sábado, 3 de marzo de 2018

Javier Hortal: "Sin coraza",del Cáncer y la lucha poética. Un viaje hacia la luz,





Fco Javier Hortal: Sin coraza, del Cáncer y la lucha poética.





Fco Javier Hortal nació en Jaén pero vive en Madrid desde los siete años. Está casado. Tenía dos hijos adolescentes. Uno de ellos falleció y, la enfermedad primero (cáncer pediátrico), y su fallecimiento después, en abril de 2016 (“abril es el mes más cruel” nos dice Eliot), han hecho que Javier Hortal sintiera la imperiosa necesidad de escribir para salvarse y para ofrecernos su personal “tierra baldía”, una lección de amor por si acaso pudiera servir a otras personas que pasen por lo mismo que él. Así pues Sin coraza, del Cáncer y la lucha pediátrica ( Éride Ediciones) de Fco Javier Hortal es un libro de amor a pecho descubierto.
En 2013, Javier Hortal escribió un libro Nunca, nunca te rindas (Éride Ediciones), llevado igualmente por la imperiosa necesidad del amor y, entonces, la de abrazar la esperanza para mantener la fuerza, el valor, de no darse por vencido, de no rendirse nunca. Y se puso una coraza para preservarse de tanto dolor, tanta incertidumbre y tanto miedo como experimentaba.
Aquel libro contaba en primera persona, la experiencia que vive una familia cuando a uno de sus miembros (un adolescente, su hijo Roberto concretamente) le diagnostican un tumor cerebral.
El libro, repleto de eso que en poesía llamamos “difícil sencillez”, que es lo más difícil (esto tanto sirve para aquel libro como para éste), donde la poesía como la prosa poética, nos hablan de afrontar lo que se nos presenta con fuerza para tratar de alcanzar cualquier meta en la senda de la vida. En este libro, además,  el sentido de la búsqueda poética se convierte en bálsamo de salvación.


Javier Hortal no quiso rendirse y luchó con amor y con tesón para vencer la adversidad  y normalizar la vida con sus rutinas diarias y su esperanza, con los ojos y el alma puestos en su hijo adolescente, que venció los miedos y abrazó la luz para salir del túnel, oscuro, casi negro, de un diagnóstico que cambió su vida, un túnel lleno de incertidumbre que el trató siempre de traspasar desde la más aparente normalidad para que toda la familia se abrazase, como él, a la esperanza. Aquel libro no era un libro de desencanto y derrota sino de ilusión y constancia. Como bien dijo el autor en su día: “Es un libro de amor suficiente como para transitar juntos por cualquier camino que se abra ante nosotros: en este caso por el mundo cel cáncer pediátrico.”
 
Hasta aquí la historia del nacimiento de aquel libro que le sirvió a Javier Hortal para seguir adelante hasta que unos pocos años más tarde Javier no se rindió, pero tuvo que enfrentarse al ocaso de una vida adolescente, a la muerte del hijo, al, de repente, enorme e inexplicable vacío del hijo.
Y la coraza que se fue forjando durante un largo tiempo, esa que impedía su desánimo y mitigaba, ocultaba, sus temores, se rompió en pedazos dejando al descubierto todo el dolor del hombre, todo el desconcierto, el desamparo, la derrota, toda la queja del hombre, del padre…
Y tras aquel hecho tan terrible como es el de perder un hijo, la vida le ofrecía a Javier dos caminos: o derrumbarse y darse por vencido por el dolor del hijo, de su ausencia, o asumir que aquella coraza que trató de llevar para soportar lo sucedido con la mejor entereza ahora ya no tenía sentido: “ Y, sin embargo, camino/ sabiendo que tengo que inventar / un sendero, imaginar, saber / que ya existe pues sobre él estoy ahora”, y tendría que buscar algo (otra razón) que le permitiera seguir adelante, y esa otra razón  ha sido escribir, lanzar versos y prosa poética “como quien arroja una granada”: unas palabras que explotan “en medio del poema” y finalmente esas palabras, milagro de la poesía, terminan revelándonos el camino a seguir para poder  salvarnos de aquello que, por más que intentamos explicarnos, no tiene explicación.

 
Sin coraza es un libro de reflexión y de búsqueda, de hallar en la palabra, tras la queja, el desconcierto y el amor, el sentido de la vida. Hace poco nos han dicho los científicos que lo que llamamos alma no muere, sino que flota en el universo. Platón hace siglos, ya nos hablaba del alma  en una división tripartita y una interpretación que podría ser dualista, es decir un alma con una parte inmortal y otra, ligada al cuerpo, que es mortal. El alma racional, nos decía, era inmortal, inteligenter, de naturaleza divina. Y a esta alma platónica, esta que ahora dicen también los científicos que no muere sino que va al universo, parece  ser que es  a la que Javier Hortal se aferra para  seguir conservando en la memoria, en el recuerdo, al hijo y, ya  sin coraza alguna,emprende un camino y escribe un nuevo libro que titula precisamente Sin coraza: “Dime  junto a qué bandada /  vuela tu alma sola /Dime en qué nube, en qué cielo.”
Sin coraza está dividido en apartados: “A salvo” el primero, que nos habla de la belleza y su misterio. “Todo puede acabar / en un instante / como el azul que se funde / en el amarillo desleído del mediodía”
“Sin coraza”, el segundo apartado, y que da título al libro,  trata del cáncer y la lucha poética: “ Un poco de luz que deshaga la escarcha. / La compañía tranquila, atenta, apenas sin palabras…”
El tercer apartado lo titula Javier “Escritos de la pérdida” y a este apartado le coloca  el subtítulo entre paréntesis (“Para encontrarte”): “El silencio / en los labios /  y la palabra / en la mirada / lo que cuenta.”
Y es la palabra a la que se aferra Javier para hablar, hablarnos, de todo aquello que calla: “Todo este tiempo nuevo / que ahora fluye / sin una sola cita contigo / sin un solo momento con las espinas / y estorbos que traía tu compañía. / ¿Quiénes podemos ser ahora después de tanto tú?”
Y así, en esa lucha poética a la que , con palabras, se enfrenta a la batalla del cáncer pediátrico que se ha llevado a su hijo nos dice:  “Creo / porque me lo dice el viento / que sopla en mi corazón con fuerza, / que tú vives dentro de nosotros / y también fuera: / en la música y la brisa / en el tacto del sueño / en las palabras sin abecedario.”

El artista plástico Francisco Cabrera  

Y Javier  lo escribe así porque así lo cree aunque la ausencia del hijo le haga decir también; “ Tu ausencia / es tan grande / que lo llena todo”
En el cuarto apartado que titula “Estrellas fugaces” nos muestra “retazos de conciencia ”, la religión que ahora entiende, y escribe en prosa poética o un poema en prosa a modo de reflexión, donde nos desvela  el espíritu que siente: “¡Qué silenciosa es la extensión del espacio por la que el tiempo se desliza! El tiempo, que transcurre como un rumor inaudible de océano en oleaje, nos grava mudo su trayecto en nuestro cuerpo…(…) Esta es la religión que ahora entiendo, el espíritu que siento.”
Y es que Javier Hortal ya no cree en los milagros porque nos dice; “El milagro es lo que tenemos delante de nosotros en este momento, aquello que nos rodea. Lo demás no existe.”
En fin: “Una filosofía, / una verdad ilimitada y completa” (Javier ahora es un ser que parece haber cambiado  su relación con la vida y con la divinidad.)


“La tierra baldía” poemario de Eliot,  interpretada como una crítica social por muchos (Claudio Rodríguez me hablaba del poeta ya que le conoció personalmente y tradujo parte de su poesía), era tan solo para Eliot, una queja de la vida, un rítmico lamento y en este sentido Javier Hortal : “Mirando en el corazón de la luz, el silencio” se abalanza porque lo necesita al escribir este libro: “Se precipita la poesía en el vaso de la niebla. / Para beber vida.”   “Abril es el mes más cruel” no dice Eliot, “Porque la vida abraza, besa, sigue” (le dije yo en unos versos que escribí para él cuando su libro de 2013 “ Nunca, nunca te rindas” (…) “porque la vida hiere, abraza, besa, sigue…”
“La distancia secreta” es el quinto apartado de este Sin coraza. Y en este apartado es donde nos habla  del amor y para ello escribe un poema raíz que dice: “Se tejen lazos / se van tejiendo / sin darnos cuenta. / Costuras del corazón / sastre sin escuela. Pero estas telas / cubren ventanas / que se abren a todo el universo”.
Esos lazos de los que nos habla Javier son los que él ha ido sintiendo día a día desde que llegó su hijo adoptado a su casa, un hecho extraordinario, como extraordinario e insólito fue criarlo, educarlo, amarlo: “Lo extraordinario / es dar a luz, / lo cotidiano / alimentar la llama. / Lo cotidiano es tener un hijo, / lo extraordinario / día a día criarlo”
Y ahora, llevarlo siempre consigo en la memoria, en el alma aunque se pregunte sin encontrar respuesta, aunque la ausencia no tenga término porque hay, queda:  “Un vacío que se derrama / en la vida sin bordes / ni cauces”,  aunque exista un dolor, “porque  ñla vida hiere, abraza, besa, sigue…” aunque persista un temor, un miedo que no desaparece, Javier Hortal nos dice: “Lejos del miedo, los dedos de Dios, / surgen / de la palma alegre / de las manos de los niños”
Y regreso a los versos que escribí para Javier: “Una parte de sí se le derrama,/ ahora sabe que nada, nada le pertenece. / Se valora muy poco aquello que se tiene, / acaso es la costumbre , / hasta que llega el día en que la sombra / se adueña de la luz”

Javier Hortal
Javier Hortal lee y escribe desde su adolescencia y disfruta con ello. Estudió Magisterio y ha trabajado en distintos ámbitos educativos, aprobó la oposición a maestros en la Comunidad de Madrid y ejerce como maestro de Primaria en el CEP Tierno Galván de San Sebastián de los Reyes.
Antonio Machado nos decía en un poema que había que escribir “de frente y al sesgo” es decir, con claridad para que todos lo entiendan y, al tiempo, con la hondura de quien ofrece más interpretaciones en esa claridad.
Javier Hortal escribe poesía desde muy joven y piensa que “lo poético es aquello que roza lo sencillo, lo bello, la verdad de cada uno y cada cosa” Y escribe de frente y al sesgo, de frente, sin coraza, ya poema, ya prosa poética, para que todos lo entiendan, al sesgo, como la poesía –según me decía José Hierro – que dice más de lo que dice el poeta.
Y para concluir estas palabras que se ha dejado llevar por la emoción de esas otras palabras que ha vertido Javier en Sin coraza, recurro a fragmentos de aquel poema que le escribí  y les animo a ustedes lectores a leer este libro  que contiene poemas de pérdida, de pensamiento, de duda, de queja, de reencuentro, de salvación, de amor. “Porque la vida  abraza, besa, sigue…” Y este libro puede servir a muchos para enfrentarse a la vida y seguir…, aun a pesar de las pérdidas:
 Javier Hortal,ManuelLAzorin y Francisco Cabrera Padilla poesía, imagen y recitado se unen para presentar este libro
“Caminar por su propia realidad, / asumir el infierno y soñar su contrario, / valorar lo que queda, / los pequeños, luminosos instantes (…) Una parte de sí se le derrama, / ahora sabe que nada, nada le pertenece (…) porque la vida hiere, abraza, besa, sigue…”
Como Javier Hortal , que estoy seguro seguirá  y continuará leyendo, escribiendo, acomodándose al ritmo de la vida y al ritmo del poema, y como vida y poesía, pienso yo, son una misma cosa, Javier encontrará esa luz que nos alumbra por dentro y que el ha trasladado a este libro sin antifaces, sin coraza, con amor, a pecho descubierto, con el hermoso silencio de la palabra.
            Un viaje hacia la luz
La exposición “Sin coraza. Un viaje hacia la luz” finalizó  tras tres semanas de muestra en la sala Juan de Villanueva del CC Isabel de Farnesio de Aranjuez. Este més de febrero, el 5 concretamente, se presentó en la Biblioteca Cental de San Sebastián de los Reyes. La exposición estará hasta el día 9 de marzo en  la Biblioteca Central de Sanse. Dos miradas, la poéticaluchadora y amorosa de Javier Hortal y la plástica viva e intensa de Francisco Cabrera, se han reunido en un proyecto a beneficio de la Fundación Aladina. Dedicada “a los que luchan y buscan”. El artista Paco Cabrera nos explica que la exposición nació tras el nacimiento del libro Sin Coraza de Hortal. “Es una historia personal muy dura sobre la enfermedad de su hijo Rober, que ha fallecido recientemente.
         
                                   Manuel López Azorín

Video- Reportaje sobre la exposición Un viaje a la luz y el libro Sin coraza


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola,¿ dónde puedo adquirir ambos libros?

blog del poeta Manuel López Azorín dijo...

Para Anónimo: hola disculpa la tardanza en responderte. Te dejo el correo electrónico de Javier Hortal, es este : javier_hortal@ hotmail.com. Ponte en contacto con él y tedirá cómo puedes aquirir estos libros.
Un cordial Saludo