Pedro juan Gomila Martorell: EIDOLON I Arcadia desolada
Pedro
juan Gomila Martorell (Palma de Mallorca, 1967) Es
poeta,
traductor del griego clásico, latín y catalán. Su primer libro, publicado en 2005 fue
De las paganas Masturbaciones
(La Lucerna)
De este primer libro una reseña de la editorial nos
dice:…el autor se sirve del verso, de la
prosa lírica, e incluso de algún poema en latín,(...) va introduciendo referentes, dioses, mitos y héroes grecorromanos, incluso
figuras celtas. La meta es alcanzar una mitología propia y ajena a todo
espacio, así como a todo tiempo; un lugar poético donde se mezcla lo eterno con
lo actual, lo religioso con lo pagano.
Y, tras ocho años y en la misma editorial, hace unos
meses publicó EIDOLON I
Arcadia desolada, libro que, al
parecer, formará parte de una trilogía.
Arcadia desolada es un poemario
a manera de diario que nace de experiencia personal de Pedro Juan Gomila Martorell y es confesional y valiente dada su temática
homosexual. Así pues podrá
decirse que su poesía nace
desde la más íntima necesidad y con ella, el autor toma conciencia de su
condición, purga su sentimiento, educacional, de culpa, se restituye consigo
mismo y se enfrenta a los prejuicios sociales imperantes antes de la
legislación, de la legalidad en España,
Este testimonio personal, es búsqueda y conocimiento
del ser, de su mundo individual y al
tiempo del mundo colectivo. Arcadia desolada le sirve para vencer los miedos y, para enfrentarse aunque
con veladuras culturalistas, a los
prejuicios de una sociedad que tendrá que reflexionar y madurar en la
tolerancia de lo ya legislado tanto anteriormente como en 2005 a favor de la igualdad de
derechos de aquellos que optan por defender su diferencia.
Y ahora que se ha celebrado el día del orgullo gay y
que Madrid se llenará el próximo día 5 de julio de miles y miles de personas
que celebran la libertad de la diferencia y reivindican el derecho a ser sin sombra y sin prejuicios sociales, es importante que se conozcan libros
así aun a pesar de que este libro no está escrito para mayorías por su
erudición, su exquisito lenguaje, sus referencias culturales, su conseguido prólogo
y sus muchas notas explicativas para acercar
al lector a estos poemas.
La poesía, pienso yo, es Una y Diversa y en ella cabe todo si el lenguaje desde el más culto, como es el de este poemario hasta el más popular si se hace justo, preciso, si cada palabra es la adecuada, sea cual sea ésta y aquí podríamos hacer referencia a estos versos: Procure utilizar para expresarse / aquello que conoce,(…) sus recuerdos, sus sueños, / póngalos en imágenes, / no tema la pobreza, si es que es pobre,/ de lo más cotidiano. (…) Querido amigo Kappus: / camine, observe, interiorice, / escriba lo que vea, lo que sienta, / que la necesidad le conduzca al poema. (…) Con usted va el camino, lo observado, / los sueños que le viven, la infancia, la memoria / del ayer sucedido.
La poesía, pienso yo, es Una y Diversa y en ella cabe todo si el lenguaje desde el más culto, como es el de este poemario hasta el más popular si se hace justo, preciso, si cada palabra es la adecuada, sea cual sea ésta y aquí podríamos hacer referencia a estos versos: Procure utilizar para expresarse / aquello que conoce,(…) sus recuerdos, sus sueños, / póngalos en imágenes, / no tema la pobreza, si es que es pobre,/ de lo más cotidiano. (…) Querido amigo Kappus: / camine, observe, interiorice, / escriba lo que vea, lo que sienta, / que la necesidad le conduzca al poema. (…) Con usted va el camino, lo observado, / los sueños que le viven, la infancia, la memoria / del ayer sucedido.
Como traductor de griego antiguo
Pedro Juan Gomila Martorell ha escrito su Arcadia desolada con
sabor greco-latino pero también con muchas referencias a la literatura
contemporánea: Para mejor lectura del libro éste viene acompañado primero de un explicativo prólogo de José
Luis Reina Segura y segundo, y al final, de 24 páginas explicativas de "Notas de Arcadia desolada". Gracias a todo esto, el lector que se adentre en este poemario, no tendrá que leer varias veces algunos poemas
o acudir al diccionario, para intentar obtener las claves de un mundo repleto de mitos, simbologías
y, también, referencias a obras más cercanas en el tiempo. Tal y como está estructurado pienso que puede ser leído por todos.
Sorprende su
valentía confesional, su lenguaje tan preciso, tan coherente con su modo de
pensar y sentir y tan mitológicamente hermoso al tiempo que, repito, tan
valiente.
Eidolon I Arcadia desolada es el título completo
de este poemario y es importante reseñar este nombre Eidolon: Los habitantes de la antigua Grecia imaginaban
el eidolon como el fantasma, la sombra, de la
forma humana.
Los griegos creían que el eidolon se aparecía cuando el difunto llegaba al
Hades (el reino de los muertos). Allí éste perdía su identidad y su espíritu volaba como un eidolon
indeterminado, semejante a una sombra.
Pedro Juan Gomila Martorell se vale de esta
sombra-espectro-fantasma para contarnos el proceso que le llevó a descubrir su
homosexualidad un tiempo de incertidumbres dolor y desolación hasta otro
tiempo, el de asumir su identidad, y todo ello lo encontramos en Arcadia
desolada.
Arcadia es
el nombre de un país
imaginario, creado y descrito por poetas sobre todo del Renacimiento y del Romanticismo. En Arcadia
reina la sencillez, la paz, la felicidad y, en comunión con la naturaleza, está habitado por pastores que en la cultura occidental, desde la
antigüedad fueron considerados como figura de sencillez al tiempo que también
como símbolo de protección.
En este sentido Arcadia se asemeja al concepto Utopía y forma
parte de mitos de la Grecia clásica. El poeta latino Virgilio se sirvió de la mitología
griega para escribir sus Bucólicas, una serie de poemas
situados en Arcadia. Virgilio influyó después en la
literatura europea y claramente en la Divina Comedia de Dante.
Entre los escritores y poetas españoles que tocaron el tema de
Arcadia en sus obras están Miguel
de Cervantes, Lope de Vega y Garcilaso de la Vega ya
que en el Renacimiento, Arcadia pasó a ser el símbolo de la sencillez pastoril
y escritores como ellos se sirvieron del tema y lo equiparon al
paraíso en el Siglo de Oro.
Este paraíso de Gomila Martorell (desolado en la infancia, en la escuela, en el servicio militar, el de la bajada a los infiernos es, por otra parte, una vez realizado el enfrentamiento, la expiación, la purga, la toma de conciencia y el hecho de asumir su diferencia a pesar de los prejuicios sociales), es, digo, esa Arcadia imaginaria equiparada al paraíso con la que sueña el autor.
Este paraíso de Gomila Martorell (desolado en la infancia, en la escuela, en el servicio militar, el de la bajada a los infiernos es, por otra parte, una vez realizado el enfrentamiento, la expiación, la purga, la toma de conciencia y el hecho de asumir su diferencia a pesar de los prejuicios sociales), es, digo, esa Arcadia imaginaria equiparada al paraíso con la que sueña el autor.
Cuando Pedro Juan
Gomila Martorel me escribió para preguntarme si quería leer su poemario, le
dije que sí (no nos conocemos personalmente) y tras recibirlo le envié una nota
a la que me contestó con esta otra: Tal vez no esté de moda la poesía
auto-biográfica, quizá no aporte necesariamente un valor añadido al texto, pero
he querido que Arcadia Desolada
fuera lo más sincera posible. Tenía que compartir con el lector esa experiencia
mía por personal, porque deseaba, aunque
pueda parecer ingenuo, que la soledad de
aquel niño fuera un poco menor, aunque a destiempo, gracias al lector.
Así pues esta Arcadia desolada parece
haber nacido más como salvación personal,
como una especie de toma de conciencia para reafirmarse en sus convicciones, en
su identidad, que para obtener reconocimiento literario y
también para que los lectores que se adentren en su lectura puedan llegar a empatizar con la temática y comprender la diversidad de opciones del ser humano como algo natural y esto último sería mucho y muy positivo
también para que los lectores que se adentren en su lectura puedan llegar a empatizar con la temática y comprender la diversidad de opciones del ser humano como algo natural y esto último sería mucho y muy positivo
La idea principal de los poemas de Arcadia desolada es la de reivindicar su opción
sexual, la de asumir su identidad sin sombra alguna, la de mostrarse como es,
como siente porque la orientación sexual no debe ser motivo de discriminación
en este país:
¿Quién señala mi frente con la letra / color escarlata de la
Diferencia / y me tatúa con tinta en la muñeca / una serie numérica indeleble?/
El miedo a la Otredad nos amedrenta, / desde el primer instante en que nacemos,
Pero la sociedad o parte de ella continúa con prejuicios a pesar del gran avance legislativo. Este libro recoge la
dolorosa experiencia que padece el
autor por causa de su homosexualidad en
su infancia, adolescencia, juventud tanto en el seno familiar como fuera de
éste, con la sociedad en su conjunto. (Recordemos que el autor nace en 1967 y
hasta 1997, que ya protege como un derecho fundamental la orientación sexual el Código Penal, pasan 30 años)
Poemario culturalista, literariamente hablando, que
el autor, sin máscara pero con parapetos, con veladuras a modo quizá de mecanismos de
defensa, nos muestra polimétrico, con versículos,
cambios de ritmo que caminan con pies griegos subiendo, bajando en intensidad,
de un lado al otro de un lenguaje exquisito, clásico, con lujo y ornamentación retórica, preciosista
, erudito. Un lenguaje al que, lamentablemente no todos los lectores podrían acceder si no fuese por las notas que se acompañan el final.
La poesía, según dicen muchos, o se explica por sí misma o no, pero en este caso concreto escribir estas notas al final, bajando algún peldaño de la escalera del conocimiento , de la sabiduría, de la erudición, su lectura llegará a toda una inmensa mayoría que, seguramente, se identificaría con el autor para que la soledad de aquel niño (sea ahora) un poco menor, aunque a destiempo, gracias al lector. ¿También es posible que esté escrito así para no incurrir en eso que algunos dan en llamar banalidad, empobrecimiento del lenguaje, lo cotidiano sin categoría, anecdótico, lo pobre? (Si es que acaso es pobre eso que otros llaman la “difícil sencillez”) No lo sé. Todo esto lo dejos para los técnicos y para los eruditos ya que yo no me siento ni una cosa ni otra, solo un ávido lector que aprende cada lectura y cada día.
La poesía, según dicen muchos, o se explica por sí misma o no, pero en este caso concreto escribir estas notas al final, bajando algún peldaño de la escalera del conocimiento , de la sabiduría, de la erudición, su lectura llegará a toda una inmensa mayoría que, seguramente, se identificaría con el autor para que la soledad de aquel niño (sea ahora) un poco menor, aunque a destiempo, gracias al lector. ¿También es posible que esté escrito así para no incurrir en eso que algunos dan en llamar banalidad, empobrecimiento del lenguaje, lo cotidiano sin categoría, anecdótico, lo pobre? (Si es que acaso es pobre eso que otros llaman la “difícil sencillez”) No lo sé. Todo esto lo dejos para los técnicos y para los eruditos ya que yo no me siento ni una cosa ni otra, solo un ávido lector que aprende cada lectura y cada día.
En fin independientemente de toda la belleza expresiva y del lirismo que hay en este libro, como a mí me ha
tocado los sentidos en lo emocional, sin sentimentalismos, diré que este poemario es tan hermoso como sincero, tan
valiente como complejo, tan desolado
como paradísiaco Arcadia desolada es la
liberación del autor de traumas sobrecogedores, desconciertos de
identidad, sentimientos de culpa
educacionales y la aceptación del
Yo sin desequilibrios emocionales por el hecho de ser homosexual.
En el amor imagino, ya homosexual ya heterosexual, la amenaza del desamor (y desamor también es el rechazo social y todo lo que conlleva) debe de ser igual de dolorosa por lo tanto en el amor nos igualamos tanto en la dicha como en el sufrimiento.
En el amor imagino, ya homosexual ya heterosexual, la amenaza del desamor (y desamor también es el rechazo social y todo lo que conlleva) debe de ser igual de dolorosa por lo tanto en el amor nos igualamos tanto en la dicha como en el sufrimiento.
Para concluir decir que
esta Arcadia
desolada, bien pudiera servir como revulsivo para que los homófobos
dejaran de serlo ya que el testimonio de Pedro Juan Gomila Martorell merece, creo yo, tolerancia, respeto y admiración.
1 comentario:
Recomiendo su lectura a todo aquel que sea amante de la buena poesía.
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