Allí estuvimos para escucharles, entre otros, Antonio Hernández, Emilio Ruiz Parra, Mercedes Alarios, Antonio Porpetta, Julio Santiago, la hija de del poeta cántabro que leyó los primeros versos de José Hierro, Elena Diego... y estuvimos atentos para saber más de este libro (que es lo mismo que decir saber más de Jesús)en las intervenciones de los presentadores.
María Ángeles Maeso nos habló de su poesía con el comentario de un poema, "Redacción" del libro Las llaves del reino. Lo hizo de manera técnica y precisa.
Gabriele Morelli hizo una presentación de Tundidor diciéndonos que su poesía andaba entre la pasión y el conocimiento e incidiendo en el poema Vida del libro Junto a mi silencio como sentimiento del tiempo y su transitoriedad a la vez que su adherencia a los valores de la tierra como acto cognitivo de la realidad que rodea al poeta.
Una interesante y breve intervención de Morelli para dar cuenta de las claves poéticas de Jesús Hilario Tundidor que, en su primera etapa, aborda la preocupación existencial, una visión heraclitiana de la vida, la problemática social con visión solidaria y rehumanizadora y en la segunda etapa, esta misma preocupación existencial inicia un recorrido más intelectual, en los temas y en los poemas, y nos ofrece una belleza expresiva a veces compleja, difícil por su tratamiento experimental pero siempre rica en materia de lenguaje y siempre a la búsqueda o en el intento de ordenar el caos a través de la palabra.
Inventario, las voces y los libros, no es otra cosa (Y es mucho) que un paseo por toda la obra de Jesús Hilario Tundidor a través de la opinión de un puñado de ponentes ( Este libro es el producto de unas jornadas dedicadas al poeta en Zamora, celebradas en 2005 para hablar de su obra poética. Prologado por Gonzalo Santonja, del Instituto Castellano Leonés de la Lengua, organizador de las jornadas y editor del libro, por José María Balcells, responsable de la edición y, finalmente,por Gabriele Morelli, que realiza un acertado estudio crítico del poeta.)
El libro esta dividido en seis apartados: En uno, reune las ponencias de sus cinco primeros libros.(La llamada Primera época)
José Luis puerto nos dice que Junto a mi silencio "va hacia una poética del hombre sin tregua"
Nuria Carrillo Martín escribe sobre "La emoción del conocimiento. Ser y existir en Las hoces y los días"
Antonio Sánchez Zamarreño, de la Universidad de Salamanca, comenta el libro En voz baja y lo titula Ceremonial para deshacer un nudo y nos hablas de claves regeneradoras y de una poética de ruptura.
Tomás Sánchez Santiago, a quien conocí en Cambrils en unas jornadas poéticas hace años, nos habla de Pasiono o el amor absoluto a la vida.
Joaquín Galán que nos dice que los textos de Tetraedro están concebidos desde la más alta exigencia estética, como los círculos del sueño.
La Segunda Época da cuenta de otros cinco libros de Tundidor y en ella Fernando Primo Martínez nos habla de una "historia de amor", un divertimento lúdico, un recreamiento de poesía amorosa, Libro de amor para Salónica no es otra cosa, dice, que otra vuelta de tuerca en la poesía de Tundidor.
Alberto Torés García, desde el Repaso de un tiempo inmóvil, no cuenta, desde sus sensaciones, que Tundidor es un humanista solidario.
María Pilar Celma, de la Universidad de Valladolid, nos dice que Mausoleo es la historia de la humanidad hecha poema.
Carlos Aganzo escribe sobre uno de los libros más complejos y grandes de Tundidor: Construcción de la rosa, donde el desvelamiento a través del conocimiento del corazón da como resultado la revelación de la rosa y la inconsciencia del canto.
Emilio Miró, de la Universidad Complutense, que también se encontraba en el Ateneo el día de la presentación, Tituló, en su día, su ponencia como: Tejedora de azar: fragmentación y unidad. Fragmentación porque son "poemas exentos" sin nexo de trama argumental, reunidos aquí en un volumen que conjunta lo fragmentario y que, según nos dice el propio autor,los unificó con ese título: Tejedora de azar.
Antonio Crespo Massieu nos habla de la exigencia de la realidad en el libro Las llaves del reino. Un espacio habitado, dice, el de los poemas, para que la esperanza creadora entre en nosotros y haga surgir la realidad.
Hay un apartado que da cuenta de las antologías de Jesús Hilario Tundidor. Otro titulado Apasionar la inteligencia y en él el poeta, periodista y crítico turolense Enrique Villagrasa nos acerca al poeta y a su poesía de modo apasionado e intenso. Cesar Augusto Ayuso nos dice que el poeta es "razón y pasión". Natalia Carbajosa, de la Universidad de Cartagena, nos cuenta que es la palabra multiplicada y Pedro Hilario Silva, que tan bien conoce al poeta, comenta, en esta ocasión, la pintura y el cine en la poesía de Jesús Hilario Tundidor.
En el apartado Poemas comentados, leyeron (En su día) dejando comentario escrito, poemas de Tundidor: Juan Manuel Rodríguez Tobal,Ángel Fernández Benéitez,Esperanza Ortega, Juan Antonio González Iglesias,Mª Ángeles Pérez López, Ana Agustín y el poeta también zamorano, Máximo Hernández, que leyó "Retirada".
Este libro se acompaña de un DVD que da cuenta de la vida y la obra de Jesús Hilario Tundidor, poeta al que se le dedicaron las jornadas hoy reunidas en este volumen que sirve para conocer mejor la poesía de este poeta zamorano que ayer , al acabar las intervenciones de Maeso y Morelli, comenzó la suya, como siempre, con ese hilo de afonía tímida que le sale al principio, todos pensamos que no le vamos a poder escuchar, bueno, pensábamos, porque los que le conocemos bien sabemos que luego, tras estas intervenciones, Afónicas-tímidas-dubitativas... Jesús se pone a leer su poesía y es de voz rotunda, dice el poema de un modo absolutamente personal y nos deja sorprendidos a todos.
Al día siguiente de la presentación de este libro, Jesús me telefoneó para decirme, por enésima vez, que Fue me lo había enviado. Le dije que no se preocupara y dada su gran susceptibilidad, en lugar de entender que ya me ocuparía yo de encontrarlo, surgió su "pronto defensivo" y tuve que decirle que se ocupase él de conseguírmelo. Así se quedó más tranquilo y yo también.
Esta crónica del Inventario de Jesús Hilario Tundidor comencé a escribirla el día 5, que será la fecha de la cabecera puesto que este chisme(el blog o blogger o como se llame) lo registra así; pero yo continúo escribiendo hoy día 6 la misma crónica y tengo que decir que ayer 5 de marzo Jesús y yo nos encontramos por la tarde en el Ateneo y, al acabar el acto que fue la presentación del libro La escritura indeleble de nuestro común amigo el poeta Joaquín Benito de Lucas (otro día hablaré de este libro) Jesús y yo nos fuimos dando un paseo y charlando hasta la Puerta del Sol.
Tundi (que así es como le llamamos los amigos) seguía empeñado en comprarme el libro y, en Sol, pretendía entrar en unos grandes almacenes a comprámelo. Le dije que ya (las 21:45) estaría cerrado y, finalmente, como insistía, me negué en redondo y le dije que lo compraría yo. Terminó explicándome el leiv-motiv de Fue y hablando y hablando, entramos al metro y, cada cual a su linea, nos fuimos a casa. Supongo que ya se habrá convencido de que su libro no lo he recibido, también de que , como toda su poesía, me interesa aunque no le permita comprarme el dichoso libro que, por otra parte, acabo de encargar, por fín, a unos amigos libreros que me lo envíen.
Cuando comenté en este blog el libro de sonetos Toda la memoria de Jesús (fue en enero) incluí un fragmento del poema que hace años escribí para él y prometí incluirlo entero la próxima vez que hablara de él.
Aquí lo "cuelgo"
IGUAL QUE LA CENIZA
A Jesús Hilario Tundidor
Levanta el día...
y cae...
igual que la ceniza: golpeado.
Igual que la ceniza.
Va la vida
golpeando el alma, el cuerpo, los sentidos,
con su ritmo pausado, lento, lento...
vertiginosamente, como un sueño.
(Porque todo es ceniza)
Dónde la realidad.
Dónde el objeto abstracto e intangible,
lo intuitivo y lo cierto para ordenar el caos
con el raro lenguaje de los versos.
Dónde el dolor entre las grises lluvias
del temor al vacío,
por los cristales de cualquier café,
entre la sien de cualquier poeta
que se sabe ceniza al fin y al cabo.
En las negras cavernas del sentido,
igual que dardos, aguijones, flechas
hirientes horadando el alma,
dejando sobre el rostro su huella inexplicable
porque el destino es lúdico
y juega a las verdades y mentiras
ensambladas.
Llueve sobre los sueños.
No hay que mirar la lluvia,
siempre cae, golpea, rompe sueños
igual que la ceniza.
Es el tiempo
tan burlón como siempre
con su hatillo de glorias y de olvidos,
inexplicablemente, injustamente.
(Las horas, los minutos consumidos,
los sueños vivos, rotos, desgajados,
igual que la ceniza:
polvo, nada
aunque lo fueran todo alguna vez)
Inexplicablemente,
inexplicablemente.
Del libro: Azul de los afectos (2001)
Manuel López Azorín
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