Antonio
Capilla: Piedra de la honda
Antonio Capilla Loma (Cantillana,
Sevilla, 1954), vino una tarde de abril al Centro riojano y me regaló su último
libro publicado Piedra de la honda (Ediciones Vitruvio, Madrid, 2016). A este
poeta humanista le prometí leerlo, pero uno propone y la vida dispone, de modo
que hasta hace poco no pude cumplir lo prometido.
Antonio
Capilla, como dijo José Paulino Ayuso, es de la estirpe machadiana del amor
Ya dije en su día que Antonio
Capilla nos presenta la palabra cargada de emoción,
clara, directa, lírica, imaginativa, con la difícil sencillez de quien conoce
la norma, tanto clásica como tradicional, y conoce el ritmo, la cadencia, y la
pone al servicio de la poesía y del hombre.
Ángel
García Galiano autor del prólogo de Piedra
de la honda nos dice: “Piedra de la honda es un canto al despertar, una
canción de albada en el tañer del verso, no para despedir a los amantes, sino
para pedir a todas las almas grandes que pueblan el planeta que se unan en
contra de la injusticia, que desenchufen los cables y los chips atornillados al
cerebro y rompan a pedradas los
aparatos de la nausea y la hipnosis, que bajen a las plazas y miren a sus
conciudadanos a los ojos y tiendan sus manos a los que cruzan océanos y surcan
desiertos en pos de un mundo digno para ellos y sus hijos. Porque el poeta no
ignora, y canta orgulloso, que el caudal de sus versos es el amor.”
Y como
un juglar, con poesía popular, tradicional, quiere llegar al pueblo y que éste,
a través de su verso de rima asonantada, se sirva de la nemotecnia para hacerlo suyo y
propagarlo oralmente a los otros. Así nos dice: “Acunad mis palabras / en el regazo vuestro, /
desnudad sus imágenes / de artificioso atuendo / de adornos añadidos / del
engolado huero. / Como alhajas ocultas / descubiertas de nuevo / gocemos de su
magia / como en su nacimiento, / y que mi amor os llegue / en el tañer del
verso.”
Y así, machadianamente, con la saeta del D. Antonio,
el Nazareno caminando sobre las aguas
versales y el amor como premisa para ir desde sí mismo a los otros nos canta: “Ante
tanta miseria y latrocinio / quiero seguir tus pasos, / Nazareno./// Mas no
ansío la cruz / ni vivir el martirio, / que el mundo redimir solo no puedo.
/// Porque amor si es humano por esencia
/ ha de empezar por uno mismo / para expandirse luego.”
Y en el amor va
sucediéndose este libro con su canto de vida, de libertad, de compromiso,
porque el poeta sabe bien que “el guiño de una vela es el vivir” que “lo eterno
es lo mudable” y sabe que él es “solo lo que vive” y que “solo porque vive
existe al fin” y por eso, conociendo también la forma clásica, amigo de la
clerecía, manejando el endecasílabo con soltura en este soneto asonantado, nos
canta su canción que dice:
“Va forjando (su)
cuerpo en el acero /golpe a golpe en el yunque de la vida/con tesón sin (rendirse)
a la fatiga / alcanzando el futuro de (sus) sueños.///
A los más crueles golpes del destino/(interpone) por
más escudo el pecho./Y es (su) esfuerzo tan solo el instrumento /que de
escollos despeja los caminos.///
Destrozada a jirones hecha trizas /(va) dejando en
la lucha la salud/ sin perder nunca el rumbo de (su) estrella.///
Y es el norte que (sigue) y es (su) guía / y no (quiere)
más plus en esta empresa / que vivir el amor bajo su luz.”
Añadir leyenda |
Y bajo esa luz de justicia, de igualdad, de libertad
y de amor, vive y escribe este profesor
Sublimando su vida en la canción, en la palabra, sabiendo lo precario de la existencia, Piedra de la honda es el caudal de su canto, un canto que nace y
parte del amor.
La poesía de Antonio Capilla, tremendamente
humana, está llena de pensamiento y de sentimiento y como humana poesía anda
inmersa en el tiempo que, como hombre y como poeta, le toca vivir y, por ello,
convierte su palabra poética en testimonio de vida, que diría Pepe
Hierro, en arma cargada de futuro que respondería Gabriel
Celaya, en palabra de amor que bien podría haber dicho Pedro Salinas, como ya dije en la reseña de otro libro suyo en este blog..
Antonio Capilla Loma es
Licenciado en Filología Hispánica la Universidad Complutense de Madrid y
Diplomado en Magisterio en la especialidad de Lengua y Literatura . Se ha
dedicado a la labor docente durante más de 30 años a la vez que cultiva la
creación poética.
Manuel
López Azorín.
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