viernes, 11 de abril de 2014

Pascual Izquierdo: Alba y ocaso de la luz y los pétalos









Pascual Izquierdo: Alba y ocaso de la luz y los pétalos








Pascual Izquierdo filólogo, poeta,enayista, escritor de narrativa, libros de viajes, guías etc. nos ofrece un nuevo poemario tras ocho años de silencio poético en cuanto a publicar poesía se refiere. Su último poemario publicado fue en 2005, y su título Del otoño tardío (Cátedra ). 



En su faceta más íntima, este poeta  nos trae ahora Alba y ocaso de la luz y los pétalos, un libro en el que nos habla de la belleza, del tiempo, del amor,  y del sentimiento de su ausencia. Este poemario ha sido el ganador del XVI Premio de Poesía Flor de Jara, convocado por la Diputación de Cáceres.
Este premio se une a otros como el Premio de Poesía Religiosa San Lesmes  (reconvertido en Premio de Poesía Ciudad de Burgos),  por su libro La exactitud de las catedrales  (1974)  que fue su primer poemario.  A este le siguieron otros como Retrospección y apocalipsis en la tierra castellana (1980), Cisne y telaraña (1985), En este fin de siglo (1990), Versos de luna y polen(1992), Pasillo para aguas, aves y vientos (1993) y  Del Otoño tardío (2005)  Pero además de estos poemarios publicados Pascual Izquierdo tiene otros tantos inéditos a la espera de poder ver la luz de la imprenta y convertirse ya en versos impresos. Páginas de lectura para los amigos de la poesía.

En Alba y ocaso de la luz y los pétalos, Pascual Izquierdo realiza un viaje por el amor, la belleza y el tiempo, un viaje que dura un día  y a lo largo de éste, desde el alba hasta el ocaso, va mostrándonos las diferentes fases del amor, su inicio o  nacimiento en la aurora del día, su pasión explosiva, su plenitud de mediodía, el apagamiento  de esa plenitud hacia el ocaso y la ausencia de él, como final del día.
La primera parte titulada “Presencia” a su vez está dividida en cuatro apartados: Inminencia (7 poemas), como presentimiento  y deseo de la llegada del amor: No  tengo, / ángulos,  /ni arpas, / ni desvanes antiguos. /// Sólo tu inminencia (…) Sólo el íntimo deseo / de que empiecen /  tus pasos  / a bajar  muy lentamente / los peldaños / limítrofes / del alba.

El segundo de los apartados de “Presencia” es el nacimiento, es Albor( 15 poemas) , y comienza con un lírico y hermoso poema titulado “ Crisálida”: Todavía no mar, pero sí lágrima /  que empieza su estallido. (…) Silueta no posees todavía / pero ya eres crisálida / que inaugura el asombro del hielo. Y el sujeto poético de este paseo por el amor  nos muestra que ya está con él, que existe: Existes. /  Todos los pétalos / acaban de pronunciar tu nombre (…) Has florecido / felizmente asomada a la mañana. Y tras el primer temblor, después de los primeros besos siente que ese amor se encuentra entre los intersticios del instante, pletórico y presente  en la luz y los espejos, pero también sabe que este amor es equidistancia y lejanía, porque el amor es un misterio impenetrable  que se aloja en la habitación del aire, el amor puede ser pájaro y sombra y también un lugar para encontrarlo
Plenitud (13 poemas),  es el apartado tercero de “Presencia” y en él, el amor es polen y estambres / Pétalo de aromas y sustancias./ Gota de lluvia y aguacero. Un amor lleno de enigmas, de secretos,  en el que se busca la sabiduría y la contemplación navegando con el por el tiempo y, entretanto,  el amor está lleno de luz y mediodía, y es esencia fluvial y transparente, eje de simetría y… mortal: Cuantas lunas emergen / al fondo de tus ciénagas
Y Acabamiento ( 6 poemas), cuarta y última parte de “Presencia” que comienza con un deseo: Tan sólo poseer /  los arrabales de la sombra / que refleja tu luz en los espejos. Pero ya no parece posible, el tiempo ha roto las vidrieras y el amor está ahora  entre rosa y naufragio, exhalando un  perfume de crepúsculo pues ya no es mediodía  sino principio de ausencia.


La segunda parte de este poemario se titula, precisamente, “Ausencia”  y está compuesta por trece poemas. En ella el sujeto poético reflexiona sobre la fugacidad del amor: Se ha posado en tus ojos el silencio. Y el amor parece ahora un pronombre apagado y ausente. Y todo es ya evocar otro tiempo, abrazar en la memoria la luz huida, su perenne presencia convertida ahora en lejanía, en ausencia  y se pregunta: Cómo apagar el eco de tu voz (…) Cómo quitar tu nombre / de los mapas lluviosos.

Y advierte   que quiere  apagar el presente como si fuera posible rescatar el pasado, la ausencia, lo sucedido, el tiempo.  El tiempo, como el amor, sólo dejan huellas, del recuerdo, del olvido…porque el tiempo hace que las huellas se diluyan con él.  Entonces se apagan las constelaciones, mueren las luciérnaga, y los pronombres. Pero la luz de una estrella, ya apagada en la lejanía, como milagro del tiempo llega  hasta el alba y todo se renace: Como el alba, te asomas / Como enagua floreces. (…) Como pájaro fugaz, / te posas / en los últimos signos del instante. / Como gota de rocío, / te evapora la tarde. ¿espejismo del tiempo? ¿Sueño que la vida sueña en su efímero vivir?  El amor, la belleza, el tiempo, la presencia y la ausencia, la vida…

Pascual Izquierdo es poeta, un poeta que os aseguro es necesario leer por su precisión de lenguaje rico en lirismo y este Alba y ocaso de la luz y los pétalos, anda pleno de lirismo en su belleza triste, como desamparado  por el amor y por el tiempo de esta romántica historia con una cierta tristeza pero con tono vital y riqueza léxica y metafórica que unida a la cadencia, al ritmo de sus versos, a su música interna, a sus imágenes, a su unidad temática y de estilo, a su apropiado campo semántico, atrapa y sorprende desde el primer poema desde que se intuye al amor, desde antes de que nazca, desde que se inicia y hasta su  acabamiento y ausencia. Un reloj de sol que nos refleja la luz desde la aurora hasta el ocaso, como si de un día, y el tiempo que este dura se tratase.
En fin una hermosa y lírica reflexión sobre el amor  en la que el gozo de su presencia y el dolor de su ausencia  muestran  su fortaleza y su debilidad a través de un día, metáfora del tiempo,  efímero en el hombre, la vida y el amor.






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