CRISTOBAL
LÓPEZ DE LA MANZANARA:
EL
LIBRO DE LOS OLORES
Recibo de Cristóbal López de la Manzanara, Membrilla (Ciudad Real, 1958), El libro de los olores, premio Nicolás del
Hierro 2021 publicado por el Ayuntamiento de Piedrabuena y la colaboración de
la Diputación Provincial de Ciudad Real, en la Colección Yedra, con portada del pintor-poeta Teo Serna.
Confiesa Cristóbal que es un texto, que ha venido
construyéndose con el tiempo, un diario
que ha sido dejado muchas veces
Este poeta ha ido escribiendo y abandonando el libro, añadiendo y
quitando versos, pero nunca ha olvidado
el aroma que han ido provocando las palabras, pensadas, sentidas y escritas que siempre han caminado
junto a él.
Tiene
este libro mezcla de olores y colores, hay en él sonidos y emociones mezclados con recuerdos en un rumoroso camino biográfico
con tintes surrealistas y pinceladas de impresionismo luminoso que trata de captar la luz de la verdad,
asemejándose a una realidad donde la delicadeza, abraza las composiciones hechas paso a paso de vida. Hay quien ve en
este libro el trabajo de un cuaderno de campo. Y yo veo y siento al leer este “Olor
a primavera” que os pongo aquí, cómo se renueva la vida, esa que Machado soñaba
en primavera, y reverdece y rezuma alegría y esperanza:
El aire acostado todo a sus anchas
sobre los hilos de la hierba
peina la raya al campo,
luego sale con el verde cogido
del brazo para dar largo un paseo
por las rotas nevadas en el tiempo de abril.
Todo rezuma aroma de milagro,
la luz a los peciolos cosquillea,
los trinos huelen a maitines,
hay entre los aleros voces llamando amor.
La esperanza se echa
a correr y correr como una loca.
Según se cuenta en “Crónica”. El libro consta de dos partes, la
primera titulada Madrid-París, nombre con el
que su abuelo designaba el cuarto de las herramientas y que a su vez viene de
un bazar instalado en Albacete en el que había de todo, incluso fragancias
importadas desde Paris en los
años 20 del siglo pasado.
En esta apartado se canta a una gran variedad de aromas que van desde el “Olor a frío”, hasta el “Olor a paz,”
olores, provocados por los estados, emocionales y evocaciones que le han ido
sucediendo a lo largo de los años y así como un extranjero de la propia sombra
del recuerdo evoca el “OLOR A CASA”
Al regresar rechinan en los ojos
los primeros pecados capitales,
la infancia y la lujuria de haber sido
un extranjero de la propia sombra
en el exilio de los años
que atosigan el alma con los tantos por ciento
que de ternura la memoria aguanta.
López de la Manzanara manifiesta en “Crónica” que el “verdadero poeta tiene que ser cada día más exigente consigo
mismo a la hora de publicar, pues entre otras cosas debe constituirse en vigía
del lenguaje y para cuidarlo hay que revisar y revisar. (…) y termina diciendo
que:
Si los poetas no se prestan a cuidar el lenguaje… ¿quién lo va
hacer…?”. “Los poetas somos las niñeras del lenguaje”, añade. Y con el lenguaje rememora
eso que él titula “Lugares esenciales” y lo hace con palabras plenas de sentido, de ritmo y de emoción y en
“Olor a Membrilla” (su pueblo natal) nos evoca de nuevo estaciones. Aquí la
primavera:
La vida da de pronto un vuelco,
anda descalza por la tierra
con la emoción colgada encima de un
preámbulo,
Escolarmente es todo humilde y ya sentido
en la fiesta del agua que pregunta
el color esmeralda intado por los ojos.
Con la bondad de la noticia besando las
arterias,
hay olor a esperanza corriendo por la
calle.
En la primera parte todo es intuición, paseo, instantes captados, luces, un niño que recuerda, un hombre que mira su interior…Con una poesía intimista y confesional recorro estos olores como el“Olor a Getafe”, donde vive y nos acerca en su apartado II el amor a la tierra de la infancia y el amor a borbotones del lugar en que vive.
II (fragmento)
Esta tierra te acoge con las manos,
te incendia el paladar a bocanadas,
te inunda de amistad con su lenguaje
con la humildad del árbol
que escucha al que pasea.
En la segunda parte el poeta abre su corazón y contempla y escribe de las ciudades y pueblos que ha contemplado, donde ha vivido a lo largo de la vida.
Y
Escribe de los paisajes: rurales,
urbanos, de infancia o de madurez y
escribe. Escribe porque siempre ha
sabido, el libro que quería escribir, y en él ha plasmado la contemplación claudiana
con la emoción y el ritmo que lleva dentro de sí, por si la vida y sus colores,
por si la vida y sus olores le producen la necesidad de expresar, con el
lenguaje , el amor, la ternura… lo que la contemplación le muestra.
Una
lectura deliciosa la de estos poemas de memoria y reflexión, que conforman El
libro de los olores y que ha prologado Rafael Morales Barba,
que acertadamente nos dice: “Se trata en
definitiva, de acercarnos un recorrido
emocional, ajustado a una trayectoria sentimental.” Y en esta trayectoria
mostrarnos los olores que nos van conformando y quedándose en el recuerdo, en
la memoria, en la materia de los sueños. Al igual que una casa “Una casa que guarda entre su aroma /la
prisa que anunciaba el alma de un recuerdo”
Cristóbal López de la Manzanara Cano, a quien recuerdo siempre acompañado de Mercedes, su esposa, es Licenciado en Farmacia y en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid. Poeta y ensayista. Ha sido redactor de la revista literaria “Nayagua” y ha sido subdirector de la revista de creación literaria “Cuadernos del Matemático” que se realizaba en Getafe, donde vive y ejerce de boticario desde 1982. También es redactor de la revista “Calicanto” de Manzanares (Ciudad Real), donde vivió y pasa temporadas. Destaca su actividad política dentro del ámbito farmacéutico como presidente de Adefarma y secretario general de la Federación Nacional de Oficinas de Farmacia.
Tiene publicados siete libros de poemas:Episodios de la sed (1989). Las pesadumbres del ozono (1991), La voz entre palabras. Poemas 1992-1996 (1998), El cajón de las formas. Sonetos boticarios y otras formas (2009), Curro Chamusca (2013), Haikus para una primavera ( Lastura, 2017) y este El libro de los olores (2021)
Ha sido antologado en el extranjero en los países de Cuba y de
Argentina.
Actualmente anda en otro proyecto antológico dedicado a los
cuentos y es el promotor de grupo “Poetas de la Venida”, en Getafe.
Manuel López Azorín
No hay comentarios:
Publicar un comentario