lunes, 17 de diciembre de 2018

Alejandro Céspedes: "Las caricias del fuego"



Alejandro Céspedes: Las caricias del fuego



Alejandro Céspedes, poeta, licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad de Oviedo nos trae un viejo-nuevo libro o un nuevo-viejo libro titulado Las caricias del fuego (Amargord, 2018)

El libro, con ilustraciones de Eva Hiernaux, se presenta  en papel, pero también en forma de película (video-libro de unos 60 minutos) y como audio libro, tanto la película como el audio libro están grabados con la voz de Alejandro Céspedes.  

En Las caricias del fuego  se cuenta, a través de sus páginas, sus imágenes en el caso de ver solo el video-libro o la voz en el caso del audio-libro, una historia sobre los abusos  sexuales en la infancia. Los poemas, nos dice Céspedes que se ha metido en el cuerpo y la mente de la protagonista, son  como  capítulos de una novela, y nos narran el abuso infantil a través de la memoria de la víctima.

Sobre Las caricias del fuego nos cuenta Alejandro Céspedes lo siguiente: “En 1998 este libro ya estaba terminado.” (…) pero ciertas circunstancias que ocurrieron después hicieron que permaneciese en silencio editorial durante diez años.  Solo una pequeña parte de él apareció publicada en 2008 bajo el título Los círculos concéntricos (…) Sin embargo, la mayor parte del libro seguía inédita... y en paradero desconocido. 
Con los sucesivos cambios de ordenadores que ocurrieron en los años siguientes el archivo con el libro completo se perdió en algún momento de esos tránsitos. Para celebrar que este 2018 se cumplen veinte años desde su escritura y diez desde su publicación, se decidió hacer una reedición de Los círculos concéntricos. Pero cuando el libro estaba listo para enviar a imprenta ocurrió ocurrió un hecho inesperado: Agustina González, amiga desde el principio de los tiempos, me llamó para decirme que, revolviendo entre cajas antiguas, había encontrado el original del libro primitivo impreso en unos folios que yo le había enviado veinte años atrás."

Y finalmente este año se ha publicado completo y en los tres soporte antes citados: papel, video-libro y audio-libro.
Leer el libro es hacerlo seguido sin dejarse ni saltarse ningún poema o capítulo porque, de hacerlo, la significación y la comprensión de un argumento que, según vamos leyendo, va haciéndonos sentir con más intensidad nos  restaría esa carga enorme de emoción que poema tras poema nos lleva a través de la historia que nos cuenta. Cuando se lee uno se queda  estupefacto. Me sorprendió  porque no  había leído nada parecido y  el poeta  Céspedes, andaba  metido en el alma de una mujer.


 
Me parece un libro deslumbrante y hermoso y al tiempo terriblemente sobrecogedor. Es un libro que página a página poema a poema, te va enganchando haciendo que sientas todas las emociones las positivas y las negativas. Su manera de contar, tan accesible a cualquier lector y sin perder la belleza de la poesía, por muy desgarradora que a veces se nos presente, es tan directa, tan clara, la presenta con tanta belleza y tanto desgarro que seguro tendrá muchísimos lectores. Alejandro Céspedes es tan personal en su poesía, tan creativo con sus simbologías, sus metáforas, sus sinestesias, tan imprevisible en ocasiones que deslumbra con su belleza frente al horror.


Céspedes aborda la poesía de un modo totalmente diferente a los cánones clásicos, formales o con más o menos libertad; pero el autor ejerce  una libertad absoluta sin abandonar el ritmo, la cadencia (esencial, fundamental y absolutamente necesario para que sea poesía) Nos ofrece su voz en una historia  con lenguaje de narración,  indagación, de incomunicación, de desamparo, de aceptación por parte de las familias ya que lo que sucede se acepta y se convierte en silencio, un lenguaje de pensamiento que cuenta y reflexiona sobre lo sucedido, sobre el silencio tácito y la incomunicación, sobre  el trampantojo del amor, sobre el engaño, sobre la posesión y el poder de la fuerza frente a la inocencia infantil.
Céspedes mantiene la  tensión, es más, la va aumentando, a lo largo de 140 páginas. Un libro escrito a la manera de guión para una propuesta  audiovisual  tal y como se ha realizado. La poesía, desde la belleza hasta la estupefacción, se muestra en las imágenes y en la voz en off de Céspedes que con su modo de decir los poemas nos introduce en la película  y nos hace sentir el horror y el desamparo, la incomprensión y la herencia, la aceptación de lo inaceptable y lo tácito, el mal amor y sus contrarios. La voz de Céspedes, al menos a mí, durante la proyección de este video-libro en el Pequeño Cine Estudio  de la calle Magallanes de Madrid, cuando lo presentó el propio Alejandro, el 30 de noviembre de este 2018, me hizo caminar dentro de ella, con los personajes y especialmente con la niña.
 
De niños, es difícil reconocer qué es engaño para apoderarse del cuerpo infantil y qué no lo es, la realidad sexual en la infancia es algo indeterminado hasta que se inicia la adolescencia, tiempo en el que se comienza a sentir el impulso sexual, antes no se conoce bien la realidad sexual.  Los abusos a la infancia por parte de adultos son absolutamente abominables, es el poder del adulto y el engaño, el marcaje y deterioro mental de las personas sometidas al abuso, es la dominación sexual del poderoso frente al débil.
        
Céspedes con Las caricias del fuego, con ese escribirlo en primera persona, al entrar en el cuerpo y el alma, en la mente de la protagonista, no nos deja indiferentes y mientras leemos o vemos o escuchamos vamos haciendo nuestro todo su discurso poético
Después, ya en casa, leído el libro durante estos días primeros de diciembre he recordado algunos poemas porque yo había leído ya, parcialmente, estas caricias del fuego cuando  Alejandro publicó Los círculos concéntricos (AEAE, 2008), premio “Blas de Otero” y Premio de la Crítica de Asturias); pero, ahora, al  publicarse el libro completo, para mí, es de lo mejor  que ha escrito Alejandro Céspedes.
 

Además de poeta y de su actividad como gestor cultural, director de escena y de espacios teatrales durante más de 20 años, Alejandro Céspedes realizó crítica de poesía en el diario El Mundo, coordinó la sección de poesía de la Revista La Cultura de Madrid y fue miembro fundador y del Consejo Editorial de la revista de literatura “Número de Víctimas”. Ha publicado sus poemas en la revista “Insula”, en el Suplemento Cultural del diario ABC, El Cultural – El Mundo y en la mayoría de las revistas literarias españolas. En radio fue responsable de la sección de literatura y teatro del programa “Café con hielo” en la Cadena SER, y codirigió el programa de poesía “Definición de savia” en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

                       Manuel López Azorín





















1 comentario:

Mayusta dijo...

Leído. Disfrutado. Felicidades a Alejandro y a ti, por este trabajo-análisis de esta singular obra. Abrazos