viernes, 19 de mayo de 2023

Pepe Ramos: "El cielo de las cajeras"

 


Pepe Ramos: El cielo de las cajeras

 


Pepe Ramos (Madrid, 1971) tras un largo silencio, Pepe suele publicar de tarde en tarde, en esta ocasión han transcurrido once años desde que publicó La ansiedad del escapista (2012) y ahora nos presenta un nuevo libro de poemas titulado El cielo de las cajeras (Grupo 17 Musas SL.) Colección dirigida por Carlos Salem.

Carlos Salem en el prólogo de El cielo de las cajeras nos dice: “Este libro es Pepe Ramos  en estado impuro, es decir en estado humano y poético, combinando esa visión de lo que pasa, de lo que está pasando mientras lees sus poemas, con un eco remoto que te hace pensar en un juglar de esos que se reían en la cara de los reyes (o eso cuentan las leyendas) con inteligencia suficiente para que los reyes  se rieran para creerse inteligentes sin serlo.”

El rey se cree rey

y luego el loco soy yo.

 

El panadero por las tardes es karateka,

el karateka es camarero por las noches,

el camarero es youtuber por las mañanas

pero el rey se cree rey

todo el rato.

(…)

Pobre hombre.

 


A Pepe Ramos  lo conocí a principio de los años 90, Apuleyo Soto con su mágica librería de Alcobendas y yo le apadrinamos en el lanzamiento de una revista El pájaro de papel, fue en la Casa de las asociaciones de dicha localidad.

Pepe ha publicado los poemarios Samsara (1998), La copa rota (1999), Cinco formas de dar pena (2002) y La ansiedad del escapista  (2012).

Entonces era un joven como cualquier joven pero parecía raro porque escribía poesía. A los poetas siempre nos han tachado de raros. Pues él escribía poesía  y además (y esto no era lo habitual) lo hacía con cierta gracia y no exento de talento. La poesía además de su enorme diversidad también puede ofrecer humor, ácido o dulce, porque la poesía y la vida se parecen mucho, es más yo diría que son la misma cosa y la vida es seria, honda, profunda y al tiempo es alegre, bienhumorada, etc. Todo está incluido en ellas lo positivo,  lo bello, el amor y sus contrarios. Y Pepe Ramos desde siempre ha tratado de mostrar ese lado de humor algo acidillo, quizá por no mostrarse demasiado en su íntima verdad.

Síntomas

No sé cómo va esto

porque no tengo experiencia

pero el caso es que hoy el aire

de la madrugada no duele

ni me molesta la cremallera rota.

Que me siento feliz, vamos.

 


Ramos nos habla de amor como en el caso de este fragmento del poema  “Síntomas” y en otros de desamor con rabia, tristeza y decepción para variar y de la misma manera escribe poemas de crítica social  aunque aquí, en ellos, introduce la ironía y el sarcasmo para contarnos su compromiso con el tiempo que le toca, que nos toca, vivir.

Convirtieron

a los periodistas en contertulios,

a los narradores en biógrafos,

a los músicos en modelos,

a los arquitectos en divas,

a los maestros en columnistas

y a los actores en afiliados.

 

Los poetas por envidia 

nos hicimos también

contertulios, biógrafos,

modelos, divas,

columnistas, afiliados

a la vez que forenses

y enterradores

de tus ganas

de leer poesía.

 


Pepe  continúa (y hace bien) con la misma línea, la de mostrarnos una poesía de sorpresas verbales, de línea clara y lenguaje actual, un poco atípico en la mayoría de los poetas

Sigue en la brecha de escribir, de escribirnos de una forma desenfadada , algo undergraum que se dice, con humor , con ironía, de crítica también y hablándonos de esta vida que llevamos plena de sociedad de consumo, de capitalismo liberal, en contraposición con otra,( dentro de esta) de mucho trabajo y poca paga como es el caso de muchos oficios y por ejemplo el de la cajeras. Pepe no se anda con sutilezas líricas  pero en su poesía hay ideas y modos de decir  que sorprenden y que muestran inteligencia.

Sus poemas, son como he dicho claros y siempre cercanos a lo cotidiano. Pepe Ramos tiene un gran sentido del humor que a veces nos muestra con cierta amargura. Parece en principio una poesía muy fácil la suya, por su sencillez pero no os quedéis ahí, leedle más detenidamente y veréis que eso es una facilidad engañosa, que hay en su poesía un fondo, un sedimento hondo, profundo y cualquier poema suyo, que a simple y primera lectura puede parecer simple, o gracioso o de ingenio verbal  pero nada más, si lo leéis con detenimiento  os tocará los sentidos que digo yo, que es como tocarnos el alma.

Hace ya años leí su  libro La ansiedad del escapista. Un libro con humor con amargura, con ansiedad, Pepe Ramos como muchos poetas, escribe para que le quieran y no piensa en un futuro, no, escribe para ya, ahora, hoy y le cuesta escribir, ponerse frente al ordenador, suele decir que le crea una cierta ansiedad, quizá por esta razón tarda tanto en ofrecernos su poesía.



El cielo de las cajeras (fragmento)

Mide diez por diez metros

Aproximadamente.

Limita con una valla metálica

por este, oeste y sur

y tiene por norte

la puerta del almacén.

 

Bajo ella, los tres peldaños 

donde estas heroínas liban

abundante café de máquina

según descansos del convenio.

 

En la última sección de El cielo de las cajeras Pepe Ramos nos ofrece una serie de Cometas- aforismos. Dejo aquí algunos:

Yo solo creo en mi, pero no soy practicante.

A partir de cierta edad, uno más que aprender asume.

Los sueños son una vida extra que nos regalan.

La forma más adulta de querer es hacerlo como un niño.



De Pepe Ramos dije hace tiempo en mi blog:
La raíz de toda la poesía de Pepe Ramos es emplear la palabra como motivo de huida, de afirmación o de pregunta, de sugerencia, de sorpresa verbal en ocasiones, de sentencia o de juego visual que no es, en el fondo, tan juego sino todo lo contrario. Es exploración reflexiva, metafísica adornada de florituras irónicas, Ironías aderezadas de erotismo, Autolesiones como ataque para una mejor defensa del yo con toda su carga de duda, miedo, inseguridad (como todo mortal),

La poesía de Pepe es,  en definitiva, un gran ejercicio poético con lenguaje claro y muy actual (aunque se nota, especialmente en esta de El cielo de las cajeras) que ha ganado mucho en el aprendizaje del manejo de la poesía formal y bien medida, como el "sonetito" que dice él y que es un soneto en toda regla  y nos muestra una poesía muy suya, y plena de matices que pintan desde la pátina colorista de la superficie risueña hasta el hondo y desasosegante pigmento del interior que todo ser humano lleva dentro de sí, unida a la crítica irónica-social.

Continúo viendo al poeta Pepe Ramos  que se defiende del mundo con ironía y que juega a mostrar en su juego que la palabra nos libera en muchas ocasiones y también nos enseña a sonreír con la poesía.

                         Manuel López Azorín



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