martes, 1 de julio de 2014

Pedro Juan Gomila Martorell: Eidolon I Arcadia desolada





 Pedro juan Gomila Martorell: EIDOLON I Arcadia desolada




Pedro juan Gomila Martorell (Palma de Mallorca, 1967) Es 
poeta, traductor del  griego clásico,  latín y catalán. Su primer libro, publicado  en 2005  fue  De las paganas  Masturbaciones (La Lucerna)

De este primer libro una reseña de la editorial nos dice:…el autor se sirve del verso, de la prosa lírica, e incluso de algún poema en latín,(...)  va introduciendo referentes, dioses, mitos y héroes grecorromanos, incluso figuras celtas. La meta es alcanzar una mitología propia y ajena a todo espacio, así como a todo tiempo; un lugar poético donde se mezcla lo eterno con lo actual, lo religioso con lo pagano.



Y, tras ocho años y en la misma editorial, hace unos meses publicó  EIDOLON I  Arcadia desolada, libro que, al parecer, formará  parte de una trilogía.

Arcadia desolada  es un poemario a manera de diario que nace de experiencia personal de Pedro Juan Gomila  Martorell  y es confesional y valiente dada su temática homosexual. Así pues podrá decirse que su poesía  nace desde la más íntima necesidad y con ella, el autor toma conciencia de su condición, purga su sentimiento, educacional, de culpa, se restituye consigo mismo y se enfrenta a los prejuicios sociales imperantes antes de la legislación,  de la legalidad en España,
Este testimonio personal, es búsqueda y conocimiento del ser, de su mundo individual y  al tiempo del mundo colectivo. Arcadia desolada le  sirve para vencer los miedos y, para enfrentarse  aunque con veladuras culturalistas,  a los prejuicios de una sociedad que tendrá que reflexionar y madurar en la tolerancia de lo ya legislado tanto anteriormente  como en 2005 a favor de la igualdad de derechos de aquellos que optan por defender su diferencia.


Y ahora que se ha celebrado el día del orgullo gay y que Madrid se llenará el próximo día 5 de julio de miles y  miles de personas que celebran la libertad de la diferencia y reivindican el derecho a ser  sin sombra y sin prejuicios sociales, es importante que se conozcan libros así aun a pesar de que este libro no está escrito para mayorías por su erudición, su exquisito lenguaje, sus referencias culturales, su conseguido prólogo y sus muchas notas explicativas  para acercar al lector a estos poemas. 

La poesía, pienso yo, es Una y Diversa  y en ella cabe todo si el lenguaje desde el más culto,  como es el de este poemario  hasta el más popular si se hace justo, preciso, si cada palabra es la adecuada, sea cual  sea  ésta y aquí podríamos hacer referencia a estos versos:  Procure utilizar  para expresarse  / aquello que conoce,(…)  sus recuerdos, sus sueños,  / póngalos en imágenes, / no tema la pobreza, si es que es pobre,/ de lo más cotidiano. (…) Querido amigo Kappus: /  camine, observe, interiorice, / escriba lo que vea, lo que sienta, / que la necesidad le conduzca al poema.  (…) Con usted va el camino, lo observado, / los sueños que le viven, la infancia, la memoria / del ayer sucedido.

Como traductor de griego  antiguo  Pedro Juan Gomila  Martorell  ha escrito su Arcadia desolada con sabor greco-latino pero también con muchas referencias a la literatura contemporánea: Para mejor lectura del libro éste viene acompañado  primero de un explicativo prólogo de José Luis Reina Segura y segundo, y al final, de 24 páginas explicativas de "Notas  de Arcadia desolada". Gracias a todo esto, el lector que se adentre en este poemario,  no tendrá que leer varias veces algunos poemas o acudir al diccionario, para intentar obtener las  claves de un mundo repleto de mitos, simbologías y, también,  referencias a obras más cercanas en el tiempo. Tal y como está estructurado pienso que puede ser leído por todos.


Sorprende  su valentía confesional, su lenguaje tan preciso, tan coherente con su modo de pensar y sentir y tan mitológicamente hermoso al tiempo que, repito, tan valiente.
Eidolon I Arcadia desolada es el título completo de este poemario y es importante reseñar este nombre Eidolon: Los habitantes de la antigua Grecia imaginaban el eidolon como el fantasma, la sombra, de la forma humana.  Los griegos creían que el eidolon se aparecía cuando el difunto  llegaba al  Hades (el reino de los muertos). Allí éste perdía su identidad  y su espíritu volaba como un eidolon indeterminado, semejante a una sombra.
Pedro Juan Gomila Martorell se vale de esta sombra-espectro-fantasma para contarnos el proceso que le llevó a descubrir su homosexualidad un tiempo de incertidumbres dolor y desolación hasta otro tiempo, el de asumir su identidad, y todo ello lo encontramos en Arcadia desolada.  
 
Arcadia es el nombre de un país imaginario, creado y descrito por poetas sobre todo del  Renacimiento y del Romanticismo. En Arcadia reina la sencillez, la paz, la felicidad y, en comunión con la naturaleza,  está habitado por pastores  que en la cultura occidental, desde la antigüedad fueron considerados como figura de sencillez al tiempo que también como símbolo de protección.
En este sentido Arcadia se asemeja al concepto Utopía y forma parte de mitos de la Grecia clásica. El poeta latino  Virgilio se sirvió de la mitología griega para escribir sus Bucólicas, una serie de poemas situados en Arcadia. Virgilio influyó después en la literatura europea y claramente en la Divina Comedia de Dante.
Entre los escritores y poetas españoles que tocaron el tema de Arcadia en sus obras  están Miguel de Cervantes, Lope de Vega y Garcilaso de la Vega ya que en el Renacimiento, Arcadia pasó a ser el símbolo de la sencillez pastoril y escritores como ellos  se sirvieron del tema y lo equiparon al paraíso en el Siglo de Oro.
Este paraíso de Gomila Martorell (desolado en la infancia, en la escuela, en el servicio militar, el de la bajada a los infiernos es, por otra parte, una vez realizado el enfrentamiento,  la expiación, la purga, la toma de conciencia y el hecho de asumir su diferencia a pesar de los prejuicios sociales), es, digo,  esa Arcadia imaginaria equiparada al paraíso con la que sueña el autor. 


Cuando Pedro Juan Gomila Martorel me escribió para preguntarme si quería leer su poemario, le dije que sí (no nos conocemos personalmente) y tras recibirlo le envié una nota a la que me contestó con esta otra:  Tal vez no esté de moda la poesía auto-biográfica, quizá no aporte necesariamente un valor añadido al texto, pero he querido que Arcadia Desolada fuera lo más sincera posible. Tenía que compartir con el lector esa experiencia mía por personal, porque  deseaba, aunque pueda parecer ingenuo,  que la soledad de aquel niño fuera un poco menor, aunque a destiempo, gracias al lector.


Así pues esta Arcadia desolada  parece haber nacido  más como salvación personal, como una especie de toma de conciencia para reafirmarse en sus convicciones, en su identidad, que para obtener reconocimiento literario y
también para que los lectores que se adentren en su lectura  puedan llegar a empatizar con la temática  y comprender la diversidad de opciones del ser humano como algo natural y esto último sería mucho y muy positivo

La idea principal de los poemas de Arcadia desolada es la de reivindicar su opción sexual, la de asumir su identidad sin sombra alguna, la de mostrarse como es, como siente porque la orientación sexual no debe ser motivo de discriminación en este país:
¿Quién señala mi frente con la letra / color escarlata de la Diferencia / y me tatúa con tinta en la muñeca / una serie numérica indeleble?/ El miedo a la Otredad nos amedrenta, / desde el primer instante en que nacemos,
Pero la sociedad  o parte de ella continúa con prejuicios  a pesar del gran avance legislativo. Este libro recoge la dolorosa experiencia  que padece el autor  por causa de su homosexualidad en su infancia, adolescencia, juventud tanto en el seno familiar como fuera de éste, con la sociedad en su conjunto. (Recordemos que el autor nace en 1967 y hasta 1997,  que ya protege  como un derecho fundamental  la orientación sexual el Código Penal,  pasan 30 años)

Poemario culturalista, literariamente hablando, que el autor, sin máscara pero con parapetos, con veladuras a modo quizá de mecanismos de defensa, nos muestra  polimétrico, con versículos, cambios de ritmo que caminan con pies griegos subiendo, bajando en intensidad, de un lado al otro de un lenguaje exquisito,  clásico, con lujo y ornamentación retórica, preciosista , erudito. Un lenguaje al que, lamentablemente no todos los lectores podrían acceder si no fuese por las notas que se acompañan el final.
 La poesía, según dicen muchos, o se explica por sí misma o no, pero en este caso concreto escribir estas notas al final, bajando algún peldaño de la escalera del conocimiento , de la sabiduría, de la erudición, su lectura  llegará a toda una inmensa mayoría que, seguramente, se identificaría con el autor para que  la soledad de aquel niño (sea ahora) un poco menor, aunque a destiempo, gracias al lector. ¿También es posible  que esté escrito así  para no incurrir en eso que algunos dan en llamar banalidad, empobrecimiento del lenguaje, lo cotidiano sin categoría,  anecdótico, lo pobre?  (Si es que acaso es pobre eso que otros llaman la “difícil sencillez”) No lo sé. Todo esto lo dejos para los técnicos y para los eruditos ya que yo no me siento ni una cosa ni otra, solo un ávido lector que  aprende cada lectura y cada día.

En fin independientemente de toda la belleza expresiva y del lirismo que hay en este libro, como a mí me ha tocado los sentidos en lo emocional, sin sentimentalismos, diré que  este poemario es tan hermoso como sincero, tan valiente  como complejo, tan desolado como paradísiaco Arcadia desolada  es la liberación del autor de traumas sobrecogedores, desconciertos de identidad,  sentimientos de culpa educacionales y la  aceptación del Yo  sin desequilibrios emocionales  por el hecho de ser homosexual. 
En el amor imagino, ya homosexual ya heterosexual, la amenaza del desamor (y desamor también es el rechazo social y todo lo que conlleva) debe de ser igual de dolorosa por lo tanto en el amor nos igualamos tanto en la dicha como en el sufrimiento.

 
Para concluir decir que esta Arcadia desolada, bien pudiera servir como revulsivo para que los homófobos dejaran de serlo ya que el testimonio de Pedro Juan Gomila Martorell merece, creo yo, tolerancia, respeto y admiración.















1 comentario:

Antonia María Carrascal dijo...

Recomiendo su lectura a todo aquel que sea amante de la buena poesía.