Francisco
Muñoz Soler: Intuir la forma que no tiene
medida
Francisco
Muñoz Soler (Málaga 1957), con su nuevo libro de título Intuir la forma que no tiene medida (Caligrama,
2022), escribe
con pensamientos que parten de la poesía culta, pero con la visión de las actuales
circunstancias del poeta: La mirada frente a la finitud del ser humano, su modo
de vivir la naturaleza y su manera de
sentirse un ser social y humano.
Y la vida como un abrazo de leve suspiro nos
lleva hacia el infinito,
en ella dejaremos la
esencia de nuestro sello, su
liviandad sin forma, nuestra naturaleza
cíclica e imperecedera.
En su obra aborda los
problemas tanto políticos como sociales derivados de su modo de estar en el
mundo, utilizando un lenguaje poética
sencillo y accesible, con versos cargados
de significado y emoción, pero en una prosa con una gran habilidad técnica, Se
puede apreciar la influencia de la poesía española, tanto clásica como tradicional
y no abandona el ritmo aunque ahora, casi sin medida, pero con musicalidad, nos
ofrece reflexión, explora las emociones y
experiencias que la vida nos ofrece, a veces claras y hermosas y a veces
complejas, busca en su poesía de hoy mostrar el poder de ésta para conectarla
con el hombre, nos da testimonio de su
sentir ético con relación a la otredad y va a la búsqueda de la
expresión poética. Su poesía, tan suya, tan personal, se hace universal porque busca la paz, la justicia,
la libertad y todo ello con el amor como baluarte.
En su obra,
ya de muchos libros, encontramos metáforas y símbolos, imágenes que tratan de
que los lectores reflexionen sobre sus
propias experiencias, sobre sus vidas.
Francisco Muñoz Soler
parte, como poeta, de la cultura poética grecolatina, desde la antigua Grecia
hasta la española del siglo XXI, y también por sus lecturas y por sus numerosos
viajes conoce muchas poéticas de diferentes países. El es un poeta de su tiempo
y da testimonio, como decía José Hierro, “del tiempo que le toca
vivir”, desde su poesía porque la labor creativa del poeta es parte de su proyecto de vida.
Francisco Muñoz Soler
nos dice: “ Mi obra poética tiene coherencia conceptual y ética; lógicamente
existe una evolución, empecé a escribir hace casi cuarenta y cinco años, en
ellos he crecido como persona, ha cambiado el mundo (…) me he formado como
persona y poeta, he tenido muchas experiencias, y todo eso se ve reflejado en
mi labor poética”
Transpirar los sueños, que su aroma se disperse
buscando cobijo en el intangible de las formas
que no tienen medida,
en espacios en el que su etéreo olor trasciende
como el aletear de un pájaro
como rocío que se evapora tras saciar la sed de los
pistilos que nutren las semillas en eterno
ciclo.
Es decir
escribe de sí mismo pero con la mirada puesta en todos.. Lo fundamental de su
poesía se ve reflejado en la misma persona y el mismo poeta, su voz poética es
reconocible aunque estructure su manera de decir con poesía en prosa.
En lo más profundo de mi ser protejo un espacio
de esperanza en el cual mi espíritu con su luz
mantiene mi humanidad,
en este tiempo de exponenciales cambios hacia lo
inorgánico, hacia la
ausencia de dioses coléricos o
bondadosos con sus paraísos
y demonios de in-
fiernos eternos;
en los más recónditos, su inherente humanidad me
avisa de la encrucijada, ojalá sobrevivan los
espíritus en la hipoxia que nos acerca el futuro.
La crítica
ha definido su estética lírica como “poesía del asombro”, poesía que admira, o
se maravilla con los que antes se legitimaron.
La poesía
de Muñoz Soler es intimista e invita
a la reflexión. Es un poeta en el que la metafísicas se encuentra en sus versos,
Muñoz Soler va a la búsqueda de su
propia personalidad, centrado en el yo lírico y en ese mundo íntimo que quiere
manifestar como testimonio de su existir.
De adolescente tenía la impresión de que la vida
se escapaba como el agua en la mano,
entre los dedos,
ahora siento que mi mano es agua que fluye,
De la poesía de Francisco Muñoz Soler ya he dicho en otras reseñas que es poesía de
pensamiento, una poesía de materia filosófica, metafísica, inquieta, una poesía
de emociones y de dudas, una poesía en la que el tiempo, su transcurrir, juega
un papel importante, una poesía en fin, intimista que invita a la reflexión,
centrado en el yo lírico y en ese mundo que quiere manifestar como testimonio
de su existir, y en la que se advierten huellas de grandes poetas, fuentes que
son necesarias para beber en ellas y luego escribir poesía, matices de
inspiración en una lírica que trata de ahondar en el misterio vida a través de
una incesante búsqueda de respuestas, a través de cuestiones en las que
interroga, a través del paso del tiempo, a través del amor, del hombre, de la
vida y la esperanza siempre
de que la poesía, que también salva,( La poesía, se dice
que salva al hombre y en cierto modo así es o cuando menos lo libera)
venga a nosotros y nos libere y nos haga
mejores personas.
Y
la vida, como un abrazo de leve suspiro, nos
lleva hacia el infinito
en
ella dejaremos la esencia de nuestro sello, su
liviandad
sin forma, nuestra naturaleza
cíclica
e imperecedera.
Y la poesía, precisamente, que es
el arte de la palabra, del lenguaje, es parte de su proyecto de vida. “Ser
poeta es ser un hombre como otro cualquiera con un matiz diferencial: la
capacidad de percepción y conocimiento del lenguaje de quien escribe poesía con
relación a los que no la escriben”.
En la poesía de. Muñoz Soler nos encontramos con poesía de la diversidad
por estructuras y por temáticas: En cuanto a la estructura él, que conoce las
formas clásicas y las que tienen más libertad de metro le preocupan para
conseguir el ritmo adecuado a lo que cuenta y canta. En cuanto a las temáticas,
aborda cualquier temática, nunca se plantea no escribir de alguna concreta.
La belleza es un lugar en el que nos encontramos,
en el gozo indescriptible de su inutilidad
crecemos, en nuestra relación íntima con su sin-
gularidad intangible que nos da soporte y
significado.
Con relación a su estética y la
manifiesta despreocupación formal del poeta ahora, ésta no impide la
transmisión emocional que nos llega en sus poemas y ni pierde ritmo ni
musicalidad , ni obvia sus conocimientos e influencias de poetas como Antonio
Machado, Federico García Lorca , Quevedo y Benedetti, entre
otros muchos.
Muñoz Soler
tiene una amplia obra publicada en países como España, Portugal, Italia,
México, Suecia, Estados Unidos, India, Cuba, Turquía, Perú, El Salvador,
Venezuela, Honduras, ha sido traducido al inglés, sueco, francés, chino,
portugués, italiano, ruso, turco, árabe, griego, rumano, macedonio, uzbeko,
búlgaro, asamés y bengalí. Aquí en este blog podéis encontrar siete entradas ,
siete libros además de éste ), y mucho sobre la poesía de Francisco Soler Muñoz
Manuel López Azorín
No hay comentarios:
Publicar un comentario