Este verano ha sido, más que de escribir, de muchas lecturas. Lecturas pendientes que que no puedo leer si no es en verano. Algunas estoy reseñando en este blog, las que me sorprenden, las que, al leer, me producen más impresión cercana a mis gustos sobre la poesía que en muchas ocasiones son, como la poesía, diversos. Yo confieso no ser un crítico al uso sino "un crítico impresionista" y la lectura de Solo queda una sombra de José Infante me impresionó.
José Infante: Solo
queda una sombra
José Infante (Málaga,1946) es poeta, escritor y periodista.
Estudió Derecho, Filosofía y Letras, y Ciencias de la Información en las
universidades de Granada y Madrid y se diplomó en la Real Escuela Superior de
Arte Dramático y Danza de Madrid. Ha colaborado en diversos medios de
comunicación y desde 1974, hasta 2007, trabajó
en Televisión Española como redactor, guionista, ayudante de dirección y
subdirector en diversos espacios, y director de varios programas especiales.
José Infante ha recibido multitud de galardones. En 1971, el
Premio Adonais de Poesía y en 1972 el Premio "Málaga, Costa del Sol"
de Periodismo. En 1980 le fue concedida la Beca Juan March a la Creación
Literaria. Y entre otros premios importantes,
tiene en su haber el Premio aljabibe, el Andalucía de la Crítica o el Ciudad de
Zaragoza y el Premio Ciudad de Cáceres.
Cuenta con una extensa obra poética, de narrativa y
ensayo, figura en muchas antologías y ha sido traducido a numerosos idiomas.
Solo queda
una sombra (Huerga y Fierro
editores, Madrid, 2019), es el último libro publicado de José Infante, libro que presentó en Málaga en marzo de la mano del
poeta y profesor Francisco Ruiz Noguera y
en Madrid con los poetas Javier
Lostalé y Luis Martinez de Merlo en la sede de Huerga y Fierro en Junio. José
Infante que es un gran conocedor de la poesía tiene muchas referencias,
entre ellas de nuestro querido Pablo García Baena, pero igualmente
las tiene de otros muchos y buenos poetas: Pérez Estrada, Cavafis, Gil
de Biedma por hablar solo de algunos poetas contemporáneos
Solo queda una sombra es una impresionante confesión poética, por verdadera, de
dolor al tiempo que de esperanza. Además del título, el libro, en su interior
lleva entre paréntesis un subtitulo
“Nuevos poemas de La casa vacía”. La casa vacía (Tabla Rasa en 2004) que obtuvo el V Premio de Poesía Aljabibe y en el
que José Infante dio un paso
importante en su trayectoria poética.
Con relación a La casa vacía, Pablo García Baena dijo: “Libro raro en la poesía de hoy, de un ascetismo devastador, su verso
impecable no desdeña ni la expresión existencial ni huye de la dicción agónica,
mientras busca la salvación instantánea en el vigor súbito de la belleza.”
Y
traigo a colación estas palabras porque Solo
queda una sombra es también una confesión verdadera y en sus poemas
encontramos la sombra, el dolor, la tristeza, el sentimiento de pérdida como si
de un estado místico purgativo se tratara y, al tiempo, el deseo horaciano del Carpe
Diem, la esperanza no ya del tiempo sucedido sino del que quede por venir hasta
que llegue el último día de la vida. Por tanto al tiempo que es un libro
íntimo, confesional en el que el poeta realiza un ajuste de cuentas con su vida
cantando lo perdido, hay en él también
el canto vital respecto a lo que queda por vivir.
Buscando
en las redes alguna referencia a este libro último, por ahora, de José Infante
he encontrado en La Opinión de Málaga (20/3/2019) lo siguiente: “Los textos que componen "Solo
queda una sombra" fueron escritos entre 2008 y 2011 y fue al escribir el
poema Regreso, agosto 2011 cuando el autor encontró el sentido que daría unidad
a todo el conjunto. El regreso a su ciudad natal, Málaga, después de más de
cuarenta años, hace que el poeta se encuentre con la sombra que siente que le
ha acompañado a lo largo de su vida y que a la hora del regreso se le presenta
como el testigo de cargo de todas sus vivencias, frustraciones, pérdidas y
momentos de gloria o de desdicha.”
José Infante nos habla en este libro del pasado, su tristeza, sus dudas sus esperanzas y sus intenciones. Y así como en el poema “Cada día prometo” intenta hallar la luz del instante para seguir alumbrándose (“Cada día prometo cambiar, salir más a la calle,/ acudir al gimnasio, sonreír al menos tres veces / por la mañana, tres veces por la tarde.” En el poema “La falsa primavera” nos dice: “Se renuevan naturaleza y vida, pero/ nada hará que vuelvan los días del pasado”
Con su
regreso a su ciudad natal, tras muchos años lejos de ella, comienza este Solo
queda una sombra y nos dice: “Con los pasos cansados, lentos,/
dubitativo y solo, paseas la ciudad / que algunos llamaría de una forma
ridícula / la madre patria, para ti acaso / una madrastra lejana y olvidadiza.
/ Apenas recorres los lugares, las calles, / las plazas y jardines por donde caminó
/ aquel adolescente enfermizo y delicado / que algún día fuiste tú, y aunque ya
no recuerdes./ Solo queda una sombra de lo que fue la vida / cuando la
inaugurabas y esta ciudad fue un paraíso.”
Hablaba
yo antes de referencias y aquí, en este poema
que comienza con un eneasílabo continua con dos alejandrinos y sigue con
un endecasílabo, perfectos en su ejecución, José Infante nos trae en el recuerdo tanto a Antonio Machado como al poeta
sevillano que se sintió malagueño, Vicente Aleixandre.
El poeta ha cantado y llorado su pasado, tiempo perdido, a
veces, y ganado en ocasiones y lo ha hecho descarnadamente, desconsoladamente
y aunque nada es igual en lo sucedido que en el presente, un presente que se
acerca al invierno, en el fondo mantiene la esperanza del ahora y se abraza al
instante ” Todas las cosas que alguna
vez de verdad / importaron, las cosas verdaderas / que nos hicieron menos
infelices” (…) Son / las cosas que
sostienen esa luz / que no se extingue nunca” a pesar de “esa sombra oscura que
conduce / a la niebla”
Un tremendo y hermoso libro de poesía verdadera (al menos para mi gusto).
Guardo
un volumen que Infante me envió hace
muchos años y voy de vez en cuando a
releer alguno de sus poemas, como este que entonces apareció como poema inédito y que
comienza así: “Empezaré a soñar / cuando tú te hayas ido” y soñar también es vivir.
Aquel volumen, Poesía. 1969
-1989 Col. Ciudad del Paraíso, (Málaga,
1990), recogía su obra poética hasta ese momento, con un estudio preliminar de Francisco
Ruiz Noguera.
Como poeta José Infante, ha publicado, entre otros títulos: Uranio 2000.Poemas del Caos (Málaga, 1971), Elegía y No Col. Adonais (Madrid, 1972), La nieve de su mano (Ediciones Caballo Griego para la Poesía, Madrid,
1978), El artificio de la eternidad
(Málaga, 1984), El don de lo invisible (Ediciones Libertarias, Madrid, 1992) y Lo que queda del aire (Madrid, 1993). Días sin música fue ganador del Premio José Hierro de poesía en 2005 y fue publicado en la Colección Literaria Universidad Popular "José Hierro" del Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes.
En 2013 ganó el XXVIII Premio de Poesía Ciudad de Zaragoza, por lo que se le publicó a través de la editorial Olifante el libro La libertad del desengaño.
En 2013 ganó el XXVIII Premio de Poesía Ciudad de Zaragoza, por lo que se le publicó a través de la editorial Olifante el libro La libertad del desengaño.
Manuel
López Azorín
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