Carlos Vitale:El poeta más crítico y Duermevela
Carlos
Vitale (Buenos Aires, 1953), poeta de origen italiano (italianos de
nacimiento sus padres) pero argentino el
poeta aunque residente en Barcelona desde hace ya muchos años. Mi amigo, el
poeta aragonés Ángel Guinda dice de este poeta y traductor de autores
italianos que ha fundido Argentina, Italia y España en un mestizaje de afectos
(Carlos parece ser de todas partes y
de ninguna o al revés, no es de ninguna parte y es de todas porque si Rilke
nos dejó dicho que la verdadera patria del hombre es la infancia en Carlos Vitale, me parece a mí, que su
única patria es la poesía), de difusión
( dedicado a traducir a los poetas de origen italiano) y creatividad (con su
obra poética, que es, al menos la que yo conozco, es concisa, justa, sin
retórica alguna, con la expresividad
precisa de quien ofrece, con lo mínimo, el todo y sus partes.
Decía antes que mi amigo el poeta
aragonés Ángel Guinda ha dicho de Carlos
que: “Para Vitale, como para S. Prudhomme, la poesía es un dolor. Es el dolor
del ser humano desde la desolación, el ansia de conocimiento, el inconformismo
por las pequeñas respuestas encontradas ante los ojos abiertos del secreto, lo
efímero de la maravilla, el temor a no tener miedo, y un horror a la
incomunicación que lleva al poeta a rechazar toda estéril retórica, lo vacuo.”
Este verano me llegó por correo
postal un pequeño librito traducido por Carlos
Vitale (que prometió enviarme y lo hizo. Carlos y yo nos conocimos en 2003 en Cambrils con motivo de un encuentro poético), cuyo título es El
poeta más crítico y otros poetas italianos (Embocall, Barcelona, 2014)
en el que, además de traducirnos dos poemas de cada uno de los poetas que
recoge el libro, nos cuenta de ellos, de
sus vidas y sus estados de ánimo de un modo directo, conciso y ameno, tanto es
así que el librito se lee de un tirón y se vuelve a él para recrease en lo que
nos cuenta Carlos y en volver a leer
los poemas ( bilingües) traducidos del italiano al español.
Nos
deja Vitale cuatro historias sobre
la vida y poesía de estos importantes poetas italianos del siglo XX: Dino
Campana, Sibilla Aleramo, Lucio Piccolo y Giuseppe Ungaretti. Debo
confesar que, de los cuatro, solo había leído a Ungaretti, así pues
gracias Carlos Vitale.
DUERMEVELA
Con
relación a Duermevela (Candaya, 2017), tras
leerlo, tras ver el sus poemas la esencialidad de las cosas cotidianas,
repletas de, a veces divertida ironía, a veces de tristeza y siempre de
verdades que pueden resultar incómodas pero que siempre llegan con ese sueño ligero y
un tanto agitado o angustioso, el instante en el que se suceden las sombras que
nos ofrece la vida, cuando en el tiempo de reposo, de descanso, el poeta que lo
es de pensamiento, es decir amigo de filosofar con la poesía, entra en un sopor que no acaba de adormecer al sujeto y que, aun medio
dormido, le mantiene en una vigilia por la que se sucede el tiempo, la falta de
esperanza, la soledad, la resignación frente a la imperfecta condición humana y
, cómo no, la crítica irónica a veces y a veces desolada de lo que acontece en
nuestro diario vivir.
Así
pues Carlos Vitale nos muestra un
conjunto de poemas que son, desde su gran concisión, sentencias explosivas,
paradojas que son la antítesis de la dulzura, la amable pero contundente e
irónica mirada de un hombre que a veces nos muestra su dolorido intimismo
y a veces desconcierta con su palabra sugerente o enigmática (a Carlos Vitale parece ser que no le gusta la claridad).
Sus
brevísimos poemas ya he dicho que son como sentencias y también parecen
aforismos y pocas veces se nos muestras como poemas-poemas (en apariencia) y
más bien, en ocasiones recuerdan a la anti-poesía
Duermevela me parece a mí un libro tremendo y desolado en su enorme
concisión (aunque en el encontremos versos con divertimento o ironía y también,
en muchos poemas, hermetismo) porque , en mi opinión, el yo poético nos ofrece
en él, desde lo más profundo de su pensamiento (filosófico) poético, las
confidencias de un ser humano que, medio escondido en lo críptico, la
diversión, la ironía o el dolor, nos muestra sus rotas ilusiones, su desesperanza,
su decepción de la condición humana en un mundo áspero en el que, a través del
paso del tiempo, se resigna a vivir.
En una nota de la editorial Candaya
leo que “Nadie puede ser tan divertido y tan triste al mismo tiempo como Vitale”
y regreso al principio de esta reseña para recordar de nuevo las palabras de Ángel
Guinda sobre Carlos Vitale y
su poesía: “Para Vitale, como para S. Prudhomme, la poesía es un dolor. Es el
dolor del ser humano desde la desolación, el ansia de conocimiento, el
inconformismo por las pequeñas respuestas encontradas ante los ojos abiertos
del secreto, lo efímero de la maravilla, el temor a no tener miedo, y un horror
a la incomunicación que lleva al poeta a rechazar toda estéril retórica, lo
vacuo.” Hace dos día nos vimos Angel Ginda y yo en el Café Comercial y quise recordarle estas palabras y hablar con él de Vitale; pero finalmente no pudo ser, la presentación de un libro lo impidió.
Duermevela es un libro para leer bien despierto, para
desentrañar enigmas, para sonreír en ocasiones y, siempre, para detenerse y
pensar. Pensar que al final de todo, cuando la poesía nos visita, como nos dice
Vitale; “en sueños // siempre / dejaba / alguna huella // muda” Muda
o flotando en el aire como algo etéreo
porque: “La palabra es miedo / metal,
adiós, / cuerpo sin cuerpo, / y derrota”.
Para concluir, como suele decir Carlos en las redes sociales: “Si lo
deseas (tras leer esta reseña), solicítalo en tu librería habitual” (eso hice yo) y tras esto
apostilla con ironía: “Antes de que se agote (de ilusión también se vive)”
Carlos Vitale nació en Buenos Aires en 1953 y reside en Barcelona desde 1981. Es Licenciado en Filología hispánica y Filología italiana.
Ha publicado Unidad de lugar (Candaya, 2004), Descortesía del suicida (Candaya, 2008), Cuaderno de l’Escala / Quadern de l’Escala (2013), Fuera de casa (2014), El poeta más crítico y otros poetas italianos (2014) y Duremevela (Candaya, 2017)
Ha traducido numerosos libros de poetas italianos y catalanes: Dino Campana (Premio de Traducción “Ultimo Novecento”, 1986), Sergio Corazzini (Premio de Traducción del Ministerio Italiano de Relaciones Exteriores, 2003), Umberto Saba (Premio de Traducción “Val di Comino”, 2004) Eugenio Montale (Premio de Traducción “Ángel Crespo”, 2006), Giuseppe Ungaretti, Sandro Penna, Mario Luzi, Joan Vinyoli, Antoni Clapés, Joan Brossa, Josep-Ramon Bach, etc.
Ha participado en festivales, lecturas y encuentros de poesía en Argentina, España, Venezuela, Armenia, Italia, Suiza, Rumania, Estonia, Grecia, Bulgaria y Francia. En 2015 obtuvo el VI Premio José Luis Giménez-Frontín por su contribución al acercamiento entre culturas diversas.
Algunas palabras en torno a Carlos Vitale y su labor poética:
“Transmite al lector de forma
directa y aparentemente sencilla el vértigo de existir, la interrogación sobre
el sentido de la vida, los temores de las preguntas del hombre moderno.” Antoni
Clapés ( La Vanguardia.)
“Aquí la
brevedad no tiene vínculo alguno con lo efímero. Los poemas no son artificios
ni meros juegos verbales. No se diluyen. Dibujan el alma de un hombre: un
Carlos Vitale compasivo, siempre en la antesala de reírse de sí mismo, nunca un
juez.” Nelson Rivera, “El Nacional “(Venezuela).
Manuel
López Azorín
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