Memoria
poética II
Joaquín
Benito de Lucas: La historia de sus años
II.- Una escritura indeleble
El
primer libro de poemas publicado de Joaquín
Benito de Lucas está escrito en Damasco (Siria), Las tentaciones. Allí fue
director del Centro Cultural Hispánico que entonces era lo que hoy es el
Instituto Cervantes. Los temas de los que escribía estaban relacionados con las
vivencias de sus años en Siria, con las gentes, el tema de las caravanas,
problemas de tipo religioso., asuntos íntimamente ligados a su vida en el Medio
Oriente. Ese primer libro se publica en 1964, cuando Joaquín tenía 30 años. Pero aunque su primer libro publicado es del 64, no es el
primero escrito por él. En 1957, a los 23 años, ya había escrito otro libro de poemas. Poemas que aparecieron en revistas de la época y del
cual dio una lectura pública en el
Ateneo de Madrid cuando José Hierro llevaba la tertulia
poética. Ese libro se tituló, Los senderos abiertos, En
2007 sale a la luz este primer libro suyo escrito en 1957, publicado en la
Colección Adonáis, es decir, cincuenta años después de haberlo
escrito.
Durante
casi diez años vive y trabaja en diversos países árabes, principalmente en Siria;
más tarde Dámaso Alonso le propuso, y también
intervino Vicente Aleixandre, poeta al que Joaquín visitaba en su casa de Velintonia y de quien guarda algunas
cartas, para el lectorado en la Universidad de Berlín, y le aceptaron. Allí estuvo hasta 1967
siendo profesor en la Universidad Libre de Berlín. Benito
de Lucas tuvo noticia allí de que le habían concedido el Premio Adonáis
por el libro que había enviado, Materia de olvido, en
1967. Durante los siete años que
permanece en Alemania hace todo lo que no pudo hacer antes por una enfermedad
pulmonar que tuve de niño, enfermedad que le obligo a comenzar a estudiar a los
16 años...todo ese tiempo perdido lo ganó en Alemania. Allí realizó unas
oposiciones a institutos de Enseñanza Media, que ganó; terminó la tesis
doctoral que le dirigió Dámaso Alonso, obtuvo el Premio
Adonáis y escribió otro libro: KZ Campo de concentración. Poemario
en el que nos muestra su experiencia vivida en Berlín, su sentimiento ajeno al
modo de sentir y pensar de este pueblo, un tiempo en el que se sintió
extranjero y como encarcelado.
En
1967 regresa a España y a partir de esta fecha ejerce la
docencia, primero en institutos de enseñanza media y más tarde en la Universidad Autónoma de
Madrid, en la UNED y en
escuelas de formación del profesorado de Alicante, Cuenca y Madrid.
Desde su
primer libro de poemas, Las tentaciones (1964), se suceden
numerosos títulos de poesía entre los que cabe citar Materia de Olvido, Premio
Adonáis de Poesía 1967, Memorial del viento, Premio Miguel Hernández 1976, La sombra ante el espejo, Premio Castilla la Mancha 1987,
Dolor a solas Premio Esquío de poesía 1991 e Invitación
al viaje, Premio Rabindranath
Tagore 1995.
Un poemario sugerente que cautiva, con hondura
desde los primeros versos con los que nos invita a viajar en busca de
nosotros mismos. Un viaje éste, de búsqueda, conocimiento y renovación en el
que también encontramos un río, esta vez de misericordia.
Album de familia (premio Tiflos
1998), La mirada inocente (X Premio de Poesía Ciudad de Córdoba "Ricardo
Molina" 2002), y en 2003 El reino de la niñez. Son poemarios
en los que Benito de Lucas canta y cuenta el tiempo de la infancia y rememora a
la familia y al río de su ciudad natal Talavera de la Reina.
En
La
Escritura
endeble (Salamanca, Fundación Jorge
Guillén 2008), nos dice Joaquín:
“Más sin embargo escribo porque creo que hundir las manos en lo que fue herida
tiene olor a manzanas de la infancia.”
Y
es que cuando
Benito de Lucas escribe un poema
evoca, en muchas ocasiones, su infancia. Leer su Album de familia es como
mirar un álbum de fotos, imaginar un pasado que, de repente, aparece y vive como si fuese algo sucedido al lector.
Joaquín, al escribir sobre su
infancia, lo hace de tal modo que las
palabras toman vida Pepe Hierro decía que, en
la poesía de Benito de Lucas, para
entenderla bien, había que pensar en la pureza, en la inocencia.
En El reino de la niñez, (libro que yo presenté en la Tertulia Literaria Hispanoamericana de Rafael Montesinos, presentación que más tarde fue publicada en Diario del Tajo de Talavera) hay un poema, “Templo de inocencia”, donde nos dice: Mis ojos niños miran el mundo como un templo de inocencia.
En El reino de la niñez, (libro que yo presenté en la Tertulia Literaria Hispanoamericana de Rafael Montesinos, presentación que más tarde fue publicada en Diario del Tajo de Talavera) hay un poema, “Templo de inocencia”, donde nos dice: Mis ojos niños miran el mundo como un templo de inocencia.
También en 2008
publica El haz de la memoria y Canción del Ánfora publicados,
respectivamente, por Cuadernos de Sandua y Talagrafic en Talavera
de la Reina.
Más tarde
vendría La experiencia de la memoria (Poesía 1957-2009) Calambur, 2010 y
ya en 2014 ha publicado Oda a mi ciudad. Cuadernos de
Calisto, Talavera de la Reina, y Donde la luna canta Ediciones CantArabia.
Es La
escritura indeleble un libro que continúa la línea marcada por Joaquín en su poesía de memoria, de tiempo, de
infancia, especialmente desde Álbum de familia, La mirada inocente o El reino de la niñez (aunque
como bien dice Pedro A.
González Moreno, éste con otro tono) y, ahora La escritura indeleble que toma el título de unos versos de Álbum de familia que
dicen: Esta es mi voz. Desde
el fondo sonoro / se alza a la superficie / de la corriente y canta y canta /
entre los puentes que levanta el aire. / Ni importa quien la escuche o quien la
lea./ Su escritura indeleble /queda en la arena como testimonio.
Estos versos pertenecen al poema- prólogo titulado Al son de mi río que abría Álbum de familia (libro
que fue publicado por la O.N.C.E. en 1999 en primera edición y más tarde por la
Colección Literaria Universidad Popular del Ayuntamiento de San Sebastián de
los Reyes en el año 2000.) Este
libro se lo han traducido al árabe,traducción de Mezouar el Idsissi, (2009,Tanger),y
lo leyó en el Instituto Cervantes de esta ciudad..
Pedro A. González Moreno ha venido escribiendo
sobre el poeta talaverano y es buen conocedor de su poética y de su vida, que
vienen a ser una misma cosa, algo así como lo que decía José Hierro hace muchos años ya
cuando escribió sobre Joaquín diciendo que su poesía era La historia de sus años.(Pepe Hierro y yo hablábamos alguna
que otra vez sobre ésto y yo estaba completamente de acuerdo en que la poesía
de Joaquín Benito de Lucas era eso, la memoria y
el tiempo de su vida; pero no sólo Pepe, también Claudio Rodríguez (el gran amigo de Joaquín desde los años 50 hasta
su muerte) me lo comentaba.
Sobre la poesía de
Benito de Lucas nos ha dicho Pedro
A. González moreno :"La
estética formal y expresiva por la que se mueven los poemas de La escritura
indeleble, está en la línea de su trilogía más reciente, Benito de Lucas
continúa siendo fiel a su más antigua y personal estética, que consiste en
aunar "verdad y sentimiento"; sometiendo el lenguaje a un proceso de
despojamiento y optando por "la palabra sin fulgor, por la imagen sin brillo",
consigue unas composiciones de línea sobria y leve trazo, cuyo volumen viene
dado por la intensidad de la emoción y cuyos perfiles parecen sólo por la autenticidad del sentimiento.
Siempre desde el tono confesional e intimista, estos poemas más que escritos parecen estrujados, como si fuesen fragmentos de corazón y de memoria exprimidos, sílaba a sílaba y gota a gota, sobre el folio. Palabras como gotas de dolor y tristeza en las que la retórica ya no tiene cabida, tal vez porque el corazón, cuando habla y siente de verdad, no sabe de metáforas." Joaquín Benito de Lucas sabe bien de la vida y de su vida, de La historia de sus años y de la historia general de los de su generación.
Siempre desde el tono confesional e intimista, estos poemas más que escritos parecen estrujados, como si fuesen fragmentos de corazón y de memoria exprimidos, sílaba a sílaba y gota a gota, sobre el folio. Palabras como gotas de dolor y tristeza en las que la retórica ya no tiene cabida, tal vez porque el corazón, cuando habla y siente de verdad, no sabe de metáforas." Joaquín Benito de Lucas sabe bien de la vida y de su vida, de La historia de sus años y de la historia general de los de su generación.
Manuel López Azorín
(Si te apetece, puedes seguir leyendo la III parte de esta Memoria poética en la siguiente entrada)
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