a pronunciar su nombre
si
el sufrir se manifiesta y te invade
y
unas palabras nunca recomponen los músculos vencidos?
Sentir un gran dolor al perder una mascota para
quienes no hayan convivido como en este caso un perro, puede parecer salgo
extraño; pero no lo es. El poeta, el hijo, lo entiende perfectamente:
Mamá, mírate, ahora. Estás algo agitada.
Aquí,
tras estos versos,
hay
un sufrir que no termina nunca
más
hondamente doloroso
mientras
más se penetra,
bajo
un hedor de ausencia y desamparo.
Dejan estos versos enorme tristeza pero, como
bien dice en el prólogo Abraham Madroñal, también “dejan la alegría de saber
que esa pequeña existencia tuvo sentido y llenó la vida de otros seres queridos”
Para llamar y oír su propia voz
para no saber qué decirse.
Llamar, tan solo es eso.
Hay que aprender a llamar nuevamente
o apostar la llamada en otro nombre.
Este poemario La extraña arquitectura del silencio, de Antonio San Miguel Roldán,
un poeta ganador de numerosos premios, nos ofrece con este nuevo libro un canto lírico pleno de
imágenes. Silencio, ausencia y evocación, palabras para entonar un canto
elegiaco a lo perdido.
Antonio San Miguel
Roldán nació en Madrid y reside en Talavera de la Reina, donde se
diploma como Trabajador Social por la Universidad de Castilla La Mancha. Desde
2016 es también Graduado en Trabajo Social.
En la actualidad desempeña funciones
de trabajador social en un Centro Ocupacional para personas con discapacidad
intelectual y es docente de interpretación actoral, dramaturgia y director de
teatro
Es en los años 90 cuando inicia
su actividad literaria, escribe sus primeros poemas, publica artículos de
opinión en periódicos locales, ensayos filosóficos, cuentos…
La canción del agua; fue finalista del premio “Adonais” (2008). Con La
muerte de Rómulo obtuvo el Premio nacional de poesía “Joaquín Benito
de Lucas” (2012)
Con Raíles le concedieron el Premio
internacional de poesía “Joaquín Lobato” (2016)
Premio José Hierro el ganadoren el centro con la Concejala de Cultura Mirian Pérez, El Alcalde Narciso Romero y el poeta Joaquín Benito de Lucas |
Y el Premio de poesía “José Hierro” (2018) con el libro Llegar a Portugal en un ferrocarril que ya no existe.
A riesgo de ser niño. fue
Premio internacional de poesía “Juan Alcaide” (2019), y al poemario Crematorio del mar, le concedieron el
Premio internacional de poesía “Balanceo” (2019). En 2020 ganó el
Premio internacional de poesía “Ciudad de Ceuta” con Cartografía en la piel de los vencidos.
Manuel López Azorín
1 comentario:
Muchas gracias por la reseña, y por tus comentarios tan generosos y acertados. Un abrazo, Manuel.
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