martes, 30 de enero de 2024

Francisco Muñoz Soler: Intuir la forma que no tiene medida

 

Francisco Muñoz Soler: Intuir la forma que no tiene medida

 



Francisco Muñoz Soler (Málaga 1957), con su nuevo libro de título Intuir la forma que no tiene medida (Caligrama, 2022), escribe con pensamientos que parten de la poesía culta, pero con la visión de las actuales circunstancias del poeta: La mirada frente a la finitud del ser humano, su modo de vivir la naturaleza y  su manera de sentirse un ser social y humano.

Y la vida como un abrazo de leve suspiro nos 

lleva hacia el infinito,

 

en ella  dejaremos la esencia de nuestro sello, su  

liviandad sin forma, nuestra naturaleza

cíclica e imperecedera.

 

En su obra aborda  los problemas tanto políticos como sociales derivados de su modo de estar en el mundo, utilizando un lenguaje poética sencillo y accesible, con versos  cargados de significado y emoción, pero en una prosa con una gran habilidad técnica, Se puede apreciar la influencia de la poesía española, tanto clásica como tradicional y no abandona el ritmo aunque ahora, casi sin medida, pero con musicalidad, nos ofrece reflexión, explora las emociones y experiencias que la vida nos ofrece, a veces claras y hermosas y a veces complejas, busca en su poesía de hoy mostrar el poder de ésta para conectarla con el hombre, nos da testimonio de su  sentir ético con relación a la otredad y va a la búsqueda de la expresión poética. Su poesía, tan suya, tan personal,  se hace universal porque busca la paz, la justicia, la libertad y todo ello con el amor como baluarte.

En su obra, ya de muchos libros, encontramos metáforas y símbolos, imágenes que tratan de que los lectores reflexionen  sobre sus propias experiencias, sobre sus vidas.



Francisco Muñoz Soler parte, como poeta, de la cultura poética grecolatina, desde la antigua Grecia hasta la española del siglo XXI, y también por sus lecturas y por sus numerosos viajes conoce muchas poéticas de diferentes países. El es un poeta de su tiempo y da testimonio, como decía José Hierro, “del tiempo que le toca vivir”, desde su poesía porque la labor creativa del poeta  es parte de su proyecto de vida.

 

Francisco Muñoz Soler nos dice: “ Mi obra poética tiene coherencia conceptual y ética; lógicamente existe una evolución, empecé a escribir hace casi cuarenta y cinco años, en ellos he crecido como persona, ha cambiado el mundo (…) me he formado como persona y poeta, he tenido muchas experiencias, y todo eso se ve reflejado en mi labor poética”

Transpirar los sueños, que su aroma se disperse

buscando cobijo en el intangible de las formas

que no tienen medida,

 

en espacios en el que su etéreo olor trasciende

como el aletear de un pájaro

 

como rocío que se evapora tras saciar la sed de los

pistilos que nutren las semillas en eterno

ciclo.

 


Es decir escribe de sí mismo pero con la mirada puesta en todos.. Lo fundamental de su poesía se ve reflejado en la misma persona y el mismo poeta, su voz poética es reconocible aunque estructure su manera de decir  con poesía en prosa.

En lo más profundo de mi ser protejo un espacio 

de esperanza en el cual mi espíritu con su luz

mantiene mi humanidad,

 

en este tiempo de exponenciales cambios hacia lo 

inorgánico,  hacia la ausencia de dioses coléricos o

bondadosos con sus paraísos  y demonios de in-

fiernos eternos;

 

en los más recónditos, su inherente humanidad me 

avisa de la encrucijada, ojalá sobrevivan los

espíritus en la hipoxia que nos acerca el futuro.



La crítica ha definido su estética lírica como “poesía del asombro”, poesía que admira, o se maravilla con los que antes se legitimaron.

La poesía de Muñoz Soler es intimista e invita a la reflexión. Es un poeta en el que la metafísicas se encuentra en sus versos, Muñoz Soler va a la búsqueda de su propia personalidad, centrado en el yo lírico y en ese mundo íntimo que quiere manifestar como testimonio de su existir.

De adolescente tenía la impresión de que la vida  

se escapaba como el agua en la mano,

entre los dedos,

ahora siento que mi mano es agua que fluye,

De la poesía de Francisco Muñoz Soler ya he dicho en otras reseñas que es poesía de pensamiento, una poesía de materia filosófica, metafísica, inquieta, una poesía de emociones y de dudas, una poesía en la que el tiempo, su transcurrir, juega un papel importante, una poesía en fin, intimista que invita a la reflexión, centrado en el yo lírico y en ese mundo que quiere manifestar como testimonio de su existir, y en la que se advierten huellas de grandes poetas, fuentes que son necesarias para beber en ellas y luego escribir poesía, matices de inspiración en una lírica que trata de ahondar en el misterio vida a través de una incesante búsqueda de respuestas, a través de cuestiones en las que interroga, a través del paso del tiempo, a través del amor, del hombre, de la vida y la esperanza siempre de que la poesía, que  también salva,( La poesía, se dice que salva al hombre y en cierto modo así es o cuando menos lo libera)  venga a nosotros y nos libere y nos haga mejores personas.



Y la vida, como un abrazo de leve suspiro, nos

 lleva hacia el infinito

en ella dejaremos la esencia de nuestro sello, su

liviandad sin forma, nuestra naturaleza

cíclica e imperecedera.

 

Y la poesía, precisamente, que es el arte de la palabra, del lenguaje, es parte de su proyecto de vida. “Ser poeta es ser un hombre como otro cualquiera con un matiz diferencial: la capacidad de percepción y conocimiento del lenguaje de quien escribe poesía con relación a los que no la escriben”.

En la poesía de. Muñoz Soler nos encontramos con poesía de la diversidad por estructuras y por temáticas: En cuanto a la estructura él, que conoce las formas clásicas y las que tienen más libertad de metro le preocupan para conseguir el ritmo adecuado a lo que cuenta y canta. En cuanto a las temáticas, aborda cualquier temática, nunca se plantea no escribir de alguna concreta.

La belleza es un lugar en el que nos encontramos,

en el gozo indescriptible de su inutilidad

crecemos, en nuestra relación íntima con su sin-

gularidad intangible que nos da soporte y

significado.



Con relación a su estética y la manifiesta despreocupación formal del poeta ahora, ésta no impide la transmisión emocional que nos llega en sus poemas y ni pierde ritmo ni musicalidad , ni obvia sus conocimientos e influencias de poetas como Antonio Machado, Federico García Lorca , Quevedo y Benedetti, entre otros muchos.

Muñoz Soler tiene una amplia obra publicada en países como España, Portugal, Italia, México, Suecia, Estados Unidos, India, Cuba, Turquía, Perú, El Salvador, Venezuela, Honduras, ha sido traducido al inglés, sueco, francés, chino, portugués, italiano, ruso, turco, árabe, griego, rumano, macedonio, uzbeko, búlgaro, asamés y bengalí. Aquí en este blog podéis encontrar siete entradas , siete libros además de éste ), y mucho sobre la poesía de Francisco Soler Muñoz

                              Manuel López Azorín

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



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