jueves, 11 de septiembre de 2008

FINA DE CALDERÓN: SEGUIDILLAS DE "EL CIGARRAL"







Fotos: Manuel López Azorín y Fina de Calderón en el Cigarral del Santo Angel (Toledo, 2004)y Fina de Calderón en un homenaje a Gabriel Celaya (Marzo de 1995)

En el año 2002, en El Cigarral del Santo Ángel Custodio de Fina de Calderón, en Toledo, escribí estas seguidillas, siempre para Fina y, en aquella ocasión para el poeta homenajeado: José Javier Aleixandre. Cinco años más tarde, en 2007, ´hice unos pequeños cambios para incorporar unas seguidillas más en homenaje al poeta festejado en ese año: Javier Lostalé. La razón: Fina me comentaba desde aquel 2002 que cuando fuera a El cigarral tenía que leerle estas seguidillas y, naturalmente, había que rendir homenaje, al mismo tiempo, al poeta homenajeado. Así pues este poema de seguidillas compuestas va dedicado a José Javier Aleixandre, Javier Lostalé y Fina de Calderón. (Y de algún modo a todos los poetas que han pasado por allí homenajeados o no)

(Canta el agua del Tajo
por seguidillas.
Por josé y por Javier,
siempre por Fina)


Bordeando Toledo
pasa y suspira,
mira las tres culturas
el agua viva.

Vivo rumor
que besa la ribera
de Calderón.

Llegar al Cigarral
es ver a Fina
recibir al poeta
junto a la ermita.

Siempre al calor
de las líricas aguas
de la ilusión.

Sentada frente al tiempo
la dama-niña
al Cigarral lo viste
de poesía,

de luz, pasión...
Viste el aire y al agua
de su color.

La lírica y el agua,
céfiras brisas,
y el Cigarral del Santo
Ángel, y Fina

y alrededor...
Giovanna y Polo cuidan
dama y bastón.

Todos los invitados
junto con Fina,
van bebiéndose el agua
del verso. Viva.

Como el color
de esta tarde de junio
dorada al sol.

La tarde se derrama
entre colinas.
El agua escucha versos
que al aire brillan.

Aire, agua, sol...
le ponen a la tarde
métrico son.

Sonetea Aleixandre
mientras la vida
-soledad de la tarde-
nos deja heridas

con el dolor
y la risa de un tiempo
que ya pasó.

Y javier Lostalé
vive este día
de calor y emoción
tan contenida,

con su estación
azulrosa inclinada
por el amor.

El tacto de su voz,
en poesía,
con su cara y su cruz,
salva la vida

porque el amor,
aunque llueva tristeza,
es salvación.

Del Cigarral se queda
en la retina,
la imagen de una dama
dulce, exquisita.

Con su bastón,
de acero toledano
y miel en flor.

En este Cigarral
el arte es Fina,
como el agua que pasa
por sus orillas.

Un arte al son
del poeta elegido
por Calderón.

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