Ramón Bascuñana: 6 seis 6
Ramón Bascuñana
(Alicante, 1963), Aunque nacido en Alicante su familia es y reside en Orihuela,
lugar de recuerdo obligado a Miguel Hernández, donde se ha criado
Bascuñana. Este licenciado en
Geografía e Historia por la Universidad de Murcia que tiene ya publicados más
de una decena de libros, nos presenta ahora este 6 Seis 6 poemario ganador
del III Concurso de Poesía Noches
Poéticas, 2017 (Bilbao, 2018.Colección
Noches Poéticas. Asociación Cultural La única puerta a la izquierda).
Para este Oriolano “la
poesía es una mezcla de fulgor, de
impostura, nos dice, siempre que se entienda el fulgor como un deslumbramiento y
la impostura como una máscara espiritual” añadiendo a todo esto unas gotas de
sarcasmo o de ironía. Y ahora habría que añadir y de compromiso social.
He leído algunos poemas
sueltos de Ramón Bascuñana y lo leído, lírico, modernista a veces, elegiaco
otras, existencial y de pensamiento, me ha gustado. Lo último que leí de él fueron unas seguidillas encadenadas que merecieron el premio de "Poesía popular" en los premios de las casas regionales de Alcobendas,2018 , auspiciadas por el Ayuntamiento. Pero además de este premio ha obtenido unos cuantos más, por libros o poemas, Uno de los últimos fue el Premio de poesía Gerardo Diego de Cantabria por su libro El duelo del fracaso.
Este poeta, que reside en Alicante, nos trae ahora en Este 6 Seis 6, el contundente compromiso con la actitud de un poeta desarraigado que escribe y cuenta los problemas sociales de nuestro tiempo, un libro de crítica social en la mayoría de sus poemas, un poemario que abraza a los derrotados, a los perdedores, a los diferentes, a las víctimas, a los que, siendo mayoría, son como invisibles porque le hacen invisibles.
Este poeta, que reside en Alicante, nos trae ahora en Este 6 Seis 6, el contundente compromiso con la actitud de un poeta desarraigado que escribe y cuenta los problemas sociales de nuestro tiempo, un libro de crítica social en la mayoría de sus poemas, un poemario que abraza a los derrotados, a los perdedores, a los diferentes, a las víctimas, a los que, siendo mayoría, son como invisibles porque le hacen invisibles.
Ramón Bascuñana
nos ofrece un libro en el que, a través de sus versos, nos dice que las
injusticias van acompañadas siempre con un estado de desánimo vinculando estas
situaciones ajenas a una situación de impotencia del autor que generan en él la
necesidad de una escritura paliativa del dolor colectivo en una creación
poética plena de rebeldía frente a ese dolor ajeno y que siente como suyo.
“hoy tengo el cuerpo roto
en mil pedazos / y ya me da lo mismo cualquier cosa /porque no siento más que
la tristeza de estar vivo/ y el lento palpitar de un corazón cansado/ que ve
pasar los días los meses y los años / y no encuentra sentido a casi nada.”
6 seis 6 es
un libro de asumir ese dolor ajeno como propio y, en sus versos podemos ver que,
lamentablemente, las injusticias, que se suceden ininterrumpidamente con la actitud
del hombre fuerte frente al débil nos dice: “En la cafetería / el periódico
anuncia/ los males del presente /que no son muy distintos / de los posibles
males del pasado/// me bebo mi café / como si se tratara de cicuta / de
arsénico de llanto.”
En 6 seis 6 se constata el mal
como un fenómeno colectivo, y el mal como un proceso de interiorización. Bascuñana
se responsabiliza de ese mal ejercido por otros; porque piensa que le hace
culpable su inacción, su acostumbrarse a lo que acontece día a día y verlo como
si de un filme se tratase.
“la suma de los muertos es
solo una cifra / que ya no nos afecta/ porque estamos inmunizados contra las cifras / más de quinientos dieciocho muertos/ en apenas diez días/ el
cerco de Alepo amenaza con desplazar /trescientas mil personas / un ataque a un
hospital deja un saldo de catorce muertos entre / los cuales se encontraba el
último pediatra / que quedaba en Alepo”
Hay también temas,
emociones, sobre los que Ramón Bascuñana reflexiona y nos dice: “acumulamos
odio / como quien acumula las joyas más preciadas (…) y no queremos ver que
nadie es más que nadie / pues en el fondo somos / animales cobardes / gestados
en el odio a ser iguales /por los que nos gobiernan / porque así es más fácil
controlarnos / la culpa será siempre de los otros.”
Tras la lectura de estos poemas , el sujeto
poético, que se dice, nos deja ver que vivir con el dolor, y
sobrevivir, es lo único que nos queda a los poetas, contarlo, criticarlo,
denunciarlo sí qué más puede hacer el poeta que emplear el lenguaje para mostrar
siquiera con la desgracia, con la belleza del lenguaje, la concienciación en lo
colectivo.
"Seis seis seis seiscientos sesenta y seis / el número
del mal / el de la bestia del capitalismo / presuntamente no sucede nada / un
día que comienza y otro que termina (…) son solo cifras que se suman a otras
cifras (…) las de las mujeres asesinadas / por los hombres que alguna vez las
amaron / o juraron amarlas (…) las de los pederastas / ocultos detrás de profesiones honorables (…)
cifras se trata solo de cifras(…) las de guerras que empiezan y terminan / y las de muertos en guerras que empiezan y
terminan(…) cifras ordenadas pulcras asépticas / perfectas para las estadísticas / de todos los gobiernos corruptos de la historia.”
Bascuñana nos dice a modo
de rezo, de salmodia, de canto claro y directo que la violencia, la
marginación, el racismo, son parte de la ceniza humana, parte del barro, del
polvo que somos, parte de sí mismo, parte de ese sentido apocalíptico que nace
de nuestra educación sentimental, occidental, de nuestros temores frente a la
vida y frente a nuestra caducidad que es la muerte.
“ cifras ordenadas pulcras asépticas / perfectas para las estadísticas / de todos los gobiernos corruptos de la historia.”
"pregunto si existe si de verdad existe / una manera de morir considerada digna / un método para salir de la vida de un modo digno y aceptable /sin ceder al rencor / sin dejarte humillar por el tiempo y sus secuaces / por la vida y sus humillaciones.”
"pregunto si existe si de verdad existe / una manera de morir considerada digna / un método para salir de la vida de un modo digno y aceptable /sin ceder al rencor / sin dejarte humillar por el tiempo y sus secuaces / por la vida y sus humillaciones.”
Y como vía de liberación o
de intento de salvación el poeta busca con el lenguaje, justificarse,
exculparse, aportar la singularidad de su creatividad y compartirla , en
comunión con los lectores, para, así tal vez, poder hacer que ese sentimiento
de inacción, de culpabilidad contra sí mismo, despierte las conciencias, se
rebele como se rebela él y resulte algo más leve frente a tanto desorden frente, a tanta
injusticia, frente a tanta incertidumbre.
“Yo canto en el poema /
como quien usa / los versos en legítima defensa / contra mí mismo claro pero también / contra una sociedad que no
comprende / mi forma de pensar / contra una sociedad que no tolera / mi forma
de sentir (…) por eso me rebelo/ y utilizo mis versos / como si fuesen armas
defensivas / contra una sociedad complaciente y cobarde (…) queda claro el
poema es un arma / y mis versos legítima defensa."
Y concluye este libro
sobre el mal con un hermosísimo poema a la madre, pleno de ternura, tan hermoso
“como el milagro de ver nacer mañana un nuevo día”
Manuel López Azorín
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